Cita 11 {Cita a ciegas}

Cine- 20.05 - Cita a ciegas -

Era San Valentín. Otro año mas que Vic iba a pasarlo sin una pareja estable. Generalmente, para esa fecha, se reunía con sus amigas o simplemente se quedaba en su casa realizando cosas que haría en un día totalmente normal. Por que, al fin y al cabo, el 14 de febrero no era mas que un día comun y corriente para los que estaban solos. Tampoco es que se deprimiera ni nada por el estilo. No se lo tomaba tan en serio aun que sabía que lo decía de esa forma solo por que no tenía a nadie al lado. Pero, si bien no tenía una relación formal con nadie, ese día tenía una cita. Días atrás habían publicado una lista para una especi de "cita a ciegas" en la cual se podía anotar el que quisiera. Vic carcajeó al ver eso publicado y que ya había nombre de alumnos allí plasmados. A ella ni se le había pasado por la cabeza imprimir su nombre en ese papel puesto que no tenía intenciones de caer bajo o simplemente pasar vergüenza pública. Pero su sorpresa fue mas grande cuando, al día siguiente, leyó: Victoire Boissieu, en una de las primeras diez líneas. Claramente esa no era su letra y ni estando dormida hubiese podido caminar hasta allí. Luego entendió todo cuando se cruzó con un par de sus amigas que ya se le estaban riendo en su cara desde lejos. No hizo ni falta que se lo confesaran aun que después ellas largaron todo. -¿Por que no escribieron el suyo?- Se posó frente a la morena, la ideóloga de todo el plan, con ambas manos en su cintura dirigiéndose a ella y el resto de su grupo de amigas. No todas estaban solteras, pero las que sí, podrían haberla acompañado en esa broma. Pero no, siempre debían enviar a Victoire, la que "nunca se enojaría". Las miró serio y salió de allí directo a su clase. No tenía intenciones de hablarles ni de demostarles que en realidad no estaba enfadada. Era una broma y, si bien mucho al principio no le había gustado, su nombre ya estaba allí y no lo tocaría. Despues de todo, podría tener algo nuevo que hacer ese día ¿no?.

Recordaba ese hecho mientras salía de darse un baño. Con una bata y una toalla envuelta en su cabeza, elegía que vestir. Le había avisado que debía presentarse en el cine a eso de las 8 de la noche. No le parecía un lugar del todo romántico pero al menos podría ir a ver una buena película. Sinceramente no sabía que había en la cartelera, pero eso ya lo vería allá, siempre y cuando también pudiera descubrir quien era su pareja. Revolvió su ropero. Hacía frío y odiaba que los atuendos de invierno no fueran fáciles de combinar como los de verano, pero de alguna forma se arreglaría. Acudió a su madre, quien estaba mas encantada que ella con la cita, pero no llegaron a ningún acuerdo. Estaba esperando a que terminara para tomarle una foto como si fuera a un baile de graduación o incluso casarse. La amaba, pero a veces podía exagerar tanto que le molestaba. Igual sabía que era una dulzura como mujer y todo se lo perdonaba. Después de darle pasada y pasada a los percheros, decidió tomar un vestido de botones color rosa, especialmente para la ocasión. No le importaba el viento o incluso si había nieve, ese tipo de prenda era linda de vestir para una salida como esa. Nada formal pero mucho menos para estar entre casa. Lo acostó sobre su cama y comenzó a buscar ese par de zapatos de taco cerrado. No eran tan altos por que Vic siempre buscaba la comodidad por sobre el glamour aun que intentaba mezclar ambas. Una vez que eso lo tuvo listo se preocupó por el maquillaje. Totalmente natural. Delineador negro, para resaltar un poco sus ojos, y un poco de sombra del mismo color. La base era infaltable. Le daba un toque mas liso y cuidado a su piel aun que no abusó. Odiaba como se le veía a las personas que sí la usaban realmente. Cuando una las veía de cerca se podía notar todo el arreglo que había en el rostro y eso era peor que ir a cara lavada. No quiso utilizar máscara para sus pestañas, le molestaba realmente y agradecía tener unas pestañas lo suficientemente marcadas como para evitar utilizar ese cosmético. Le dio un poco de color a sus mejillas con un rubor rosa pálido, bastante claro y lo mismo para sus labios. No quería que llamaran demasiado la atención. No se sentía muy cómoda con un rojo pasión aun que le dio ese toque rojizo para que tampoco pasaran muy desapercibidos.

Se miró una vez mas al espejo antes de secarse el cabello. Eso lo hizo rápido a decir verdad. Es que la toalla había absorbido lo suficiente de agua para que su melena no le quedara tan mojada ni húmeda. Lo alisó por que no quería parecer un león de la selva y ya solo le faltaba vestirse. Con cuidado tomó el vestido por debajo y se lo pasó por encima. Se lo acomodó un poco para que no quedara nada fuera de su lugar y tomo asiento en su cama para ponerse los zapatos. Los accesorios fueron lo último y podría decir que se encontraba lista. Se puso de pié y volvió a su espejo. Estaba satisfecha por como se veía. La verdad se había arreglado lo bastante bien como para ir a un cine pero era de noche y eso jugaba varios puntos a favor. Cuando llegó al living su madre lucía una sonrisa de oreja a oreja. ¿Para tanto era?. Tal vez creía que su hija era feliz y por lo tanto también ella debía serlo. Pero, desafortunadamente, estaba totalmente errada. No es que Vicky no fuera feliz, pero era una salida con un desconocido producto de una broma de sus amigas. Ni ella iba con la idea de conocer al hombre de su vida. Pero a su madre no le cuestionaría nada. Iba a dejar que se comportara así. Total, solo le quedaba cruzar esa puerta y dirigirse al lugar planeado. Miró el reloj que se encontraba colgado en una de las paredes de su hogar. Marcaba las 7.50-Bueno mamá, no quiero llegar tarde- Le dedicó una sonrisa a la persona que mas amaba en el mundo y tomó el sobretodo que ella le estaba ofreciendo. La verdad se sentía el invierno y con solo ese vestidito podría congelarse, así que no estaba mal que fuera con un abrigo. Por último, tomó su pequeño bolso, abrazó a su madre y le dió un beso en la mejilla para finalmente abrir la puerta y poder parar un taxi.

Tardó entre unos 3 y 5 minutos tomar el taxi. ¿Es que ninguno quería trabajar con tanto frío?. O es que por su casa no pasaban tantos. Tampoco lo tomó en la puerta. Debió caminar unas pocas calles para poder encontrar alguno. Una vez, por fin, frenó, abrió la puerta y con cuidado de no arruinar su vestuario, se sentó indicándole al chofer donde iría. Seguramente llegaría un poco tarde puesto que en 5 minutos no se encontraría allí. Dicho y hecho, eran las 8 y aun se encontraba dentro del taxi. 8.03 ya vislumbraba el lugar. Hasta que pagó y entro se habían hecho 8.05. Lo único que esperaba era que su cita no fuera lo bastante puntual como para enojarse por sus minutos de retraso. Pero, ¿por que pensaba en eso si ni siquiera sabía quien era?. Cada vez pensaba mas en que todo eso era equivocado. ¿Y si en verdad nadie la esperaba?. Pero, ¿como iba a saberlo?. Pensó fuertemente en sus amigas, las que la habían metido en esa lista. Rezaba por ellas en que despues pudiera agradecerles y no contarle del peor día que le habían hecho pasar.

Observó el lugar. Todo decorado con corazones y demás guirnaldas que indicaba que estaban de festejo por el día de los enamorados. Podía contemplar parejas de aqui para allá. Entrando a las salas o recién eligiendo la película. Victoire, por su parte, solo se encontraba a penas en la entrada. No sabía que hacer ni a quien preguntar. Sólo esperaba que el chico si supiera de ella y le comunicara que ambos eran pareja por esa noche.

Cine- 20.09 - Cita a ciegas -

Ya habían pasado unos minutos desde que había llegado al lugar y no podía evitar sentirse una completa tonta. Sólo ella podía caer en esas trampas de San Valentín y de cualquier otra broma ideada por personas mucho menos ingenuas que la propia Victoire. A veces se aprovechaban de la buena voluntad de la chica y de la fachada que mostraba ser toda una luz en la vida. Y ella tampoco hacía mucho para demostrar lo contrario, así que las tenía todas en contra. Caminó por el complejo con paso lento y sin desesperación por saber si en verdad alguien la esperaba. Aún tenía esa pizca de esperanza por que lo de Brown fuera cierto y no un juego que armaban solo para los solteros, un 14 de Febrero.

Volvió a observar la gente, pero ahora con mas detenimiento. Todos iban en parejas; no veía a ninguno solo y eso la frustraba. La búsqueda, definitivamente, se le haría un tanto difícil. El lugar se llenaba cada vez mas. Pasaban parejas que salían de la película y las que recién iban a entrar. Eso hizo que Victoire recordara que habían sido citados allí para ver, obviamente, algun film del cual no tenía idea. No sabía muy bien que películas se encontraban en cartelera y no quería aburrirlo al chico con alguna típica romántica. Es que tampoco ese era el único género que le gustaba. Las comedias o dramas también eran de su agrado e igual alguna que otra de acción, siempre y cuando tuviera trama interesante. Con las de acción no accedía tan fácilmente. La sinopsis debía atraparla por completo para prestarle un poco de atención a la historia. A veces los títulos y los posters no ayudaban mucho. Cuando veía un par de armas ya le parecía aburrido, pero si leía algun resumen, podía cambiar de parecer. Aún así debía ponerse en común acuerdo con su cita esa noche, siempre y cuando la encontrara. No podía hacer planes si no tenía a alguien al lado. Y eso de andar esperando ya la ponía nerviosa. No había duda de que ya se habría perdido unos cuantos horarios por que aun no encontraba al chico. Ya tenía pensada dos cosas: elegir una película y verla ella sola, pues ya se encontraba en el cine, o esperar unos minutos mas y, si se cansaba, irse directo a su casa. Luego su mama le andaría preguntando por que se había vuelto, y no podría tener una charla con ella antes de irse a hacer lo suyo. Luego, claro, mataría a sus amigas por haberla anotado en esa lista.

Dio una vista general al lugar y sus ojos se clavaron en el mostrador de la comida. Estaba bastante lleno pero se le había ocurrido algo. Podría acercarse a cualquiera de las vendedoras y preguntarle si tenían idea de una cita organizada por la universidad Brown. Tal vez ellas si lo sabían y habían sido la respuesta desde un principio. Hizo la fila para no escuchar ninguna queja proveniente de alguna pareja y, cuando llegó la hora de "comprar", se acercó a la vendedora decidida a preguntarle. -Perdoname, ¿sabes algo de una cita arreglada?. Soy de la universidad Brown y tengo entendido que ellos me organizaron un encuentro aquí- Le dio un poco de pudor preguntar eso. Seguramente ahora la chica estaría pensando lo estúpida que era por haberse prestado a alguna cosa así, y sobretodo, que tenía que ver ella. Tal vez a penas sí conocía la universidad. Aún así esperó alguna respuesta. -Sí, bueno mi compañera me comentó algo de que un chico mencionó algo sobre Brown.. ¿No es así Allie?- La muchacha giró la cabeza hasta su castaña compañera de trabajo y ésta asintió en respuesta. -Y.. ¿recuerdas quien era ese chico?- Continuó con el pequeño interrogatorio a la espera por saber mas datos sobre el asunto. -Él es- Se acercó Allie, señalando a un chico que estaba a unos pasas mas allá a la izquierda de Vic. La morena universitaria giró a verlo para no perderlo de vista. Lo único que le quedaba era ir a preguntarle y sacarse la duda de si se trataba de él o las chicas se habían confundido. -Gracias- Dijo por último y dejó la fila libre para que el resto pudiera hacer sus compras.

Bien. Ahora sola quedaba ir hasta donde el joven se encontraba. Caminó tranquila y algo nerviosa simplemente por quedar en ridículo. ¿Si él no tenía nada que ver?. Creería que estaba loca y se le reiría en la cara y, si no lo hacía, al menos lo haría para sus adentros burlándose de ella. -Discúlpame- Le dio un suave golpe en el hombro para llamar su atención puesto que no la había visto venir. -¿Acaso eres de la universidad Brown?- Fue lo primero en preguntar. Si la respuesta era negativa, solo e disculparía por interrumpirlo y saldría de allí. En cambio, si era positiva, no habría mucho que explicar. Con mencionar lo de la cita a ciegas ya sabría de lo que estaba hablando. Tal vez ya preguntandole si era de la universidad, se habría dado cuenta a que iba Victoire.

Cine- 20.12 - Cita a ciegas -

Se había alejado del mostrador con muchas preguntas en la cabeza. Pensaba en si las empleadas le habían dicho la verdad o simplemente le habían hecho otra broma como muchas se había tragado. Aun que no tenían cara de hacer ese tipo de cosas y mucho menos en un día como el de San Valentín. Además, ¿que ganaban con eso?. Un par de risas, tal vez. Otra de las cuestiones era si el chico era una persona conocida para ella o simplemente alguien que la desilusionaría por completo. Esperaba que fuera alguien con el que no tuviera problemas y con el cual pudiera pasar una linda noche de película. Caminó hasta el chico y le formuló la pregunta clave. Cuando respondió con el "sí" pudo sentir un alivio grande dentro de ella. Los nervios por haber sido plantada o la idea de que le habían jugado una trampa, habían pasado a un segundo plano para concentrarse en el chico. La verdad estaba bien para ella y no podía quejarse de la compañía que le habían asignado para esa cita.

Asintió para responder su siguiente pregunta aun que eso era mas bien obvio. Ya Vic se había acercado a preguntarle si era de esa universidad y no le parecería raro que ella también lo fuera. -Victoire- Respondió simplemente sonriendo y con una voz dulce que aun mostraba algo de timidez. El chico tendió el brazo y Vic respondió al gesto. La verdad no había otra cosa que pudieran hacer. De echo, tendrían que estar haciendo esa fila hace largos minutos, si no fuera por que a ninguno de los dos les habían dado una mísera pista de quien podía ser la cita de la noche. Agradecía, igual, no haber estado dando vueltas por horas. Por que, si se lo ponía a pensar, en lugar de pasar minutos buscándolo podría haber estado un largo tiempo mas preguntándose donde diablos se encontraba el chico. Aun que ya tenía en mente volverse a su casa si en media hora, al menos, no sabía de él. Pero ahora ambos se habían encontrado, por lo que ya no debía pensar en aquello. Siguió a Anthony hasta el mostrador, donde antes ella les había planteado su inquietud a las empleadas, y esperaron como todo ser humano a que los atendieran. -Compra lo que prefieras. Sinceramente, no tengo un gusto en especial- Comentó sincera. La verdad, cada vez que iba al cine se pedía lo básico. Nada de entrar tan cargada por que se volvía totalmente molesto, después, por no encontrar lugar donde dejar toda la comida. -Igual creo que los combos de San Valentín no estan mal, así que, si te parece.. Además hacemos alarde a la fecha- Se encogió de hombros acompañado, siempre, de una sonrisa. No quería parecer desinteresada, pero lo de la comida simplemente le daba igual.

Avanzaron un par de centímetros pero nada relevante. Mientras tanto Victoire se enfocó en la cartelera del cine y leyó cada título de cada película que se estaba exhibiendo en ese día. Algunas empezaban dentro de unos pocos minutos, y otras ya habían dado comienzo por lo que faltaban unas 2 hs, o un poco menos, para la otra función. Había películas de todo tipo. No le extrañaba que las románticas predominaran en la lista, pero no eran las únicas. Honestamente, no tenía conocimiento de ninguna. Tal vez sí había escuchado los nombres pero nunca leído una reseña o visto algún trailer del cual guiarse. -¿Conoces alguna de aquellas?. ¿Alguien que te haya comentado algo?- Volvió a mirada a Anthony, señalándole la cartelera. Tal vez él podía tener mas conocimiento de eso que ella misma, lo que sería de gran ayuda.

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Hizo una mueca respecto al sabor de las palomitas. Era cierto. A veces podían lucir exquisitas pero dejarte un sabor horrible e incómodo en la boca, así que la idea de los dulces no estaba mal. Encima con lo que le gustaba eso a Victoire.. como para no decir "no". -Perfecto. Odio la sensación que te pueden dejar- Comentó mientras avanzaba un poco la fila. Estaba bastante lleno, siendo obvia la fecha, y las empleadas no daban a basto para servir todo. Que bebidas, palomitas, combos grandes, dulces extras.. Las fechas importantes podían volverse un gran lío y eso Vic lo sabía. Las veces que había conseguido trabajos, en los acontecimientos importantes se veía a la gente mas entusiasmada, algunas personas estresadas, muchos pedidos.. Un total caos. Pero la castaña nunca se ponía de mal humor; siempre iba con su mejor cara sin importar que le cambiaran un pedido o los clientes no supieran que ordenar.

¡Bien!. Anthony conocía las películas mas que ella y eso era un punto a favor. Al menos no estarían como tontos pensando en que ver y eligiendo la peor de las opciones. Nombró dos films: uno de terror y una comedia. Los dos géneros le gustaban. Vic era de risa fácil pero también le encantaba sentir esos nervios, la expectativa del suspenso que daban las películas de terror así que, despues de pensarlo unos segundos y escuchar la preferencia del chico, ya sabía que ver. Tenía que ir un poco en contra del día. Que fuera San Valentín no quería decir que tuvieran que ver algún romance o algo por el estilo. A Victoire no le hubiese molestado, pero era seguro que al chico no le agradaría mucho que digamos. -Para serte sincera, me gustan las de terror y esa suena interesante, así que podríamos comprar boletos para "Mamá"- Miró al chico con una sonrisa mientras daban otro paso hacia adelante. Ahora sentía como iba un poco mas rápido la fila. Esperaba, a ese ritmo, poder llegar a la película. -¿Llegaremos?-Comentó mientras buscaba la cartelera con los horarios. La verdad tenían un margen considerable de tiempo hasta que empezara pero tampoco estaba segura de si entrarían justo o llegarían para el principio directamente.

Como si la empleada del mostrador la hubiese escuchado, tardaron menos de lo pensado en llegar adelante. Anthony compró lo que habían decidido y Vic solo se quedó a su lado esperando la entrega para ayudarlo a llevar algunas cosas. El combo era grande y alguien debía llevar las dos bebidas puesto que el balde solo se podía tomar con otras dos manos, además de los dulces, claro. Tomo los refrescos, una vez tuvieron todo, y salieron de allí directo a la boletería. También tenían película decidida así que en pocos minutos estarían sentados en sus butacas a la espera de que se proyectara en la pantalla el video. -Ni me digas- Largó una risita. -Ya había pensado en irme, menos mal que se me ocurrió preguntar al menos. Y suerte que no era ninguna broma tampoco..- Comentó. Se imaginaba la vergüenza que hubiese sentido y encima ser el hazme reir de todas sus amigas complotadas en el juego. Pero por suerte lo del Brown era cierto y ese día tenía un compañero a su lado. -Igual es bueno escuchar que te quedas. Espero no aburrirte pronto- Sonrió de lado. No sabía muy bien lo que esperaba el chico de ese día en general, perola aliviaba, en cierta forma, saber que no se estaba yendo a pique todo eso.

Cine- 20.38 - Cita a ciegas -

Ya tenían el combo y los boletos. Solo quedaba hacer la fila para entrar a ver la película y podrían decir que su cita ya daba comienzo. La fila para el film iba casi al mismo ritmo que la de los alimentos. No tardaban mucho pero tampoco se podía decir que iban totalmente rápidos. Le dedicó una sonrisa por el comentario que había dado antes de entregar los boletos, y a continuación camino por el pasillo hasta la sala. Le gustaba que la halagaran y mas aún si se trataba de una persona como Anthony, bastante atractivo y agradable. Vio la puerta de la sala y se alegró por que habían llegado a tiempo. Prácticamente se habían sentado y las luces se apagaron. Antes, siguió los pasos de Anthony que la guiaron hasta sus asientos. Tenían buenos lugares a pesar de comprar los boletos tarde. Solo esperaba que la película fuera lo suficientemente interesante como para no dormirse. En todo caso, fingiría diversión. No quería arruinarle la noche a Anthony y mucho menos se quejaría de lo aburrido que había sido eso. Aun que tenía el presentimiento de que no la pasaría tan mal. Se trataba de una película de terror, por mas falsa que pudiera ser, siempre tenía ese suspenso o esa escena en donde una quería taparse los ojos.

Se acomodó en su asiento y ubicó bien los refrescos para quedar totalmente libre. La película empezó pero al chico eso no le importo mucho por que comenzó a contar un poco sobre él. Casi cuando estaba terminando, le dio un sorbo a su bebida e intentó tragar rápido para poder contestar. -Que bueno que te guste la música por que a eso me dedico, aun que me gusta mas cantar que otra cosa- Habló sobre ella agarrándose de uno de los gustos de Anthony, los cuales seguro eran solo un par de los muchos que tenía. -Bueno, además de eso, también me gusta estar con mis amigos aun que muchos esten en Francia y aca no este rodeada de tantos- Hizo una mueca. A veces era dificil hacerse amigos en la universidad y mas Vic que era de un perfil bastante bajo. Tambien, por esa razón, solía sentir algo sola y no le alcanzaba con la ayuda de su madre. Es que no quería largarle todos los problemas a ella o apoyarse en el director que había pasado a ser una parte importante en su vida. El tema era que sus verdaderos amigos estaban allí en Europa y los había dejado tiempo despues del fallecimiento de su padre. -Seguramente tu no debes ser tan solitario como yo, ¿no?- Largó una risita en voz baja puesto que la película iba en el comienzo y la mayoría, seguramente, quería prestarle atención.