Spending time together aint a waste of time [R18]

El día estaba aburrido, después de clases no tenía practica de porristas así que mi día estaba libre, pensé en pasarme por el gimnasio a hacer ejercicio, pero después de que en el último entrenamiento sentí como un musculo se me tensaba en un calambre la entrenadora me mando a que reposara y dejara de ir tanto a hacer ejercicio extra. Pensé en ir de compras, salir del campus, pero me dio pereza, así que termine quedándome en mi habitación a estar con la computadora y ver una película.

Alrededor de las 7 de la noche la película había acabado y ya no tenía nada divertido que ver o hacer. Se me ocurrió llamar a alguien para hacer una pijamada, pero supuse que las chicas me dirían que saliéramos a algún club y no quería. Entonces supe quien podría venir a mi rescate, mi superman, no sabía porque continuaba llamándole así si ya no era nada para mi, al menos sentimentalmente hablando. Le había puesto ese apodo cuando salíamos juntos hace unos 6 meses más o menos, y lo había hecho porque entonces me hacía sentir segura y protegida, que nadie podía lastimarme si estaba con él. Había sido la única persona con la que ni una sola vez me hice la ruda. No lo había necesitado.

HEY HANDSOME, TENGO GANAS DE QUE "HAGAMOS ALGO" Y ESTOY ABURRIDA, ¿QUIÉRES VENIR A MI HABITACIÓN? O ¿TE VOY A VISITAR YO?

Le mande el mensaje y no espere a que me contestara, enseguida me metí al baño para darme una ducha. Fuera lo que contestara lo sabría al salir de bañarme. Tardé aproximadamente media hora, había creído escuchar el teléfono sonar con el tono que me decía que había recibido un mensaje, así que salí del baño aún completamente mojada, solamente con una toalla grande y pomposa cubriendo mi cuerpo, el cabello me correaba por los hombros. Cual fue mi sorpresa al encontrarme con Anthony esperándome recargado en la ventana.-Oh, ahora se lo que decía el mensaje-dije sonriendo y observando al chico de arriba abajo, ¿Cómo era posible que un hombre heterosexual se vistiera tan bien?

Tome el teléfono que estaba en la cama y lo coloque en la mesa más cercana a mí de las que estaban junto a la cama. Después me quite la toalla sin importar si me veía o no, no hubiera sido ni la primera ni la última vez que me veía así. Comencé a secar mi cabello con gentileza, apretando mi mano en un puño mientras sostenía las puntas.

Sonreí ligeramente con su comentario-Si fuera mal momento no te habría mandado el mensaje-comente aún manteniendo mi sonrisa y observándolo-Nunca me dices que no a mi al menos, eso es lo que me importa-dije con un tono un poco maloso pero en broma, el me conocía lo suficiente como para saber cuando bromeaba.

-Pero si me pongo todos los días-intente hacerme la inocente y la que no entendía como eso había ocurrido. Era cierto lo de que me ponía protector solar todos los días, igual que crema humectante después de bañarme. Tenía los ojos así que solamente escuche los pasos de él moviéndose por la habitación. No pude temblar ligeramente por su toque porque me sorprendió, no esperaba que hiciera eso. Permanecí quieta, sin mover siquiera mis manos en mi cabello, solamente sintiendo su toque. Sentí donde hizo presión y no pude evitar retorcerme un poco, me había hecho cosquillas y reí alegremente. Él me hizo girar sobre mi propio eje para quedar frente a frente, ya había abierto los ojos y lo vi fijamente a los suyos azules e hipnoticos. Sus dedos deslizándose de esa manera sobre mi piel me traían muy placenteros recuerdos, y sentí como un escalofrío brotaba en mi espalda.

Sentí que mi cabello estaba lo suficientemente seco (en realidad seguía totalmente mojada, pero no podía concentrarse ni en eso en esos momentos) así que me separé de Tony para ir a dejar la toalla de regreso al baño. Mi piel seguía un poco húmeda. Salí del baño y le regale una amplia sonrisa.-Yo estoy muy bien, todo va perfecto en los estudios y en las practicas-él sabía que me refería a las practicas de porrista, siempre le había encantado verme con ese uniforme. Una vez de hecho lo habíamos hecho en el auto de él saliendo de un partido, antes de ir a la ya tradicional fiesta que se armaba después de el evento, y lo que él siempre había repetido de ese momento, era lo mucho que le excitaba verme con su uniforme rojo, café y blanco. Recode eso y no pude evitar reír por lo bajo. Mientras hablaba me había acercado a la puerta y le había puesto seguro. Nadie entraría si no se lo permitía y estando con Anthony todas sabían que no debían molestarme. Entre las chicas nos guardábamos los secretos, todas teníamos visitas de algún chico alguna vez, pero nadie decía nada si las otras no la delataban, por eso eramos una fraternidad.

Podía notar como Tony se estaba aguantando las ganas, su cara denotaba el mismo deseo que yo tenía hacía él, pero él quería aparentar que estaba normal solamente porque yo aún no le había dado luz verde. Eso me seguía encantando de él aún ahora, siempre me respetaba, si yo no quería hacer nada y simplemente quería hablar él lo aceptaba y solamente hablábamos. Era todo un caballero. Me acerque a él y peque mi cuerpo al suyo mientras me podía un poco de puntillas para poder alcanzar a poner mis labios junto a su oído-¿Quiéres que me vista?, o me quedo desnuda-susurre con una voz seductora y un tono más grave de lo que la mía era normalmente. Lo abrace enrollando mis brazos alrededor de su cintura y entrelazando mis manos detrás en su espalda, pero separé mi cuerpo del de él para poder verle el rostro.

Ambos sabíamos perfectamente que era lo que venía, y de hecho tal parecía que ahora solamente nos veíamos para esto. Ninguno de los dos se resistía a la presencia del otro de esta manera, simplemente disfrutábamos de la compañía y él calor del otro.

Recibí sus labios con anhelo y lo bese dulcemente, sin apresurarme a nada, sabía que al final de cuentas todo sería como queríamos, no había necesidad de apresurar las cosas. Su previo rose en mi mejilla me trajo muy gratos recuerdos, noches en las que él se quedaba a dormir aquí hasta casi el amanecer, esa noche en la que, en el hotel plaza, el me organizo una linda velada a la luz de las velas y junto con una cena romántica. No cabía duda de que habíamos tenido nuestros buenos momentos, momentos felices y casi de enamorados, pero eso no había sido para nosotros, nos destruíamos mutuamente más que sanarnos y apoyarnos.

No pude evitar reír un poco cuando tomo mi labio inferior, era divertido verlo de esa manera, me gustaba como nos tratábamos cuando hacíamos esto. Esto había sido, sinceramente, lo mejor de nuestra relación, el sexo era increíble, pero no lo era todo. Estos habían sido los momentos en los que no podíamos discutir porque terminábamos más que felices, simplemente extasiados. Mientras el me besaba y jugaba con mis labios yo lo jalé lo más que pude hacía mí, con mis manos aún en su espalda y presionando ligeramente mis dedos en ella. Me mataron sus besos en mi cuello, siempre hacía eso antes de comenzar a quitarse la ropa, era como una advertencia, si quería detenerme este era el momento, porque después, no había marcha atrás. Pero yo no quería detenerme, quería continuar y hacerlo con él.

Lo deje que se separara de mí y reí por lo bajo. En lo que él se deshacía de su perfectamente pulida, pero estorbosa camisa yo rápidamente me metí a la cama entre risas. Gracias a la temperatura del lugar mi cabello si seguía húmedo, pero ya no escurría, y mi cuerpo estaba seco, a excepción de una parte en específico. Me coloque el gran y pomposo cobertor para que me cubriera el cuerpo hasta un poco arriba de mis pechos, solo dejando ver mis brazos, mi cuello y mi rostro, y con mi cabello esparcido por toda la almohada bajo de mi.

Gire mi rostro para ver su escultural cuerpo, ahora sin la camisa que antes lo cubría. Me mordí el labio inferior mientras giraba mi aún cubierto cuerpo hacía el, colocando mi mano derecha sobre el cobertor para evitar que rebelara mis pechos, pero sonriendo ampliamente-Tendrás que venir aquí y quitarme el cobertor, porque se puso de necio y no me quiere dejar-dije divertida observándolo.