Coffe time [James A. Lawrence]

Por fin tenía un día libre, un día que lo iba a aprovechar para estar tranquila con su amigo James. Habían quedado en Starbucks, la cafetería preferida de Kimberly. Realmente a ella no le gustaba el café ni ningún variante, pero los de ese lugar le encantaban por el simple echo de que los hacían con caramelo, con nata, con chocolate, canela... Eran únicos. Normalmente siempre se pedía lo mismo: Un Frappuccino de caramelo con un muffin de chocolate.

Miró por la ventana y sonrió, hacía buen tiempo. Le encantaban los días soleados por el simple echo que odiaba el frío (aun que le encanta pasar frío por la noche para poder taparse hasta arriba con la manta, le encantaba sentir ese calor). Se miró al espejo y se podía ver con esta ropa. No habituaba a llevar cosas de ese estilo pero ese día decidió dejar su estilo ancho/skater para ir más como solían hacer las chicas de su edad, resumiendo, para ir a la moda. A Kimberly no le gustaba seguir la moda por que quería ser única, diferente. Normalmente su estilo era ir con unas Vans, con pantalones cortos y camisetas caídas en verano y en invierno pantalones de pitillo con camisetas anchas, también caídas. Ese día también decidió hacerse una coleta. Las odiaba, pero no quería que le pelo le tocara la cara mas que nada para que no le molestara al tomarse el café.

Al acabar de arreglarse, agarró su bolso, su Iphone y salió de la habitación. El Starbucks no estaba precisamente cerca de la universidad, además, había quedado con James en ese lugar, así que se puso a escuchar música mientras caminaba por la calle para no aburrirse. Cualquiera que la viera pensaría que escucha Pop tipo Lady Gaga, Rihanna, Ke$ha y todo eso, y no le desagradaba la verdad, pero ella prefería la vieja música y el heavy (Nirvana, AC/DC, Slayer, Slipknot, SWS, Papa Roach..), vamos, la música donde 'solo gritan' según la gente. Ella amaba ese tipo de música y la música en general, tanto era su agrado por ello que estuvo yendo dos años a clases de guitarra española, uno de guitarra electrónica y finalmente se enamoro de la batería, de la cual estuvo invirtiendo ocho años seguidos a clases.

El camino se le hizo bastante corto a pesar que había estado caminado casi veinte minutos. Sin darse cuenta ya había llegado a Starbucks. Sonrío y suspiró de alivio por haber llegado, se estaba cansando de estar sola. Abrió las puertas y le pegó un ojo al lugar, y como siempre, estaba lleno. Comenzó a caminar por dentro y podía notar como la gente la miraba al pasar. ¿Que pasaba?¿Tal vez había fallado con su intento de 'ir a la moda'? No lo sabía, pero tampoco le dio importancia, le era indiferente. Al acabar de recorrer todo el local se dio cuenta de que todo estaba lleno y suspiro. Cuando se iba a ir a fuera para esperar a su amigo, alguien le agarró del brazo. - Perdona, ¿buscas sitio? Si quieres te cedemos el nuestro, nosotros ya nos vamos. - Kimmi se giró y se quedo mirando a esa persona. Era una chica de unos veinticinco años, rubia con ojos azules, delgada y bastante bonita. Iba acompañada del que parecía su pareja, o su amigo.

- Si, estaba buscando sitio, muchas gracias- le dijo con una sonrisa a esa desconocida después de sacarse los cascos, y tras hacerlo, el chico se levantó, agarró de la mano a la chica rubia y se fueron. Kimberly lo había adivinado, eran novios. Entonces, se sentó en la silla. La camarera se le acerco. - ¿Quieres algo? - le dijo la dependienta sonriendo. ¿Sería simpática o solo era parte de su trabajo? - No, muchas gracias, estoy esperando a alguien - y le correspondió la sonrisa. - ¿A quien esperas?¿A tu novio? Hace un buen día para venir aquí a tranquilizarse con la pareja - y la chica se rió. ¿Que pretendía preguntado eso? -No, un amigo, un buen amigo. No tengo novio.- se rió con ella. La camarera se despidió y se fue a atender a otros clientes.

La verdad es que a Kimmi le había fastidiado que le hubiera preguntado eso, no le gustaba contar su vida a la gente desconocida, pero lo dejó correr. Entonces sacó su Iphone de nuevo y le envió un mensaje a James. '¿Donde estás? Espero que no tardes mucho en llegar. Una camarera a intentado ligar conmigo y creo que no tardará en dar el segundo asalto jaja'. Lo miró y tras pasar unos segundos, en la pantalla se podía ver 'mensaje enviado'. Al hacerlo se rió sola por su 'chiste' de la camarera. A continuación abrió su Facebook, se puso de nuevo los cascos y empezó a matar el aburrimiento hablando con sus amigos y escuchando música en la espera de que llegara James.