2013
Ahora mismo si estas planteándote en inscribirte en esta prestigiosa universidad es por que has pasado esta etapa, pero bueno, ¡eso cosa del pasado! Olvídalo, pon eso en un rincón de tu memoria.
Ahora estás viviendo el año 2013 en la Universidad de Brown, situada cerca del corazón de Nueva York.
¿Estás aquí por elección propia, por el sueño de convertirte en alguien famoso en la vida? ¿Por qué tus padres tienen una cuenta bancaria muy grande? ¿O tal vez por obligación?
Sea la razón que sea el resultado es el mismo, estas en una de las mejores universidades de América, pero aquí no te daremos 'la comida masticada' lo cual si de verdad deseas llegar a ser alguien en la vida tendrás que currártelo, aquí no regalamos nada.
¡Casi lo olvido! Tal vez exijamos mucho, pero tampoco descartes la idea de tener un poco de diversión. Fiesta, alcohol, sexo, drogas.
En resumen, el libertinaje total.
Para Algunos, la diversión significa dormir en tantas camas como sea posible, para otros, las compras y manicura son las cosas más importantes en su vida y siempre habrá los -por su padres- tienen dinero y reputación.
Pero dejando todo eso atrás, en la oscuridad de Brown se esconden varias personas que pertenecen a una especie de secta, un grupo donde su intenciones no son exactamente buenas. Se hacen reconocer por 'la logia', una panda de personas donde jugarán con cualquier persona que les apetezca. Les gusta ver sufrir a los demás, viven a costa de ellos. ¿Que pasa? ¿A caso tienes miedo de ser su próximo elegido? Tranquilo, como en los cómics y películas de Stan Lee donde hay un villano, hay un super héroe, e aquí nuestros super héroes se hace llamar anti logia, un grupo donde quieren la paz en la universidad y acabar con toda esa crueldad.
Y dime, ¿quien eres tu? ¿Eres un becado? ¿Un estudiante normal? ¿O tal vez te guste la idea de pertenecer a la logia? Otra posibilidad es que quieras cumplir el sueño de todo niño, ser un super héroe y pasar a ser miembro de la anti logia pero...
Seas lo que seas, se bienvenido a Brown University.
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It's not much of a life you're living It's not just something you take, it's given {Maxime}
2 participantes
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It's not much of a life you're living It's not just something you take, it's given {Maxime}
La mirada de Kath barrió el lugar. Chicas bailando en grupo, parejas seduciéndose en la pista, amigos riendo en los reservados…lo de siempre. A lo largo de la barra, un par de cuarentones bebían con la mirada perdida. Sus ojos parecían estar vacíos, sin ningún tipo de brillo.La joven se compadecía de ellos. Que tu vida estuviese tan vacía como para acabar sentado en un frío taburete noche tras noche...era muy triste. Y solo pensar que ella podía acabar así algún día hacía que le doliera la tripa.
-Preciosa, ¿por qué no mueves más ese culito y nos traes otra ronda de chupitos?-el puño de la castaña se cerró con fuerza alrededor de la botella de tequila que sostenía. Tenía tantas ganas de responder a ese grupo de imbéciles. Se habían pasado parte de la noche intentando llamar su atención entre risas y comentarios absurdos y machistas. ¿Y qué podía hacer ella? Servirles lo que pedían y maldecir para sus adentros. No podía permitirse que la echaran por mal comportamiento hacia los clientes. Además contestar mal no iba con ella. Se consideraba una persona realmente paciente y solía evitar cualquier tipo de enfrentamiento. Pero aquellos chicos llevaban dándole la turra dos horas seguidas. Le habían hecho creer que se había confundido al servirles, le habían silbado como si se tratara de una perrita a la que llamaban para que fuese a ellos…por no hablar de las groserías que habían salido por su boca. Y si a eso le añadimos las constantes miradas para nada agradables que había cruzado con su queridísimo compañero de barra, podríamos afirmar que Katherine estaba a punto de explotar
- ¡Vamos guapa! ¿Nos sirves o solo estás ahí para calentar al personal?-las risas masculinas no tardaron en hacerse escuchar. Se acercó hacía el grupito con una sonrisa en sus labios y comenzó a llenar sus vasos-¿Una buena noche chicos? Por casualidad no tendréis calor ¿verdad?-preguntó mirando con una sonrisa al cabecilla mientras arrojaba parte de la bebida sobre los pantalones de éste-Oh…vaya. No sé dónde tengo la cabeza-dijo sarcástica antes de lanzarles un beso sin dejar de oír los improperios de éstos. Idiotas. Caminó enfurruñada a la otra esquina de la barra y tras recostarse en la pared cerró los ojos. ¿Qué acababa de hacer? Ella no se comportaba así. ¿Qué pensaría su padre si pudiese verla? Aquel último pensamiento hizo que sintiera un pinchazo en el pecho. Él no le había educado así pero el día a día se hacía cuesta arriba y tener que soportar a gente aburrida y estúpida como aquella no ayudaba a Katherine.
Tras respirar profundamente volvió a abrir los ojos y esta vez éstos se posaron en el reloj en forma de gato que colgaba sobre la puerta de entrada. Las agujas marcaban las tres menos cuarto de la mañana. Un cuarto de hora más y podría volver al campus y esconderse entre sus sábanas. Regresó a la barra y comenzó a servir las copas y combinados que le pedían, pero esta vez intentando ignorar a todo el que se le cruzaba. No era su mejor día por lo que si pasabasin ningún incidente más mucho mejor.
-Preciosa, ¿por qué no mueves más ese culito y nos traes otra ronda de chupitos?-el puño de la castaña se cerró con fuerza alrededor de la botella de tequila que sostenía. Tenía tantas ganas de responder a ese grupo de imbéciles. Se habían pasado parte de la noche intentando llamar su atención entre risas y comentarios absurdos y machistas. ¿Y qué podía hacer ella? Servirles lo que pedían y maldecir para sus adentros. No podía permitirse que la echaran por mal comportamiento hacia los clientes. Además contestar mal no iba con ella. Se consideraba una persona realmente paciente y solía evitar cualquier tipo de enfrentamiento. Pero aquellos chicos llevaban dándole la turra dos horas seguidas. Le habían hecho creer que se había confundido al servirles, le habían silbado como si se tratara de una perrita a la que llamaban para que fuese a ellos…por no hablar de las groserías que habían salido por su boca. Y si a eso le añadimos las constantes miradas para nada agradables que había cruzado con su queridísimo compañero de barra, podríamos afirmar que Katherine estaba a punto de explotar
- ¡Vamos guapa! ¿Nos sirves o solo estás ahí para calentar al personal?-las risas masculinas no tardaron en hacerse escuchar. Se acercó hacía el grupito con una sonrisa en sus labios y comenzó a llenar sus vasos-¿Una buena noche chicos? Por casualidad no tendréis calor ¿verdad?-preguntó mirando con una sonrisa al cabecilla mientras arrojaba parte de la bebida sobre los pantalones de éste-Oh…vaya. No sé dónde tengo la cabeza-dijo sarcástica antes de lanzarles un beso sin dejar de oír los improperios de éstos. Idiotas. Caminó enfurruñada a la otra esquina de la barra y tras recostarse en la pared cerró los ojos. ¿Qué acababa de hacer? Ella no se comportaba así. ¿Qué pensaría su padre si pudiese verla? Aquel último pensamiento hizo que sintiera un pinchazo en el pecho. Él no le había educado así pero el día a día se hacía cuesta arriba y tener que soportar a gente aburrida y estúpida como aquella no ayudaba a Katherine.
Tras respirar profundamente volvió a abrir los ojos y esta vez éstos se posaron en el reloj en forma de gato que colgaba sobre la puerta de entrada. Las agujas marcaban las tres menos cuarto de la mañana. Un cuarto de hora más y podría volver al campus y esconderse entre sus sábanas. Regresó a la barra y comenzó a servir las copas y combinados que le pedían, pero esta vez intentando ignorar a todo el que se le cruzaba. No era su mejor día por lo que si pasabasin ningún incidente más mucho mejor.
Katherine E. Valendi- Fecha de inscripción : 18/08/2012
Re: It's not much of a life you're living It's not just something you take, it's given {Maxime}
Mientras pasaba el paño por la barra sacando la humedad que dejaban las bebidas, pensé en la mala suerte que estaba teniendo. Hace unos días que había conseguido este trabajo, a pesar de mi mano enyesada, el encargado me había dejado que fuera de todas maneras, cuando prácticamente le imploré que me dejara trabajar. Es que no quería quedarme en casa leyendo o incluso mirando televisión...no me entusiasmaba para nada. Pero una vez que empecé mis turnos me encontré con algo que no pensé que me encontraría... me topé cara a cara con la causante de mis últimas frustraciones.
Cuando la vi me debatí entre el enfado y la indiferencia. Si bien la primera había predominado sobre la segunda en un primer momento, me había decantado por la segunda. Me obligaba a mí mismo a ser indiferente, ignorarla como si no fuera nadie. No podía ser tan difícil. Era solo un trabajo y ella otra compañera más. Evité dirigirle la palabra, solo que a veces me encontraba observándola como queriendo que desapareciera. Creo que mi molestia era más conmigo mismo por seguir sintiéndome molesto, que con ella misma. Pero me había acostumbrado a su presencia.
Me saco de mis pensamientos unas voces estridentes que venían de un grupito que hace unas horas se querían hacer notar, y no de la mejor manera. Escuché y miré de reojo como se dejaba provocar y pensé que no podía terminar bien esto. Cuando derramo bebida en los pantalones de uno me quedé sorprendido. En cuanto se alejó de ellos, pasé por su lado con gesto de hartazgo ¿por qué no podía tener una anoche tranquila, no podía solo trabajar e ignorarlos?. Tuve el impulso de ir hacia el grupito y calmarlos un poco pero otro de los chicos ya estaba en ello, y se notaba que se la estaban poniendo difícil.
Miré a la rubia y vi que estaba como si nada, sirviendo tragos ajena a todo. Apreté fuerte mi mandíbula y me acerqué a donde estaba. Mientras ella estaba concentrada haciendo lo suyo, me puse a arreglar algunas cosas en cuclillas debajo de la barra. Y las palabras comenzaron a salir solas de mi boca, cuando en todos estos días me había propuesto no hacerlo -Sutileza no es tu segundo nombre ¿verdad?- hablé sin levantar la mirada hacia ella y siguiendo con lo que estaba haciendo-. La próxima vez usa más tu cabeza, porque si seguís así solo vas a traer problemas- ahora si la miré inclinando mi cabeza hacia atrás y deteniendo mis movimientos.
Me levanté y pasé detrás de ella para recoger unos vasos vacíos y llenar otros, me dije que ahora sí me quedaría callado, pero podía sentir la molestia en el pecho alcanzando mi lengua y no pude -Si no mirá a Liam. Se tuvo que hacer cargo de tu metida de pata- a medida que hablaba, me escuchaba ponzoñoso , incluso muy muy muy en el fondo podía ver que luego me sentiría un poco culpable… o bien no- aunque no sé porque gasto saliva, tal vez simplemente no te importa-agregué encogiéndome de hombros, como si lo que dije fuera una verdad muy natural. Y me dije a mi mismo: indiferencia, indiferencia, indiferencia. Tan solo debía callarme y listo.
Cuando la vi me debatí entre el enfado y la indiferencia. Si bien la primera había predominado sobre la segunda en un primer momento, me había decantado por la segunda. Me obligaba a mí mismo a ser indiferente, ignorarla como si no fuera nadie. No podía ser tan difícil. Era solo un trabajo y ella otra compañera más. Evité dirigirle la palabra, solo que a veces me encontraba observándola como queriendo que desapareciera. Creo que mi molestia era más conmigo mismo por seguir sintiéndome molesto, que con ella misma. Pero me había acostumbrado a su presencia.
Me saco de mis pensamientos unas voces estridentes que venían de un grupito que hace unas horas se querían hacer notar, y no de la mejor manera. Escuché y miré de reojo como se dejaba provocar y pensé que no podía terminar bien esto. Cuando derramo bebida en los pantalones de uno me quedé sorprendido. En cuanto se alejó de ellos, pasé por su lado con gesto de hartazgo ¿por qué no podía tener una anoche tranquila, no podía solo trabajar e ignorarlos?. Tuve el impulso de ir hacia el grupito y calmarlos un poco pero otro de los chicos ya estaba en ello, y se notaba que se la estaban poniendo difícil.
Miré a la rubia y vi que estaba como si nada, sirviendo tragos ajena a todo. Apreté fuerte mi mandíbula y me acerqué a donde estaba. Mientras ella estaba concentrada haciendo lo suyo, me puse a arreglar algunas cosas en cuclillas debajo de la barra. Y las palabras comenzaron a salir solas de mi boca, cuando en todos estos días me había propuesto no hacerlo -Sutileza no es tu segundo nombre ¿verdad?- hablé sin levantar la mirada hacia ella y siguiendo con lo que estaba haciendo-. La próxima vez usa más tu cabeza, porque si seguís así solo vas a traer problemas- ahora si la miré inclinando mi cabeza hacia atrás y deteniendo mis movimientos.
Me levanté y pasé detrás de ella para recoger unos vasos vacíos y llenar otros, me dije que ahora sí me quedaría callado, pero podía sentir la molestia en el pecho alcanzando mi lengua y no pude -Si no mirá a Liam. Se tuvo que hacer cargo de tu metida de pata- a medida que hablaba, me escuchaba ponzoñoso , incluso muy muy muy en el fondo podía ver que luego me sentiría un poco culpable… o bien no- aunque no sé porque gasto saliva, tal vez simplemente no te importa-agregué encogiéndome de hombros, como si lo que dije fuera una verdad muy natural. Y me dije a mi mismo: indiferencia, indiferencia, indiferencia. Tan solo debía callarme y listo.
Maximé L. Levy- Fecha de inscripción : 11/03/2013
Re: It's not much of a life you're living It's not just something you take, it's given {Maxime}
Observa el delito como una magnitud constante y regular, en cualquier sociedad se repite un porcentaje de delitos aunque cambien las formas el fenómeno delictivo permanece constante. A través de esto se intenta descubrir a qué factores obedece el fenómeno del delito… Las palabras y las imágenes del libro “Teorías criminológicas” que había estado leyendo toda la noche anterior se repetían en su mente mientras servía dos vodkas con lima. Dos días después tendría examen y sabía que se estaba jugando la beca. Aunque a decir verdad, contando las asignaturas que tenía que recuperar debido a los meses que había estado ausente veía difícil poder seguir estudiando en Brown el cuso siguiente. Pero no debía pensar así y aunque Katherine era una persona realista por esta vez haría la vista gorda, e intentaría pensar que podría con todo, a pesar de que se ahogara entre tano libro de texto. Sonrió a las dos chicas que se daban la vuelta para irse con sus bebidas y guardó los billetes en la caja. ¿Hacía un calor insoportable era cosa suya? Se recogió el pelo en una coleta alta disfrutando el aire fresco que empezaba a chocar contra su nuca. Sus ojos se desviaron hacia un grupo de treintañeros que le hacían señas con sus copas. Se acercó a ellos y comenzó a servirles por cuarta vez aquella noche.
Se encontraba echando hielos en las copas cuando una voz masculina llegó a sus oídos. Miró de reojo y observó a Maxime acuclillado ordenando las estanterías. Decidió ignorarlo sin dejar de sonreír a los clientes. Ya había perdido los estribos y no pensaba hacerlo de nuevo. Y mucho menos por culpa de su “querido compañero”. Todavía no se creía que ambos hubiesen coincidido en ese bar. Llevaba un par de semanas trabajando por las noches en ese local y cuando el jefe les comentó que había contratado a un chico, se alegró al saber que tendrían más ayuda ahora que con el buen tiempo los garitos estaban cada vez más concurridos. Pero cuando le vio la primera noche sintió cómo sus ojos se abrían más de lo habitual. Reconoció al chico de inmediato. Lo había arrollado bajando las escaleras del tercer piso del campus. Se había quedado tan impresionada ante su caída por las escaleras que…entró en pánico. Al principio pensó que el joven se había podido golpear la cabeza y los nervios la barrieron. No fue de ayuda y ella lo sabía por eso le había obligado a montarse en su coche y lo había llevado al hospital. Allí le habían sugerido que se marchara y los recuerdos recientes de médicos, enfermeras y habitaciones blancas habían podido con ella y acabó marchándose de allí. Había querido disculparse con él con una caja de donuts pero la conversación que había oído en la cafetería en boca de dos rubias de labios siliconados y voz de pito borraron de su mente cualquier intención de disculpa. Según lo que escuchó, su pobre amigo había acabado con un brazo escayolado por culpa de una “idiota que lo tiró por las escaleras y no dejó de llorar como una niña poniéndole más dolor de cabeza aún”. Así que ¿eso había ido diciendo? La caja de donuts se la acabó comiendo ella sola y a orgullosa no le ganaba nadie.
De nuevo aquella voz tan desesperante. ¿Podía dejarla tranquila? Su mirada se desvió hacia Liam. El muy idiota tenía en parte razón.-Has acertado. Todo lo que tú digas simplemente no me importa- Sin dedicarle una sola mirada cogió uno de los trapos y se acercó a su pobre compañero que intentaba tranquilizar al grupito de antes-Gracias por recoger esto. Pero vete ¿vale? Hoy me quedo a recoger yo como recompensa-le guiñó un ojo y le empujó con delicadeza para que fuera a cambiarse. Tras acabar de limpiar la barra puso cinco vasos de chupitos-Invito yo por lo sucedido antes. Mis disculpas-dijo sin poder dejar de fruncir el ceño. No se creía que se estuviese disculpando. Habían sido ellos los que habían estado dando el coñazo toda la maldita noche. Pero si quería seguir allí sin que hubiese quejas de ella, tendría que tragarse sus palabras por mucho que le molestara.
Se encontraba echando hielos en las copas cuando una voz masculina llegó a sus oídos. Miró de reojo y observó a Maxime acuclillado ordenando las estanterías. Decidió ignorarlo sin dejar de sonreír a los clientes. Ya había perdido los estribos y no pensaba hacerlo de nuevo. Y mucho menos por culpa de su “querido compañero”. Todavía no se creía que ambos hubiesen coincidido en ese bar. Llevaba un par de semanas trabajando por las noches en ese local y cuando el jefe les comentó que había contratado a un chico, se alegró al saber que tendrían más ayuda ahora que con el buen tiempo los garitos estaban cada vez más concurridos. Pero cuando le vio la primera noche sintió cómo sus ojos se abrían más de lo habitual. Reconoció al chico de inmediato. Lo había arrollado bajando las escaleras del tercer piso del campus. Se había quedado tan impresionada ante su caída por las escaleras que…entró en pánico. Al principio pensó que el joven se había podido golpear la cabeza y los nervios la barrieron. No fue de ayuda y ella lo sabía por eso le había obligado a montarse en su coche y lo había llevado al hospital. Allí le habían sugerido que se marchara y los recuerdos recientes de médicos, enfermeras y habitaciones blancas habían podido con ella y acabó marchándose de allí. Había querido disculparse con él con una caja de donuts pero la conversación que había oído en la cafetería en boca de dos rubias de labios siliconados y voz de pito borraron de su mente cualquier intención de disculpa. Según lo que escuchó, su pobre amigo había acabado con un brazo escayolado por culpa de una “idiota que lo tiró por las escaleras y no dejó de llorar como una niña poniéndole más dolor de cabeza aún”. Así que ¿eso había ido diciendo? La caja de donuts se la acabó comiendo ella sola y a orgullosa no le ganaba nadie.
De nuevo aquella voz tan desesperante. ¿Podía dejarla tranquila? Su mirada se desvió hacia Liam. El muy idiota tenía en parte razón.-Has acertado. Todo lo que tú digas simplemente no me importa- Sin dedicarle una sola mirada cogió uno de los trapos y se acercó a su pobre compañero que intentaba tranquilizar al grupito de antes-Gracias por recoger esto. Pero vete ¿vale? Hoy me quedo a recoger yo como recompensa-le guiñó un ojo y le empujó con delicadeza para que fuera a cambiarse. Tras acabar de limpiar la barra puso cinco vasos de chupitos-Invito yo por lo sucedido antes. Mis disculpas-dijo sin poder dejar de fruncir el ceño. No se creía que se estuviese disculpando. Habían sido ellos los que habían estado dando el coñazo toda la maldita noche. Pero si quería seguir allí sin que hubiese quejas de ella, tendría que tragarse sus palabras por mucho que le molestara.
Katherine E. Valendi- Fecha de inscripción : 18/08/2012
Re: It's not much of a life you're living It's not just something you take, it's given {Maxime}
Mi mandíbula se tensó ante su respuesta. Mi genio empezaba a despertar y no era lo que quería, igual me mantuve sereno por lo menos superficialmente -Es bueno saberlo- digo con un tono neutro fingido. La vi alejarse y apartar a Liam. Levanté una ceja y giré sobre mi eje a colocar unos vasos en las estanterías. Ordenar se me daba bien… ojala pudiera aplicarlo en mi casa. Mientras ponía estos en su lugar por el espejo de la pared pude ver a la rubia y sabiendo que nadie me veía me puse a repararla “todo lo que tú digas simplemente no me importa” bla bla bla. Claro, como si me importara.
Me puse a hablar con un cliente de unos 39 años, me contó que tenía 2 hijas y lo que estudiaban. Estaba transcurriendo tan bien la charla que me había olvidado la irritación de antes. Lo escuchaba con atención. En eso se me acerca Liam y me dice si puede hablar conmigo unos segundos -Con permiso-le digo al señor. -No te preocupes. Me estoy yendo ya, un gusto-me responde.-Nos vemos y buenas noches entonces- lo despido con una sonrisa. Me giro a Liam y me dice que no confía en el grupo de “idiotas” (esas fueron sus palabras) que hablaban con la rubia. -Estas exagerando. No pasa nada- le doy una palmada en el brazo para tranquilizarlo y me alejo.
Claro que estaba exagerando. Ella estaba haciendo lo te tenía que hacer, y perro que ladra no muerde. Asique no me preocupaba. A mi pesar me encontré sacando el tequila que se encontraba a un costado del grupo ruidoso y ella. Y sabía que me arrepentiría pero que más daba, tenía ganas y punto. Apoyé mi codo en la barra recostando mi peso en ella y miré a la rubia frente a mí, sin dejar de percatarme que había llamado la atención de sus “acompañantes”. -Marius dejaste la tapa del inodoro levantada de nuevo y sabes que al jefe no le gusta- le digo con el tono más agradable que tenía, cuando terminé de decirlo me llevé mi mano a la boca en un gesto claramente sorprendido y miré al grupito -Perdón, se me escapó- dije al bajar la mano mirándola a ella ahora con un dejo de burla en mis ojos. -Pero a ustedes no les preocupa ¿verdad?-inclinándome a los clientes revoltosos-, hoy en día es muy común el transformismo. Moneda corriente-Largué una carcajada aliviada y saqué la botella que había ido a buscar, y que me había olvidado para que la quería. -Me llevo esto- Y me giré antes de escuchar lo que sea que iba a decir. Que más daba si total no importaba lo que le dijera, me reí por dentro y me dirigí al otro extremo de la barra.
Y como mi humor había mejorado notablemente me puse a coquetear con una chica en la barra. Era morena y su vestimenta no dejaba nada a la imaginación. Me reía de las cosas que decía, se acercaba a murmurar, lo que me “obligaba” a inclinarme también para dejar nuestros rostros cerca y escuchar lo que sea que saliera de su boca. La había visto en otras oportunidades y se lo dije, y ella me contestó que ella también me había visto. No pude evitar que una sonrisa ladina se asomara en mi boca -Eso es bueno cherie- le digo.
Me puse a hablar con un cliente de unos 39 años, me contó que tenía 2 hijas y lo que estudiaban. Estaba transcurriendo tan bien la charla que me había olvidado la irritación de antes. Lo escuchaba con atención. En eso se me acerca Liam y me dice si puede hablar conmigo unos segundos -Con permiso-le digo al señor. -No te preocupes. Me estoy yendo ya, un gusto-me responde.-Nos vemos y buenas noches entonces- lo despido con una sonrisa. Me giro a Liam y me dice que no confía en el grupo de “idiotas” (esas fueron sus palabras) que hablaban con la rubia. -Estas exagerando. No pasa nada- le doy una palmada en el brazo para tranquilizarlo y me alejo.
Claro que estaba exagerando. Ella estaba haciendo lo te tenía que hacer, y perro que ladra no muerde. Asique no me preocupaba. A mi pesar me encontré sacando el tequila que se encontraba a un costado del grupo ruidoso y ella. Y sabía que me arrepentiría pero que más daba, tenía ganas y punto. Apoyé mi codo en la barra recostando mi peso en ella y miré a la rubia frente a mí, sin dejar de percatarme que había llamado la atención de sus “acompañantes”. -Marius dejaste la tapa del inodoro levantada de nuevo y sabes que al jefe no le gusta- le digo con el tono más agradable que tenía, cuando terminé de decirlo me llevé mi mano a la boca en un gesto claramente sorprendido y miré al grupito -Perdón, se me escapó- dije al bajar la mano mirándola a ella ahora con un dejo de burla en mis ojos. -Pero a ustedes no les preocupa ¿verdad?-inclinándome a los clientes revoltosos-, hoy en día es muy común el transformismo. Moneda corriente-Largué una carcajada aliviada y saqué la botella que había ido a buscar, y que me había olvidado para que la quería. -Me llevo esto- Y me giré antes de escuchar lo que sea que iba a decir. Que más daba si total no importaba lo que le dijera, me reí por dentro y me dirigí al otro extremo de la barra.
Y como mi humor había mejorado notablemente me puse a coquetear con una chica en la barra. Era morena y su vestimenta no dejaba nada a la imaginación. Me reía de las cosas que decía, se acercaba a murmurar, lo que me “obligaba” a inclinarme también para dejar nuestros rostros cerca y escuchar lo que sea que saliera de su boca. La había visto en otras oportunidades y se lo dije, y ella me contestó que ella también me había visto. No pude evitar que una sonrisa ladina se asomara en mi boca -Eso es bueno cherie- le digo.
Maximé L. Levy- Fecha de inscripción : 11/03/2013
Re: It's not much of a life you're living It's not just something you take, it's given {Maxime}
Mientras aguantaba con una sonrisa fingida los estúpidos comentarios del grupito, se permitió imaginar por unos segundos que esos chicos eran los amigos que llegó a tener y que en cuestión de meses habían ido desapareciendo. Se imaginó que volvía a verlos, que se tomaban algo entre risas mientras Vlad y Daniel tonteaban haciéndola sonreír por ellos. Pero aquella imagen mental, por desgracia, distaba mucho de la realidad. Y en su lugar se encontraba la estampa de cuatro tíos a los que sólo les faltaba saludarse saltando y golpeándose el pecho. Era curioso lo rápido que se daban la mayor parte de tu vida. Tan rápido llegaba como se iba. Estaba a punto de poner una mala escusa para poder irse de allí cuando de nuevo escucho aquella voz.
En esa ocasión le observó de reojo intentando entender qué narices quería. Ella trataba de ignorarle. Odiaba las peleas y más aún los comentarios dañinos. Pero al final él siempre aparecía y acababa entrando en aquel extraño juego en el que el vencedor solía ser el que peor dejara al otro. Sí, de lo más estúpido-¿Se puede saber qué qui…?-pero las palabras del moreno silenciaron las suyas. ¿Acababa de decir que era un travesti? El calor aterrizó en sus mejillas y en el lóbulo de sus orejas. Genial…solo le faltaba ponerse roja como un maldito tomate. Sería idiota…Abrió y cerró la boca un par de veces sin saber muy bien qué decir y cuando quiso reaccionar Maxime ya se había ido con una botella de vodka en sus manos. La joven se abanicó el rostro con ambas manos y ni siquiera espero a escuchar las ocurrencias del grupito. Le importaba poco lo que pensaran esos…si Levy creía que le acababa de fastidiar la noche, estaba equivocado.
Recogió unos cuantos vasos vacíos de la barra maldiciendo el arranque que había tenido minutos atrás. Si hubiese arrojado aquella bebida habría cumplido su turno y en ese momento estaría relajándose con uno de esos paseos nocturnos que tanto le gustaban. Podría haberse sentado en el césped del parque que había a la esquina y se habría relajado escuchando la música de su ipod. Pero no. Se había comportado como una boba y ahora tendría que esperar a que el local se vaciara para poder empezar a recoger aquello. A ese paso no llegaría al campus hasta que amaneciera. Se encontraba enjuagando los vasos cuando vio cómo Maxime ligaba con una morena. La rubia no tenía nada en contra de su ropa pero no pudo evitar pensar que el día en que ella se pusiera eso moriría de la vergüenza sin que le diese tiempo a salir a la calle. Tendría morro…se ponía a ligar cuando podría estar recogiendo las mesas de los reservados.- Seigneur, donne-moi la patience-murmuró mientras se acercaba a la parejita-Levy, ¿Te importa recoger el reservado? Me gustaría salir de aquí lo antes posible-dijo dedicándole una sonrisa a la chica. Pobrecilla…se compadecía de ella. La pobre tenía mal ojo para los chicos. De eso estaba segura. El sonido característico de un cristal rompiéndose hizo que se girara y viera como el grupito no para de reír mientras observaban el par de vasos de chupito rotos que habían caído tras la barra- Genial- murmuró cansada yendo a por la escoba e intentando borrar todas las ideas que aparecían en su mente en la que esos cuatro acababan con la escoba partida sobre sus cabezas.
En esa ocasión le observó de reojo intentando entender qué narices quería. Ella trataba de ignorarle. Odiaba las peleas y más aún los comentarios dañinos. Pero al final él siempre aparecía y acababa entrando en aquel extraño juego en el que el vencedor solía ser el que peor dejara al otro. Sí, de lo más estúpido-¿Se puede saber qué qui…?-pero las palabras del moreno silenciaron las suyas. ¿Acababa de decir que era un travesti? El calor aterrizó en sus mejillas y en el lóbulo de sus orejas. Genial…solo le faltaba ponerse roja como un maldito tomate. Sería idiota…Abrió y cerró la boca un par de veces sin saber muy bien qué decir y cuando quiso reaccionar Maxime ya se había ido con una botella de vodka en sus manos. La joven se abanicó el rostro con ambas manos y ni siquiera espero a escuchar las ocurrencias del grupito. Le importaba poco lo que pensaran esos…si Levy creía que le acababa de fastidiar la noche, estaba equivocado.
Recogió unos cuantos vasos vacíos de la barra maldiciendo el arranque que había tenido minutos atrás. Si hubiese arrojado aquella bebida habría cumplido su turno y en ese momento estaría relajándose con uno de esos paseos nocturnos que tanto le gustaban. Podría haberse sentado en el césped del parque que había a la esquina y se habría relajado escuchando la música de su ipod. Pero no. Se había comportado como una boba y ahora tendría que esperar a que el local se vaciara para poder empezar a recoger aquello. A ese paso no llegaría al campus hasta que amaneciera. Se encontraba enjuagando los vasos cuando vio cómo Maxime ligaba con una morena. La rubia no tenía nada en contra de su ropa pero no pudo evitar pensar que el día en que ella se pusiera eso moriría de la vergüenza sin que le diese tiempo a salir a la calle. Tendría morro…se ponía a ligar cuando podría estar recogiendo las mesas de los reservados.- Seigneur, donne-moi la patience-murmuró mientras se acercaba a la parejita-Levy, ¿Te importa recoger el reservado? Me gustaría salir de aquí lo antes posible-dijo dedicándole una sonrisa a la chica. Pobrecilla…se compadecía de ella. La pobre tenía mal ojo para los chicos. De eso estaba segura. El sonido característico de un cristal rompiéndose hizo que se girara y viera como el grupito no para de reír mientras observaban el par de vasos de chupito rotos que habían caído tras la barra- Genial- murmuró cansada yendo a por la escoba e intentando borrar todas las ideas que aparecían en su mente en la que esos cuatro acababan con la escoba partida sobre sus cabezas.
Katherine E. Valendi- Fecha de inscripción : 18/08/2012
Re: It's not much of a life you're living It's not just something you take, it's given {Maxime}
Con una sonrisa de oreja a oreja estaba coqueteando con la morena de la cual no sabía el nombre. Pero no importaba mucho porque a ella tampoco le importaba el mío, tal vez por eso nos entendíamos. Vi de reojo como había quedado mi compañerita luego de la broma. Sí, bueno fue una broma extraña pero broma en fin... no me iba a poner a pensar porque hacia eso. A ella se ve que no le molestaba, asique que más daba. Mientras, la morena seguía diciendo que vivía sola, le sonrío pícaramente por la invitación implícita de esa frase.
Entonces alguien se coloca a mi costado, me hace tensar y giro la cabeza lo más despacio que puedo en su dirección. La miro mientras habla diciéndome que recogiera los reservados que quería salir lo antes posible, ladeo la cabeza mirándola inocentemente -¿Qué sucede? ¿te está esperando alguien? ¿Por qué tanta prisa?- me estaba arruinando el momento con la morena...¡la morena!, miré si estaba aún sentada porque me había olvidado de su presencia. Miro de nuevo a la rubia esta vez molesto...porque sí, porque me molestaba mirarla.
-Mirá....-empecé a decir cuando se escucharon vidrios romperse, miramos a la vez que había pasado. Eran el mismo grupito de antes. Entrecerré los ojos mirando en esa dirección, había algo raro allí. Estaban rompiendo cosas del bar, y algo me decía que no fue sin querer. ¿Qué mierda les pasaba?... estaba seguro que si anduvieran solos por separado serian fantasmas que apenas se ven, pero como estaban juntos se potenciaban y se hacían los gallitos.
La rubia se fue por la escoba y me encontré dando unos pasos agarrándola por el codo para detenerla. Mierda ¿ahora qué?. Me quedé unos segundos en silencio, la miré y la solté como si detestara tocarla. Y le dije -No vuelvas a molestarme cuando intento ligar con alguien ¿de acuerdo?- lo extraño es que ni siquiera se me había cruzado por la cabeza ese argumento. Ni siquiera por eso la detuve antes...no sé porque lo hice. Tragué saliva y dije algo que tampoco tenía pensado decir -Sé hacer mi trabajo, algo que vos se ve que aún no- haciendo referencia al alcohol en los pantalones de unos de los idiotas de la barra. Me giré con una sonrisa despectiva que ocultaba mi propia confusión.
Me salí de la barra y me acerqué a la morena, y mi confusión se extinguió. -Debo terminar de hacer algunas cosas- le dije sonriendo mirando sus ojos. Ella me contesta con una especie de ronroneo que ella estaría en ese mismo lugar. Me fui a por los reservados y comencé a juntar los vasos vacíos o semi vacíos abandonados en las mesas. De reojo observaba al grupito que no tenía pinta de irse a ningún lado. Junté más rápido los vasos y los llevé del otro lado de la barra. Dejé los vasos en donde debían ser lavados. Y fui a donde estaban los vidrios desparramados.
Cuando estuve ahí con la rubia, porque estaba ella justo ahí, también podría haber estado Liam era lo mismo. Sacudí la cabeza para dejar de justificarme lo que no necesitaba serlo, y me agaché a juntar los vidrios más grandes para ponerlos en el tacho. Escuche la idioteces que salían de las cloacas que tenían como boca. Los miré con cara de poquer. En vez de en los pantalones tendrían que haber sido en los ojos, pensé. Me levanté y le dije a la chica -¿Porque no vas a lavar los vasos que deje allá? y de paso me entretenes a la morena de antes- le digo con tono burlón agarrando la escoba con la mano mientras ella también la sostenía -Se ve que no soles barrer mucho porque lo estás haciendo pésimo- en realidad ni me había fijado si barría bien o no, pero seguramente lo hacía mal.
Entonces alguien se coloca a mi costado, me hace tensar y giro la cabeza lo más despacio que puedo en su dirección. La miro mientras habla diciéndome que recogiera los reservados que quería salir lo antes posible, ladeo la cabeza mirándola inocentemente -¿Qué sucede? ¿te está esperando alguien? ¿Por qué tanta prisa?- me estaba arruinando el momento con la morena...¡la morena!, miré si estaba aún sentada porque me había olvidado de su presencia. Miro de nuevo a la rubia esta vez molesto...porque sí, porque me molestaba mirarla.
-Mirá....-empecé a decir cuando se escucharon vidrios romperse, miramos a la vez que había pasado. Eran el mismo grupito de antes. Entrecerré los ojos mirando en esa dirección, había algo raro allí. Estaban rompiendo cosas del bar, y algo me decía que no fue sin querer. ¿Qué mierda les pasaba?... estaba seguro que si anduvieran solos por separado serian fantasmas que apenas se ven, pero como estaban juntos se potenciaban y se hacían los gallitos.
La rubia se fue por la escoba y me encontré dando unos pasos agarrándola por el codo para detenerla. Mierda ¿ahora qué?. Me quedé unos segundos en silencio, la miré y la solté como si detestara tocarla. Y le dije -No vuelvas a molestarme cuando intento ligar con alguien ¿de acuerdo?- lo extraño es que ni siquiera se me había cruzado por la cabeza ese argumento. Ni siquiera por eso la detuve antes...no sé porque lo hice. Tragué saliva y dije algo que tampoco tenía pensado decir -Sé hacer mi trabajo, algo que vos se ve que aún no- haciendo referencia al alcohol en los pantalones de unos de los idiotas de la barra. Me giré con una sonrisa despectiva que ocultaba mi propia confusión.
Me salí de la barra y me acerqué a la morena, y mi confusión se extinguió. -Debo terminar de hacer algunas cosas- le dije sonriendo mirando sus ojos. Ella me contesta con una especie de ronroneo que ella estaría en ese mismo lugar. Me fui a por los reservados y comencé a juntar los vasos vacíos o semi vacíos abandonados en las mesas. De reojo observaba al grupito que no tenía pinta de irse a ningún lado. Junté más rápido los vasos y los llevé del otro lado de la barra. Dejé los vasos en donde debían ser lavados. Y fui a donde estaban los vidrios desparramados.
Cuando estuve ahí con la rubia, porque estaba ella justo ahí, también podría haber estado Liam era lo mismo. Sacudí la cabeza para dejar de justificarme lo que no necesitaba serlo, y me agaché a juntar los vidrios más grandes para ponerlos en el tacho. Escuche la idioteces que salían de las cloacas que tenían como boca. Los miré con cara de poquer. En vez de en los pantalones tendrían que haber sido en los ojos, pensé. Me levanté y le dije a la chica -¿Porque no vas a lavar los vasos que deje allá? y de paso me entretenes a la morena de antes- le digo con tono burlón agarrando la escoba con la mano mientras ella también la sostenía -Se ve que no soles barrer mucho porque lo estás haciendo pésimo- en realidad ni me había fijado si barría bien o no, pero seguramente lo hacía mal.
Maximé L. Levy- Fecha de inscripción : 11/03/2013
Re: It's not much of a life you're living It's not just something you take, it's given {Maxime}
1.Estaba cansada
2.Estaba agobiada
3.Estaba fingiendo que un grupo de idiotas, machistas y maleducados le caían bien para no tener problemas con el jefe
Aquellos puntos no parecía tenerlos en cuenta su compañero cabeza de chorlito.¿Sería mucho pedir que dejara de comportarse como un niño de cinco años o es que el pobre era bobo?- ¿Y a tí qué te importa si me esperan o no? ¿Tan raro es querer irse a la hora?-dijo alzando la voz para hacerse oír sobre la música Katherine se concentró en la música que en ese mismo momento sonaba ignorando cada comentario del moreno.Solo debía aguantar una hora más, como mucho, y podría irse.
La letra de I found you de The Wanted consiguió que se calmara y la poca tranquilidad y serenidad que le quedaban volviesen a ella.Las voces de los idiotas se oían como un murmuro lejano que la música ocultaba.Siguió barriendo en silencio los cristales que quedaban desperdigados por el suelo cuando una mano se aferró a su codo consiguiendo reventar la pequeña burbuja que había creado a su alrededor.De nuevo él.De nuevo sus agotadores ataques verbales.Los comentarios del grupito no tardaron en hacerse escuchar.-Uuuh.La gatita parece que va a sacar sus garras-todos comenzaron a imitar de manera torpe el ronroneo de un gato aunque aquello parecía más el ruido de un motor estropeado.Esternocleidomastoideo.Esternocleidomastoideo...repitió mentalmente la rubia para no soltar todas las palabras malsonantes que cruzaban cada uno de sus pensamientos.-En primer lugar...-susurró para que nadie más que él la escuchara-...si me vuelves a agarrar de ese modo acabaré perdiendo la paciencia y eso no es bueno para ninguno de los dos-sus ojos estaban fijos en los del chico-Y si no te gusta cómo barro siempre puedes hacerlo tú sentándote en el suelo y arrastrando tu culo por él-sentenció dejando la escoba a un lado y dirgiéndose a la chica morena.
Quería que la entretuviera ¿no? Lo intentaría. Le sirvió un chupito y apoyó los codos en la barra-No nos conocemos pero no me caes mal y por eso te voy a decir algo. El chico con el que estabas tonteando está prometido. Dejó embarazada a la churri a las dos semanas de empezar a salir y ahora parece que necesita acostare con todo lo que se mueve para sentirse libre-dijo como si nada-Espero que tomes la decisión correcta. Invita la casa-añadió para después servirse ella misma un chupito. No es que la bebida fuese su hobby pero en ese momento necesita algo....y fuerte.
2.Estaba agobiada
3.Estaba fingiendo que un grupo de idiotas, machistas y maleducados le caían bien para no tener problemas con el jefe
Aquellos puntos no parecía tenerlos en cuenta su compañero cabeza de chorlito.¿Sería mucho pedir que dejara de comportarse como un niño de cinco años o es que el pobre era bobo?- ¿Y a tí qué te importa si me esperan o no? ¿Tan raro es querer irse a la hora?-dijo alzando la voz para hacerse oír sobre la música Katherine se concentró en la música que en ese mismo momento sonaba ignorando cada comentario del moreno.Solo debía aguantar una hora más, como mucho, y podría irse.
La letra de I found you de The Wanted consiguió que se calmara y la poca tranquilidad y serenidad que le quedaban volviesen a ella.Las voces de los idiotas se oían como un murmuro lejano que la música ocultaba.Siguió barriendo en silencio los cristales que quedaban desperdigados por el suelo cuando una mano se aferró a su codo consiguiendo reventar la pequeña burbuja que había creado a su alrededor.De nuevo él.De nuevo sus agotadores ataques verbales.Los comentarios del grupito no tardaron en hacerse escuchar.-Uuuh.La gatita parece que va a sacar sus garras-todos comenzaron a imitar de manera torpe el ronroneo de un gato aunque aquello parecía más el ruido de un motor estropeado.Esternocleidomastoideo.Esternocleidomastoideo...repitió mentalmente la rubia para no soltar todas las palabras malsonantes que cruzaban cada uno de sus pensamientos.-En primer lugar...-susurró para que nadie más que él la escuchara-...si me vuelves a agarrar de ese modo acabaré perdiendo la paciencia y eso no es bueno para ninguno de los dos-sus ojos estaban fijos en los del chico-Y si no te gusta cómo barro siempre puedes hacerlo tú sentándote en el suelo y arrastrando tu culo por él-sentenció dejando la escoba a un lado y dirgiéndose a la chica morena.
Quería que la entretuviera ¿no? Lo intentaría. Le sirvió un chupito y apoyó los codos en la barra-No nos conocemos pero no me caes mal y por eso te voy a decir algo. El chico con el que estabas tonteando está prometido. Dejó embarazada a la churri a las dos semanas de empezar a salir y ahora parece que necesita acostare con todo lo que se mueve para sentirse libre-dijo como si nada-Espero que tomes la decisión correcta. Invita la casa-añadió para después servirse ella misma un chupito. No es que la bebida fuese su hobby pero en ese momento necesita algo....y fuerte.
Off:Siento muchísimo la tardanza. Pero la poca inspiración que suelo tener ha sido una traidora <.<
Katherine E. Valendi- Fecha de inscripción : 18/08/2012
Re: It's not much of a life you're living It's not just something you take, it's given {Maxime}
Todavía no podía creer que las personas pensaran que con la actitud que tenían ellos sean populares o cool...¿”gatita”?. Mi autocontrol hizo de nuevo acto de presencia y me evito responder al comentario burlesco, tampoco me debería importar lo que le dijeran, se podía defender de los ataques verbales sola. Solté el agarre y escuché con una ligera sonrisa ladeada en los labios mientras me contestaba sin apartar mi mirada de la que ella me dirigía.
I wanna put my hands on her hands
Feel the heat from her skin.
Luego de que se giró, aún tenía clavada mi mirada en su espalda, pero la sonrisa había desaparecido de mi cara. En su lugar, había una exprecion sanginaria.
I was so lost until tonight, tonight
I found you...
Dios, era insoportable. No soportaba tenerla cerca. Aparté la mirada de su espalda a los vidrios del piso y las voces que me llegaban de mi costado me sacó de donde sea que estaba. Miré a la camada y puse una sonrisa avergonzada -Discúlpenla...es que ya saben...las hormonas que se inyecta a veces tienen efectos secundarios-, me miraron y se inclinaron recostando sus antebrazos en la barra -Algo nos dice que no es lo que dijiste que era...solo mírala-dijo repasándola con la mirada mientras la rubia estaba hablando con...¿qué hacía hablando con la morocha de antes?...Oh, se lo había dicho recién pero no pensé que lo hiciera. Una sospecha encendió mi mirada mientras veía la escena que se desarrollaba.
I dont’t want this here to end...
-No la mirarías así si fuera lo que dijiste que era...- giré mi cabeza hacia ellos de nuevo para ver en su cara, soberbia, pensando que había dicho algo que lo hacía ganador. -No la miro de ninguna manera-le dije espetando entre dientes inclinándome también en la barra hasta que nuestras narices casi se tocan. Enojo, demasiado. Su comentario había sido como el detonante de una noche de mierda -Es la persona más desagradable, insoportable, fría e intolerable...y para nada atractiva que vi en mi vida. Nunca, y escúchame bien musculito, nunca me gustaría ella- al ver su sonrisa petulante, como si hubiera mostrado su punto, me hiso apretar los dientes y alejarme de la barra para terminar de recoger los malditos cristales del piso. Cuando me incorporo les digo -Esto se les sumara a la cuenta. Salen 100 dólares cada vaso. Son importados de oriente- mentira, pero era la única manera de sentirme menos impotente por no hacer lo que tenía ganas de hacer con su cara de imbécil.
Salí de detrás de la barra para ir a juntar más mesas, todavía molesto por la clase de idiotas que hay dando vueltas. Cuando escucho una voz miro y era la chica de antes, mierda me había olvidado de nuevo, intenté sonreír pero su mano se alzó contra mi mejilla y de repente tenía mi cara mirando para el lado contrario. La miré confundido -Pero qué dem...- empecé a decir pero me interrumpió -No soy el segundo plato de nadie...soy única. Ni tampoco soy el descargo para tu ego- la miré sacudiendo la cabeza más confundido que antes -La chica de allá me contó todo...- me relató qué le había contado “esa chica de allá”. Me mordí el labio inferior para no despotricar, y ni intenté detener a la chica morena que salía del bar enojada, mi ira estaba destinada para otra persona.
I found you, when i was all in need
….
Cuando llegué a donde estaba le saqué el chupito que tenía en la mano. Alejándolo de ella hacia atrás mío, mientras la miraba con odio. Dejé el trago en la barra y la sujete por el brazo, tal vez muy bruscamente, y la arrastré hacia la parte de atrás hasta que la apoyé contra una pared. Luego la solté y la miré frunciendo los labios, se juntaba todo. Ni siquiera podía contar hasta diez. Me incliné hacia delante hasta que mis ojos quedaban a la altura de los suyos -¿Vas a perder la paciencia ahora? Dale, perdela...me importa una mierda- le espeté-. Me tenés arto -Me quedé unos segundos en silencio y la miré.
And your love pulled me back again
….
-Me acaban de abofetear por tu culpa. La chica con la que seguro tendría una noche muy muy muy caliente-le digo entornando los ojos con deseo, aunque la verdad no sé si me importaba tanto-, acaba de salir por esa puerta- me mordí el labio inferior y agaché la cabeza hacia el piso para evitar decir nada más y respiré hondo. Cuando controlé mis nervios la incorporé de nuevo y la miré con una serenidad que no sentía -Lamento el día en que te conocí- le digo mirándola a los ojos, pero algo más llamaron la atención de estos… ya que se centraron en la boca de la rubia a la que detestaba con todas mis fuerza. Cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo me erguí en toda mi estatura y me fui a la barra antes ponerme a pensar...en nada, absolutamente nada.
I was lost,
Til I found you...
Ene se momento una molestia en el pecho surgió y upe que ya no podía trabajar ene se lugar. Y sin mediar razones, fui a la trastienda y al encontrar al jefe le digo -Renuncio- y salí por detrás de la barra -Listo, ya no volverás a ver mi cara ni yo la tuya- digo sobre mi hombro para mi mismo. Abrí la puerta y salí al exterior. No volvería a pisar este bar.
I wanna put my hands on her hands
Feel the heat from her skin.
Luego de que se giró, aún tenía clavada mi mirada en su espalda, pero la sonrisa había desaparecido de mi cara. En su lugar, había una exprecion sanginaria.
I was so lost until tonight, tonight
I found you...
Dios, era insoportable. No soportaba tenerla cerca. Aparté la mirada de su espalda a los vidrios del piso y las voces que me llegaban de mi costado me sacó de donde sea que estaba. Miré a la camada y puse una sonrisa avergonzada -Discúlpenla...es que ya saben...las hormonas que se inyecta a veces tienen efectos secundarios-, me miraron y se inclinaron recostando sus antebrazos en la barra -Algo nos dice que no es lo que dijiste que era...solo mírala-dijo repasándola con la mirada mientras la rubia estaba hablando con...¿qué hacía hablando con la morocha de antes?...Oh, se lo había dicho recién pero no pensé que lo hiciera. Una sospecha encendió mi mirada mientras veía la escena que se desarrollaba.
I dont’t want this here to end...
-No la mirarías así si fuera lo que dijiste que era...- giré mi cabeza hacia ellos de nuevo para ver en su cara, soberbia, pensando que había dicho algo que lo hacía ganador. -No la miro de ninguna manera-le dije espetando entre dientes inclinándome también en la barra hasta que nuestras narices casi se tocan. Enojo, demasiado. Su comentario había sido como el detonante de una noche de mierda -Es la persona más desagradable, insoportable, fría e intolerable...y para nada atractiva que vi en mi vida. Nunca, y escúchame bien musculito, nunca me gustaría ella- al ver su sonrisa petulante, como si hubiera mostrado su punto, me hiso apretar los dientes y alejarme de la barra para terminar de recoger los malditos cristales del piso. Cuando me incorporo les digo -Esto se les sumara a la cuenta. Salen 100 dólares cada vaso. Son importados de oriente- mentira, pero era la única manera de sentirme menos impotente por no hacer lo que tenía ganas de hacer con su cara de imbécil.
Salí de detrás de la barra para ir a juntar más mesas, todavía molesto por la clase de idiotas que hay dando vueltas. Cuando escucho una voz miro y era la chica de antes, mierda me había olvidado de nuevo, intenté sonreír pero su mano se alzó contra mi mejilla y de repente tenía mi cara mirando para el lado contrario. La miré confundido -Pero qué dem...- empecé a decir pero me interrumpió -No soy el segundo plato de nadie...soy única. Ni tampoco soy el descargo para tu ego- la miré sacudiendo la cabeza más confundido que antes -La chica de allá me contó todo...- me relató qué le había contado “esa chica de allá”. Me mordí el labio inferior para no despotricar, y ni intenté detener a la chica morena que salía del bar enojada, mi ira estaba destinada para otra persona.
I found you, when i was all in need
….
Cuando llegué a donde estaba le saqué el chupito que tenía en la mano. Alejándolo de ella hacia atrás mío, mientras la miraba con odio. Dejé el trago en la barra y la sujete por el brazo, tal vez muy bruscamente, y la arrastré hacia la parte de atrás hasta que la apoyé contra una pared. Luego la solté y la miré frunciendo los labios, se juntaba todo. Ni siquiera podía contar hasta diez. Me incliné hacia delante hasta que mis ojos quedaban a la altura de los suyos -¿Vas a perder la paciencia ahora? Dale, perdela...me importa una mierda- le espeté-. Me tenés arto -Me quedé unos segundos en silencio y la miré.
And your love pulled me back again
….
-Me acaban de abofetear por tu culpa. La chica con la que seguro tendría una noche muy muy muy caliente-le digo entornando los ojos con deseo, aunque la verdad no sé si me importaba tanto-, acaba de salir por esa puerta- me mordí el labio inferior y agaché la cabeza hacia el piso para evitar decir nada más y respiré hondo. Cuando controlé mis nervios la incorporé de nuevo y la miré con una serenidad que no sentía -Lamento el día en que te conocí- le digo mirándola a los ojos, pero algo más llamaron la atención de estos… ya que se centraron en la boca de la rubia a la que detestaba con todas mis fuerza. Cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo me erguí en toda mi estatura y me fui a la barra antes ponerme a pensar...en nada, absolutamente nada.
I was lost,
Til I found you...
Ene se momento una molestia en el pecho surgió y upe que ya no podía trabajar ene se lugar. Y sin mediar razones, fui a la trastienda y al encontrar al jefe le digo -Renuncio- y salí por detrás de la barra -Listo, ya no volverás a ver mi cara ni yo la tuya- digo sobre mi hombro para mi mismo. Abrí la puerta y salí al exterior. No volvería a pisar este bar.
Escena cerrada.
Última edición por Maximé L. Levy el Miér Mayo 29, 2013 11:38 pm, editado 1 vez (Razón : Cerrar escena por abandono del tema por mi parte.)
Maximé L. Levy- Fecha de inscripción : 11/03/2013
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