An interesting food [Maxime L. Levy]

Hoy sí que era un día extraño. Por primera vez no me habían castigado ni llamado la atención en mis clases, ¡incluso había tomado notas!. Se nota que me había levantado de buenas o los astros se alinearon a mi favor. Salí rápido y me fui casi trotando a la cafetería ya que sabía que en esa hora no cabía casi ni un alfiler. Pero ágil como una gacela (así me sentí, posiblemente no me viera igual) agarré fruta, un pan, y un postre para levantar la azúcar. Y me senté en la primera silla que encontré vacía, le sonreí a la persona que estaba allí, pero cuando terminó de comer se fue rápido. Me encogí de hombros y estaba por llevarme el sándwich a la boca, es más casi estaba que le daba un mordisco, cuando veo que alguien se sienta al frente mío. Me quedo con la boca abierta y la miro mientras ella está sumamente concentrada en su comida. Cerré mi boca y la miré entre divertido e interesado, eso sí que era abstracción de todo. Bajé un poco mi comida y la miré mientras se engullía el emparedado, sonreí y entonces ella levanto la mirada y vio que no estaba sola. Levanto una ceja expectante y ni sabía de qué.

Ella mira a los costados luego de semi levantarse, y yo agacho un poco mi cabeza apoyando mi boca en el dorso de mis manos que sostenían el sándwich ocultando mi sonrisa y siguiendo sus movimientos con la mirada. Se sienta al instante porque es obvio que hay varias personas esperando un asiento libre para pelear por él. Entonces ¡por fin me hablo!, me dijo que se quedaría allí sino me importaba, mientras volvia a dar unos mordiscos a su pan. En realidad su pregunta fue retórica, porque no tenía pinta de irse para nada y eso me causo más gracia si se podía. Inhalo aire por la nariz -No te preocupes. No veo que muerdas ni apestes, y yo tampoco muerdo ni apesto- le digo en broma, en realidad casi le digo que sí, me molestaba solo para ver su reacción pero me arrepentí.

Le di un par de mordiscos a mi emparedado aun mirándola y la curiosidad fue más fuerte que yo asique terminé de tragar y me incliné hacia delante apoyando los brazos en la mesa -Dime una cosa, ¿qué hubieras hecho si te hubiera dicho que sí me molestabas?. Simple curiosidad- le digo entrecerrado los ojos mientras la miraba, tragando lo último que me quedaba de comida.

Mire fijamente al chico enfrente a mí, este me levantaba la ceja sin saber exactamente por qué, me quede pensativa, tenía algo en la cara o le molestaba que me sentara, me quede pensativa, la verdad si era la primera opción era probable considerando que tuve una “pelea “ con aquel chico por mi emparedado pero me mire en uno de los vidrios de la cafetería y no vi nada anormal en mi cara, así que solo me queda la última opción, si era esa pues lastima por él, era el último lugar donde quedaba asiento así que yo no planeaba levantarme, aunque a él le molestara, después de todo era una cafetería libre.

Sonreí divertida al escuchar sus preguntas, tome un poco de mi jugo y lo mire fijamente- Hay gracias eso es lo más tierno que me han dicho y me alegra mucho que no muerdas o apestes, así no podría comer tranquila-Dije divertida como si nada mientras continuaba comiendo tranquilamente, sentía a como me miraba como si me quisiera decir algo, al principio me dio igual pero con el tiempo me comenzó a incomodar, estaba a punto de decirle que porque me miraba, ya me comenzaba a molestar pero él se me adelanto, yo solo me quede algo sorprendía ya que era lo que había pensado hacia solo algunos minutos, me quede pensativa y luego me encogí de hombros- Supongo que solo te hubiera dicho que lastima y que me daba igual si te molestaba o no, me hubiera quedado y sentado a comer tranquilamente ignorante por completo-Dije tranquilamente, terminando mi emparedado, cuando lo termine agarre mi pedazo de paste con una sonrisa infantil probando en primer bocado.

Continúe comiendo mi paste con una sonrisa sin darle mucha importancia al chico que tenía al frente, seguí como si nada pero de pronto sentí una mirada en mí, cuando intente ubicar la miraba me encontré con la mirada de aquel chico de antes detrás de mí no muy lejos, me miraba fijamente, sabía que era a mí, ya que había confirmado si había alguien en mi misma direccion y no había nadie, a no ser qué estuviera mirando al conserje, solo quedaba el chico enfrente de mí, chasque la lengua, ese tipo sí que era rencoroso- Por dios que exagerado solo fue un emparedado- Susurre intentando ocultándome, mire al chico que estaba enfrente a mí, ocurriéndoseme una explicación- Oye dime que tu conoces aquel chico y te está mirando a ti por favor, ya me tiene harta-Dije por si a las dudas, quien sabia podría que conociera al chico, lo miraba a él y no a mí, aunque la verdad lo dudaba pero no iba a perder nada preguntando después de todo, todavía me quedaba la explicación de que miraba al conserje ya que… que se yo le parecía guapo ¿tal vez?, si era así era algo perturbador, no porque fuera hombre, si no que el conserje era un tipo gordo, bajito, bastante viejo y un amargado la mayoría del tiempo.

La vi confundida al principio pero cuando le contesté a su pregunta de que no apestaba ni mordía me respondió, que menos mal que no hacia esas cosas sino no podría comer tranquila, la miré intentando que la sonrisa amplia no escapara de mis labios. Tenía un humor particular que si yo fuera sensible hubiera pensado que me estaba cargando o tratando de idiota. Al final terminé sonriendo mientras la miraba seguir comiendo y yo también hacía lo propio con buen humor, sería un almuerzo entretenido.

Me contestó a mi pregunta de mera curiosidad que me había rondado desde que cruzamos palabras. Y me reí un poco alto para luego bajar la voz- ¡Lo sabía!- negué con la cabeza divertido mientras daba otro mordisco y tomaba un trago largo de mi jugo. -Lo sabía- ya más para mí mismo -Por cierto me llamo Maximé- se lo dije por más que no le interesara porque...siempre me presentaba a las personas con las que cruzaba palabra.

Comencé a saborear mi comida y estaba bueno, no mataba pero estaba buena. Cuando me terminé empecé con la fruta mientras miraba a las personas, recostado en el respaldo de la silla. Cuando mi mirada pasa por encima de alguien que mira fijamente para nuestra mesa, me hace volver a prestarle atención. Y miraba a la chica frente mío. Elevo ambas cejas, vaya la chica tenía un admirador aunque la mira un tanto extraño.... demasiado. Me encogí de hombros y mordí otra vez mi manzana disperso en mis pensamientos. Alternando la mirada entre ella y el chico ojos águila, ¡eso era!...la miraba como si fuera una presa. Huuu...pensé pícaro.

La veo encogiéndose a la chica frente a mí y hablando sola. Era una caja de sorpresa, no sabía que dijo porque no la escuche. Desvié la mirada de nuevo, hasta que escucho que me habla, preguntándome si yo conocía al chico que miraba para la mesa, me inclino hacia delante -pensé que era tu enamorado o algo asi...-la miro confundido- ¿no es?, está hace bastante ojeándote. - asiento con la cabeza mientras la miraba entre pícaro y divertido -tal vez se te declara cuando salgan...- definitivamente tendría que dejar de mirar televisión urgentemente.

Me extraño un poco ver como el no permitía que se le escapara aquella sonrisa de sus labios, lo mire extrañada, considerando que le responde de forma sarcástica y algo pesada, la mayoría de las personas se lo hubieran tomado o me hubieran contestar parecía que este chico tenia cierto sentido de humor particular, eso me agrado aunque a vez no ya que no podría molestarlo y/o sacarlo de quicio con mis comentarios, si el solo seguía alegre pero yo sonreí divertida aun asi, tal vez aquel almuerzo no fuera tan aburrido, continúe comiendo mirando como él seguía mi ejemplo y continuaba comiendo de buen humor.

Conteste su pregunta sin mucho interés o importancia pero me sorprendí al escucharlo reír algo alto lo mire extraña intentando saber que le pasaba, lo mire fijamente mientras hablaba lo mire algo confundida al escuchar “Lo sabía” pero preferí mantenerme tranquila y callada así que me ahorre las preguntas, cuando me dijo su nombre me quede pensativa para ver si le decía o no mi nombre, me encogí de hombros mirándolo- Yo soy Skip- Dije tranquilamente dándole un tragó a mi jugo, mientras lo miraba.

Continúe comiendo de mi pastel pero aun incomoda por aquella mirada fija en mí, enserio eso ya me estaba comenzando a dar escalofríos, ese chico que le pasaba solo fue un emparedado ni que se fuera a morir por eso, aunque aún seguía la teoría de que miraba al conserje traumante pero posible, después de todo el amor es ciego; lo que me faltaba era sentir la mirada del chico frente o bueno de Maximé, él me miraba a mí y al chico de antes, ah enserio hoy era el día de verme a mí o que. Al escuchar sus palabras lo miro sarcástica algo molesta- Sé que nos acabamos de conocer pero tampoco es como para que creas que tenga tan mal gusto-Dije con ironía, mirando de reojo al chico que enserio ya me comenzaba asustar con esa mirada fija-Si lo sé, es que digamos que yo le arrebate literalmente el emparedado que me comí de las manos, al parecer es rencoroso o algo así-Dije suspirando con fastidio, solo a mí me tocaba arrebatarle un emparedado a un chico demasiado rencoroso, ante su otro comentario lo miro fijamente- Ja Ja Maximé eres tan divertido, hablo enserio, ya me comienza asustar, no me deja de mirar-Dije mirándolo otra vez de reojo y otra vez me encontré con su mirada tenía que haber una forma de que me dejara en paz, pero ¿Cuál?, esa era la pregunta enigma.

Se llamaba Skip. Luego de que dudara en decirlo lo largó. La verdad me sorprendí, era extraño pero no sé... tal vez en América la gente le pone nombre a las personas de marcas de jabón para lavar la ropa. Me encogí de hombros -Un gusto Skip- seguimos cada uno en lo suyo.

Mi mirada de vez en cuando se desviaba hacia el chico que miraba fijo a mi compañera de almuerzo. Por dios...en cualquier momento le saldría vapor por la nariz ¿qué habrá hecho esta chica, Skip? Aunque la verdad me gustaba pensar que era un admirador que estaba ardiendo por ella, me reí internamente mientras miraba al chico, mientras yo me estaba haciendo la película en mi cabeza. Estaba tan enceguecido mirando a la persona frente a mí que no se daba cuenta que yo lo miraba entretenido.

Después de Skip darse cuenta de las miradas y escuchar mi teoría, se muestra un poco ¿ofendida? ¿Molesta?, me dice que no creyera que tenía mal gusto, la miré un poco escéptico -Yo no sé...dicen que el amor es ciego...-la miro enarcando una ceja pícaro- Además no está tan mal... ¿creo?-la verdad no sabría decirle. Era normal el chico, como cualquiera de nosotros.

-¿sospechas porque te mira así entonces, si no es un flechazo?- le pregunto curioso. Entonces me responde algo que me hizo largar carcajadas sonoras a boca abierta -Pero...¿cómo...le...vas a sacar...la comida...?-le dije entre risas echándome hacia atrás. Con razón, no era deseo ardiente lo que tenía el chico, no, no. Era una calentura de enojo importante. Aunque creo que exageraba, no es que no hubiera más comida....es mas ahora estaba comiendo en una mesa ¿o no?.

Luego de secarme algunas lágrimas que comenzaban asomar a mis ojos por la risa, ella me dice que ya le estaba comenzando a asustar porque no dejaba de mirarla -¿Y que más esperabas? le sacaste la comida mujer-le digo aguantando la risa- Pero no hará nada-le digo confiado, después de todo ella es una mujer. Pero se ve que la asustaba de verdad. Y se me ocurrió algo-Ya sé-le digo agrandando los ojos y luego dedicándole una sonrisa divertida. Hooo sí, esto sería divertido. Arrastro mi silla hasta que queda al lado de la de ella, haciendo que mi costado se pegara al suyo, la miro como desafiándola a que diga algo porque suponía lo que estaba pensando por su cara. -Con esto dejara de mirar-confianza al 200%. Cruzo mi brazo sobre el respaldo de su silla y la toco con un dedo su brazo. Luego me inclino hacia delante para darle una mirada seria al chico de la otra mesa. Como diciendo “deja de mirar a mi chica joder, que sino ya verás” sí, sí, esa mirada. Aguantar la risa lo hacía mas divertido. Y si el chico no se lo creía tendría que usar alguna que otra técnica, que si tenía suerte molestaría a mi compañerita. Sonrío maliciosamente mirándola a la cara a ella ahora. En mi cerebro sonaba una risa malévola.

Suspire al notar como aquel chico sentando conmigo se estaba haciendo toda una película en su mente pensando que ese chico estaba enamorado de mí, eso no era posible este que no veía como él estaba echando casi humo por las orejas y nariz de lo molesto que estaba, aunque la verdad era estúpido por lo que estaba enojada, solo había sido un emparedado además es culpa suya por ser tan lento como para que yo se lo quitara. Aún seguía ofendida por sus palabras aquel chico era todo lo contrario a mis gusto aunque la verdad nunca me había interesado nadie así que teóricamente no tenía algún gusto en específico pero aquel chico no me gustaba, rodé los ojos ante su respuesta- Bueno en ese caso sería sordo, ciego y con falta de un tornillo-Dije sarcástica rondando los ojos, volteando a ver aquel chico que no despegaba la mirada de mí, me preguntaba que si acaso parpadeaba, ante la forma que enarcando una ceja pícaro lo fulmine con la mirada- ¿Enserio?- Pregunte con ironía mirando al chico de reojo, obviamente no estaba tan desesperada como para salir con él.

-Sospecho que no es un flechazo exactamente por qué me mira de esa forma, si pudiera me mataría con la mirada sin arrepentimiento alguna, es que no te das cuenta-Pregunte incrédula señalando disimuladamente al chico que seguía sin apartar la mirada de mí, escuche sus carcajadas y lo mira confundida pero deje que se riera, ante su pregunta me encogí de hombros tranquilamente, dándole un bocado a mi paste que ya quedaba poco- Nada solo fui más rápida que él y le quite el ultimo emparedado que quedaba, es culpa suya por ser tan lento y despistado-Dije como si nada mirándolo a la cara mientras ese seguía divertido, la verdad no entendía por que se molestaba tanto por el emparedado ya estaba comiendo en su mesa, mejor que superara eso de una vez.

-Pero no es para tanto ya te dije que es su culpa por lento y además él ya está comiendo, que lo supere de una vez, que infantil-Dije fastidiada resoplando, la risa de Maxime me comenzaba a molestar enserio; al ver su sonrisa divertida un mal presentimiento me lleno el cuerpo, esa sonrisa suya no me sonaba a nada bueno, vi como arrastraba para quedar a mi lado, lo mire entre confundida e irritaba cuando estaba a punto de preguntarle que estupidez estaba planeando el respondió antes la pregunta, lo mire incrédula sentía como rodeaba mi respaldo con su brazo tocando mi brazo, me calme y lo mire sonriente si él quería dos podían jugar ese juego, me acerque un poco a él como si estuviera a punto de besarlo en los labios pero en vez de eso le di un suave beso en la mejilla mientras le clave el codo en las costillas, no muy fuerte como para lastimarlo pero si para que le doliera, sonreí dulce-Me vuelves a tocar y créeme que mi codo va a bajar un poco más-Dije de la forma más dulce del mundo para luego voltearme a terminar mi pastel tranquilamente, sintiendo que la mirada del chico vacilaba pero seguía en mí, dios este no se cansaba o que, ya me estaba hartando enserio, no podía tener una linda y tranquila comida.

Me seguía riendo con sus ocurrencias. El pobre chico se estaba llevando la peor parte sin saberlo. Negué con la cabeza mientras la miraba divertido. Cuando le dije que no estaba mal el chico de ojos asesinos, me pregunta ¿en serio?, oculte la sonrisa por el tono que uso y me encogí de hombros -See- asintiendo con la cabeza despacio apropósito. Me pregunté si sería así las 24 horas del día.

Me reí de nuevo-Sí, me di cuenta que no es por un flechazo-le digo entretenido-Por eso te pregunto-. Me dice que fue porque le saco la comida y no pude vitar reírme y preguntarle porqué. Me calmé un poco para poder prestarle atención. Y tranquilamente me dice que solo fue más rápida que él y que le sacó el último emparedado que quedaba. Me tapé la boca con mi mano derecha que tenía apoyada en la mesa y me imaginé la situación. Me sonreí pero lo escondía detrás de mi palma, aunque estoy seguro que mis ojos lo transmitían. Pero más o menos entendía al personaje de la otra mesa, pero enojarse tanto por algo así me parecía excesivo.

Ella me responde a mi pregunta de, qué más esperaba si se lo había quitado, aunque ese quitado sonaba mas a robado. Y me dice molesta que no era para tanto, y que la culpa seguía siendo de él por lento y despistado. La miré arrugando el ceño entretenido mordiéndome el labio. Y luego agrega que era muy infantil el rencoroso de la otra mesa. No lo pude evitar. No puede. Me reí de nuevo -Vamos, la verdad no sé quién es más infantil. Quién roba comida teniendo más para servirse, o el que sigue enojado por lo perdido...o robado.- agregué ladeando la cabeza de un lado para otro, siguiendo el movimiento de mis manos que en ese momento las había colocado como una balanza.

Pero todo se volvería más hilarante. Le dije que yo podía hacer que dejara de mirar. Me senté a su lado pegándome a ella y crucé un brazo sobre el respaldo de su silla rozándola con un dedo el costado de su brazo. Miré al chico de la otra mesa. Me sonreí cuando ella quedó frente a mi cara como si fuera a besarme en los labios. No me lo creí ni un segundo. No la imaginaba haciendo algo así después de tratar con ella este poco tiempo. Podría equivocarme, no sería la primera vez. Le seguí sonriendo mirándola a los ojos tranquilo mientras la veía a acercarse y al final depositara el beso en mi mejilla, dándome un ligero golpe en las costillas con una amenaza velada con dulzura. Me reí bajo mientras me llevaba una mano a donde fue el golpe, más por teatro que por otra cosa. -Que aburrida-le digo haciendo algo de morros mirándola como volvía a comer de su plato. Suspiré hondo ruidosamente para que me escuchara-bueno...ya que no puedo tocarte. Y que conste que mi segundo plan nos gustaría a los dos-le digo guiñándole un ojo jugueton-. Tocará el siguiente-. El chico seguía mirando, un poco confundido pero seguía. Me encogí de hombros y me giré hacia ella inclinándome hacia delante, interrumpiéndola mientras comía. Miro al chico y digo fuerte haciendo que muchas, en realidad casi todas las cabezas de la cafetería se giraran a nosotros -¡Hey!, disculpa...pero estas molestando a mi novia con esas miraditas...-y con una sonrisa agrego- y me estoy empezando a poner celoso. ¿Si me entendes? Gracias-agrego volviendo hacia atrás apoyándome en el respaldo de mi silla y la miro más entretenido que antes -De nada- tirándole un beso al aire dirigido a ella, sintiendo varias miradas en la nuca.