Tonight we're going hard {Luka}

“Y justo cuando Clary pensó que se zafaría de lo que pasaba, nunca pudo superarlo. El chico la tenia acorralada contra la pared a punto de unir sus labios con los de ella, la adolescente solo se limito a cerrar los ojos, esperando con ansias aquello que había deseado desde que Simón había estado tan cerca de ella. Pronuncio unas palabras en latín lo que hizo que el chico se alejara un poco. Ella le miro indiferente y confusa

-¿Pasa algo?- le observo de soslayo
-No es nada
-Eso no parecía un nada- protesto Clary – se que no es mi problema, pero ¡Tu lo eres! Compréndelo de una buena vez.

El chico parecía realmente comprender la reacción de la pelirroja adolescente, cosa que era difícil según el punto de vista de Clary. Esta suspiro profundamente y le acaricio la mejilla, contemplándola con adoración al mismo tiempo que jugaba con un cuchillo de serafín tallado por Alec.

-¿Jace?
-¿Si?
-¿Por qué?- le miro con un poco de melancolía
-¿Por qué, qué?- no entendía la pregunta, suspiro y después comprendió – No es absolutamente nada especial, solo somos nosotros”

Maldición- Soltó por un momento antes de observar a su alrededor, y en efecto, no había nadie, pero era mejor cerciorarse de las cosas, el libro cayo cerrado justo entre sus piernas, dejando la portada a la vista. Corrió rápidamente a esconderlo y busco las maneras de parecer normal, aun cuando sabia que eso para ella era imposible, siempre contaba con sus amigas las mariposas para tratar de cambiar. Logró retomar la página en la que estaba, que por casualidad se había cerrado al caer al suelo. Olvido todo lo que pasaba y volvió a meterse en su lectura.

“Vete al diablo Jace- pronuncio casi en un aullido.
-Ya estoy en el- pronuncio el chico nuevamente con un tono amargo en su voz, maldijo para sus adentros y miro a la chica sonrojado. Busco la manera de acercarse y volver a dejar las cosas como eran antes, simples y calladas. Con desprecio entre miradas, sería lo más sencillo entre ambos. De tal manera que ninguno afrontaría sus sentimientos. Si no lo hacían en ese momento, no lo harían nunca”

Un sueño, aquello era un sueño para Gwendolyn, era imposible lo que acababa de pasar, ella con todo su afán de leer aquel libro, y pensar, desgraciadamente su nombre no era Clarissa, y de serlo las cosas serian iguales. Suspiro levemente antes de cerrar el libro, negó un par de veces y soltó aquella cosa sobre el suelo para recostarse de una de las paredes. Su vida estaba siendo un completo desastre. Primero conocer a su gemela y acusarla de ser una farsante. Segundo, recibir una carta con un año de retraso y dejar sentimientos a flor de piel de una manera sorprendente. Y tercero pero no menos importante por ello, le habían mentido acerca de todo. Odiaba el hecho de sentirse atrapada, pero al mismo tiempo adoro el simple y pequeño detalle que era fin de semana. Tomo lo primero que encontró se maquillo tal y como había visto a su hermana hacerlo con anterioridad y salió de la fraternidad. Condujo hasta el primer bar que encontró y se sentó en la barra – Wisky… solo – le coqueteo con la mirada al bartender y en menos de lo que esperaba la bebida descansaba frente a ella, sonrío tomándola de a poco. Esta noche no sería ella misma.