So will someone come and carry me home tonight?♪ #Mike.

Apagado, aburrido, absorto, estaba en mis peores momentos... No acostumbrado a que me dieran planton un sábado por la noche, menos aún que me diera plantón Connor, hermano de Emily, líder de las Tri Pi. Sabía de antemano que era un tipo extraño y que me costaría trazar un plan con él, no era la primera vez que me dejaba plantado.  Pero tampoco era la primera vez que yo le plantaba a él.

Subí la cremallera de mi jersey sin mangas que  vestía encima de una camiseta celeste cielo, contrastando con el negro del jersey y el blanco de mis zapatillas de deporte. No era noche fría, pero tampoco era bueno rondar las temperaturas bajas, el frío no era problema para mi, pero sí el calor. Caminé desde mi habitación de la fraternidad a la que había vuelto para poner a cargar mi teléfono -- un despiste el mío, de no mirar la batería--, después de ver como se apagaba mientras llamaba a Emily por segunda vez.

¿Extraño?¿Raro?¿Curioso?¿Pervertido? Podrían ser todas las cosas que cualquiera de las Tri Pi pensasen de mi al verme acercarme a su fraternidad un sabado a estas horas. Miento, son las cosas que podrían pensar sobre cualquier hombre que se acercase a una fraternidad femenina, salvo que a mi todas me conocían. No porque fuera un tipo popular, sino porque todos los miembros de la universidad conocían al comité de bienvenida y en él yo era el máximo exponente.  No recuerdo todos los nombres, pero sí sé reconocer caras conocidas, sin nombre, pero conocidas.

Me colé en el lugar haciendo uso de la llave maestra que me pertenecía --sin que Karkarov lo supiera-- y me colé por las escaleras de seguridad hasta la habitación de Emily, no estaba en ella y en la puerta simplemente habia un cartel de " Me voy de fiesta". Suspiré abatido y después me caminé el pasillo a oscuras viendo simplemente las luces del fondo que daban a las escaleras. No era buena mi mirada por la oscuridad, de joven quizás me valiera, en mi casa quizás pero aquí en pleno territorio desconocido... Caminé rozando mi mano derecha por la pared, vislumbrado una haz disperso de luz por delante de mi y una breve melodía. Creí caminar tranquilo hasta que choqué contra un aparador que estaba pegado a la pared. Mi rodilla fue la primera en romper el hielo entre la madera y yo, mi pie izquierdo el segundo y supongo que el hielo entre ambos se rompió como el cristal que cayó por delante de mi, sin saber aún a qué había golpeado. El ruido se extendió por el pasillo como el eco y me moví a un lado, pegándome hacia la otra pared para no golpearme de nuevo. ¿Fue buena mi idea? No. Me comí lo que era el marco de plástico de lo que era una imagen de un par de animales que decoraba el pasillo.
- ¡Joder ya está bien!- Grité en mitad del pasillo, harto de la oscuridad y de tanta parafernalia colocada contra las paredes de la fraternidad de mi amiga. Me subió la temperatura por el nervio y el mal humor así que de un golpe rápido deshice la cremallera de mi jersey y proseguí mi camino hasta el último rellano, de donde venía la luz. Me giré y pude ver como la luz era de un televisor en el fondo y me costó tiempo acostumbrarme hasta la luz, pero pude ver una cabellera rubia sentada en un sofá.
- ¿Quién eres?- Fue mi pregunta, quizás fuera de lugar y de momento después de todo lo anterior.

- Sí, debatía quién de los era más guapo.... No idiota claro que me he tropezado, creo que os he roto un florero o algo del Ikea en el pasillo...- Ladeé mi cabeza a un lado y sonreí a la chica en un primer momento, cruzándome de brazos mientras me inclinaba un poco hacia atrás. Después negué y fruncí el gesto, soltando mis brazos y acercándome a la chica, o mejor dicho separándome del pasillo y señalándolo tras de mi cuando me referí al florero.

- Estaba todo tan oscuro, que me he comido algo, y sí, ha dolido.- Comenté en un último momento mientras la chica se sentaba, simplemente por esconder un poco de mi mal humor proveniente de mi torpeza a oscuras.

- En otro momento hubiera sido un placer... Bryony. ¿Qué haces que no has ido a la fiesta de los Omega?- Oh, sí, hoy había una pequeña reunión de jefazos en la casa fraternidad de mi querido colega Cédric. Ese tipo de reuniones solo duraban los primeros 20 minutos en los que todos los tíos se medían las carteras y hablaban de cuánto nos infravaloraban a los Kappa, pero allí invitaban a todos los miembros de la universidad, salvo a mis chicos.  - ¿ O es que tampoco te hacía gracia la idea de salir de aquí? Por favor, a oscuras y viendo Paranormal Activity... Qué penosa. Ya podrías estar viendo algo mejor.- Mordaz para variar, me acerqué a la chica y me apoyé en el reposabrazos del sofá en el que ella estaba sentada, doblando mi pierna sobre él y dejandome caer.

- Ah, yo soy Mike, el rubito paranoico que todo el mundo conoce.- Dije mientras miraba la pantalla de la tele, que había comenzado a correr la película. No era de mis favoritas, era una saga que había perdido fuerza conforme pasaban las escenas aburridas.