Te odio, más por eso anhelo con hacerte mío (Matthew B . Ferrero & Alex D. Bleu)

Aquel día fue la muerte para mí, llegué tarde el primer día a mi primera clase en segundo de aquella carrera llamada biotecnología que había decidido. Pero no por ello me iba a deprimir, ¿yo deprimirme? Los cojones, mi filosofía es vivir la vida como si me fuera en ello; no me importaba lo que los viejos pensarán de mi y menos una panta de retrogrados.

Sinceramente, el primer día me había ido de puta madre, que una niñita indie te coma tu miembro en los baños y luego la destroces contra la pared como si te la quisieras cargar del placer era lo que más quería y más me apetecia. Pero después de ella, vino un chico asi con pequitas y rubito, dios santo que boca y que experto era para ser como él decía "virgen" que ni de coña me creía que ese pavo era virgen. Antes pillo yo a un virgen que a un fantasma, abrí la puerta de mi cuarto de la fraternidad como un bestia osea ser de una patada; puse bien el portatil para que no se me viera la cara y me metí en aquella página de chicos...

-Buenas a todos, ya estoy instalado en la nueva universidad y tengo un calor que no puedo remediarlo

Me acariciaba la zona del ombligo sobre la camiseta lentamente notando como el dinero iba subiendo y las visitas también, sinceramente en calentar braguetas y en mojar bragas era todo un experto pero desde temprana edad...

Criminología, Criminología y las mil mierdas! ¿Cómo se me ocurre estudiar esto? Era la primera cosa que me llenaba la cabeza después de pasar dos horas y tanto sentado en un pupitre escuchando partes del cuerpo, que para más rematar eran miles y todas casi iguales. Me pase la mano por el cabello y lo despeine, me aburría tener siempre el cabello bien cuando tenía esta clase, según el profesor teníamos que estar presentables. Y las pelotas!

Di una pequeña vuelta justo frente a la puerta de la fraternidad, había sido un día largo en la universidad y ahora nada más quería llegar a mi habitación y poner los pies en alto con la música del mismo modo y dormir mucho. Abrí la puerta de la enorme casa y mire arriba cuando escuche una voz familiar, mierda si la vida me jugaba mal, no other than Alex estaba ahí, de pie toqueteándose el abdomen, manías.

Te encontraste a mi otro primo para destrozarle el culo a él también?- ah! Matthew, ese temperamento que no se ve siempre, bueno, es por algo, lo odio. Sacudí la cabeza y camine hasta las escaleras, obviando cualquier tipo de comentario de entre los chicos que estaban en la casa junto a nosotros, necesitaba una siesta, o mil.

-Luego os veo chicos, al parecer tengo un problema que de dos patas por aqui llamado Matthew que tengo que solucionar, si algún día haré un jueguecito de estos eróticos con él, si igual se deja o igual no, eso nunca lo llegarías a saber o tal vez sí, nos vemos pero muy pronto además pequeños y pequeñas os llevo ya sabeis donde

Guiñé el ojo y luego cerré el portátil con sumo cuidado, llegué a mi cuarto y oh cruel ironía Matthew Ferrero es mi compañero, me lo iba a pasar bien o iba a ser un gilipollas una de las dos cosas y prefería lo primero con el pequeño purulando por ahi, es decir, dando vueltas no os pensais mal que seguro que ya estais pensando en sexo. Ojala pudiera pensar yo en sexo con él, dado que con él siempre he sido el chico que más he disfrutado y que más me ha hecho gemir no tengo porque mentiros

-Hola Matthew... sabes hacia tiempo que no te veía

No le di tiempo de responder asi que le tiré en la cama con una sonrisa, abrí mi mochila y me puse a fumar un porro mientras uno de mis dedos acariciaba sus muslos por la cara interna. Cabe decir, que estaba acariciandolos por encima de sus pantalones

-La verdad es que es toda una sorpresa, ver a mi ex novio aquí... vaya vaya con el pequeñín, estás como decirlo... ¿cambiado? Seeee cambiado, me están dando ganas de destrozarte ese culito, total ya he roto un coño esta mañana

Sonreí aguantandole la mirada

Bueno, esos planes de una rica siesta fueron tirados al carajo cuando me entere de que Alex iba a ser mi compañero de cuarto, mierda! Con una casa tan grande y sin tener habitación para mí solo, ¿qué tipo de porquería era esta!?

No tuve tiempo de responder a nada porque en un rato me tenía sobre la cama y en su boca un porro, diablos esos malditos porros. Sacudí la cabeza un poco hecho de nervios y me quede quieto mientras me tocaba como si tuviese todo el derecho del mundo. No tenía ganas de pelear por ahora, pero me ponía de malas tenerlo cerca después de lo que paso.- y tu crees que te voy a dejar usarme? Por favor! Dudalo, y mantente alejado de mi cama sí? - con todo el peso de mi cuerpo lo levante y me puse de pie, camine hasta el baño para lavarme los dientes y … tomar una ducha sería un peligro ahora, así que me aguante las ganas de sacarme la remera.

Caminé de vuelta a la habitación y sacudí la cabeza, ¿cómo se mantenía una conversación con un tipo que ya tenía el porro metido hasta en la nariz?.-Y que haces aquí? ¿Cómo coño llegaste hasta esta fraternidad, esta universidad, esta habitación? - me molestaba un poco, porque aún me daba rabia el pasado con él, tirarse a mi primo, como mierda iba a yo confiar en el después de eso, al carajo como iban a ir las cosas, limites era lo que iba a poner en este lugar.

-Como se suele decir, yo tambien me alegro de verte y de ver que sigues bien pero te recuerdo que aquí soy yo el que pone las reglas; ¿O no te acuerdas Matthew? No merece la pena que sigas enfadado conmigo por una estupidez del pasado, con lo que te divertias conmigo era todo un espectáculo verte gemir y sobretodo ver que estaba entre mis piernas eso ya era como decirlo sin que te sientes mal... No lo sé, ya buscaré las palabras

Le desafie, no me lo pensé dos veces porque en verdad no tenía nunca miedo de nadie y menos aún porque justificar los actos que hacia. Volvi a tirarle sobre mi sacandole la remera como él decía, mis dedos comenzaron a delinear la zona de la nuez de su cuello y fueron bajando lentamente hasta los pezones del chico, tan rosaditos y tan perfectos maldita sea me estaban dando ganas de comerselos y por eso le iba a putear un poco más

-Vaya Matt, bonitos pezones se me había olvidado lo lindos que son como todo tú claro; no me va a tocar otra que mordertelos y succionarlos dado que esta mañana no he tenido leche... lo de tu primo fue pasado por dios, ¿quieres relajarte tío? Parece que seas un rencoroso de esto que no piensa con el pene sino con la cabeza y a mi me encanta tu rabo, no lo niego

Me estaba hartando, su actitud de poder tener todo lo que quería, a la mierda eso, si pensaba que las cosas seguían como antes entonces estaba más que equivocado, porque las cosas, y en especial yo habían cambiado demasiado desde él. Me saco la remera sin previo aviso y me toco de un modo en el que ya no tenía derecho alguno, mi mente estaba tan ocupada que no me dio ni tiempo para sentir algo con su toque, y decir que me tomo por sorpresa era bueno.

En un rápido movimiento tenía mi rodilla sobre su entre pierna, presionando lo suficiente para que doliera, mis manos sujetando las suyas por sobre su cabeza.-Metete esto en la cabeza Alex, ya no me tocas! Oíste? Nada, no me tocas si yo no lo permito, ese tipo estúpido al que engañaste con su primo se quedó en el pasado, pero este no, este te va a partir las pelotas a puras patadas si es necesario, y ni pienses en que lo vas a disfrutar, porque no lo vas a hacer! Ahora contrólate y salte de mi cama!- di un último apretón antes de bajarme y empujarlo fuera de mi cama, tome mi remera y me la puse antes de sacar mis libros de la mochila y sentarme en el escritorio, estaba cabreado por decir lo menos.

-Vamos no empieces a montar tu show de ex novio ofendido porque no se lo cree nadie y eso que estabas nominado al Oscar, pero esperate si resulta que es ganado el oscar a peor actor es para oh si Matthew el estrecho, enhorabuena chaval te lo has ganado a pulso no tengo nada más que verte para saber que disfrutarías rompiendome las pelotas. Pero no necesito que tu tengas lo que tienes... Ferrero Rocher, que encima tienes apellido de bombon, ¿como te puedes apellidar como un bombon con lo feo y hortera que eres tío? Nunca lo he comprendido

Seguí fumando mi porro, por culpa de aquel chico habia empezado a fumar sin darme cuenta un porro tras otro y sin darme cuenta me había fumado uno ya con este ya iban un total de atención...¡Dos! Por lo que iba un poco medio colocado sabía que esto me iba a hacer daño y que no sentía nada de lo que estaba diciendo, pero es que esas palabras tan hirientes le habían llegado al corazón negro que tenía Alex, negro porque había renunciado a su función sentimentalista, para Alex solo tenía una función meramente biológica y menos aún el enamorarse

-¿Ves? Esto es un cuerpo que todo el mundo desea, que todas las chicas se mueren porque coja y les meta mi rabo en su cueva del deseo y yo encantado, los chicos se mueren porque sea suyo y hacerles de todo; te recuerdo que pagan dinero por tener un polvo conmigo, los tengo al comer de mi mano algo que tu nunca conseguirás...

Le miré y le di un empujón con una fuerza elevada de tal manera que le dejé tirado sobre la cama mientras expulsaba el humo en su cara

-Ni aunque me haya dado cien duchas podré quitarme la mierda que cogí por tener sexo contigo... ¿Pero tu que vas a saber de ganarte la vida verdad Matthew? Tu siempre ha sido el pijo imbécil mientras yo, yo me he criado en la calle, ¿tu has sabido lo que es el amor alguna vez? Te felicito si es un sí la respuesta dado que yo nunca me he sentido querido ni nadie me ha intentado apartar de mi vida

Escuchar las palabras que tenía que decir mientras estaba en ese estado era estúpido, siempre eran realmente hirientes o simples mentiras para tapar las emociones que sentía, y si había algo que pensaba Alex odiaba era el hecho de que tenía sentimientos, en mi opinión le tenía miedo a sentir cosas de verdad, pero yo no me iba a quedar a escuchar sus boberías.

Se supone que estuviste conmigo y no sabes nada de mí, Alex. Como quieres que te mire a la cara sin sentir nada pero enojo! Y no es simplemente porque me cagaste con mi primo, al diablo con eso, ya no tiene importancia, pero me cargas porque no sabes aceptar las cosas que haces mal, no es mi culpa que seas un maldito puto, y es por eso que nadie te ama! Porque no puedes elegir algo mejor para hacer! No me culpes porque tengo como mantenerme, y que mierda sabes de mi vida amorosa, si tu no me amaste no es problema mío.

Obvie el hecho de que seguía fumando, una conversación inútil. Me pare de la cama y camine fuera de la habitación, necesitaba aire, comida, y aun necesitaba dormir pero no podía hacerlo si lo tenía junto a mí, iba a salir de aquí si tenía que dormir. Sacudí la cabeza cuando llegue a la cocina de la fraternidad, camine hasta la heladera y saque un agua mineral, la abrí y salude a un compañero de fraternidad que salía de la cocina, mientras escuchaba a todos los demás en la sala.

Aquellas palabras me habían sentido como un jarro de agua fría, bueno se podría decir que más que fría me habían sentido como si fueran el iceberg del Titanic porque en parte me quería hundir. Me quedé en su cuarto, solo y me tumbé sobre la cama lentamente olisqué la almohada y su olor me recordaba al de Matthew de manera que me abrace a ella; no cerré los ojos en ningun momento por una simple razón si eres descubierto con las manos en la masa por parte de él se me caería la cara de pura verguenza debido a que yo jamás de los jamases había tenido sentimientos y el observarme así rompía con esa frase pero por tierra de manera que había que seguir guardando y custodiando el secreto para toda la vida no quería que nadie lo supiera, bastante daño me había hecho ya y demasiado me habían hecho por confiar de sobremanera en las intenciones de los demás.

Otro porro igual era la solución, si iba a ser asi de manera que lo llevé a mis labios, el tercero de la tarde, lo encendí y me puse a diambular por el cuarto del chico. A veces sentía que no tenía ni vida ni nada, igual era por todo lo que había hecho y por todo lo que me había comportado, estaba mirandome en el espejo sin ver la puerta... Ensayaba como pedirle disculpas...

-Yo... no joder Alex así no tío. Bueno haber si así, verás Matthew... tampoco a tomar por culo...

De tener que ser cruel nunca lo había pensado, porque nunca había sido una necesidad usar esa carta con alguien, pero Alex me había colmado todo el resto de paciencia que tenía con él, osea casi nada. Sacudí la cabeza y me fije en el grupo de chicos que estaba en el living, estaban todos haciendo una mini fiesta, pizza, cerveza cigarrillos…

Me molestaba, pero no porque no me gustaran las fiestas, si no que era porque simplemente mi mente estaba colmada de cansancio, día largo, pelea innecesaria, horrible. Me baje del lugar en donde estaba sentado y subí las escaleras de vuelta, la botella de agua estaba a en mi mano, pero parecía que quería matarla por lo fuerte que la sostenía. Abrí la puerta de la habitación y ahí estaba Alex, frente al espejo y hablando solo, suspire y me senté en la silla de mi escritorio.

Ya terminaste de hablar basura, Alex? Si es así entonces me quedo, si vas a seguir insultándome o tratando de hacerme sentir mal o tocándome sin el derecho entonces me lo dices ahora para salir-no me costaba dormir en la habitación de alguno de los chicos, o en las que estaba aún ocupar, o incluso fuera de la fraternidad, espere en silencio mientras tomaba pequeños sorbos de la botella. Cerré los ojos y deje que mi cuello descansara, había estado todo el día sentado en clases, erguido como un militar, no podía evitar esas cosas cuando estaba poniendo atención el algo que me importaba, tenía malas costumbres con eso, y después me cansaba en extremo, y dormir ahora parecía demasiado lejano.

-Anda no te quejes de lo que te voy a hacer, al principio igual no te gusta o incluso te repugna porque viendote ultimamente estás más raro que un perro verde y eso ya es todo un logro osea que lo siento si te va a molestar pero me veo en la obligación de hacerlo Matthew, y si no te gusta pues te repito que te jodes y te aguantas no creo que te moleste esto

Al ser chico de compañía tienes que saber hacer muchas cosas. Agarré y me deshice de nuevo de la ropa que cubría su abdomen, rapidamente me giré para ponerme aceite corporal en las manos, tampoco mucho solo un poco la verdad es que no queria envadurnarle por completo porque igual se sentía mal o algo parecido de modo que consideré oportuno que bastaba con esa cantidad. Me puse sentado sobre su espalda con una sonrisa en mis labios, extendí los brazos y fui directo a sus hombros...

-Tranquilo no te voy a tocar nada que sea íntimo como tu lo llamas, es solo que bueno igual con esto te sientes mejor...

Puse mis manos en sus hombros y lentamente comencé a masajear su piel, movía las manos lentamente de hacia adelante hasta hacia atrás, buscaba encontrar lo mejor para él. Cuando devolvia la piel a su sitio tras moverla un poco hacia atrás, haciendo leve presión en sus hombros a un ritmo bastante lento y suave buscando que se relajara

-No se mucho de fisioterapia, pero tienes estres y una ligera contractura

Estaba casi preparado para golpearlo otra vez, porque parecía que no podía hacer las cosas con un poco más de delicadeza si no que lo hacía todo con un poco de brusquedad, que antes no me molestaba pero ahora sí, y no sabía porque, pero ahora cuando la gente me tocaba me molestaba, no era una cosa poco común, con la mínima depresión que me invadía desde los 7 años tenía que tener en cuenta que las cosas ahora estaban cambiando, las relaciones que tenía las tomaba como algo demasiado importante, o no lo suficientemente importantes, era un problema que nadie podía solucionar, y eso era malo.

Ahora, los rompimientos eran peor que las relaciones, tenía tanto miedo de perder más de lo que podía ganar que prefería terminar las cosas antes de, pero esos eran los traumas de las relaciones fallidas que había tenido, entonces con Alex era así, había perdido tanto que ahora realmente no sentía tanto, ni si quiera el típico dolor o resentimiento, era más como una ira incontenible que la verdad no tenía razón de ser, pero estaba allí de todas maneras-Bueno, lo se puede evitar cuando estas todo el día sentado, escuchando y tomando notas. No me molesta, siempre se me pasa con una pastilla para el dolor muscular.- cerré los ojos y deje que continuara con el masaje, disfrute de la intención, pero no de su toque, porque hace tanto que lo tenía que se me había olvidado como era, y porque lo disfrutaba. Pero si iba a ser civilizado entonces me iba a quedar callado.