Una de las más dulce muertes [ Mason R. Dürrenmatt & Alex D. Bleu ] (+18)

El aire frio de la ciudad pegaba en el parabrisas de mi auto, la cita se llevaría a cabo en el hotel, había quedado con ese joven y como era de esperarse este no sería un encuentro amistoso ni de negocios seria meramente placentero si no ben para el para mí sí. Llegue a aquel hotel y estacione mi auto en la entrada un hermoso Bentley gt speed color grafito, despeus de entregar las llaves entre a aquel hermoso hotel dejando que mi presencia invadiera el lugar mostrando un traje negro acompañado de una camiza asul marino y una corbata negra con zapatos a juego, no fui a la recepción como se esperaba, sabía perfectamente en que piso y habitación estaba aquel chico, en todo el camino revise mentalmente lo que traía en el maletín que llevaba conmigo, nada escandaloso, solo lo esencial para jugar un rato con aquel joven moreno que me esperaba.
Al salir del ascensor camine por el largo pasillo hasta ver el número de la habitación grabado en esa gran puerta marrón obscuro “456” era el número que se podía leer, toque la puerta dos veces y puse mis manos enfrente con el maletín esperando a que abrieran, de la habitación contigua salieron dos hermosas damas con vestidos largos – Excelentes noches señoritas- les dije dando una pequeña reverencia con la cabeza y sonriéndoles cálidamente, las dos respondieron algo nerviosas y subieron al elevador, toque de nuevo la puerta ahora un poco más fuerte esperando que aquel joven no me hubiera dejado plantado o en verdad conocería lo que era el terror psicologico.

Pensaba tocar una tercera y última ves y si no me habría me largaría de ahí y olvidaría todo el tema con ese chico de la universidad- jodid…-iba a decir cuando escuche una especie de gritos, gire la perilla de la puerta y se abrió esta, así que supuse que estaba todo planeado- un juego?- sonreí diciendo eso de forma baja y entre a aquella habitación, era amplia y de no saber que ese chico me estaba esperando yo hubiera revisado la habitación entera en busca de algún imbécil que se quisiera pasar de listo, si estaba acostumbrado a estar siempre alerta pues mi hermano si era amado por muchos pero odiado por algunos cuantos y siempre estaban dispuestos a atacarlo así que yo era quien lo defensa. Me quite el saco y comencé a deshacerme de mi corbata- Alex?...estás jugando?- dije empezando caminar por la habitación hasta que llegue enfrente de la puerta del dormitorio y lo vi ahí, tumbado completamente desnudo y aceitado, amarrado de manos a la cama, una escena que me volvió loco, mis labios se secaron al igual que mi boca así que tuve que pasar mi lengua por mis labios imaginando el sabor de ese moreno- oh….oh , mi querido niño….que tienes pensado…-dije sonriendo y caminando hasta el aventando mi corbata a la cama y desabotonando mi camisa lentamente –me esperabas no?- dije pasando uno de mis dedos por su pierna aceitada llegando hasta su cadera…-esto te hará ganar puntos hijo..- dije mordiéndome el labio y mirándolo a los ojos. Me levante de la cama y Salí de esa habitación hasta llegar a mi maletín, al regresar llevaba en mi mano una especie de aguja larga color dorado- Comencemos entonces- dije mirándolo con deseo y me subí a la cama empezando a trazar una línea delgada de su cuello a su ombligo dejando una pequeña marca rojiza que se veía intensificada por su color de piel, mi mano ágilmente paso hasta su miembro empezándolo a frotar.

Aquel chico estaba tan duro y listo que me ponía loco sin quererlo, la manera en la que se movía y dejaba salir sus gritos ahogados por la mordaza me ponían mal-Shh, shh no duele tanto niño- dije haciendo otro rasguño las notando como la sangre salía- debeos curar esto- dije lamiendo ese líquido rojo con la punta de mi lengua, el aceite se impregnaba en está dando más calor de lo acostumbrado, mi lengua subió hasta uno de sus pezones y después de jugar un rato con él lo mordí con fuerza mientras seguia con aquel jugueteo con su miembro – tan dispuesto a todo…me fascina- le dije subiendo a su rostro y besando sus dos ojos- mírame- le ordene con una suave voz mientras dejaba su miembro y me levantaba para quitarme el pantalón y botarlo por ahí- me senté en su pecho y empecé a frotar mi miembro cerca de su cara- lo deseas?- le dije mirándolo con una sonrisa- chúpalo- le arranque la mordaza de la boca de un jalón sin importarme si lo lastimaba o no, en el sexo mi ideología de no violencia se iba por un caño y solo guiaba mi apetito sexual a donde se viera más estimulado- chupa dije- metí i miembro a su boca lamiendo mi labio superior con depravación y lujuria, sabía lo que quería y eso iba a ser follarlo hasta que me volviera loco , cada estimulo de su parte se volvería una gota de pasión para mí y lo estimularía tanto que pediría clemencia para que parara ese placer tan tortuoso , mis manos se posaron en su cabeza levantándola para penetrar más su boca y hacer que le dieran ahorcadillas y salivara más, si en el sexo era un cerdo y lo sabía ero con todas las personas con las que había estado jamás me habían dicho que les molestara y hasta me buscaban y yo a ellas y este chico sabia como complacer a un hombre con mis necesidades.

La boca del chico hacia maravillas con mi miembro y salivaba tanto que me volvía loco, eso y combinado con sus palabras anterior me habían ya puesto a cien , mi cadera seguía con aquel vaivén ahogando a ese pobre chico el cual seguía amarrado , me encantaba saber que el solo se estaba lastimando, el solo se había puesto esas amarras, sin intención alguna había logrado que el solo se torturara y yo solo me estaba excitando con el de manera impresionante, sentí sus caricias en mi trasero y sonríe para después echar mi cabeza para atrás invadido por aquel deseo sin control que tenía ya en ese momento, saque mi mimbro de su boca y en un movimiento rápido solté ambas de sus manos y como si fuera un animal salvaje lo levante y lo peque a la pared que estaba al lado de la puerta, ahí comencé a tocarlo con mis manos , sus piernas, sus caderas, su trasero, peque mi erección a su trasero y mi pecho a su espalda morena y ardiente, mis labios recorrieron sus hombros y su cuello para después besar su reja y morderlo un poco – Levanta el culo- le ordene en un susurro tomando su trasero con una de mis manos y abriendo un poco de él restregando aun mi mimbro en esta zona, escupí un poco en mi mano y comencé a frotarme mi miembro mientras lo metía lentamente en esa zona tan estrecha, aprecia ser que entraría lento para no lastimarlo pero no fue así, un fuerte empujón hizo que entrara por completo dejando que soltara un gemido- ohhh, sí..- dije y apreté las caderas del chico empezándome a mover e adelante hacia a tras sin bajar la fuerza con lo que lo hacia

Tome la boca de aquel chico metiendo dos de mis dedos a esta- Solo gime…- le dije mordiéndole con fuerza el hombro y como el pidió y como yo quería hacerlo comencé a chocar con mi pelvis su trasero haciendo que estos al chocar sonaran, mi miembro era aprisionado por ese estrecho ano, tan esquicito como bien lo recordaba, el placer que sentía era bastante , cerré mis ojos para sentirlo aún más y lamí mis labios mientras mis embestidas eran fuertes y con un ritmo un poco rápido, no estaba teniendo cuidado alguno si lo lastimaba o no y eso se vio tambien reflejado cuando quite su dedo de mi entrada y la pegue a la pared junto con su otra mano, así teniéndolo de espaldas hacia mí con el uso levantado y los brazos abiertos pegados a la pared comencé a moverme con energía y fuerza casa haciendo que el mismo se estampara en la pared por la fuerza con la que me movía, su cuerpo era exquisito, sus palabras tan sucias me elevaban al cien por ciento y se notaba en aquellas embestidas fuertes que daba mi cadera, libere sus manos y poco me importo que pudiera hacer con ellas yo solo me dedique a curvar aún más su espalda apoyando mi mano en su espalda baja mientras mi otra mano apretaba su cadera, para se precisó ese huesito que se nota más al estar en esa posición, deje salir diversos gemidos de mi boca , en verdad se sentía muy bien, su espalda se pegó completamente a mi pecho y mi mano bajo desde su cuello acariciando su abdomen y al final llegar a su miembro duro y comencé a estimular este con fuerza mientras mis caderas seguían ese movimiento fuerte – oh …ahhh- deje salir de mi labios y lo empuje hacia la cama dejando que quedara el boca abajo, lo tome por el cuello y puse fuerza en este, sujete su cadera con mi otra mano levantándola un poco- Asi…- y cuando tuve esa hermosa escena frente a mi penetré de forma dura y fuerte el ano de ese chico, dándole no sé si dolor o placer pero eso a mí me había encantado.