Ryssa A. Kirgyakos

por **Ryssa A. Kirgyakos** Jue Ago 08, 2013 4:59 pm

La dulzura, cuando es sincera, es una fuerza invencible

Nombre Completo:
Ryssa Artemisa Kirgyakos.
Edad:
Diecinueve.
Orientación sexual
Heterosexual.
Nacionalidad
Griega.
Fraternidad
Gamma Phi.
Cumpleaños
26 de julio.
Carrera
Cinematografía.
PB:
Jessica Lowndes.
Gustos
# Amante de la historia del cine, una verdadera apasionada que ha seguido desde su juventud todos los géneros de éste, más aficionada sobre todo al cine negro.
# Adora pasar las noches en una taberna, un bar, jugando a las cartas y bebiendo. Es una amante de la mala vida.
# Le gustan los días de lluvia, verlos a través de la ventana..
Disgustos
# No intentes decirle que puede o no hacer porque sino probablemente acabes con su puño estampado en la cara, pero, ¡eh!, ¡de buen rollo!
# Dile a verdad aunque le duela, aunque la destroces. Su lógica es aplastante: ella puede mentirte, TÚ a ella NO. Nadie dijo que la vida era justa y a su lado menos.
# Detesta que alguien del que ella se burle sea objeto de bromas de otros; sí, es toda una hembra posesiva.

Manías
# Cuando se enfada, en su mejilla comienza a palpitar un músculo, un tic nervioso que demuestra que su paciencia esta a punto de agotarse y que podría saltar cual gata salvaje en pocos segundos.
# Caminar de un lado para otro sin tumbo fijo y haciendo círculos cuando necesita asimilar alguna noticia o tiene que comprender algo.
# Si miente no puede sostener la mirada de la otra persona, sin embargo ese gesto delator lo cubre con una deslumbrante sonrisa angelical que haría pasar por algo cualquier cosa.
Enfermedades
S

-Descripción Psicológica:

A grandes rasgos se trata de un mujer brusca, posesiva y dominante. Todo lo que ha conseguido en su vida ha sido a base de ganárselo por sus propios medios o por la fuerza, esta acostumbrada a los retos, a las cosas difíciles.Los pies puestos en el suelo, la cabeza en las nubes. Nadie que observase por primera vez a Ryssa asestaría a acertar que es una arma de doble filo. Tiene ese magnético y salvaje aura envolviéndola, siempre una lobuna sonrisa cincelada en sus labios que raya entre la espontánea simpatía general y la constante burla. Da la sensación de ser una bestia a punto de estallar en cualquier momento, imprevisiblemente nunca se sabe si lo hará a carcajadas o estampando los puños en la cara de alguien solo por mera diversión.
En realidad, Ryss es una mujer de fácil trato, si la invitas a una cerveza probablemente encuentres a tu mejor amiga, si agregas una cerveza será tu fiel y leal camarada. No hay dobles intenciones en ella, todo lo que piensa lo dice en voz alta, olvidándose si es apropiado o no; una virtud o un gran defecto, depende de los ojos de quien lo mire.
Es una mujer de armas tomar pero no la mueve el orgullo, ni siquiera la vanidad, ella busca entretenimiento. Piensa que nadie esta para frenarla, que en esa vida no hay reglas y se impone la ley de la selva; sobrevive el más fuerte y ella esta dispuesta a tranformarse en el lobo feroz, vencer y reírse a costa de los perdedores. No es maldad, simplemente piensa que si ella ha podido hacerlo, los demás también; quién falla es porque no ha dado todo lo que podía, nadie te va a regalar el mundo, tienes que devorarlo tu mismo, solo hay que proponérselo.
Por naturaleza es sobreprotectora aunque no es algo que se moleste en reflejar, ni siquiera es capaz de ser especialmente cariñosa o amable, simplemente cree que eso no le sale natural, es más de dar una palmada en la espalda, sonreír, una broma y escaparse a echar un trago. Nunca se preocupa por el mañana, más que nada porque nadie le dice que vaya a sobrevivir un día más, puede que ese sea el motivo por el que bebe como si fuera su último día sobre la faz de la Tierra. Al menos eso le otorgó un buen aguante al alcohol.
No comparte sus problemas ni sus pesares, tampoco sus preocupaciones, se limita a buscar una distracción y esperar a que su yo del futuro se encargue del problema.
Es una mujer de un gran instinto posesivo: lo que es suyo, es suyo y no hay más que hablar. Se la podría tachar fácilmente de ser celosa. Las pasiones la arrastran irremediablemente aunque por suerte o por desgracia siempre ronden en torno a un vaso de alcohol o a las olas.
Si hay algo que caracterice a Ryssa es su gran seguridad en sí misma. Rara vez titubeará ante algo, dudará o se pensará las cosas dos veces, lo mejor que sabe hacer digamos que es actuar y así lo demuestra ella en todo su esplendor.
Realmente no es muy dada a tener exceso de relaciones afectivas ya que amistosamente hablando tendrá muchos colegas pero ella solo considera hermanos y amigos a unos pocos, ¿románticamente? Bueno, ha ido de cama en cama y le divierte, no sabe muy bien como sería tener una relación estable y ha tenido más bien escasas a lo largo de su vida. Aun así es un muchacha leal a su palabra, impulsiva e incluso fiel aunque ella mismo desconoce la mayoría de sus virtudes pese a la arrogancia que pueda destilar por su boquita de piñón.
-Historia:

Si dijésemos que la vida de Ryssa ha sido el cuento de hadas que ella quiere demostrar a todas horas, nada se alejaría más de la verdad. Pocas veces separa los labios para hablar de lo que una vez fue en su pasado, de la vida que tenía o de como se las arregla para llegar a fin de mes. Nadie tiene la necesidad de conocer quien es su familia o si ella se encuentra bien o mal. Es asunto suyo.

Nació en el seno de una mujer de alterne bajo el estigma de bastarda. Circe Kardaras, una muchacha griega sin fortuna, abandonada a su suerte, encontró consuelo bajo los fajos de billete de un importante empresario de Grecia. ¿De su unión? El resultado tuvo nombre y apellido, Ryssa Artemisa. El hombre sin identidad jamás reconoció su paternidad, ni siquiera ante los ojos obvios de Circe que tuvo que sacar adelante a una niña ella sola.
Trató de recurrir y buscar ayuda en cualquier parte pero las puerta de su propio hogar le fueron cerradas en la cara y ella no tenía medios para mantener a alguien más aparte de ella. Su decisión fue dar en adopción a la pequeña; nunca se enteraría de que fue la hermana de su amante, el verdadero padre de la criatura, la que se llevaría la custodia. Ironías de la vida de las que nadie sería consciente jamás.

Dysthea Kirgyakos adoptó a una niña, aceptando su verdadero nombre y dándole su apellido. Una mujer sumergida en un matrimonio roto que trató de darle vida con un bebé. No funcionó y tanto Dysthe como su marido descuidaban a la criatura, dejándola con Iona, la niñera. Fue ella quien se encargó de la crianza de Ryss, dándole unas alas a una niña a la que acostumbraron con todos los lujos y caprichos, sin embargo sorprendía el hecho de que eso pareciese que era lo último en importarle. Iona fue quien le dio una base, sus principios, su primer día en su hogar y logró que Ryssa empezase a jugar con unos niños que se reunían allí, de los suburbios. Obviamente a su madre adoptiva que estaba entre los trámites del divorcio poco le importaba lo que ella hiciese o dejase de hacer. Y así es como la pequeña Kirgyakos creció, apartada del que debía llamar su hogar para sumergirse en la selva de asfalto. Encontró a sus mejores amigos a pesar de que en aquella banda solo hubiese personas problemáticas pero para empezar con unos principios más nobles de los que ella conocería nunca. Iona estaba orgullosa de que su protegida se hubiese adaptado tan bien a aquella gente tan fuera de su entorno y aunque fuese cerrada y violenta ya desde aquella tierna edad, era más feliz con ellos que en su propia casa.

Y de repente, un día, sin venir a cuento, Dysthea quiso interesarse por su vida. Escandalizada por lo que se encontró cuando miró a su hija, demasiado mayor para atarla, la envió lejos de Grecia. Ryss acabó perdida en las calles de California, apenas sin comprender un idioma, sin saber que hacer separa de todo aquello que había conocido. Y cuando se suponía que debía ir a un internado, ella se desvió del camino. Tomó sus pertenencias, sus ahorros y acabó buscando un trabajo. Dysthea no sabría mucho de ella, sin embargo regularmente Ryssa llamaba a Iona para informarla.

A día de hoy la vida de Ryssa es algo más calmada. Trabaja como camarera, se paga un apartamento que apenas pisa y vive prácticamente en la universidad, intentando cumplir su sueño de convertirse en directora de cine y que la gente se quede boquiabierta cuando se den cuenta de lo que la pequeña Kirgyakos ha conseguido sola. Apenas guarda relación con su país natal solo llamadas a viejos amigos mientras trata de escapar a la persona que su familia adoptiva quiso crear; ahora se limita a sacarse las castañas del fuego y sonreír. Todo esta demasiado tranquilo y ella trata de no preguntarse cuanto durará todo.

-Datos Extras:
# Tiene un tatuaje en las costillas, con tinta oscura y elegante caligrafía que reza: "He who makes a beast of himself gets rid of the pain of being a man." Su traducción sería: "Quién hace una bestia de sí misma, se deshace del dolor de ser un hombre".
# Se le da bastante mal la empatía, pero hace el esfuerzo.
# Quiere encontrar su sitio, ni más ni menos, durante toda su vida ha estado sin saber exactamente como sería el término "sentirse como en casa". Ryssa quiere encontrar ese lugar al que pertenecer, donde ser ella misma sin hacer falta que se defienda del mundo con su lengua afilada.
# Su sueño es ser una gran directora de cine y aunque se le nota a leguas por la carrera que ha escogido estudiar, nunca lo dice en voz alta, cree que al ser como un deseo, se le escapará de entre los dedos si lo habla. Es su secreto a voces.

+ - Código por Vallery Deyöurs- +

por **Aaron F. Ryder** Jue Ago 08, 2013 5:38 pm

Ficha Completa

Bienvenid@ al foro. Tu ficha ha sido aceptada, ahora puedes realizar los registros, al termino vuelve a postear aquí mismo y procederemos a darte color. Esta medida la estamos  tomando para mantener unos registros más ordenados c: 

por **Ryssa A. Kirgyakos** Jue Ago 08, 2013 6:30 pm

Dicho y hecho, todos los registros completados Smile

por **Aaron F. Ryder** Jue Ago 08, 2013 6:36 pm

Aceptad@!

Bienvenid@ al foro. Sé activo, sigue las reglas, rolea mucho, pero sobre todo esperamos que te diviertas!

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