¡Happy birthay, my honey! [James]

por **Till Veksler** Mar Ago 06, 2013 8:55 pm

Y me había despertado temprano gracias a las bendiciones de la alarma de mi celular. Era un día especial y no es por emocionarme ni sufrir de orgasmos, pero realmente lo era. Tomé mi cartera, celular y llaves. Bajé corriendo las escaleras del edificio Kappa Tau y me aventuré en las calles de la ciudad, compré un pequeño pastel que según la descripción era individual, lo elegí de fresas con crema batida y trozos de chocolate. Si me gustara el pastel, juro que lo devoraría sin que llegara siquiera a la Universidad.

Me detuve en una tienda muy especial y compré algo muy especial. Estaba emocionado, jamás en mi vida había hecho algo como así y me sentía feliz de hacerlo para alguien que lo merecía de verdad. Regresé a la universidad aventurandome en la jungla de la Fraternidad y subiendo hasta los dormitorios. Primero lo primero, eran las 8 de la mañana y por supuesto que Jimm no se despertaba a esa hora. Entre a bañarme y me arreglé, cuando llegué con la toalla enredada en mi cintura no sabía ni que ponerme de la emoción. Terminé tomando mis botines, un pantalón de mezclilla y una camisa, ya que mi cabello estaba en su lugar. Me dirigí a esa linda cama donde yacía mi Jimm, era tan lindo dormido, por un momento me pareció adorable y me daban ganas de despertarlo a besos, pero no. Soy Tillen Veksler y así no se despierta a alguien como James. Sonreí a mis adentros y dejé el minipastelillo a un lado, encendí la luz, me subí sobre él y comencé a bailar y saltar -Woouuu - reí brincoteando sobre su cama, tan inspirado estaba que me quite la playera y la lancé a un lado gritando como loco, me desabroché el pantalón y casi me lo bajé, pero era mucho solo para su cumpleaños (?). Ya luego el daría ese regalo -Vamos, honey ¡despierta! ¡despierta! - no dejé de brincar

por **James A. Lawrence** Jue Sep 19, 2013 2:50 pm

Cuando llegué a la ciudad conseguí un trabajo terrible que, pese al desagrado que me causaba, ayudó infinitamente a mantenerme. Lo último que quería era ser barman, pero estaba el trabajo allí, a la palma de mi mano y pues... Lo tomé. Sin embargo, el tiempo pasó y mi cuerpo a gritos me pedía descanso. Sentía que trabajar y estudiar a niveles tan altos no era compatible, por lo que decidí abandonarlo. El dinero no me faltaba, siempre tenía más que suficiente, pero ese no era el punto... Trabajar me hacía sentir independiente. Más de lo que ya verdaderamente era, así que a los meses decidí regresar y hablar con el dueño del bar para que considerara mi re-ingreso... Aunque pareció ser en vano tanta súplica.

Quién decide irse debe comprender que no volverá a haber espacio para él - respondió con una sonrisa ganadora en su rostro. Viejo sucio... El trabajo que yo realizaba era excelente, es más, era uno de los mejores, de los más destacados... Pero su deseo de mantenerme lejos siempre fue evidente, quién sabe por qué. Al marcharme le di en el gusto y ahora parecía no haber vuelta atrás.

Bien, como desee - contesté resignado, intentando controlar la impotencia que me generaban sus palabras, además de la repulsión que me provocaba su rostro. Quizás no volver allí era una de las mejores cosas que me podía pasar.
Habría sido genial salir y dejar a mis espaldas un gran portazo, un insulto, un golpe... ¡Algo! Pero vaya, pese al mal trabajo que habían hecho mis padres durante mi adolescencia, algo de educación me había otorgado cuando niño y me frené a hacer un escándalo de crío. No, no podía caer tan bajo, así que tranquilo regresé a la fraternidad y me dispuse a fermentar sobre la cama.

Mmm... - murmuraba mientras me dejaba vencer por el sueño. Comencé a pensar que tal vez de manera inconsciente conseguiría algún tipo de respuesta ante mi necesidad de saber cómo avanzar. Hacia dónde ir, cómo... Hacer qué. Finalmente no supe más de mi aquella noche. Estaba tan cansado que ni siquiera tenía presente que al día siguiente era mi cumpleaños.

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¡¡Qué sucede!! - me exalté por completo cuando sentí que alguien se montaba encima mío. ¿Un incendio? ¿Un intento de asesinato? ¿Habían entrado a robar?... Claro, claro que no. De haber sido cualquier otra persona habría refunfuñado, maldecido e invocado a Satanás por despertarme de aquella forma... Pero no era cualquier persona, sino que se trataba de Till... Mi querido Till.

Cariño - murmuré mientras intentaba enforcar la vista sobre él. Parecía tan emocionado y tan... Desnudo(?) que comencé a reír. Amaba su personalidad, su forma de ser... Me volvía loco, aunque así, un tanto dormido no podía disfrutar como debía - Qué te urge, por qué me despiertas así... - pregunté mientras estiraba una de mis manos hacia su polera y la tiraba hacia su torso desnudo.

por **Till Veksler** Vie Sep 20, 2013 5:36 pm

Seguí brincando hasta que Jimm se despertó, no dejé de saltar ni un momento. Sonreí amplo al mirarlo adormilado bajo mis sensuales movimientos(?). Terminé dejandome caer sobre el y clavandole un beso en los labios -¿Qué no sabes? ¿En qué mundo estas? hoy es tu cumpleaños - sonreí con amplitud jalando sus mejillas esperando a que despertara bien.

Si, tenía sueño y es que sólo a mi se me ocurre ponerme de ebrio una noche antes del cumpleaños de James, pero la desvelada pensando en un regalo para él había valido la pena. Quizá despues de bañarse iríamos a algun lugar o nos quedaríamos allí, daba igual, yo sólo quería un día completo a su lado -Carajo, que cara tienes - Reí mirandolo, tenía una cara de cansancio, sueño y flojera que nunca lo habia visto así. Seguí jalandole las mejillas -Buenos días, amorsh(?) -Reí y me bajé de sobre él. Me volví a vestir, me quedé abotonando la camisa y luego el pantalón -¿tienes hambre? yo si - me estiré y luego bostezé suave -¿crees que ya hayan abierto la cafeteria? da igual, pienso ir a comprar algo a un starbucks -

me acerqué a su bola de ropa y saqué lo primero que me encontré, lo dejé extendido a un lado de su cama -¿te vas a bañar o quieres estar hoy de puerco? - reí y cogi mi cámara fotográfica -no me dió tiempo de comprar velitas, así que ni modo - y le solté el flashaso en la cara. Sonreí mirando el resultado que aparecia en la pantalla de la cámara fotográfica -Te vez tan sexy con esa cara de semidormido, que podría violarte -
le mire con atencion sonriendo y luego tome el pastel entre mis manos llevandolo justo al frente de Jimm -Pide un deseo

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