No fue por un mal entendido, fue por mi mal genio [Sasha-Privado] +18

Estaba en una tranquilidad inmensa era la persona más tranquila de este mundo… fuera de la casa, fuera de la escuela, aun no creía lo que se había convertido mi casa, era una pocilga con todo lo que representaba la maldita fiesta que estaba armando Lyov, detestaba estar ahora en mi casa, era mi único escondite saliendo de la universidad y el shika ese lo hizo el lugar más detestable, parece una casa de citas, pero de mala calidad, tiene el gusto más pésimo de todos, ahora ya no estaba del nada feliz con él, cualquier día que se acerque a mí lo mataba, juro que lo mato si llego a casa este día a la casa ya me aburría en realidad hablar de esa fiesta. Así que por el bien de nuestra sociedad evite llegar a casa.

Así que lo primero que hice al terminar clases fue subir a mi coche, un Aston Martin One-77 del cual era uno de mis favoritos para sacar a pasear pero no para correr, así que solo presumía con él en realidad, pero ahora no quería hacer eso, ahora lo que quería era acelerar y salir de la ciudad un momento, alejarme seguir adelante, estaba molesta conmigo misma igual por no lograr lo que venía a hacer a América, y estar perdiendo tiempo con el idiota de mi socio, estaba molesta con mi “primo” estaba ya cansada de mis estudiantes que se quejaban todo el tiempo en vez de sobresalir, quería algo que me mantuviera fuera de mis pensamientos y lograra mantenerme con la cabeza fría, antes de hacer una total y completa locura.

Salir del país no era una opción, ni tampoco del estado, no podía alejarme mucho, así que el único lugar que se me ocurría al respecto era simple y sencillamente el mirador, a las afueras de la ciudad por una gran súper autopista. Olvide por completo los semáforos, hasta llegar al mirador derrape en la colina casi chocando con los demás autos y eso me dio mucha risa porque todos estaban asustados, solo me acomode en el lugar lejos de esos un rato y me baje del auto para sentarme en el capo, así de lejos se podían ver las estrellas y me agradaba… por el momento estaba calmada, jugando con el cigarro en mis dedos.

Parecía que no estaba de suerte esta noche porque al instante comenzaron a llegar algunos carros a mi alrededor, no era justo en lo absoluto, estaba en el lugar más alejado de todos y los demás llegaban como si esperaran que tuviera compañía, realmente no lo quería y me daba siquiera algo de pereza estar a su lado. Así que por acto recuente, tome el encendedor y prendí el cigarro que tenía en las manos, con el cual había estado jugando ya varios minutos, me gustaba jugar siempre con lo que me llegaba a gustar, solo para hacer un poco de emoción al asunto. Cuando un BMW llego a estacionarse al lado mio… era… no se no le preste atención del todo, solo me incline un poco hacia adelante y puse el cigarro en mis labios para dar una calada y poder seguir con mi cigarrillo.

-hola…

Dijo él en tono bajo y eso hizo que yo le mirara, era un hombre el que estaba en el auto, sobre el capó y sin acompañante, levante una ceja y deje el cigarro fuera de mis labios sosteniéndolos con mis dedos de la mano izquierda —Hola— salude de igual manera, que estuviera enojada no significaba que  debiera ser descortés, pero aun así… na no me importaba lo que él estuviera haciendo realmente.

Volví mi mirada al cielo donde se encontraban las estrellas,  estaba tan molesta que se me olvidaba incluso tratar mal a la gente, no que se me olvidara  solo que mi humor era lo que me tenia de esta manera confundia —¿Me vas a mirar toda la noche acaso?—

Rodee los ojos cuando hizo un comentario de mi mal día… y medio sonreí cuando fue una mala vida, lo que me hizo sonreír y lo deje así poniendo el cigarro nuevamente en mis labios, acomode mi cuerpo en el capó acostándome en este y apoyándome con los tacones para mantenerme en este porque me resbalaba debido a que estaba un poco inclinado, él parecía sumamente tranquilo a mi tajante pregunta. Lo que hizo que volteara a verlo.

Lo mire de pies a cabeza, así acostada y me recargue en de lado viéndolo como volvía su vista al frente, suspire y me incorpore para levantarme y ponerme del lado del carro —Fue un mal día… pero mi rudeza siempre es así no te sorprendas, cualquier buen día hubiera resultado igual — me cruce de brazos e hice una mueca para volver mi vista al cielo, baje la mirada luego y saque mi paquete de cigarros, tal vez no fumaba pero era algo mínimo que podía hacer ya después de todo ese discurso que hizo.

—Puedes tomar uno si quieres, ya que parece que igual no has tenido buen día… con ese tono de voz— levanta los hombros —Además que yo no fui nada amable contigo al principio no tienes por qué tratarme bien—

Me cruce de brazos una vez que tomo el cigarro, que podría decir, no había mucho que pudiera decir de él. Se veía un hombre maduro, un poco más calmado realmente pero no le daba una impresión de que fuera de esos que andaban en el mirador para conocer chicas, que era lo que hacían realmente acá arriba, y era tener sexo, se podía notar por las ventanas empañadas y entre otras cosas, yo también tuve mis momentos de hormonas en la preparatoria y en la universidad, aun los tengo pero no como esos chicos, había aprendido a eliminar el pudor y que el carro a pesar de que era un lugar divertido para tener sexo, en el mirador no era el mejor lugar.

—¿Hospital? Eres paramédico acaso… no espera por el auto que conduces no creo que seas paramédico… Int… no interno no — me di la oportunidad de ver el carro era un hermoso carro BMW c30 en lo particular eran de esos típicos carros elegantes no muy lujosos pero si elegantes, bufe al terminar de revisar el carro, di la vuelta entera a este y tome el cigarro para darle una calada, lo vi de frente y extendí mi mano derecha para estrechar su mano —Vikctorya— sonreí con arrogancia luego de eso, tenía buen gusto eso no lo iba a negar para nada.

Lo tenía frente a mí y ladie la cabeza con el cigarro en la mano derecha, y la izquierda en mi cintura —Debes de ser un médico con un puesto muy importante dentro del hospital si manejas este carro pero al mismo tiempo no tienes muchos años de servicio aunque no importa — bufé con la misma sonrisa de antes —Debes de trabajar en emergencias… o cirujano para detestar tu trabajo a que te canse y odies a las personas dentro del hospital o eres el que se encarga de los seguros médicos de seguro—

Me cruce de brazos al igual que él, escuchando de donde pertenecía en realidad, era médico, jefe de urgencias y hacia maestría en Brown, era cosa curiosa realmente, que no pude evitar sonreír irónica e inclusive resoplar al hecho de que vinera de la misma universidad de donde daba clases —Supongo no tomas en si una maestría más básicamente en Cardiología— deje el cigarro caer hasta el suelo y lo pise con facilidad para apagarlo, aun podía fumar de él pero no tenia ya ganas de hacerlo, solo el chico frente a mi había logrado captar una parte de mi atención.

—Soy profesora de Brown… la profesora Barishnikova, si eres el jefe de urgencias abras ya socializado con algunos de mis alumnos, mis torpes alumnos como cualquier buen interno— levante los hombros y moví mi mano como si intentara echar aire a mi rostro pero en verdad me burlaba de los pobres estudiantes que tenía —No me tomes a mal pero eres alguien temido entre mis alumnos y eso me gusta bastante —

Carraspee en mi garganta tratando de no seguir riendo, mire hacia otro lado al escuchar un ruido y era un par de adolecentes ebrios que iban pasando, los mire de mala gana por la forma en la que me miraban, me relamí el labio con ganas de ir a molestarlos por pensar siquiera que yo podría dedicarles una mirada lujuriosa, pero por el momento tenía otros planes —¿Cuál es la maestría que estudias? — pregunte sin mirar a verlo siquiera, por tratar de intimidar a esos chavales hormonales.

Por fin cuando los adolescentes se marcharon, voltee a ver a Alex… dijo que se llamaba así o eso creo haber entendido, se apellidaba Thomson eso si lo sabía, pero no sabía ninguna otra cosa al respecto, pensé que era un hombre más maduro, pero en realidad no, parecía de mi edad un poco más grande quizá, era totalmente otra persona a la que había imaginado —Alguien debe de aventarlos al mundo real, porque cuando la maestra les dice lo que es capaz no le creen y hasta que el jefe de urgencias les ha mangoneado y sermoneado por hacer las cosas mal es ahí cuando toman encuentra a la profesora—

Me parecía irónica la situación pero no iba a hacer nada al respecto —Por la forma en que hablaban de ti pensé que eras un poco más bajo, feo, y con un ojo tuerto, pero solo eran malos entendidos— sonreí al fin de cuentas, no era para nada feo, era de una fisionomía interesante, mi mal humor se había esfumado y todo al presar atención al auto que conducía y la palabra “hospital” tenía prioridades y estas eran poco comunes en estos días, iniciando por sangre, sexo-cardiología, iban de la mano no podía enviarlo, no sabia aun que era mas importante, de la sangre me excitaba y tenia sexo o de la sangre me excitaba y habia una cirugía que atender era simple retorica realmente.

—¿Traumatología? Vaya… nunca me ha llamado la atención pero hay buenas técnicas para ocaciones importantes en que el corazón no debe de operarse, pero no no es lo mio, estoy bien como estoy hasta el momento… además odio se jefa de algo o alguien en el hospital siempre salen problemas y odio lidera con la gente— medio sonreí y levante los hombros para ponerme a su lado —Creo es obvio pero yo soy rusa—

Que fuera a ponerse una chaqueta era un poco exagerado en mi opinión, no hacia tanto frio, yo llevaba apenas una blusa de mangas de tela de seda y estaba fría por la temperatura pero no sentía la necesidad de cubrirme, al contrario esto me relajaba y me hacía sentirme mejor, suspire al momento que regresaba volví a prestar mi mirada a él —Yo cumplí 26 hace poco… así que no es mucha la diferencia de edad— sabia que no se veía tan viejo después de todo, rei para mi sola y voltee a verlo.

—Ósea que si yo hubiera sido tu cardióloga no tendrías miedo… eso es interesante— levante una ceja haciendo una sonrisa de medio lado y moví la cabeza hacia el lado que torcí mi sonrisa —Soy hermosa lo se, suena vanidoso pero se los efectos que puedo causar en los hombres en ocasiones— me mordí el labio mirándolo a los ojos y volví a sonreír —Me gusta llamar su atención—

Por ultimo mire hacia adelante y mi atención se centró en los arbustos, ya no tanto en el cielo o el frió, y sobre todo que nadie nos estuviera escuchando o viendo —¿Tienes alguna enfermedad cardíaca?— solté la pregunta de golpe luego de unos segundos —Seria la uncía razón a que le temas a la palabra…—

Rei llevando mi uña del dedo índice a mis labios y rei, como esta era larga la medio mordí con mis dientes y levante los hombros para demostrar mi poco interés hacia mi edad —Lleve unas materias adelantadas, un año adelantada aparte en la universidad, para mi esto es mi pasión y se volvió algo que respiraba, dormía y comía que acabo de terminar prácticamente todo mi servicio en general, hace un año así que aquí estoy— levante las manos abriendo las palmas y medio volví a sonreír con algo de malicia —En un país lejano enseñando… realmente creo que el rector se interesó más en mis piernas que en mi conocimiento pero no importa me gusta imponer miedo, o sencillamente imponerme.—

Me relamí los labios y suspire para ponerme frente a él, parecía que se congelaba, y era obvio que él no conocía el frio de verdad, esto para mi era un nada comparado a Siberia, pero ese tema no lo tocaría, seria ridículo —No hablemos de trabajo entonces hablemos de otra cosa…— camine dos pasos hacia adelante para quedar a escasos centímetros de él —Solo para llevar el registro que es sumamente importante para tomar mi decisión… ¿tu enfermedad te impide realizar actos que lleven tu ritmo cardiaco al limite como correr, brincar, moverte… u otro tipo de acciones como estrés o sustos de alto riesgo—

Levante ambas cejas y le mire directo a los ojos para luego pasar mi mano por la orilla de la falda que llevaba puesta para sacar de esta la blusa que llevaba fajada, me mordí el labio esperando a que me contestara, pero en realidad yo ya comenzaba a desvestirme —Si estas a mi disposición entonces debo de hacer algo con eso… quisiera quitarte el frio que tienes y conozco un método que requiere juntar nuestros cuerpos y no precisamente se requiere ropa en el acto— al terminar de decir eso, yo ya había desabotonado la blusa y se podía ver a la perfección el sostén de encaje azul que llevaba debajo de este, acto seguido quite subí mi falda solo mostrando los ligueros que llevaba y solo desabroche uno, para que él si era cierto que estaba a mi disposición me quitara el otro, las bragas y me hiciera gemir.

No me resistí para nada que me atrajera hacia él, al contrario tenía la esperanza de que lo hiciera, dejaría los ligueros como estaban si eso era lo que él quería, quise besar sus labios pero no me lo permitió, en vez de eso comenzó a besar mi cuello y sostener mi trasero cosa que no me parecía de todo mal. Me relamí los labios nuevamente, di un pequeño brinco para subirme en su cadera sujetándome de mis piernas para no caerme, atraje entonces sus labios a los míos y comencé a besarlo con lujuria interponiendo mi lengua entre sus labios y así atrapar la lengua de él.

Dure así un rato pasando mis manos por su cuello, por su pecho, desabotonado su camisa y me separe para tomar algo de aire —Entonces nunca te asustare— puse mi dedo índice en sus labios antes de que siguiera con el beso, pretendía estar aquí por un tiempo pero si él tenía otros planes… —No me molesta tener relaciones en cualquier parte, me excitan los autos, pero si tú quieres ir a cualquier otro lado yo estaré dispuesta a ir a donde tu quieras—

Aleje mi dedo y acerque mis labios nuevamente para succionar su labio inferior entre estos, me separe lo suficiente para verlo a los ojos y esperar su respuesta.

Se notaba que entre ambos ya estábamos, con ese libido saliendo de nuestro cuerpo, no voy a mentir, mi animo era el mas amplio para tener sexo en cualquier momento, y ahora que estaba un tanto enojada sera un sexo muy reconfortante en realidad, sexo casual con un extraño, nada fuera de lo normal un poco principiante al parecer, estos estadounidenses no eran nada de lo que decían o aparentaban ser en ocasiones. Entre al auto dejándolo de lado, a que yo subiera, no hice nada cuando me nalgueo, solo me excite un poco más. Dejo que subiera yo pero debía de esperar a que él lo hiciera, medio sonreí cuando entro y solo se sentó como esperando a que pasara algo.

Me subí la falda dejándola hasta mi cintura, y luego me incline para besarlo, la parte de atrás es mucho mas cómoda, y realmente podías hacer mas espacio, el éxtasis de estar dentro de un carro era solo para contorsionistas expertos y que conocieran los placeres que esto provocaba —Relájate... se que esto te gustara— toque el bulto de su pantalón y sonreí de medio lado, para besarlo con lujuria —Seré gentil y apasionada— abrí la bragueta de su pantalón y le quite la hebilla del cinto para liberar su excitación de sus pantalones, que vaya lo necesitaba, me incline más, quitando sus boxers de por medio y así comenzar a chupar su miembro rápidamente, no quería perder el tiempo en gentilezas, aunque me lo hubiera pedido yo quiero algo más que algo "gentil" ya no era una colegiala para estar dándome el lujo de esperar a que se me mojaran las bragas y a ver si decidía abrir las piernas. Yo ya sabia lo que quería.