Don't forget about us [Dylan A. Cooper]

Era un día común para cualquier persona excepto para ella. El hecho que cumpliera un año más de estar casada con Dylan cambiaba todo. Aún no podía creer que desde aquel entonces 3 años habían pasado ya, no sabía cómo pero a pesar de todos aquellos problemas que por algún momento llegaron a ser un obstáculo es sus vidas, su amor seguía intacto o al menos ella aún sentía las mariposas revolotear su estómago cada vez que lo tenía cerca. Estaba más que agradecida por la vida que llevaba, su familia era y sería por siempre su mayor tesoro, su todo. Si por ella fuese, le hubiese gustado haber preparado algo más ideal para aquella fecha tan significativa para ambos pero la universidad y el papel de madre que tenía que cumplir carcomía la mayor parte de su tiempo, apenas y podía con ella misma. Annia y Caleb pasarían la noche en casa de sus abuelos mientras ella sorprendería a Dylan cuando la viese llegar a su trabajo, tenía planeado raptarlo o algo parecido, por supuesto, él no sabía nada.
Iba en la parte trasera del taxi asomando parte de su cabeza en la ventanilla absorta en sus pensamientos tratando de terminar armar su plan mientras miraba las calles y a las personas que las recorrían a su paso, no podía evitar disimular su felicidad al saber que faltaba muy poco para llegar, hasta que de pronto escuchó su celular sonar, era el sonido de llamada. Todo pasó tan rápido. Abrió su bolso revoloteando entre sus cosas en busca de su celular cuando de pronto escuchó al taxista gritarle “¡sosténganse!” mientras al mismo tiempo un fuerte impacto movía todo su ser, ella por inercia cerró sus ojos con fuerza llena de miedo, su corazón palpitaba una y otra vez, imágenes de sus hijos, de Dylan pasaban por su mente, imágenes que se borraron en el momento que recibió un fuerte golpe en la cabeza haciéndole esto perder la conciencia.

Una semana había pasado de aquel suceso del cual Destiny no recordaba absolutamente nada. Había despertado en la cama de un hospital sin siquiera saber su nombre, “Destiny Devonne, pero me gusta más Devonne” había escuchado decir de los labios de aquel hombre que desconocía no hasta que le informó que se trataba de su padre. Pero ¿Qué era lo que había ocurrido exactamente? ¿Dónde estaba Dylan, Annia y Caleb? ¿Qué era lo que sus padres le habían dicho?.
El fuerte golpe que recibió en la cabeza durante el accidente había ocasionado que perdiera la memoria. Justo antes de que Dylan lograra verla, su padre se encargó de alejarlo de ella, le amenazó. Si quería seguir viendo a Destiny tenía que seguir sus reglas. Pasaría toda una semana con ellos, se encargarían de informarle poco a poco de todo lo ocurrido en los últimos años, no querían que todo fuera tan repentino para ella o a cambio él se encargaría de quitarle los niños, porque contaba con los suficientes medios para hacerlo y se la llevaría lejos. A Dylan no le había quedado de otra que aceptar, aunque pensándolo bien, no había nada malo en aquella propuesta, lo que no sabía era que todo era un plan con maña. Durante esa semana se había encargado de amoldarla a su semejanza es decir, no había sido del todo honesto con su hija, la mayoría de las cosas que le había dicho eran mentiras haciendo despertar en ella un carácter distinto, ahora el cómo se encontrara vestida, si sus zapatos combinaban o no le era importante.
Y ahí estaba, tocando la puerta de la que según era su casa con las maletas a un lado de sus pies. Estaba a punto de ver a la familia que conocía hasta ese momento solo en fotografías. No estaba feliz ni mucho menos asustada, sólo tenía curiosidad de saber cómo había terminado así, casada y con hijos siendo tan joven “¿En qué estabas pensando Devonne?” se había preguntado más de una vez. Y sin lugar a duda quería darle fin a aquella situación.

Destiny se asustó cuando de la nada los pequeños abrieron la puerta y se lanzaron para abrazarla a la altura de su cintura. Ellos hablaban tan rápido y a la misma vez que le complicaban el lograr entender lo que decían. Era raro, se sentía al igual que un extraño cuando recibía tanto afecto de alguien que desconocía totalmente, ¿Qué debía hacer?, lo menos que esperaba era que la recibieran de esa manera, estaba perpleja, absorta, hasta en el momento que escuchó a Dylan decir su nombre, fue entonces que dirigió solo unos segundos su mirada a él, atrayéndola aquellos ojos color celeste, inclusive era más apuesto en persona.- Devonne, dime Devonne.- Desde que sus padres habían comenzado a contarle parte de su historia había preferido que la llamaran así y es que no era que su primer nombre no le gustara, simplemente sentía que esa Destiny no existía más y para no tener que liar con aquel remordimiento optó por su segundo nombre, cambiando también su look, su cabello ahora le llegaba a la altura de los hombros y vestía más formal. Sonrío de medio lado y se dispuso a dar unos cuantos pasos para entrar a la casa aun teniendo a los niños abrazada a ella.- Supongo que tú debes de ser Anastasia y tú Caleb, yo los hacia un poco más pequeños.- suspiró recordando las fotografías que su madre le había mostrado, al parecer esas fotos ya tenían un tiempo de haber sido tomadas. Era sorprendente notar los rasgos similares que tenían a ella aun cuando no se conocía del todo.- Anastasia que hermosos ojos tienes y tu jovencito eres muy apuesto.- sonrió separándose de ellos para mirar y caminar  a su alrededor, la casa no era muy grande y tampoco contaba con tantos lujos más sin embargo se hacía notar el  ambiente tan cálido y acogedor. Se dirigió a él.- Y bien, ¿Podrías decirme dónde dormiré? Pero antes que nada, ¿Podrías ayudarme a subir las maletas?.

Destiny suspiró al notar como los niños la miraban confundidos escondidos detrás de su padre, como si existiera cierto temor hacia ella; había pensado que las cosas serían más fáciles, pero por más que intentaba poner de su parte parecía que lo arruinaba, quizá su plan no estaba funcionando; no quería que sus propios hijos se sintieran incómodos con su presencia, sólo esperaba que le tuvieran un poco de pasciencia pues todo aquello ahora era totalmente nuevo para ella y no sabía absolutamente como comportarse con ellos. No se movió de su lugar, estaba de pie mirando a los niños con una sonrísa en el rostro, solo quería ser amable después de todo ellos no tenían la culpa de nada.

Ok Dylan, yo te sigo.- Por el momento no podía decirle "amor" ante sus ojos el era un total desconocido y aquella palabra no se le decía a cualquiera. Camino detrás de él sin perder de vista ni un sólo detalle de la casa reconociéndo cada rincón de esta, cómo cualquier persona lo hubiese hecho. Entró al cuarto que pertenecía a los dos, pensó que al entrar algún recuérdo vendría a su mente, pero no pasó absolutamente nada. Vió un portaretrato que se encontraba sobre el buró que estaba al lado de la cama, lo tomó y se quedó en silencio obsevándolo, en el había una foto de ambos, se veían felices, fue entonces que se preguntó a partir desde cuándo habían cambiado las cosas entre ellos, y qué había orillado a Dylan a hacer algo de tal grado, serle infiel. Entonces recordó porque había decidido regresar a aquella casa, el coraje le invadió y colocó de nuevo el reportaretrato en su lugar pero poniéndolo boca abajo para que no se viera. Se giró y lo miró a los ojos seria, él quería una explicación y se la daría.- ¿Qué fue lo que pasó?, Eso es lo que me pregunto yo Dylan... lo sé todo, sé lo tu infidelidad. No hay necesidad de que sigas finjiéndo que somos una familia feliz.- dijo haciéndo a un lado lo que había mencionado sobre su padre, ella no creía que él se atreviera a hacer algo así, aunque bueno quizá el hecho de lo que Dylan le había hecho a ella, lo justificaba.    

Destiny rodeo los ojos con ironía cruzándose de brazos mirando a otro lado menos a él, como si no le importara, lo cierto era que no le creía ni una sola palabra y para que llegase a creer que no era mentira todo lo que le decía, le costaría mucho, ya que su padre se había encargado de llenarle la cabeza con engaños y al estar tan confundida se vio forzada, no le quedaba más que creerle, él era su familia, su sangre, quien la había visto crecer y para ella eso significa mucho, ¿Por qué tenía que creerle a un desconocido que decía ser su esposo y no a su padre?, por lo tanto se creó a sí misma una enorme venda en los ojos  y terminó confiando plenamente en él, su madre no decía absolutamente nada ya que creía que era lo mejor para su hija y si todo aquello significaba tener a sus nietos tanto como a Destiny en casa y protegerlos de cualquier daño, seguiría tal cual el plan de su esposo.

Ella pensaba que estaba haciendo lo correcto sin tener conciencia alguna del daño que se hacía, puesto que no tenía conocimiento de que la persona a quien tenía frente suyo era quien le había dado sentido a su vida,  su intención no era lastimarlo con sus palabras ni mucho menos con sus actos.- No te creo. Si todo lo que dices fuese verdad, ¿Cómo me explicas el hecho de que me abandonaste en los primeros meses del embarazo? Pero claro mi padre tuvo que ir a buscarte, te obligó a hacerte responsable y que te casaras conmigo pero lo hiciste a cambio de dinero ¿No es así Dylan?... Todo este tiempo viviendo juntos, fue a la fuerza y todo por el qué iban a decir de la única hija del gran Greyson, todo fue una mentira!.- Negó y se encogió de hombros dibujando una mueca en su rostro mirándolo a los ojos, molesta estaba, pero no podía demostrar aquel sentimiento que no le nacía, era como si reclamara algo lo cual jamás le había pertenecido. Su mirada se serenó al sentir que ya había sacado todo lo que tenía que decirle, enfrentarle, ya no quería seguir hablando del tema.- No vine aquí a discutir esto, creo que todo pasó por algo. Yo sólo quiero pasar tiempo con los niños, conocerlos y creo necesitaré de tu ayuda porque solo tú los conoces.- apretó los labios, bajó su mirada y se dio la vuelta para darle la espalda.- Si no te importa quiero dormir en el cuarto de huéspedes.- ella necesitaba su propio espacio, no quería estar cerca de él y buscaría todas las maneras posibles para poder evitarlo.

Prefirió quedarse callada y no mencionar nada más ya sobre el tema, lo menos que quería era seguir discutiendo con él y que Annia y Caleb los vieran, así que no se molestó en retenerlo en cuanto lo vio salir de la habitación. A decir verdad ese no era el recibimiento que se esperaba de él, de quien apenas hace unos minutos antes había mencionado que ella era parte de su “todo en la vida”, se sentía estúpida por el hecho de haber pensado en un momento que quizás sus palabras lo llegarían a hacer sentir mal sin conciencia alguna, pero al parecer a él no le importó pensar siquiera en ello, no se había puesto a pensar que ella no era culpable de nada, que no tenía nada que ver con el plan de su padre y mucho menos que ella solo actuaba de esa manera porque pensaba era lo correcto. Por fuera aparentaba ser otra chica, alguien fuerte y capaz de defenderse por sí sola pero la realidad era que en el fondo seguía siendo aquella Destiny frágil, a quien le importaba mucho lo que pensaran de ella; sus palabras la habían herido y hacerle pensar que no tenía su apoyo y estaría sola en eso; aun así  ella no fuera esa persona de quien hablaba no merecía ser tratada de esa forma, había sido un completo patán ¿Así se comportaba con la mujer que decía amar? Vaya, qué de clase amor. Sólo había conseguido que tuviera ganas de irse de allí y no volver jamás, olvidarse de tratar hacer regresar sus recuerdos y aclarar toda las cosas mas no lo haría, se quedaría allí por los niños y no iba a volver a permitir que él la tratara así.

Inhaló y exhaló las veces que fueron necesarias para retener las lágrimas, no lloraría o al menos no lo haría cerca, a la vista de él.- Tranquila Devonne, tú puedes con todo esto.- Se dijo así misma y al escuchar de pronto las risas de los niños se acercó a la ventana viéndolos desde allí que jugaban con su padre y sus mascotas, sonrió de lado esperando pronto ganarse la confianza de los niños y poder compartir con ellos momentos como ese. De pronto tuvo una sensación tan extraña, en su pecho, le dolía pero no era dolor físico exactamente. Lágrimas aparecieron, una tras otra comenzaron a deslizarse sobre su mejilla, no lograba entender ¿Qué diablos le ocurría? No lo sabía pero definitivamente ese día sus sentimientos estaban fuera de control. Camino de prisa apartándose de la venta antes de que lograran verla y se acercó a la cómoda la cual tenía un espejo. Mantuvo la mirada fija sobre ella misma sin lograr controlar su llanto, limpiaba sus lágrimas con las manos pero aquello no le servía de nada hasta que se quedó quieta mirándose en el espejo, parecía estar ida, fuera de sí.- Dime quién eres, ¿Qué demonios hiciste conmigo?.- comenzó a hablarle al espejo, a aquella persona que se reflejaba en el, ella.- Vamos, Dímelo!.- empezó a gritar y al no obtener respuesta alguna, cosa que jamás pasaría, se desesperó y con el puño cerrado golpeó el vidrio del espejo haciendo que este se cuarteara y sus nudillos se lastimaran.

Volvió en si en cuanto escuchó el ruido que se produjo en el momento que su puño golpeaba el vidrio, por suerte no lo había hecho con tanta fuerza. Volteo a ver  a los lados estando desubicada y fue entonces que recordó que aún se encontraba en la habitación de Dylan, miró su mano derecha dándose cuenta que sus nudillos se encontraban lastimados y la sangre que había en ellos era la evidencia, al ver esta sintió su estómago un poco revuelto; al menos aquello había servido de algo, para recordar o darse cuenta que sufría de Hemofobia.- Diablos!.- se quejó ya que le ardían las heridas, tenía que hacer algo y hacerlo ya antes de que a él por pura casualidad se le ocurriera regresar a la habitación. Acomodo las cosas que había tirado de la cómoda más sin embargo lo más importante no lo podría ocultar, el espejo quebrado. Suspiró al sentirse culpable por lo que había hecho, lo que menos quería era darle molestias y pasaba justamente eso, bueno, luego tendría la oportunidad de hablar y explicarle lo que sucedió exactamente. Entro al baño sólo por unos segundos para lavarse rápidamente las manos, cuando estuviera en el cuarto de huéspedes buscaría algo dentro de sus maletas para cubrir sus heridas. Tomó sus maletas y se dispuso a acercarse de nuevo a las escaleras para volver abajo y buscar la habitación.

Casi arrastrando las maletas, pero por fin encontró el cuarto de huéspedes, era muy extraño que se encontrara allí, en lugar de que estuviera alado de los otros dos. Subió las maletas sobre la cama y abrió ambas para tomar una blusa y romper un trozo de esta para así amarrarla alrededor de sus nudillos y poder cubrir sus heridas. Iba a comenzar a desempacar sus cosas cuando de repente escuchó que tocaban la puerta y recordó que no le había colocado el seguro en cuanto vio  a Dylan pasar, volteo a verlo un poco asustada más al recordar la pequeña discusión que habían tenido, volvió a su compostura, su semblante serio.- Si vienes a seguir insultándome, prefiero no hacerlo Dylan.- dibujó una mueca en su rostro continuando sacar su ropa; la cual colocaba sobre la cama, aun sabiendo que él la miraba fijamente, obviamente estaba prestando atención a lo que le decía. Si las cosas seguían de esa manera, pronto se volvería loca, se confundía demasiado por su cambio de humor ¿Acaso era bipolar?, su padre, de todo, incluso dudaba de ella misma, así que no tenía otra opción que aceptar lo que él le proponía después de todo no le estaba pidiendo nada malo, le pedía volver a comenzar de nuevo y era exactamente lo que quería y necesitaba, si deseaba tener las cosas claras tendría que comenzar a poner de su parte por igual además no le convenía llevarse mal con él, vivirían bajo el mismo techo durante un tiempo, dependiendo como  ocurriera todo.- Lo siento, no era mi intención que mis palabras te hirieran pero entiéndeme un poco, estoy muy confundida, perdida en un callejón al cual no le encuentro salida por el momento. Sería muy absurdo si te dijera que creo cien por ciento en lo que me dices más no estará de más darte esa oportunidad que me pides siempre y cuando me prometas que serás paciente, que me ayudaras yo te necesito a mi lado y no necesariamente como un enemigo.- le sonrió siendo totalmente sincera con él, por lo menos parecía que todo comenzaba arreglarse y lo veía por el lado bueno.- Ahora si no te molesta, necesito estar sola, no me siento muy bien y tengo muchas cosas que acomodar aún.

Se preguntó qué clase de método usaría Dylan para ayudarla, para hacer que sus recuerdos volvieran porque hasta ese momento ya había intentado hacerlo y no había conseguido nada, ni un solo recuerdo más no perdía las esperanzas de que aquel día no estuviera tan lejos; aquello la desanimaba un poco por el simple hecho de pensar que viviría así, perdida en un mundo en el cual no se hallaba, se sentía excluida de todo, incluso en su propia casa, no quería ni imaginar cuando regresara de nuevo a la universidad y que todas aquellas personas que la conocían se acercaran para hacerle una lluvia de preguntas tan estúpidas, obviamente se sentiría incomoda, por ese motivo no quiso recibir visita alguna, primero tenía que tener algunas ideas claras o conocer a las personas que consideraba más cercanas antes de hacerlo. Agradeció que Dylan no insistiera más, ya había tenido suficiente por ese día y su cabeza comenzaba a dolerle.- Vale, hasta mañana.- se despidió de él con una sonrisa en el rostro.
En cuanto lo vio salir de la habitación siguió sacando sus cosas ¿Dónde rayos metería todo lo que había llevado? El closet no era tan grande y lo más seguro era que no le iba a entrar toda su ropa así que sólo opto por sacar la que consideraba más necesaria. De pronto escuchó las voces de los niños cerca, ella se encontraba en la planta baja así que lo más seguro era que habían terminado de jugar y ya se encontraban adentro, hubiese salido a conversar un rato con ellos y darles los juguetes que les había comprado pero se sentía mal y de seguro ellos ya estaban por irse a dormir, lo más conveniente era que se los diera a la mañana siguiente. Terminó de desempacar y guardó las maletas debajo de la cama, ahí no harían demasiado estorbo. Ya era hora de que fuese a darse una ducha, quizás eso la ayudaría a que el dolor de cabeza se fuera  y como aún no tenía sueño aprovecharía para conocer mejor los alrededores de la casa ya que no había tenido oportunidad de hacerlo. Buscó su ropa limpia y antes de que entrara al baño se deshizo de sus prendas dejándolas sobre la cama, cuando saliera se encargaría de acomodarlas; justo en ese momento Dylan entró a la habitación, no podía creerlo, por suerte aún conservaba su ropa interior. Abrió los ojos de par en par y corrió al baño para esconderse detrás de la puerta olvidando llevarse su ropa consigo.- Dylaaaan! ¿No te enseñaron a tocar?.... pensé, pensé que le habías colocado el seguro a la puerta, dijiste que ya ibas a dormir!.- dijo asomando solamente su cabeza, estaba roja por la vergüenza que acaba de pasar, para ella era la primera vez que alguien la veía así, en ropa interior.- En cuanto a lo otro uhmm, veras, eso tiene una explicación.- dibujo una mueca en el rostro sintiéndose por un momento como si fuese una niña pequeña la cual sabía era culpable del delito que la acusaban. Extendió su brazo derecho para que notara que en su mano tenía amarrado un trozo de trapo.