Come back and hold me because I forgot to live without you. [1/3]

Una joven con sonrisa de niña, de alegría permanente y una dulzura que es imposible no ver. Es muy torpe, muy pero que muy torpe, a pesar de ello se la considera como una muchacha extrovertida. Siempre sonríe, nunca deja esa vitalidad de lado. Jamás. La alegre sonrisa de Winter muestra la inocencia que la había acompañado en todo momento desde niña, pues con el paso de los años no había cambiado su hermosa forma de ser.

Fue y sigue siendo una joven muy curiosa, siempre con ese toque divertido y travieso de meterse en líos todo el tiempo. Ella es una muchacha que lo único que quiere es ayudar a los demás, porque sera feliz si los demás también lo son. Conserva su hermosa inocencia como si fuera un regalo de los cielos. Y era eso, un cielo. Dulce, cariñosa y amigable. Tiene tendencia a cogerle cariño a cualquiera muy rápidamente.

Es una estudiante modelo, por ello fue de las más brillantes de su generación. Su superioridad intelectual la hacía inmune a las burlas de las demás niñas, las cuáles se reían de ella porque era demasiado inocente para su edad. Cariñosa como nadie cuando verdaderamente la conoces. Quizás el haberse criado con un padre borracho, que no le hacía demasiado caso, hizo que no le hiciera falta depender de los demás.

Su corazón solamente pertenece a la música que sale de sus violines. Ningún muchacho ha tocado todavía su corazón y espera que así sea durante mucho tiempo porque sabe que aún es joven para enamorarse. Es alguien que sin quererlo puede adivinar las intenciones de los demás, no confía en los extraños con solo una mirada, sino que pone en duda su bondad antes de acercarse a ellos. Y es una excelente líder, aunque no tiene ese lado vengativo y peligroso de su hermano mayor.

No es nada coqueta ni arrogante, por lo que es diferente. Es como una salvador del pueblo, pues no tiene miedo a equivocarse. Siempre tuvo un corazón de oro, pues había dentro de él, cariño para cualquiera que lo necesitara.


- Mantiene una muy buena relación con su hermano Zephyr. Y como bien le dijo una vez, el recuerdo de su hermano Aetos es lo que hace que cada día luche por continuar viviendo, por sonreír una vez más.

Edad: 18 o 19.

Se unieron desde muy pequeños, siendo una pareja de amigos que llegó a compartir todas sus intrigas, alegrías, pero también sus penas y tristezas. Han pasado juntos más tiempo que con sus familias, y aún así siguen queriéndose tanto o más que el primer día. Juntos han pasado por los momentos más importantes de su vida porque eran dos pero, en el fondo, eran uno solo.

Es su amigo del alma. Aquel con quién ríe y bromea, con quién vuelve a ser él mismo, el verdadero Zephyr. Se conocieron de niños y desde entonces han ido juntos a todas partes, por lo que son como uña y carne. Siempre juntos, incluso en la universidad. Zephyr lo trata como al gemelo que perdió.


Edad: Entre 19 y 23.