¿Te conosco? ¿No? Bueno, ahora sí: Hola! (Demian)

Me sentía un zombie. Era sábado y me había tocado trabajar a la mañana en un restaurante como bachero. Las horas pasaron lento, no sé si por lo cansado que estaba, lo aburrido o simplemente porque el tiempo estaba en mi contra. Caminé por las calles un poco abarrotadas y me encaminé hacia un lugar que sabía que tenía un café que podría levantar hasta un muerto: Starbuck’s coffe. Ese lugar me encantaba, desde la atención y el café, claro está. Una vez me había tocado trabajar unos días allí para reemplazar a un empleado que estaba enfermo. Por más que parecía fácil...no lo era. La mayoría se sabía los códigos de memoria y yo hay tartamudeando y fijándome en la lista o preguntándole a los otros chicos...había sido desastroso, pero había aprendido muchas cosas también.

Cuando me encontré en la misma cuadra di un trotecito hasta llegar a la puerta. Me vi reflejado y pensé: mi camisa negra...está al revés. Me alejé un poco de la puerta y comencé a desabrocharme los botones. Es que me había cambiado sin prestar atención en el cambiador del local, me miré más abajo y me cercioré de que mi jean esté bien colocado o la bragueta bien cerrada. Sí, todo ok ahí abajo. Cuando terminé de desabrocharme mi camiseta negra me la bajé por los brazos. Menos mal que había traído una musculosa blanca debajo de esta. La sacudí un poco y giré sus mangas, me la coloque con lentitud...total nadie me apuraba. Pero la dejé abierta ya que ni ganas de abrochar todos esos botones. Me atravesé el morral, que había dejado en el piso, por la espalda y entre por las puertas del lugar. El aire acondicionado me hizo dar un escalofrío, me puse las manos en los bolsillos y saqué número.

Mientras esperaba di una vista panorámica al lugar, recorriendo los rostros que había pero sin ver ninguno en específico. Cuando miré de nuevo el número que iba, arrugué el ceño y volví a mirar en una dirección donde había alguien que me resultaba vagamente familiar. Era un chico pero...¿de dónde lo conocía?. Miré para otro lado intentando hacer memoria. Ahhh sí. Me lo había cruzado en la facultad. Compartimos una clase me parece (1). Pero no podía recordar el nombre. Aunque tampoco nos habían presentado, ni nada. Me encogí de hombros y me dirigí animado a donde estaba él. Cuando estuve a su lado sonrío y tiendo mi mano -¡Hola!, no sé si te acordas de mí. Pero compartimos una clase en la universidad hace unos días. -le sonrío- No nos presentaron, pero me llamo Maximé-. Y espero que él se presentara también porque no sabía cómo llamarlo.

Off: (1) Creo que los de letras y filosofía comparten clases. Por lo menos en mi universidad lo hacen jaja xDD

Después de un viernes de buena fiesta y exitosa diversión, la hora a la que me solía levantar el día siguiente podía variar mucho; sobre todo si además la llegada a casa había sido cerca de las 5:00 hrs. Mis padres al menos no habían tenido la ocurrencia de molestar con tonterías que les gustaban y me habían dejado dormir. Tanto que hasta solo en la casa me encontraba al despertar. Tenía una reseca moderada, nada que me asustara aún por lo que fui por la parte uno de mi remedio para ello. Caminé hasta la cocina en donde mi madre tenía el botoquin de medicamentos y tomé un par de cafiaspirinas que me tome con un vaso grande de bebida hidratante de color azul, si era de otro color la función no funcionaba en absoluto, después de eso me di un baño y me puse un poco más presentable para ir en busqueda de la parte dos de la cura de resaca.

Salí de mi casa con un sombrero puesto, y lentes de sol, además de una buena capa de protector solar, odiaba que fuera alérgico justamente al sol, pero había aprendido a vivir ya con ello. Y una vez protegido del clima y los astros, comencé al camino hacia Starbuck's Coffee, el lugar con el mejor café que conocía mi paladar y el único con el poder de terminar con la magia de cualquier resaca, al menos para mi. Llegado al paraíso prometido tome mi turno en la espera y no tarde mucho en ser atendido, ya estaba en la barra poniendo solo un poco de vainilla en polvo a mi café cuando sentí una mirada sobre mi. Giré levemente y un chico extrañamente familiar se me cruzó en el campo visual, pero no estaba muy seguro si de verdad lo conocía o lo alucinaba por alguna razón. Cerré el vaso con la tapa y justo cuando iba a girar ya tenía al chico de hacia un minuto junto a mi. Lo miré y respondí por inercia a la sonrisa que me brindaba, no era un ermitaño asi que no podía portarme mal con él - Honestamente no recuerdo ese acontecimiento pero mucho gusto, Demian- dije mientras estrechaba la mano que me había ofrecido el chico para añadir -Compartimos clase en Brown ¿cierto?-

Me dijo que se llamaba Demian. -Un gusto-contesto sacudiendo un poco las manos estrechadas. Me pregunta si compartíamos clases en Brown, uff menos mal que no me equivoque, era de Brown. Sonreí más ampliamente -Sí, también estudio ahí. Pero la verdad no estaba seguro de si me equivocaba cuando te vine a hablar.-me reí un poco de mí mismo, ahora que lo pensaba había sido un poco precipitado acercarme así, me encogí ligeramente de hombros. Miré mi número para no perder mi turno y aún faltaban algunos más. Me moví un poco por las personas que seguían llegando. -¿También te gusta el café de acá?-lo miro de nuevo- Yo necesitaba algo que me despierte para poder seguir en pie. Por lo menos hasta llegar a casa.- agrego mirándolo con una media sonrisa divertida.

Veo que la pizarra cambia de número y era el mío -Espera. Ya regreso, es mi turno- me acerqué al mostrador, pedí un café bien cargado y amargo. Para que me despejara bien. No era mi preferido la verdad, pero en este momento era perfecto. Le agradezco al encargado con una sonrisa y me retiro de nuevo hacia atrás, donde estaba Demian. Levanto el vaso hasta la altura de mis ojos -Listo-. Le hago una señal con la cabeza para movernos un poco al costado. -¿Quieres sentarte un rato en las mesas de afuera? ¿O estas yendo a algún lugar?-lo miro sonriendo y dándole un trago al café, sin poder evitar hacer una mueca de sorpresa, arrugando la nariz y levantando las cejas...está amargo de verdad.

Me sentía un poco aturdido, no por el chico que estaba ahí sino más bien por que no estaba seguro si ahora solo estaba con sueño residual o el dolor de cabeza se había quedado. Mientras el hablaba le di un trago a mi café asintiendo y levante los hombros -Si somos honestos yo tampoco tenía seguridad de ello, pero ay caras que son familiares- luego reí por lo que el añadió y asentí a su vez a lo que decía sobre el café -Es el único buen café que tenemos por aca cerca, o al menos el único con horarios menos estrictos que otras cafeterias- le comenté mientras asentí y añadía un -Salud por ello- antes de que se fuera a ordenar su propio café.

Como honestamente no tenía mucho por hacer ese día o al menos a esas horas, me aparté un poco y me quedé esperandolo para darle su espacio con su orden, había conocido de raras personas que no pedían lo que les gustaba si iban acompañadas por lo que no quería meterme en una mala elección de café. Cuando el moreno volvió donde me encontraba levante levemente mi vaso hacia él como a modo de un brindis y asentí -Claro por que no, se supone que para un café y un amigo siempre hay tiempo- me sentí medio raro diciendo eso, pero dios era parte de las cosas que a veces sin pensarlo llegaban a salir de mi bocaza. Ojala el chico no me lo tomara a mal.

Me reí cuando me contesto que tampoco estaba seguro pero que había caras que son familiares -¿verdad que sí? y si no lo eran después lo serán-riéndome de nuevo. Me responde sobre la cafetería que para mí era un sobresaliente-Si, los horarios son los mejores ahora que lo pienso.-Asiento con la cabeza sonriendo de medio lado, cuando veo que mi número era anunciado le digo que ya volvía. Cuando regreso le correspondo el salud de antes -Ahora sí-dije satisfecho-Salud-.

Luego de preguntarle si quería sentarse afuera o si estaba yendo a algún lado, me dice que para un café y para un amigo siempre hay tiempo. Bajo el vaso que llevé antes a mi boca tragando el sabor amargo del café y lo miro con ojos un poco entrecerrados por la impresión de lo amargo -Así se habla- le sonrío y le doy una palmada amistosa en el brazo para que vayamos a una de las mesas de afuera.

Una vez allí levanto la mirada al cielo, viendo como unas nubes habían ganado terreno al sol, dejándolo escondido. Malditas, pensé un poco enfurruñado. Me desplomo en una de las sillas frente a él largando un suspiro aliviado, sacándome el morral y dejándolo sobre la mesa del lado contrario al de los peatones.-Damian ¿verdad? -lo miro para saber si lo había dicho bien, tenía un problema con eso de las pronunciaciones, que de a poco los iba solucionando pero aun con los nombres propios me costaba. -Perdona si alguna vez lo digo mal, problema con el inglés aun. Pero voy mejorando-le digo con una sonrisa amplia mientras me dejaba caer sobre el respaldo de la silla. -¿Vos sos de la zona?

Mi nuego conocido en cuestión a pesar de haber cruzado escasas palabras conmigo en realidad empezaba a caerme bien, y aparentemente no tenía el estilo de los prejuicios que muchos otros conocidos a los que tenía, y de los cuales me estaba depurando desde hace mucho tiempo atrás. Asi que seguí a mi recién estrenado amigo-conocido mientras le daba otro par de sorbitos al café. Me senté en su lado mientras miraba como acomodaba su morral y luego escuchaba mi nombre alterado levemente en su voz -Con e, Dem... si quieres, es mas facil y rápido- le comenté al tiempo que asentí -Sí, vivo aquí con mis padres desde niño pero en vacaciones he visitado a mis abuelos en finlandia- le comenté sin mucho interés para luego devolverle la mirada y a la vez la pregunta -¿Tú eres de otro lado? ¿cierto?- dije pues muy probablemente por la forma en que me había preguntado el quizá tendría la esperanza de que fuera foraneo y tal vez se sintiera mejor conmigo por eso, o tal vez no. La parte de juzgar a alguien por su portada no me gustaba por lo cual no lo hacía mejor conocemos que hay dentro y luego entonces nos aventuramos a opinar con el riesgo latente aun a errar.

Me acomodé un poco hacia la sombra, pues a pesar de que las nubes ya se habían encargado de cubrir al sol, aun sentía los rayos uv muy dispuestos a pegar en la piel, y no quería que eso me terminara aguando el día por tener que ir a estar con tratamiento y encerrado en casa, estúpidas alergias.

-Entendido-le digo con simpatia, cuando me dice bien como se dice su nombre, lo practiqué mentalmente y luego lo exteriorizo -Demian- lo miro esbozando una sonrisa tranquila mientras notaba como el café iba dando vida a mis neuronas y músculos. Lo miraba atento mientras hablaba y asentía con la cabeza -¿De verdad sos de acá? -me salió un tono entusiasmado, la verdad es que eran contadas las personas que conocía que eran locales -No conozco muchos compañeros de facultad... locales, nativos, como se diga... por eso mi sorpresa-aclaro entre risas bajas- Y sospechas bien, no soy de acá. Francia. -especifico subiendo un pie a la silla mientras estiraba mi mano para buscar mi café y seguir dando sorbos, mientras la otra se apoyaba en mi rodilla. Ya me había acostumbrado a su sabor e incluso me gusto. -Pero vine con mis hermanos, asique no estoy solo, solo.-repetí para remarcarlo mientras sonreía.

Un poco confundido lo miré mientras se arrinconaba un poco. Lo miré con mas atención, aun tenia puesto los antojos y la gorra (?), lo que me extrañó -Hey... ¿te estas escondiendo de alguien?-lo miro intrigado, ya imaginándome una película de ciencia ficción-ya sabes...por la gorra, los lentes...-miré para los costados viendo a la gente pasar. Lo miré de nuevo pícaramente, elevando una ceja -¿Alguna señorita tal vez?.

En cuanto pudo decir bien mi nombre, sonreí y le hice un gesto con el pulgar hacia arriba ya que justamente en ese momento estaba dando otro trago al café. Luego me reí y asentí -De verdad, soy un caso extraño por no irme lejos a estudiar pero, bueno, las comodidades pudieron conmigo- y el hecho de que debía de ir a terapia cada 6 meses, de que esperaba a que llegara alguien de vuelta de su servicio social y otras tantas cosas más que honestamente a Maxime seguramente no le importaban o no al menos ahora que apenas me conocía. -¿Francia? Wow, ese sitio es lindo, viaje hace un tiempo alla, pero solo visite las campiñas y algunos viñedos- le comenté mientras asentía a lo de sus hermanos -¿Cuántos hermanos son? ¿Todos son hombres?- pregunte lo segundo sin mucha conciencia de que podía sonar a chico acosador pero bueno, no era ni en lo más minimo mi intención

Y aunque el clima seguía poniendose un poco nublado yo me sentía un poco más tranquilo, no fui consiente de mi aparente psicosis o delirio de persecusión hasta que Maxime me preguntó si escondía algo, al escuchar su suposición me reí divertido mientras negaba -Creeme sería más fácil esconderme de una... ¿señorita?- dije por que no estaba seguro si a él, la palabra chica, mujer o parecido le podría parecer maledcuada. -En realidad lo que sucede es que soy alérgico al sol... si me expongó directamente o mucho tiempo la piel se me ampula y acaba haciendose peor que si me picaran las abejas, es algo latoso pero por eso el atuendo, aún no apruebo el curso de espias-

Cuando me dio el visto bueno levantando el pulgar, sonreí contento conmigo mismo llevándome también mi vaso a los labios. Cuando hablamos de nuestra procedencia contesto que era un caso extraño ya que no se había ido a estudiar lejos, que las comodidades pudieron con él, sonreí ampliamente negando con la cabeza, mientras el café que seguí tomando pasaba por mi garganta -Te entiendo. Yo me vine por “sugerencia”-haciendo comillas con mis dedos índice y el del medio de ambas manos, sumado a una sonrisa sarcástica-de mis padres. Asique yo también me hubiera quedado en mi hogar. Pero bueno-me encogí de hombros ligeramente-.No la estoy pasando mal para nada.-sonreí de lado entrelazando mis manos sobre mi vientre, recostado en la silla.

Me entusiasmo de nuevo cuando me dice que visito Francia, me inclino hacia delante con los ojos muy abiertos -¿De verdad? -lo escucho diciéndome por donde estuvo y no pude evitar entornar los ojos rememorando esos lugares con algo de nostalgia -Sí, los conozco. No vivo…vivía cerca. Pero con unos amigos decidimos viajar al sur y vimos muchos lugares que...eran impresionantes-le digo largando un suspiro melancólico. Le comenté que había venido con mis hermanos, intentando volver al presente sonriéndole más relajado, me pregunto si eran todos hombres y cuantos. Solté una resoplido divertido, bajando mi pie de la silla para apoyar el tobillo en mi rodilla -No, somos tres.-y poniendo cara de circunstancia agrego- pero no somos todos hombres, tengo una hermana menor (*) y un hermano mayor, Marco. A veces somos un poco insoportables con ella. Tener una hermana menor es complicado-le digo negando con la cabeza riéndome por lo bajo. -¿Tu?- le pregunto mirándolo con curiosidad- ¿son una familia numerosa? Siempre me gustaron las familias grandes, no sé por qué- agrego lo último solo porque se me cruzó por la cabeza y me obligué a callarme, porque cada vez que empezaba a hablar así nadie me paraba. Asique sonreí mordiéndome el interior de mi labio inferior -Perdón, suelo hablar mucho a veces... y preguntar también- rascándome la cabeza.

Cuando veo la manera extraña que se mueve y su indumentaria, le pregunto si se escondía de alguna chica. Me reí cuando dijo que sería más fácil esconderse de una señorita. Asentí con la cabeza mientras me reía -¿y entonces? ¿De quién...por qué?-pegunté ladeando la cabeza con curiosidad. Cuando me responde me quedo con la boca abierta prácticamente, mientras lo escucho atento a lo que dice. Cuando termina digo -Espera-le digo levantando una mano en su dirección como diciendo STOP. -¿eres alérgico al sol?-lo miro estrechando la mirada-¿porque no me dijiste? mira si ahora te pasa...eso...que te pasa-pestañeé varias vece seguida -¿Quieres que vayamos adentro? para que estés más tranquilo...-lo miro esperando una respuesta, ya que yo no tendría ningún problema. Lo bueno de este lugar es que era tan cómodo adentro como afuera.

-¿Hace mucho te pasa? -le pregunto apoyando una mano en mi rodilla inclinándome hacia él-Un amigo tenia alergia al frio...hombre, era muy feo. No podía estar en los lugares con aire acondicionado muy fuerte, y en invierno...- torcí el gesto con una mueca de dolor- lo pasaba mal-dije conciso con los ojos un poco más abiertos de lo usual. Y se me vino una situación en la cabeza y no pude reprimirme y lo terminé preguntando -¿Eso quiere decir que no vas a la playa? ¿Nunca?

Off: (*) No pongo su nombre porque está en búsqueda >.<
Si querés que vayan adentro, no hay drama. Pueden tener la ultima parte de la conversación adentro (luego de que Max le sugiere de ir adentro)
Perdón la tardanza xDD

Lo miré con interés después de todo cuando alguien esta de interlucotor con uno lo menos que se merece es la atención del otro, es una forma fácil de decir te respeto y también de hacer sentir al otro que de verdad estas ahi por que te interesa y no por mero compromiso cosa que en si, si sucediera sería demasiado triste. Asentí sobre lo de sus padres, sin duda alguna muchas de las cosas que a veces hacemos en la vida se llegan a impulsar por ellos, aunque llega el momento en el que por mucho que ellos hagan nosotros sencillamente empezamos a decidir lo que nos conviene, nos gusta o disgusta y adios a los padres... solo es cosa de decidir bajarlos de nuestro barco -Eso es bueno, el lugar no es tan malo y si te gustan las fiestas son buenas, aunque siendo más pensantes, las clases también se defienden- le respondí sobre lo de que no se la pasaba mal.

Cuando me rememoro un poco de sus días de Francia me contagio un poco de su ensoñación por aquel lugar, en definitiva debía de ser dificil adaptarse a un sitio diferente y tan lejos de tu casa, el beneficio que al menos yo veía en el es que tenía la gran posibilidad de tener cerca a sus hermanos, los cuales ahora ya sabía yo que eran un chico y una chica. En cierta forma la tenía fácil con ellos pues no tenía que tener un hermano favorito o una hermana favorita, su vida parecía equilibrada en ese sentido -Igual y tal vez si un día vuelves o consigo dinero te invito a volver, conocer un lugar con alguien del propio lugar te hace cambiar la perspectiva de las cosas en grandes proporciones- dije sobre los impresionantes lugares del sur. Para después con sencillez añadir -Te la debo, mis padres no quisieron tener más hijos y soy el único. Bueno hasta donde se, pero dudo que haya hermanos ocultos... aunque no se si me gusten las familias grandes como tú, tal vez eso de tener a alguien para molestar sea más divertido, pero pobre de tu hermana, dos contra una no es nada equitativo-

Una vez revelado el secreto del sol me reí y negué -Hombre solo me debo de cuidar más que tú de los rayos UV, los de ahora estan bien no te preocupes tanto. Además por alla viene una nube y dudo que deba de estresarme por hoy con mi dilema- cuando preguntó hacia cuanto me pasaba frunci el entrecejo para pensar y meditar un poco sobre cuanto era que padecía de aquello -Verano del 2000, habíamos ido a vacacionar en un curso con la escuela y comencé a parecer un camarón, mis profesores pensaron que era solo por una quemadura por exceso de sol, sin embargo la piel se me empezó a pelar y caer a tiras, me llevaron al hospital y me dijeron que estuve a nada de algo asi como quemaduras de tercer grado y necesitar injertos de piel... ya me acople ahora a vivir así- le comenté para después aguardar, y de paso beber un poco de mi bebida, mientras escuchaba lo de su amigo, no estab seguro que era peor, si andar cubriendote del sol o andar huyendo de los climas fríos, pues a fin de cuentas ambas eran cosas que no se podían controlar y hacian que tu vida se limitara bastante aunque antes de que pudiera preguntar por algo sobre su amigo, para valorar las proporciones de la alergia de su amigo el me gano a preguntar. Sonreí y negué -Claro que voy solo que debo buscar playas que te permitan andar por ahi de noche para disfrutar, aunque lo del surf y los bronceados, no van conmigo...- le comenté tranquilo mientras levantaba los hombros -Igual es mucho de mi, y poco de ti ¿algún dato curioso que te identifique?-

No te preocupes, yo también me re colgué. Suerte con la búsqueda

Le di la razón cuando me dijo que el lugar no es tan malo, que las fiestas están buenas y las clases también se defienden. Con lo último sonreí mirando al piso -En lo de las fiestas te doy la razón. Pero las clases todo depende... hay clases y clases- sonriendo de nuevo levantando la mirada. -Pero debo admitir que me gusta Filosofía como carrera y no todo puede ser como queramos asique me aguanto hasta esas clases aburridas- me llevé el café a los labios.

Cuando hablamos de Francia me quedé un poco sumido en la melancolía, pero así como entré en ella pude salir -Claro, te daría un tour turístico de diez- guiñándole un ojo recostándome en la silla. Me hablo de su familia y me dijo que sus padres no pudieron tener más hijos, tal vez había metido la pata con mi comentario. Pero no se lo veía afectado, me relaje y lo seguí escuchando, me dijo que no le gustaban las familias grandes aunque eso de tener a alguien a quien molestar sonaba divertido, pero pobre de mi hermana. Me reí arrugando la nariz -Eso sí. Aunque es más cercana a mí hermano. No se salva la pobre. Pero bueno es la única que tenemos -me encogí de hombros- pobreee- agregué divertido estirando la ultima letra para después reír por lo bajo.

Cuando comenzamos a hablar de su alergia al sol, le pregunté si quería volver a dentro pero me dijo que solo debía cuidarme un poco más que yo pero que ahora estaba bien, ya que no daba directo a nosotros -Fiuu menos mal. Por un momento me imagine llevándote al hospital o algo asi- hice una mueca de circunstancia-. Tal vez exagero- largando un par de carcajadas. Le pregunté hace cuánto le pasaba y me contó que desde el 2000 y como lo descubrió, puse los ojos como platos -Hombre...¿tan grave fue?-dije un poco bajo tocándome la barbilla...debe haber dolido. En realidad la pregunta era retorica por eso no tarde en seguir -Menos mal que te adaptaste bien, supongo que cambiar todo un estilo de vida así...debe ser complicado -Asentí mirando sus anteojos y gorro.-Aunque no entiendo como no te mueres de calor en verano- sacudí la cabeza-.Perdona. Olvídalo- puse una mueca de disculpa en el rostro porque hasta yo veía que parecía un cuestionario o interrogatorio. Pero sin poder resistir le conté sobre mi amigo y la pregunta que se puso frente a mis ojos: ¿podría ir a la playa?. Cuando lo hice me dice que buscaba playas para ir de noche y que el surf y el bronceado no iban con él -Entiendo- lo dije asintiendo y pensando en lo complicado que debería ser, sobre todo en la adolescencia cuando tus amigos van y tú debes quedarte en la sombra... pero no aparentaba arrepentirse de nada o de padecerlo.

Apoyé mis codos en la mesa y dejé mi vaso a un lado ya que me lo había terminado, cuando me dice que habíamos hablado mucho de él y poco de mí, sonreí ampliamente. Sí, lo había saturado de preguntas. Me llevé mi dedo para acariciar el puente de mi nariz -Déjame pensar- inhalé hondo y exhalé sonoramente -Nada-sonreí- Soy aburrido. Estudio filosofía-empecé estirando la mano en su dirección, como diciéndole algo que ya sabía- y trabajo para costear los gastos de la vida diaria y mis padres pagan la matrícula de la universidad. Por eso por lo menos debo aprobar con lo mínimo algunas materias. No me gusta tener que pedirles dinero...si bien podrían dármelo, prefiero no hacerlo -lo miro de nuevo y doy un golpe suave en la mesa- ¿verdad que soy aburrido? soy común, nada interesante -me reí de nuevo porque era verdad, no era el mejor en nada pero tampoco el peor en nada, estaba en la media. Y lo que tal vez sorprendiera es que tampoco me interesaba cambiar mi situación.

Off: Ok..me paso...lo tenia escrito ya, pero no lo había mandado...pido disculpas!

Me reí por lo de las clases, hablar con aquel compañero resultaba tremandamente tranquilizador, ya que a veces aunque no quería admitirlo varias de las clases me parecian la muerte lenta, dolorosa y probada como tortura para causar gran dolor a los alumnos. Aunque escuchar que no era el único ente raro que se aburría con las clases me hizo sentir mejor pues la mayoría de los que conocía hasta entonces decían que todo era super genial y yo en parte me preguntaba si a caso era un flojo de primera y por eso me aburrían algunas clases -Bueno es que tienes toda la razón sin duda, el hecho de que la carrera nos guste, no quiere decir que todo sera bueno, dicen que las cosas buenas y que valen la pena son por las que sufrimos más asi que ni modo, a soportarlo ¿no? le dije con un gesto de resiganción y levantando los hombros, y es que aunque no quisiera había cosas que de verdad asi se acabara el mundo no iban a cambiar solo por mi, o de mínimo asi lo veía yo, aunque tal vez si creyera algo diferente podría causar efecto.

Respecto a la alergía al sol solo me reí y levanté los hombros -No creas que es tan complejo, te adaptas y bueno en verano mi mejor amigo se convierte en un aire climatizado junto a mi... le dije para restarle importancia pues de repente el chico me hizo sentir que estaba como algo apenado por el hecho de preguntar tanto, y bueno tampoco era como que me incomodara hablar, asi de mínimo no me sentía en medio del silencio "tomando" café (ya se había acabado) con un desconocido.

Sin embargo y aunque tal vez las preguntas sobre como sobrellevar una vida semi normal con todo y una es´tupida y rídicula condición médica podrían continuar Maxime detuvo el interrogatorio para hablar un poco de él pues me parecia justo que ahora el moreno me contara algo de él. Al escucharlo hablar, me di cuenta que él mismo se sentía aburrido, para mi en cambio lo que decía no me lo parecúa completamente aburrido o sin sentido. -Dale la literatura es genial... a que es la mejor carrera y menos estresante aunque muchos le hagan malos ojos o le digan sin futuro. Pero... ¿de qué trabajas? ¿apoco en clases no te cansas de estar tanto y tantas horas sin nadie que pudiera auxiliarme.

Recostado en la silla como estaba con las manos sobre la mesa lo escuché ladeando la cabeza y asintiendo a lo que me decía, no encontraba nada que agregar, tenía toda la razón: las cosas que valen la pena son las que hay que sufrirlas, generalizando un poco. Por ahora solo la carrera me parecía que mereciera la pena, aunque tampoco la sufría en demasía, pero yo también tenía ese pensamiento. Pero siendo partidario... nada más se me venía a la cabeza aparte de eso. Lo cual era extraño...¿no había sufrido por nada más?. Sacudí mi cabeza y me mostré de acuerdo.

A medida que la charla avanzaba me daba cuenta que Demian tenía una cuota de realidad que aportaba a todo lo que decía y pensaba. Y me agrado, no era una persona que se encanalizara o dramatizaba cualquier cosa, por lo que podía observar en estos minutos que estábamos hablando por lo menos. -Tu mejor amigo en verano también es el mío a veces-le digo bromeando. Dejando caer un poco mi hombro derecho para mi mayor comodidad. Comencé a contarle que hacia yo, por iniciativa de él. A media que hablaba pensaba que no veía nada fuera de otro mundo y que seguramente se estuviera arrepintiendo de preguntarlo, este pensamiento me divirtió, por lo tanto lo contaba con una sonrisa socarrona.

Me reí por lo que dijo cuando terminé mi mini monologo -Sí bueno en eso tienes razón. Filosofía y literatura no son carreras y profesiones que tengan demanda en el mercado. Por eso los que estudiamos carreras así lo hacemos por amor propio o al arte.- abriendo más los ojos para darle énfasis a la palabra arte- me sonreí por lo siguiente que diría-. Trabajo de lo que haya: trabajos temporales como mesero, bachero, con el tiempo he aprendido varias cosas, de hambre no me moriría. Por ahora son trabajos de medio tiempo, porque me alcanza lo que cobro. Veo sobre la marcha -Lo miré sonriendo de lado -. A veces eso hace que vaya más lento en la carrera. Pero nadie me apura, ni tampoco tengo ningún lugar a donde ir.

Por nuestro lado en la calle, pasa un camión que tocó bocina a una chica que pasaba por la acera. El sonido me hizo encogerme de hombros y mirar con los ojos semi cerrados. Miro a Demian con un ojo más cerrado que el otro -¿Terminaste tu café?- me había cansado de estar sentado, quería mover las piernas y ponerme en movimiento. El café me había despertado y necesitaba actividad. -No soy de los que puedan estar mucho tiempo sentado-, lo cual es contradictorio por me ponía hacer nada cuando me daban esos arranques, arrugo el ceño parándome. Me estiro, empezando por los brazos, luego el cuello y por ultimo sacudiendo un poco las piernas. -No, no voy a correr. Pero me sentía abatatado -me reí y recojo mi morral cruzándolo por mi espalda -¿Tenias algún plan para después del café?.

Mientras seguía avanzando la tarde, el tiempo caminaba de forma lenta per constante y ambos sabíamos que estabamos ahí con los minutos poco a poco acabandose. Respecto a lo que me comentó sobre la literatura asentí y reí -Dicho en palabras de mi padre, esa carrera no te llevara a ganar nada Demian- le comenté con una sonrisa rápida y pausada, mientras escuchaba lo siguiente que decía. Aparentemente yo era un bueno para nada, y en parte mi padre tenía razón para enfadarse conmigo pues al menos nunca había pensado en tener que ganar mi dinero por mi, pero bueno puedo asegurar que seguramente si me viera inverso en el mundo laboral me las arreglaría bien, digo para mi no había cosas imposibles que me acabaran por quitar el sueño, oh no señor. O bueno eso creía. Igual la parte en la que él comentó que trabajaba de todo me hizo pensar que tal vez debería de seguir su ejemplo pues lucía lo suficientemente tranquilo y feliz con su vida, y eso en parte le quitaba uno que otro lazo de hacer lo que alguien más quisiera, si dependes de ti mismo, nadie puede decirte que hacer de tu vida ¿no? -Wow, te admiro, yo no soy bueno en el ámbito laboral, me he probado muy poco si soy sincero pero... suena a que eso te hace sentir bien, vivir libre ¿algo así?- sin embargo y antes de que pudiera recibir la respuesta de mi ahora nuevo conocido un estúpido camión paso a nuestro lado e hizo un ruido insoportable. Yo entrecerré los ojos un tanto irritado y asentí a lo de que había acabado el café, mire entonces que Maxime se levantaba de su sitio y sin pensarlo mucho hice lo mismo que él pues aunque yo podía permanecer un buen rato sentado mirando nada y alucinando sobre mis propios pensamientos e ideas, la verdad era que tampoco adoraba hacerlo en medio de la calle, tenía mis sitios ideales para hacerlo. Asi que me acomode solo un poco la ropa que llevaba y me reí por lo de correr -Bueno plan asi como tenerlo creo que no, pero eso de correr ya es una opción. Aunque es temprano todavía, y no creo que haya algún sitio bueno para ir de juerga aún ¿tú tenías algún plan?-

Luego de que el sonido del claxon del camión interrumpiera nuestra charla y preguntara a mi acompañante si quería ir a otro lugar o tenía planes. Le sonrío ampliamente ante su respuesta, me caía muy bien. Lo sentía distinto a mí, en su forma de moverse, de hablar o expresarse. –Bien, pues veamos...-miré al cielo pensando en algún sitio-. Pues hay un lugar que nunca cierra, es como el bar de Moe -digo largando una carcajada baja-ya sabes-haciendo un gesto con la mano-El de los Simpson- me reí y puse mis manos en los bolsillos -Ven, seguime- le digo mientras avanzaba esperando a que el me siguiera.

Comenzamos a caminar por la calle (?) y ya ni me acordaba del cansancio de hace unos minutos. Estaba despierto y preparado para un poco de diversión diurna. -Es un sitio que una amiga me mostró una vez- le digo mirándolo y luego inclinándome hacia el con gesto cómplice- Pero a ella no le gusta que vaya solo- me reí por lo bajo volviendo mi mirada al frente son una sonrisa divertida - Pero supongo que vos no me delataras ¿verdad?- sonrío de lado y dándole un golpecito amistoso con mi hombro en el suyo.

Cruzamos unas calles, algunas trotando por el tránsito. Me giré para mirarlo de frente, por lo que comencé a caminar de espalda. -Es un lugar que parece un poco...- me quede pensativo un rato- ahh no sé cómo decirlo, vos lo veras con tus propios ojos después. Pero tiene pool y de seguro hay algunas chicas para aderezar la mirada- Le sonreí pícaramente mirándolo de costado.

Cuando llegamos nos paramos de la fachada -Bien, vamos a divertirnos un poco- De seguro no haya mucha gente pero por un lado mejor, así podíamos estar tranquilos, el lugar en si no era de los más tranquilos, por lo menos su fama no lo decía, pero si te acomodabas era entretenido.

Un llamado sonó en mi celular, era mi hermano Marco. Me decía que debía ir de inmediato ya que había pasado algo. Confundido y preocupado no lo pensé demasiado -Demian, perdoná. Pero me tengo que ir. Nos vemos clase ¿de acuerdo?- y sin poder esperar respuesta salí corriendo hacia la habilitación de mi hermano en la facultad.


Off: Sentite libre de describirlo como quieras el lugar! ^^