Estúpida lluvia [Chloë]

"Qué día tan gris" Pensé mirando por la ventana de mi habitación, estos días así tan grises parecían tan lúgubres que me ponían de algún modo de malhumor, para mí un día perfecto era una brisa fresca de primavera acompañado de un sol radiante junto al cantar de los pájaros, pero era obvio que en esta época eso era cómo pedir lo imposible. Pero bueno, ya vendrían esos días tan lindos, solo faltaba esperarlos.... Sin quitarle la vista del cielo gris, me dispuse a pensar en que algo sin dudas haría hoy, no tenía la más mínima gana de quedarme en mi casa, hoy las chicas estaban ocupadas por diferentes motivos, así que opté por salir a dar unas vueltas y en el camino pensar que hacer en el día.. Giré dirigiendo una rápida mirada hacia mi gatita blanca que dormía placenteramente sobre su cama de almohadón rosa, me moría de ternura de solo verla.. -Muffy veo que tú si amas los días así..- Le dije aunque ella ni se inmutó, era habitual que le hablara a mi gatita, cómo si fuera a contestarme o siquiera a entender lo que le decía.. Me paré sin quitarle la vista de encima mientras me agachaba para darle un beso en la cabeza, acto seguido me dispuse a tomar mi celular, bolso, llaves, billetera, y demás cosas para luego ponerlas dentro de mi bolso, aún no sabía a donde iría en concreto pero era seguro que en algún lugar pararía, ya sea ir de compras, o ir a tomar a algo, o al cine, simplemente quería salir de aquí. Salí de la habitación dirigiéndome a la entrada, de pronto la imagen de Maritza, una de mis 'amas de llaves' en realidad era la que dictaba las ordenes a las mucamas, pero yo la veía más como una tía o un familiar cercano, pues le tenía bastante aprecio... Le dediqué una gran sonrisa a lo que ella respondió de la misma forma... -Mari, saldré por unas horas, a divertirme un poco, no sé a qué hora volveré.. - Ella solo se limitó a asentir, y luego me dijo un simple "Cuídate mucho" No era de hablar mucho, al principio para mí había sido un problema pues era habitual en mí hablar hasta por los codos, pero de a poco me fui acostumbrando a su silencio, o sus cortas frases, y aún así le tenía tan inmenso cariño que no podía explicarlo con palabras...

Salí de la casa hasta el garaje tomando mi Lamborghini rosa, realmente era un auto demasiado extravagante que además llamaba la atención más ahora que el día estaba gris pareciera que resaltase peor, pero aún así estaba enamorada de él, el color, la forma todo era hipnotizante, debía admitir que mi padre se había esmerado con el regalo, y era obvio el por qué, deseaba ganar mi cariño a toda costa, cosa que en realidad por ahora no deseaba, no tenía las ganas de tener algún afecto por él, y esa nueva mujer que tenía, me ponía los nervios de punta.. El rudio de la lluvia me sacó de los pensamientos, era lo que faltaba que se largara a llover, pero ya no podía hacer nada, ahora que estaba afuera tenía que buscar algo con qué pasar el tiempo, miraba hacia todos los lados pensando qué hacer con exactitud, todo se me aclaró al ver el starbucks, no me vendría mal sentarme a relajarme un poco con un frapuccino que era de mis preferidos... "Perfecto" Pensé mientras estacionaba, bajándome rápidamente del auto, caminé cuadra y media hasta llegar al recinto, el lugar estaba abarrotado de personas pero por suerte había una meza libre, hoy era mi día de suerte o algo así. Me senté rápidamente no dejaría que nadie me ganara el lugar, cuando se desocupara un poco la fila para los pedidos iría a pedirme el frapuccino.. Para pasar el tiempo tomé mi celular mientras me entretenía con las redes sociales, no era muy fan de ellas pero siempre las usaba cuando no tenía nada que hacer... La voz de una persona me sacó drásticamente de la atención que le estaba poniendo al celular... Alcé la vista sonríendole calidamente mientras escuchaba lo que decía, su cara me sonaba conocida de algún lado pero no sabía con exactitud de donde, quizás era de la universidad, seguramente, lo malo es que estaba empapado, bueno solamente estaba mojado en algunas partes pero temía por que se enfermara, estos lluvias repentinas solían dejar a su paso gripes graves que a esta altura con los exámenes que se avecinaban no eran para nada bueno. -No claro que no me molestas para nada... -Le dediqué una sonrísa mientras le señalaba el asiento que estaba enfrente mío, a decir verdad agradecía que hubiera venido, pues ahora no pasaría la tarde sola, no podía negar que era demasiado social y me gustaba estar rodeada de personas geniales... Negué dulcemente....-Oh no es necesario, por que enserio me gusta compartir el asiento.. -dije, no quería abusarme de él, siendo que a mí me había encantado la idea de una compañía, y así conocer a una nueva persona.