Live free or die tryin {Priv}

Live free o die tryin, era una frase que siempre llevaba en mi mente conmigo. Mi padre siempre me la repetía cada vez que podía. Muchas veces me había sentido mal, o con ganas de mandar todo a la mierda y seguir fingiendo que todo estaba bien, pero cuando recobraba la calma esa frase me hacia entrar en razón y me daba fuerzas para querer seguir luchando por lo que quería. En fin, aquí estaba, en mi día a día en la universidad. Intentando sobrevivir en un mundo donde todo estaba hecho de competencia. Nadie confiaba en nadie, esto era un mundo donde el mas fuerte sobrevive, ley de vida. O así pensaba yo, era demasiado radical en mis pensamientos los cuales en muchas ocasiones me habían metido en muchos problemas de los que había salido con algo de suerte. No tenia muchas amistades, era mas bien alguien que prefería la soledad o la poca compañía. Seguía mi propio camino, por el que pocos quería ir. Siempre en contra de la corriente.

Había decidido venir hasta el miradero por puro capricho, no tenia nada que hacer allí, simplemente que no tenia nada que hacer, o algo me decía que fuese a ese lugar, pues me estaba dejando llevar por un impulso. Andaba en unos cortos... mis favoritos, odiaba andar todo tapado, además de una camiseta sin mangas, cualquiera diría que me dirigía a la playa mas que a un mirador. Era mi estilo de vestir, bastante veraniego para el clima. Había caminado bastante para llegar aquí, había sido una caminata de la cual no me arrepentía pues estando aquí todo valía la pena. La vista era espectacular. Además que todo estaba acompañado por la tranquilidad del lugar. Era Miércoles, por lo que estaba casi vacío el lugar, todo esto era mas bien para fines de semana, donde todos, con sus días libres podían venir a disfrutar del momento.

Me detuve al fin en una parte del miradero, que daba vista a practicamente todo el lugar. El viento soplaba fuerte, eso ya era parte del lugar. - No puede ser - . Había dejado mi cámara, todo este paisaje se iba a perder, solo quedaría un recuerdo en mi mente. Solía tomar fotos de cualquier cosa que hacia, por lo que parte de mi sentía que había perdido el tiempo. Me recoste de las barandas y deje que el viento diera en mi rostro, me gustaba esa sensacion, me daba cierta libertad.

Me gustaba estar solo, la mayoría del tiempo, aunque pocas veces apreciaba las fiestas. Cuando eso sucedía muchas cosas malas llegaban a mi vida. Por eso prefería estar sobrio la mayoría del tiempo, pues alcoholizado era un verdadero peligro. Sonreí cuando alguien paso detrás mio, al parecer andaba perdido. Era gracioso como ver las personas perdidas en el mismo lugar que ansían estar. Ellos andaban buscando el miradero y no sabían que solo tenían que levantar la mirada y ahí lo tendrían. A veces era tan fácil como levantar la mirada y ahí tendríamos lo que mas anhelamos. Las cosas estaban en frente de nosotros, listas a ser tomadas, pero eran pocos los que se daban cuenta, por eso siempre me mantenía alerta, nunca sabia que cosa o cuando llegarían las oportunidades y por definición, yo era un oportunista. Tomaba las cosas de donde viniesen y desechaba lo que no servía, era así de simple.

Mire a tras y fue cuando me di cuenta que tenia el móvil en mi pantalón. Al menos tendría la cámara de este y podía subir las fotos directamente. Al menos no quedaría solo en mi mente el recuerdo de este momento, sino que podía compartirlo con otros. Se podían contar las personas que estaban allí con los dedos de ambas manos. Cuando necesitaba pensar en algo, o buscar algo, venia aquí cuando estaba vacío, este sitio lograba calmar mis nervios y despejar mi mente, así estaría preparado para recibir las cosas que la vida me tenia preparado. Di unos pasos hacia atrás para tener un mejor ángulo en la pantalla de la cámara, quería tomar todo el lugar. A veces era muy perfeccionista, tenia que admitirlo, muchas veces me lo habían dicho, pero era tan orgulloso que no lo aceptaba aun.

No me percate que estaba yendo muy hacia atrás y en unos instantes algo o alguien choco conmigo. Mi móvil callo al piso, fue casi como un infarto cuando sentí el simple y pequeño ruido que hizo al caer, no iba a levantarlo, no quería saber como había terminado. Solo sabia que alguien mas iba a pagar por esto. Que diablos...? - Lo tome del suelo sin querer ver la pantalla aun. No me había fijado ni siquiera en quien había chocado conmigo. Me gire solo para darme cuenta que había olvidado todo. No se que paso, pero al ver a la persona con quien había tropezado, solo hizo que olvidara todo. Si tu lo dices... - Conteste con una sonrisa a lo que había dicho antes, al menos eso lo había escuchado. Mire su rodilla, sangraba un poco. Dejame, te ayudo, es mi culpa. Andaba con un pedazo de papel, así que me baje y lo coloque sobre su rodilla. Debes fijarte por donde andas.

Tenia que admitir que la situación se había tornado un poco incomoda. Me sentía hasta cierto punto un poco raro. Al levantar la mirada y ver sus ojos era como si la conociera de por vida. Ese sentimiento extraño que te invade cuando ves algo que llega a tu corazón y sabes que se quedara ahí por mucho tiempo. Así comenzaba a sentirme en este momento y aunque estaba seguro que no la conocía, aun ese sentir invadía mis pensamientos. Pero por ahora me enfoque en curar sus heridas, que aunque parecían superficiales sabia que le dolían bastante. Esas eran las heridas que mas dolían, eso lo sabia de sobra. Me comenzaba a parecer curioso la forma en como me miraba, hasta cierto punto me sentía desnudado con su mirada, pero preferí no decirle nada, simplemente sonreí entre mis pensamientos y continué limpiando un poco su herida. Ese momento pude notar lo suave y tersa de su piel, era perfecta pero igual era mejor concentrarme en lo que hacia, al final, ella de seguro quería irse rápido.

Extendí la mano y tome mi celular dándole por fin una mirada y suspirando viendo que todo estaba bien. Al menos por esa parte estaba tranquilo, ahora solo quedaba ver si ella estaba del todo bien. No sabia porque me sentía atraído a seguir ayudandola, al parecer me sentía culpable por el hecho de que estaba en su camino cuando pasaba y se tropezó por mi culpa. No te preocupes, soy Aidan. Si, alguna vez nos presentaron, pero de ahí nada mas. Le dedique una sonrisa mientras terminaba de limpiar su pequeña herida y me incorporaba pues estar de rodillas comenzaba a hacerse un poco molesto. Por un momento me quede en silencio como perdido en su sonrisa, tenia una dentadura perfecta y una sonrisa de ensueño. Negué con el rostro y volví a la realidad. Jamas, en el tiempo que llevábamos en la universidad me había dado cuenta de lo especial que era.

Note como una lágrima bajo de su mejilla, aunque no pude descifrar si era por dolor o por que le avergonzaba el momento. No iba a burlarme de ella, mas bien iba a ayudarla, al final, me sentía responsable de ella. Igual tampoco había mas personas para que la ayudaran, estábamos completamente solos. Pero si acabas de llegar... hagamos algo, yo te sirvo de apoyo y tu prometes quedarte. Por alguna razón no quería que se fuera, quería que me hiciera compañía, pero aun no sabia la razón, eso tendría que averiguarlo a medida que pasar el tiempo.