Universidad Brown
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NEW YORK CITY
2013
Dicen que a los trece años es una época donde los niños dejan de ser niños y pasan a ser adolescentes. Se revelan contra el mundo, les salen espinillas, empiezan a interesarse en el amor, en el sexo, a las chicas les viene la menstruación etc. Vamos, una época en que estos pequeños humanos están en pleno crecimiento y comienzan a aprender las verdaderas lecciones de la vida. Dura exactamente cinco años, hasta los dieciocho años, cuando supuestamente pasar a ser adultos.

Ahora mismo si estas planteándote en inscribirte en esta prestigiosa universidad es por que has pasado esta etapa, pero bueno, ¡eso cosa del pasado! Olvídalo, pon eso en un rincón de tu memoria.

Ahora estás viviendo el año 2013 en la Universidad de Brown, situada cerca del corazón de Nueva York.

¿Estás aquí por elección propia, por el sueño de convertirte en alguien famoso en la vida? ¿Por qué tus padres tienen una cuenta bancaria muy grande? ¿O tal vez por obligación?

Sea la razón que sea el resultado es el mismo, estas en una de las mejores universidades de América, pero aquí no te daremos 'la comida masticada' lo cual si de verdad deseas llegar a ser alguien en la vida tendrás que currártelo, aquí no regalamos nada.

¡Casi lo olvido! Tal vez exijamos mucho, pero tampoco descartes la idea de tener un poco de diversión. Fiesta, alcohol, sexo, drogas.

En resumen, el libertinaje total.

Para Algunos, la diversión significa dormir en tantas camas como sea posible, para otros, las compras y manicura son las cosas más importantes en su vida y siempre habrá los -por su padres- tienen dinero y reputación.

Pero dejando todo eso atrás, en la oscuridad de Brown se esconden varias personas que pertenecen a una especie de secta, un grupo donde su intenciones no son exactamente buenas. Se hacen reconocer por 'la logia', una panda de personas donde jugarán con cualquier persona que les apetezca. Les gusta ver sufrir a los demás, viven a costa de ellos. ¿Que pasa? ¿A caso tienes miedo de ser su próximo elegido? Tranquilo, como en los cómics y películas de Stan Lee donde hay un villano, hay un super héroe, e aquí nuestros super héroes se hace llamar anti logia, un grupo donde quieren la paz en la universidad y acabar con toda esa crueldad.

Y dime, ¿quien eres tu? ¿Eres un becado? ¿Un estudiante normal? ¿O tal vez te guste la idea de pertenecer a la logia? Otra posibilidad es que quieras cumplir el sueño de todo niño, ser un super héroe y pasar a ser miembro de la anti logia pero...

Seas lo que seas, se bienvenido a Brown University.
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Mensaje por Leonarth O'Donell Sáb Nov 17, 2012 11:02 am

Otra vez el mismo sueño, esa pesadilla que merodeaba en mi cabeza desde el día del accidente automovilístico. Lugar donde murió mi primera y única novia, Jenny, la persona que más ame en este mundo y que el destino me quito en pocos segundos. Lo que más me molesta de ese momento es no tener ningún recuerdo de cómo fue, quien manejaba el automóvil que nos atropello aquel 25 de diciembre luego de salir de una fiesta navideña en casa de unos amigos. Mi vaga memoria me lleva a recordar aquel hermoso vestido negro por encima de las rodillas que llevaba ella, quería llegar a un motel y desnudarle, hacerle el amor como nunca y festejar nuestro amor. Pero no pudimos, y ella me tuvo que decir adiós, solo que tampoco recuerdo que me dijo y si lo hizo cuando su luz se apago, ese instante en que solo veía las balizas del tren que estaba por pasar, y el silencio vacío de la calle 25, Las luces de un semáforo en rojo fue mi última visión y caí en un coma profundo.

De repente me senté en la cama, mi corazón palpitaba con mucha fuerza, mis manos temblaban, me quede mirándolas, sentía miedo, ansiedad, deseos de matar, de hacer daño, odio, terror interno que poseía mi cuerpo, estaba desnudo, aquella noche había tenido relaciones sexuales con una estudiante de Brown y luego pague un taxi para que se fuera a su casa. Mi cuerpo estaba todo transpirado, me levante y camine hasta un espejo de cuerpo entero, me mire, mi cuerpo era una bolsa de sudoración, trate de calmarme pero no podía, algo no me cerraba, tome un poco de agua y luego con mucha fuerza avente el vaso contra la pared haciéndolo añicos. La migraña había comenzado, me senté en el suelo y no tenía fuerzas para nada –cálmate Leonarth, cálmate- me dije a mi mismo una y otra vez, el resto de mi familia estaría durmiendo, menos mi padre que estaba en Francia por un viaje de negocios de su empresa.

Respire hondo, y al cabo de unos minutos me recompuse, me acerque a la cama y tome mi celular, este brillaba y vibraba a su vez, lo tenía en silencio para poder dormir, atendiendo el mismo, vi que era un número desconocido –ho..Hola- no me salían las palabras siquiera, aquella voz permanecía en silencio -¿hola?- pregunte esta vez, quizás era algún infeliz molestándome. Nadie por unos segundos, hasta que una voz dijo: “-Deja de tomar tus drogas recetadas-”, me llamo mucho la atención aquel aviso, ¿Cómo sabía que yo tomo drogas para mi migraña? ¿Quién era?. Me colgaron el teléfono antes de poder preguntar o rastrear la llamada, Quién o qué me llamo, me dejo intrigado, con muchas dudas, deje mi celular y de la veladora se cayó al suelo una fotografía, nada más ni nada menos que una foto de Jenny cuando apenas estábamos saliendo.

Me senté en la cama a mirar aquella foto enfocado en su parte superior nada mas, por lo que recuerdo es que esta fotografía estaba oculta junto a todos los recuerdos que poseía de ella a lo alto de mi armario y en un caja con candado, la quede mirando, y aquello me calmo un poco la agitación que llevaba conmigo como una carga muy pesada. Acariciando la zona de la mejilla en aquella foto una lagrima recorrió mi rostro –porque te fuiste…- mi desgarradora voz producto de un corazón destrozado y desorientado provocaba latidos fuertes, me limpie el rostro, y dejando la foto a un lado me acosté, coloque mis manos tras mi nuca, y así desnudo me encontraba iluminado solo por los últimos rayos de luna que entraban por los ventanales de mi habitación. Cerré mis ojos, cansado ya, y quede nuevamente dormido.

El reloj despertador sonó, eran más de las 9, junto a mi había una nota escrita con lápiz labial “FUE LA MEJOR NOCHE DE TODAS”, una sonrisa se postulo, hicimos el amor con aquella joven de apenas 18 años, y un cuerpo desarrollado como de una de 25. Me la termino mamando de tal manera que quede exhausto. Me senté en la cama, vi el vaso roto contra la pared, eso la servidumbre limpiaría luego, y recordé lo que a tempranas horas sucedió, tome la foto de Jenny que deje a un lado y la guarde en aquella caja que escondía todo sobre ella, sobre nosotros y ese pasado que deje atrás, todo esto para no volver a recordar este momento, me levante y me duche. Cogiendo mi celular mientras me prendía la camisa blanca que llevaría hoy en Brown le escribí un mensaje a Sileny, la joven italiana que conocí en un viaje por sus tierras y que desde ahí nos hicimos buenos amigos, confidentes, y aliados.

“Ciao Sile, no sabes la de cosas que me están pasando en esta ciudad del infierno, espero en algún momento poder verte, te quiere, Leo”

Enviado el texto, partiendo a Brown en mi coche, tenía que hacer unos trámites, me cae un mensaje de texto, se trataba del hermano de Tim, Marshall, no teníamos gran relación, pero en ausencia de Tim me llamó la atención que me escribiese a mí. El tenía una clase de información que yo necesitaba, ¿cual? y porque ¿él? Por el largo camino que me distanciaba desde la mansión hasta la universidad tome mi celular, mire una vez más la llamada entrante desconocida pero decía “numero privado”, deje este en la guantera del coche, fregué mis ojos, y mi corazón se acelero cuando note que me mi auto estaba en el carril equivocado de la ruta, un auto tocaba bocinazos fuertemente y con una maniobra volví a mi lugar. Detuve el auto a un lado, sobre el césped, me baje y parándome a un lado del coche apoye mis manos sobre mis rodillas tratando de respirar. Una señora se detuvo junto detrás en su moto y se acerco “-¿te encuentras bien?-“ pregunto y asintiendo con la cabeza ella me entrego un paquete envuelto en un papel color arena y una hilo grueso, paquete típico de mi padre, “entrega especial” decía la etiqueta, pagando por el servicio, me senté en mi coche para ver que era, abrí el paquete rompiendo el papel, la repartidora se había retirado ya. Dentro estaba un paquete que contenía una clase de tela doblada pero no podía ver que era, ¿seria ropa? En la nota decía “No fue mi intención”. Sacando dentro del paquete lo que llevaba dentro era aquel vestido negro que llevaba Jenny aquel 25 de diciembre, nuevamente comencé a llorar, recosté mi frente contra el manubrio del auto y la tela de aquel vestido se humedecía con estas -¿¡Por qué me atormentan!?- pregunte entre llantos.

El paquete no tenía remitente, ¿tendría relación con la llamada de anoche a mi celular? Mire la hora, sabía que Marshall trabajaba en aquel lugar, ¿porque teniendo tanta plata? Quien sabe, le escribí otro texto que decía: “Enseguida voy, no te vayas, me intriga saber que es lo que tienes entre manos Mounier”, puse en marcha mi coche y acelere, mirando cada tanto el vestido que allí doblado estaba.

Cuando entre al lugar, solo algunas personas estaban allí, me entro a dar hambre, no veía a Marshall, ¿se habría ido? Le escribí un nuevo texto avisándole que estaba sentado junto a las maquinas expendedoras. Coloque una moneda en una de estas máquinas y de ella salió un alfajor de chocolate negro.


Última edición por Leonarth O'Donell el Dom Ene 13, 2013 4:35 pm, editado 1 vez
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Drogas para la memoria 2.0 (Marshall Mounier) Empty Re: Drogas para la memoria 2.0 (Marshall Mounier)

Mensaje por Leonarth O'Donell Sáb Ene 12, 2013 10:31 am

Sin duda aquella ducha que limpio mi cuerpo y dejo como nueva mi piel blanca me dejo algo tranquilo, después de la noche horrenda que experimente, si pudiese elegir entre vivir una vida normal y vivir esto que me atormenta, mil veces viviría en lo normal, en lo que la gente cree que es normal, yo me estaba alejando de la Logia, mejor aún, no me estaban llamando mas, ahora estaba en el bando de Ryder, solo que no lo eh visto, el no quiere que nos veamos, no por enojo o que yo haya hecho algo malo, sino que teme por mi vida, porque me hagan algo, yo soy alguien fuerte, pero también soy humano y siento a veces ese miedo que recorre mis venas, fluyendo como caudales de rio, oscureciendo mi sangre, y alimentando mis pesadillas. Por todo esto es que tomo pastillas, pero no cualquier tipo de pastillas, eran una clase de tranquilizante mezclado con una sustancia que me deja en paz, que me hace ¿olvidar? Si, dejar atrás ese pasado horrible del que poco me acuerdo ya, estuve en coma durante meses, los dolores de cabeza disminuyen con rapidez al consumir esta droga, pero algo no me cierra, ese algo me llevo a indagar en el tratamiento que el doctor tenia sobre mí, pero esto me llevo a algo peor, el doctor fue asesinado, me avisaron que tenía que dejar de meterme en donde no me incumbe, pero yo soy terco y mi vida corre riesgo al saber que era lo que me estaban dando como medicina.

Una de las primeras personas que quise pedir ayuda fue Sileny Amanti, pero repentinamente tuvo que volver a Italia, tuvo algunos problemas familiares y lo único que me quedo por decirle fue que estaba a su disposición si necesitaba algo. Descartando a Amanti, pensé en Ryder, pero este estaba cumpliendo condena en un hospital siquiátrico y no quería verme, se me reducían los contactos conocedores de drogas. Erick, de la fraternidad Sigma Alpha Epsilon, es un gran conocedor del narcotráfico, pero no tenia que meterme con él, quien sabe en que lo terminaría incluyendo, temía por mi salud, deje unos días la pastilla, y los dolores de cabeza fuertes, migrañas, y esos “flashes” con imágenes de mi pasado me atormentaban, el único chico que pude recurrir ahora era Timothée Mounier, estudiante de medicina, y por lo que Ryder en un momento me llego a decir, conoce bastante sobre mesclas en pastillas. Pedí su ayuda, pero lo extraño que fue, es que su hermano, Marshall, accedió en su lugar a ayudarme, ¿Por qué? Eso lo estaba por averiguar en nuestro encuentro privado, quizás sabría mas de lo que yo sobre todo este rollo con las drogas.

Acepte su ayuda, era un Mounier, y Sileny me dijo que podía confiar en cualquiera de los dos hermanos, que por más que no fuesen de la misma sangre, son de la misma confianza.

El encuentro iba a ser en el Starbucks, ¿Por qué un Mounier estaba trabajando en un Starbucks con toda la plata que tiene su familia? A veces hay cosas que no logro comprender, y eso que estoy acostumbrado a las sorpresas. Me pareció bien ese lugar, tranquilo, quizás hubiese preferido algo más privado como en el barrio chino, pero no quería levantar demasiada sospecha, Marshall sabía que si hablaba conmigo, estaría siendo observado por miembros de la Logia, cada persona que se me acercaba era objeto de estudio por la Logia.

Una de las maquinas expendedoras del lugar expulso un alfajor de chocolate negro cubierto con un plástico transparente, abriendo este empecé a saborearlo, me fascinaba el chocolate negro. Mi disfrute fue interrumpido, un chico, vestía con la ropa de encargado de Starbucks, lo note por el logotipo de la empresa. Iba a levantarme pero este comenzó a hablar solo, comentándome algo de los clientes, cosa que poco me importaba, pero lo que si me llego a interesar fue que sea alguien observador. ¿Estaría trabajando para alguna organización secreta? Tenía que sacar mis dudas. –Marshall, que gusto al fin conocerte, nunca tuve la suerte de conocer a Timothée frente a frente, creo que me tiene miedo o algo similar, igual no le digas que te dije eso, así que estás trabajando en este lugar, que bueno, y por lo que dices es bastante interesante, conocer a los demás simulando ser un simple empleado de cafetería- sonreí terminando el alfajor –ya que me recomendaste ese delicioso café, tráemelo- observe los ojos azules del joven que estaba junto a mí, creo que es unos años menor, pero es demasiado maduro para tener esa edad, haciéndome recordar a mi mismo años atrás, después del accidente fatal.

Observe todo lo que él hacía, tal como él lo hizo cuando ingrese al establecimiento y tome asiento, nos estábamos espiando mutuamente. Acerté en que Timothée no quería tener problemas conmigo, sabía que se iría pronto, por su graduación, tenía una mini familia, que estaba por empezar, y una nueva vida, no sé porque Marshall accedió en su lugar, ¿tendría algo que pedirme a cambio? Dudaba mucho.
–muchos dicen que soy alguien que no recomiendan estar, tengo amigos pero son muy selectos, no tengo amigos normales, seguramente sabrás a quienes me refiero, Ryder, Amanti, Harris- observe como se comía el chocolate que seguramente lo robo del mostrador –se que los conoces, todos los conocen, pero ellos tienen algo que yo quiero y no me pueden dar, información, aun no la tienen, quizás luego, pero tú, tu sacaste algo del celular de tu hermano, de ahí sacaste mi numero, no todos lo tienen, tengo dos números, y tu justamente fuiste a escribirme al de contactos importantes, el otro es simplemente para conocidos y chicas- ¿sentirá culpa por lo que acabo de deducir? Poco me importaba, quería quitarle información -sumándole a eso, tu o tu hermano, quiero que me ayuden con una cierta información sobre una droga preparada, pero que no está en el mercado- deje el prospecto frente a sus ojos –chequéale y tomate tu tiempo, mi medico murió hace poco, y era quien me proporcionaba esta droga, repentinamente murió cuando quise averiguar, pero no te asustes- coloque una mano sobre la suya y sonriéndole agregue –vas a tener protección por mi parte, además de una millonaria suma de dinero, lo que quieras, te lo doy, pero ayúdame Marshall, confió en ti- para ese entonces volví a recostar mi espalda al respaldo –ah, y tráeme ese café recomendado por un conocedor- le guiñe un ojo.


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Mensaje por Leonarth O'Donell Dom Ene 13, 2013 4:59 pm

Estaba en la cierto, Timothée sentía miedo de meterse él y su nueva familia en rollos de la Logia, porque siempre este tipo de temas se reducen a esa palabra, esa secta que ya me estaba dando miedo de formar parte, Logia, se estaba volviendo atroz, de mucha presión, tanto personal como grupal, pero estaban desapareciendo, ellos, los lideres, o el líder, ya ni sé qué historia con todo esto, mientras más lejos estaba y no contactaba con nadie, mejor, al parecer estar lejos de Ryder mejoro las cosas, sentía pena, es mi mejor amigo, el único que puedo confiar en su totalidad, el que sabe que cosas eh hecho y cuales yo se que él hizo, no lo juzgaría, soy igual o peor persona que él, si es que a esta altura de mi corta vida puedo llamarme “persona”. Pero la situación estaba mejorando mientras estuviésemos alejados.

Por eso es que entendí perfectamente porque Tim rechazo mi oferta de vernos, iba a perjudicar su vida, su carrera, su esposa y su hijo. –no los culpo, no tenia tampoco que acceder a ayudarme, eso iba en cuenta suya, nunca lo presione y tampoco lo estoy haciendo contigo ahorita- a veces me sentía como el peor de los males, como si todo lo que yo me acercase se marchitara, algo del dios Hades de la mitología griega poseía en mi sangre: maldad, odio, ira, malestar emocional, desenfreno, ya todo había cambiado para mi, los únicos que podían sacarme de este camino eran mis amigos, o los pocos que tenia, como Ryder, Laurent, o Sileny. –extraño que no supieses quienes son mis amigos, son del mismo círculo de amigos de Tim y Mallory, además somos algo populares en Brown, pero dejemos eso a un lado, lo importante es que sepas con quienes me manejo para saber a qué grado estoy trabajando- observe lo que él hacía, ¿sentirá miedo? Bueno Ryder daba miedo a veces con solo nombrarlo, yo en lo particular le temía a veces, no porque me haga daño a mí, sino por lo que él podía llegar a hacerles a otras personas. A diferencia de mi, el mataba por odio, y yo mataba por defensa propia o de mis amigos, aun así, la sangre de los demás corrían por nuestras manos, eso si nos hacia iguales, solo que por las de Ryder eran inocente la gran mayoría. –estas a tiempo de decirme que no aceptas y lo entenderé Marshall- no iba a perseguirlo, si no estaba pronto él para ayudarme, estaba bien, pero necesitaba algo que el tenia, y daría lo que fuese por obtenerlo, así tenga que esperar años.

De la manera en que Marshall jugó con una de sus manos simulando un arma, me hizo reír bastante –wey, primero aprende a disparar, y luego si mátame- sonaba divertida la forma que él me disparo, seguramente sería un crío que apenas está entrando en el mundo de la delincuencia. –no es que presuma sobre mis amistades, es que todos ellos son conocidos si o si en Brown por algún tema u otro, en especial Ryder ahora con el tema del juicio y su encarcelamiento, pero como te dije, te los mencione para que sepas con qué clase de gente me trato- poniendo punto final al tema entregue el prospecto a Marshall para que lo investigara.

Marshall observo el prospecto una y otra vez, de un lado y del otro, prestando atención a los porcentajes y todas esas tonterías que para mí no tenían sentido, era ignorante y lo seguiré siendo, no me gusta la medicina para nada y cuanto más alejado este es mejor para mí. –mira, nunca se me dio por preguntar, o averiguar, entenderás que si algo sale mal, lo mas mínimo, puedo caer preso, no tengo un testigo que corrobore que esta droga era recetada, tampoco fui capaz de preguntarle a mi doctor, estando en vida él, de que me estaba dando, la migraña me pasaba al tomar esto, entonces ni modo, seguí tomándolas, el problema fue que me empecé a dar cuenta que estaba olvidando cosas, desde la noche de mi accidente de autos que olvido todo sobre esa noche, como si intentaran hacerme olvidar, Timothée tu hermano sabía algo de aquella noche, nunca me quiso decir que, jamás lo presione con eso tampoco, no quiero involucrar gente con mis temas personales, lo irónico fue cuando quise averiguar sobre esta droga- hice una pausa haciendo comillas con mis dedos –misteriosamente mi medico fue asesinado- baje mis manos y las uní frente a mi sobre la mesa.

Marshall estaba accediendo satisfactoriamente, menciono algo sobre unas maquinas y me pidió que anote sobre los efectos de esta pastilla y sus efectos secundarios, o los que por lo menos sospechaba, luego mi celular privado –preferiría que tú me llames, y si puedes que trabajes solo, no quiero que este más gente involucrada en esto, no confió en muchos, en ti puedo porque tu hermano me lo dijo en una oportunidad, pero ten mucho cuidado con lo que dices o escuchas, seguramente en este instante nos estén vigilando, no puedo poner en juego tu vida, pero estas avisado, pueda que te sigan, si pasa eso me avisas, yo voy a protegerte, la información que tú me estas averiguando es muy importante para mí- observe de reojos por si alguien estaba mirando cómo le entregaba a Marshall el papel escrito y el lápiz –ahí tienes todo anotado, cuantos antes puedas averiguarme las cosas mejor, voy a pagarte de alguna forma, ya sean millones, o lo que pidas- suspire, estaba impaciente, al fin alguien me iba a ayudar con este tema.

Mounier se levanto de la mesa, y se fue a por mí pedido, aproveché y mire mi celular, me había caído un mensaje de mis padres, no estarían otra vez este fin de semana, que “milagro” pensé irónico, ellos siempre se iban y dejaban solos a mis hermanos. No respondí, se que a ellos les daba igual si lo hago o no, sé que tengo que cuidar de mis hermanos en su ausencia, pero con dejarles algo de plata, no era necesario, ambos tenían 17 y eran suficientemente maduros para ser responsables de sus vidas, guarde mi celular al ver que Marshall volvía –eso fue rápido, y si, me gusta el moka, todo lo que lleve chocolate me gusta- estaba por llevar el sorbete a mis labios cuando note que mi celular vibraba –discúlpame un momento, tengo que atender esta llamada- lleve el celular a mi oído, una voz extraña y moderada estaba hablándome, ¿ya me habrían descubierto? No quise mirar a Marshall cuando este estaba allí creo que atendiendo a otros con su mirada en la espera, luego colgué y mire el contenido de aquel recipiente –pesados, no estoy interesado en comprar una tostadora automática- mentí, pero se notaba convincente, mire a Marshall -¿hace cuanto me dijiste que trabajas en este lugar?- ahora si lleve a mis labios aquel liquido, era bastante rico, note que le faltaba un poco de azúcar y le agregue, también la crema –esta bueno- comente y seguí tomando aquello.
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Mensaje por Leonarth O'Donell Lun Ene 21, 2013 11:43 am

Todo iba “viento en popa” Marshall estaba accediendo a querer ayudarme, me gustaba cuando las cosas iban bien sin tener que meter presión, pues si ahora él se negaba a ayudarme, quizás tendría que implementar algún otro sistema más fuerte para que de sus labios salga la información que necesito –entonces bien, tomate los días que necesites, pídeme el dinero que sea necesario para cubrir tus gastos, así tengas que pedirme grandes cantidades, puedo mover cuentas de banco para ti, y firmar cheques a tu nombre- con una sonrisa comencé a tomar aquel moca que me sirvió tan amablemente.

Le había ofrecido un poco de protección, quizás la necesaria para que no sintiera miedo, aunque, para la edad que tiene, es mucho más fuerte de lo que cualquier joven a su edad seria, además, se notaba que era alguien serio y que sabe cómo trabajar, seguramente de adulto seria uno de los magnates más poderosos del mundo, pero por ahora se conformaba con poco a cambio de lo que yo quiero. –hecho, protección vas a tener, si quieres puedo ser tu guarda espaldas o si no puedo contratar un gorila, son siempre de confianza los que contrato, aunque claro, preferiría que vayas armado, ¿llevas armas no?- susurre preguntado mientras dejaba por la mitad aquel liquido dulce que pasaba por mis labios.

Recibiendo una llamada tuve que cortar la conversación con Marshall, pero no me tomaría mucho, no me gustaba este tipo de informalidades cuando hablo de negocios con alguien que me cautive la atención. –Olvídalo, son tonterías para mi, para ti no capas- prestando poca atención seguí tomando hasta que termine el contenido del vaso.

Pregunte hace cuanto el estaba viviendo aquí y por consiguiente hace cuanto trabaja en este Starbucks y el amigablemente me respondió, aunque hizo hincapié en su hermano, por el momento no me interesaba hablar de este, pero si me interesaba algo que Timothée hizo por mi hace un par de años atrás, se que fue él, pues yo recuerdo que tiempo atrás del accidente el me había escrito, no recuerdo porque razón fue y su número me quedo grabado –una vez más te lo digo, no los culpo de no querer trabajar conmigo, demasiado que hace por su mujer y su hijo, yo en su lugar hubiese rechazado mi propuesta teniendo familia, pero tú, Marshall Mounier, tu eres valioso y eso me gusta, y si, tu hermano tiene toda la razón, no se puede confiar en personas como Aaron y yo, pero, uno aprende de mala forma que es lo que te conviene y lo que no, no guiándose siempre por los comentarios que te puedan llegar a decir los de afuera- retire el recipiente de plástico duro y lo deje casi en el medio de la mesa –rico, me gusto mucho, creo que pediré otro en otra oportunidad, aunque no sería lo mismo, no en todas partes colocan drogas en su contenido-.
Lo tenía en la mira, sabia cuando el gusto acido de una droga estimulante haría efecto, aunque ya era tarde y me lo había tomado, el efecto no era el mismo que con las pastillas que tomo –podría en este momento denunciarte a la policía, testigos tengo de este encuentro, muchos Mounier, no sé porque juegas con la amabilidad de las personas, no te voy a hacer daño, y tampoco me meteré con las autoridades, no las locales, sino con el FBI, porque sé que tu apellido esta tan sucio como el mío, pero, como me vas ayudar en lo que te estoy pidiendo, ahora necesito que me hagas un favor- sostuve mi estomago, sentía los efectos de aquella droga, pero temía por lo que podría llegar a hacer en aquel lugar –acompáñame al baño- me levante y rodee mi cintura con su brazo, estaba mareado, sintiendo que me estaba por desplomar, y si eso pasara en ese instante, podría matar a alguien allí mismo.

Llegando al baño, saque una jeringa con una medicina que me había preparado Sileny antes de marcharse de los estados unidos, y se la deje en sus manos –quiero que por lo que más quieras en este mundo, me inyectes en la pierna cuando veas que ya no estoy en mi mismo, tranca la puerta, tengo mucha fuerza cuando no me controlo, no quería que despertaras la bestia que llevo dentro- me senté en el suelo esperando el efecto de aquella droga, observando de manera doble a Marshall que aun tenía en su mano aquella jeringa. –Es buena la droga que me diste Mar…shall…- ya estaba perdiendo la cordura.

De repente olvide que estaba haciendo, con quien, y donde, veía con furia a todo lo que se me cruzara. Me intente levantar pero aun estaba mareado, no podía controlar mi propia voluntad, pero sentía mucha fuerza, más que la norma, ¿Qué me estaba pasando? Me levante, y camine lentamente hacia el joven frente a mí, ¿Quién era? ¿Marshall? Lo quede mirando con ansiedad de querer bañarme con su sangre. –que pasaría si yo estrangulo tu cuello con mis manos- porque estaba preguntando eso, el no me había hecho nada, camine unos pasos más y me abalancé sobre este, tomándolo por el cuello y apretándolo, viendo como su rostro quedaba rojo -¿Qué harás con eso?- pregunte en un tono de voz que ya no era el mío, veía la vacuna, la necesitaba, necesitaba que Marshall de un paso rápido antes que terminase con su vida.
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Drogas para la memoria 2.0 (Marshall Mounier) Empty Re: Drogas para la memoria 2.0 (Marshall Mounier)

Mensaje por Leonarth O'Donell Sáb Ene 26, 2013 9:41 am

Mientras estaba platicando con Mounier en el Starbucks, repentinamente al dar un simple sorbo de la bebida que este me había ofrecido, sentí el sabor de la droga, pero por suerte no era una droga fuerte, pudo haber sido peor y los resultados serian devastadores. Ya me vería en los titulares “Joven estudiante de Brown asesina varias víctimas en un Starbucks” pero no quería eso, no quería más problemas, mas de los que traía.

Ya que conocía el gusto de la droga, y no el saborizante que Marshall menciono, supuse que este estaba por hacerme una jugarreta, ¿para qué? Pues por el simple hecho de ver si me puede intimidar, pero solo existían dos personas que podían lograr, Aaron Ryder y Christopher Asselborn, el resto son simples seguidores que creen ser superiores en Brown, incluyéndome, para mi suerte, yo ya me estaba saliendo de este juego, la Logia quedo derrocada y ya no me tenía que preocupar por ello, pero tenía otros temas de entre mano.

Mi organismo cambio con el simple contacto con mis jugos gástricos, temí por mi vida, por la de Marshall aunque no lo conociera mucho, y bueno, no sé en que quedaría todo esto, por ello pedí ayuda a Marshall para que me acompañe al baño. Sileny en una oportunidad me dijo que el contenido de la jeringa que llevaba en mis manos podría controlar por un tiempo mi locura, ¿Qué locura exactamente? Ella entendía mucho de eso, y yo absolutamente nada.

En el baño, deje la jeringa en manos de Mounier y luego trate de controlarme mojándome la cara, pero perdí el control y mis manos terminaron en el cuello de este, un “yo” interno decía que tenía que detenerme, mientras que mi cuerpo seguía haciendo presión, no con mucha fuerza pues estaba algo mareado, con ganas de vomitar, algo que me propuso Marshall de hacer al entrar a este lugar. –Déjate de estupideces Mounier y no me toques- lo empuje hacia atrás de un rodillazo en su pecho pues una de sus manos me sostenían las mías y con la otra me estaba tocando el miembro –Maldito homosexual, te voy a coger- dije pero esa voz que estaba en mi mente me decía que no lo haga y me vaya de ahí, pero si me iría tendría que ser ya curado.

Me acerque a Mounier una vez más, este estaba contra la pared opuesta a la entrada, si alguien entrara no saldría vivo. – ¡no! ¡No! ¡No! ¡No!- dije varias veces tomándome de la cabeza, hasta que pude centrar la vista como debía, arrebate la jeringa del incrédulo y me la inyecte a mi mismo en la vena del brazo derecho, aventándola luego a cualquier rincón. Un leve gemido salió de mis labios y me deje caer al suelo –no vuelvas a hacer eso imbécil, y ahora vete, pero tenemos un trato Mounier, tú ganas, yo gano, y no nos volvemos a ver los rostros hasta que tengas lo que busco- recosté mi cabeza contra la baldosa blanca y trataba de respirar entre cortado. -¿quieres saber quién era que me llamo?- no espere una respuesta y proseguí respondiéndome retóricamente –Sean Baudelaire, me vio entrar en este lugar y nos estuvo espiando desde afuera, el te conoce, a ti, a tu familia, y a tu sobrino, pero a este no lo tocará, por eso simule que era un vendedor falso, igual no eres imbécil, sé que no te creíste lo de la llamada- poco a poco me estaba recuperando.

Me pare, me acomode la ropa, y lo mire seriamente –ya sabes, hablas y te entrego a la policía, así tenga que irme yo con vos, y ahí sí, ahí te juro que te violare, si es que no me ganan de mano los demás presos- haciendo un gesto de poca importancia acote algo mas –tomate el tiempo que necesites, si quieres plata te la doy, pero mis visitas ahora serán acompañadas, no puedo confiar en un Mounier, pero como dijiste que ibas a investigar dicha información, para esto, si confiare- Abriendo la puerta del baño deje un fajo de dinero en el lavabo –guarda el cambio- me retire de Starbucks ya controlado.

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U. D: el proximo abrilo vos, pero dejame que me libere de roles, y no, no soy Hulk XD se llama bipolar controlado, http://r14.imgfast.n mmm como me tocaste eh (?
Leonarth O'Donell
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