Clase de Baile (Brianda S. Harris)

No tenía que hacer hoy y no sabía muy bien a qué dedicar mi tiempo libre, así que después de despedir la chica que había conocido la noche anterior y con quien había pasado unas agradables horas, ducharme y almorzar, porque, y sin darme cuenta, cuando me había despertado era de comer y no de desayunar, decidí ir a la universidad, no porque tuviese un interés especial o esperase encontrarme con alguien ¡dios me libre de ver a algún hijo bastardo mio!, sino porque no sabía hacia donde ir, mis pasos me llevaron al área de gimnasia. Había unas señoras en el pasillo cuchicheando, no me gustaba escuchar conversaciones ajenas pero el hacerlo más de una vez me a salvado frente a una reunión, operación o simplemente en cualquier transacción diaria, e hice lo propio. Hablaban de una de las aulas, que normalmente estaban vacías y que había sido ocupada por una profesora por algún percance en su clase habitual. Ignoraba lo sucedido y de quien hablaba pero había molestado a aquellas mujeres, no entendía muy bien el motivo ya que si esa zona no era utilizada y a la profesora le hacía falta para desempeñar su trabajo, no veía motivo por el que no podía hacer uso. Afiné el oído, era música, salsa, quizás fuese el origen de todo. La salsa solo pueden bailarla unos pocos, envidiosas, sonreía y esperé a que se fueran. Caminé por le pasillo y la música se hizo cada vez más patente hasta encontrarme frente a la puerta de la discordia, le empujé suavemente y me asomé. Me quedé parado observando los movimientos. Me quedó más claro el motivo de las acusaciones, se veían amenazadas, sus cuerpos caídos frente al exuberante movimiento de caderas de la profesora, yo también sentía envidia, pero de su ropa pegada a su piel, espero que admitan a alumnos no matriculados.

El día había sido agotador, entre ensayos finales, y alumnos que no aún no se aprendían las coregrafias al cien era bastante estresante, estabamos ah casi una semana de presentarnos en los regionales y muchos aún no se aprendian los pasos. Hace mucho que venía pensando en visitar a mis padres, estaba planeando un viaje a Barbados por estos días, pero estaba esperando el concurso y así poder darme un respiro de todo esto. No lo tomen a mal, amo dar clases, y amo bailar pero el ser humano de vez en cuando necesita un descanso unos días de relajamiento total. Hacía mucho que no me tomaba unas vacaciones, había estado muy ocupada. Me habían ocupado del curso de verano durante las vacaciones así que no tuve ni un día de verano. Quisa podría hablar con el rector Karkarov y así pedirle unas vaciones. Quizá una o dos semanas.
Tentando al destino fuí para a tomar una de las aulas que se encontraban vacías desde hace ya tiempo y que a veces profesores y alumnos usaban para tener sus lios amorosos. Camine hasta la parte de la aulas de educación física — Buenos días — salude al personal estas me mirarón feo y empezaron a murmurar cosas. " ¿Va usar una de la aulas profesora Harris?" dijo una de las empleadas de limpieza — Sí y preferiría que nadie me molestara por lo menos una hora.— Ellas asintieron con la cabeza y siguieron cuchicheando. Definitivamente y estaba segura que creían que esperaba alguna compañia de un hombre aquí, que por lo general para eso usaban las aulas. Decidí no tomarle importancía a lo que pensaran y me adentré en lo mio. Me puse frente a la barra y encendí la radio . Era una  canción en español en salsa. Cerré los ojos y me deje llevar por la música, amaba este tipo de ritmos me hacían sentir con en casa. Seguí con los pasos duarante el resto de la cancion e imagine que bailaba con alguien. La salsa era una genero para bailar con alguien y era mucho más placentero y hasta podría resultar exitante. Terminé la cancion y volteé hacía la entrada. Estaba parado viendome, me sonrojé y di un suspiro. Era un hombre guapo, tenía las facciones, era mucho más grande que yo y a pesar de eso seguía siendo muy atractivo. — ¿Necesita algo? — le dije tratando de ser amigable

Se dio cuenta de mi presencia, era algo lógico ¿cómo no iba a hacerlo estando yo allí plantado mirando?. Me adentré un poco en la habitación con una sonrisa sin saber muy bien que contestarle, no era profesor, solo estaba fisgoneando.

-No, yo, solo estaba dando un paseo y he escuchado música … bailas muy bien ¿eres profesional?

Su juventud me hacía pensar en una alumna más que en una profesora, era difícil encontrar a jóvenes profesionales y los que te encontrabas eran ambiciosos y agresivos en el ámbito laboral, lo que me llevaron a cuando yo era joven, no me recordaba de esa manera, pero claro, la visión que se tiene de uno mismo y la que tiene el resto de ti son totalmente diferentes, incluso a veces, opuestas. Sabía que las apariencias engañaban y que no había que fiarse de ellas, yo era el primero en hacerme una idea antes de conocer, eso me había salvado en una más de una ocasión, también me había conducido a error, los errores se pueden reparar si no son muy graves. Ella me causó buena impresión, que era buena chica, de las que nunca se irían con alguien como yo si me conociesen y eso, de alguna forma, me atrae.
Me acerque un poco más para hablar muy alto recordando a las mujeres de fuera y que esto estaba muy solitario, seguía sin entenderlo, me había paseado por la universidad durante varios días y lo único que había escuchado habían sido quejas sobre el espacio para da clases y tenían casi un edificio entero vacío.

-Ehm...yo… ¿sabes que hay unas mujeres muy feas ahí fuera? ¡no me empujes a los trolls!