Lloviendo...otra vez {Roland}

Enterré mi último paraguas en una papelera, haciendo fuerza para conseguir que entrara sin llegar a lograrlo, empapándome bajo la lluvia torrencial de nuevo. ¿Por qué siempre estaba lloviendo en aquella maldita ciudad? El agua se escurría por la capucha de mi abrigo, colándose por dentro y mojándome el pelo. Di un último empujón y al fin el paraguas entró en la papelera. Otro más al cementerio de los paraguas.

Teóricamente nuestro clima era continental, pero cuando llovía lo hacía de verdad. Lo bueno de la lluvia es que haría subir las temperaturas, pues hacía una semana que no pasábamos de los 7 grados. Vale, he dormido en el desierto a temperaturas mucho más bajas, pero era por placer. Ir a clase con este frío debería ser ilegal. Volví a correr en busca de algún alero bajo el que cobijarme, pero el mundo no me quería hoy. Sólo me quedaba el consuelo de no llevar conmigo el portátil, no sabría qué hacer si se mojaba, todavía no había aprendido a vivir sin él.

Había tenido que ir hasta la biblioteca a por dos libros para “Expresión Oral y Escrita para medios de Comunicación I”, que era otra forma de decir “Vamos a inventarnos asignaturas que no te servirán para nada en un futuro pero en las que podrás reírte a gusto de tus compañeros de clase”. Al menos no había llegado a la biblioteca, así que no tenía que preocuparme por mojar los libros.

Divisé la cafetería de la universidad y corrí hasta ella. Puede que tardara en escampar, pero al menos estaría calentita mientras esperaba. Entré en el local chorreando, y un par de camareros me miraron mal. ¡Vamos, si la mitad de la gente estaba como yo! De hecho todos parecían haber tenido mi misma idea, y todas las mesas estaban ocupadas. Al fin divisé una con una sola persona, así que me acerqué, suplicando que no fuera un antisocial de la vida que me echara sin miramientos. Intenté poner cara de pena, no me importaba parecer humilde, peor sería estar fuera.

-Hola, ¿está ocupada? – pregunté, señalando a la silla de en frente.

Me sorprendí un tanto cuando este levantó su cabeza y sonrió. Creía entender la razón de por qué era el único que estaba sólo, al parecer se trataba de un profesor y estaba totalmente inmerso frente a su portátil antes de ser interrumpido por mí.
Bien, entonces era el turno de comportarme de la forma más cuerda y madura posible. El caso es que era la primera vez que veía a dicho profesor, podría ser de cualquier carrera posible y no repercutirme en un futuro…pero yo recién había empezado en periodismo, no iba a arriesgar metiendo la pata.

Le devolví la sonrisa y me senté, murmurando un gracias cuando este retiró sus cosas del sitio que ahora ocupaba yo. Amablemente me ofreció la taza de café que tenía a un lado. Abrí un poco más de lo normal mis ojos ante la sorpresa de ofrecerme su propio café, no estaba acostumbrada a tal derroche de amabilidad por parte de la humanidad – Gracias, pero no es necesario, de verdad – uff, me había salido una voz demasiado aguda, ¿me imponía el hecho de estar con un profesor? Carraspeé un poco, para justificar mi voz de pito, y sonreí – Creo que me decantaré por un chocolate. Además, si me tomo ese café, en 10 minutos estoy subiendo por las paredes – dije señalando su bebida, que parecía tratarse de un café demasiado fuerte para mi gusto. Necesitaba cafeína como cualquier universitario medianamente aplicado, pero mi dosis de café con leche era más que suficiente.

Conseguí pedir mi chocolate caliente a uno de los camareros que se encontraba a dos metros de mí. Con mi pedido realizado y un sitio en donde esperar cómodamente a que dejase de diluviar, me puse cómoda quitando mi empapado abrigo y lo dejé sobre el respaldo de mi silla.
-Gracias de nuevo. Estaba a punto de morir ahogada allí afuera… intentaba llegar a la biblioteca, pero sin mi canoa era imposible - añadí irónicamente, para romper el hielo – Por cierto, mi nombre es Sarah Evans, mucho gusto – dije, extendiendo mi mano sobre la mesa.

Tuve que contener mi risa al ver el rostro de la joven al ofrecerle mi café asi como si nada, parecía que no estaba acostumbrada a la amabilidad y solidaridad de los profesores. Continúe sonriendo conteniendo la risa para no incomodarla ni quedar como un irrespetuoso o desubicado, simplemente me había causado algo de gracia nada mas. Asentí ante sus palabras tomando la taza y llevándola a mis labios lentamente mirándola y escuchándola, tomando un trago y murmurando después * Entonces creo que si, dudo mucho que te dejen trepar las paredes de la cafetería… * bromee sonriendo de nuevo mientras dejaba la taza en la mesa una vez mas centrando mi vista en mi notebook, agregando algunas acotaciones mas al texto que estaba terminando mientras mi jovial y alegre acompañante se dedicaba a pedir su chocolate. A simple vista parecía muy animada, divertida y alegre, se podía ver en su sonrisa y en su forma de expresarse que así era, algo maravilloso en una persona. Luego de terminar de agregar las acotaciones que había terminado de pensar minutos antes cerré la notebook dejándola de lado, colocando el sombrero encima de esta para quitarle el menor espacio posible a mi acompañante.

Negué al escucharla agradecerme una vez mas mientras tomaba otro trago mas de café casi terminando la taza, limpiándome después la boca con una servilleta aun manteniendo la sonrisa dibujada en mis labios * No tenes nada que agradecerme, después de todo estoy acá para ayudarlos… * comente agregando después haciéndome el pensativo * Creo que la mía esta por acá cerca… si la encuentro te la presto para llegar a la biblioteca… * reí apenas terminando la taza de café y haciéndole señas a la mesera de que me sirviera otra cuando pudiera. * Pero bueno pronto parara y podrás ir a buscarlos… mientras tanto puedo hacerte compañía si queres… * lleve mi mano a mi cabello tirandolo para atrás en un intento de peinarlos pero sin darme cuenta de esto, solo haciéndolo por mero instinto * Si es que no te aburro demasiado claro esta…. * y después tome su mano sonriendo apretando apenas presentándome * Soy Roland Deschain, profesor de física mas que nada… ¿Sos nueva por acá? Nunca te había visto antes la verdad… * agregue luego después * Y el gusto es todo mío… * acababan de llenar mi taza de café por lo que la tome y bebí otro trago antes de preguntar con cierta curiosidad * ¿Qué estudias Sarah? Si puedo llamarte así… *