Rule N° 1: Is that you gotta have fun... (Mar Mar)

La noche caia dejando de un lado la tarde que con tanto calor se había distinguido, era extraño que la luna saliera con tal belleza y con tal majestuosidad ya que ese color plata que se notaba por el color falso de la luna, era un color hermoso un color que solo se podía reconocer si se sabia de colores, pero la luna no se veía tan hermosa por sus soledad sino por el gran cumulo de estrellas que con fuerza brillaban cuan pequeñas linternas que se encendían durante toda su vida útil. Bajo este firmamento que se paseaba a si mismo entre negro y blanco, se encontraba el castaño recostado en una de las grandes rocas de Central Park fumando un cigarro de esos que todos fumaban por aquellos días. Sus prendas de colores blancos y rojos se lucían junto a su blue jean.

Samuel levantó la mirada al escuchar pasos acercándose por su espalda, así que con rapidez tomó sus gafas las cuales descansaban en el bolsillo izquierdo de su pantalón, al ver quien era aquel que se acercaba no pudo evitar que una sonrisa se formara en sus labios de forma inmediata, como si de algún excitante se tratara su cara se convirtió en la de un idiota. Para evitar que el otro miembro de la situación lo observará con su cara de tarado, decidió recostar de nuevo la cabeza y cerrar sus ojos de forma inmediata y solo se limitó a pronunciar palabra cuando sintió lo suficientemente cerca a su acompañante. “Jure que no ibas a venir Marshall” musito de inmediato al sentir a este otro lo suficientemente cerca. Abrió su ojo derecho para poder visualizarlo con sencillez. “La próxima vez que el rey de los vampiros me llame saldré mas tarde para hacerte esperar” bromeo mientras que se acomodaba para poder entablar una conversación tranquila.

Asintió de forma suave cuando Marshall recordó lo que había prometido. Era cierto que la relación entre Marshall y Samuel no era una relación convencional, era más bien diferente; desde que se habían conocido en ese café la llamada relación cliente-mesero, se había perdido ya que la confianza del uno se acercaba a la del otro, ambos eran lo que se podía llamar mas que cercanos. Sin despegarse ni un segundo del suelo oyó sus segundas palabras “Osea que careces de paciencia, porque de puntualidad no tienes nada” dijo en tono de broma mientras abría ambos ojos para poder verlo bien y detallarlo.

Acompañado del suave silencio que conjuga la noche y de la suave orquesta de cigarras que con elegancia afinaban su dulce melodía de una noche invernal, escucha la voz del chico que dulcemente conjugaba aquellas palabras que eran casi melodías armoniosas para sus oídos, con una débil sonrisa la cual decidía disimular recuperó su cigarrillo el cual reposaba sobre los labios ajenos “¿El plan?” bromeo mientras trataba que su cabeza recordará aquella razón por la cual se habían citado mutuamente “El plan por ahora es beber un poco y luego veremos que ocurre y cómo se desarrolla esta escena” comentó mientras que se acomodaba las gafas y las retiraba de sus ojos ya que no las necesitaría por el resto de la velada o eso era lo que esperaba. Acercó una botella de Jack Daniels y la ubica frente a Marshall mientras da otra calada bastante larga para luego liberar el humo en una forma algo seductora frente a su acompañante. “Entonces que dices, ¿te unes a mi plan?” le dice mientras le acerca la botella de forma casi seductora como si de comercial de perfume se tratara. La abrió de golpe y dio el primer trago mientras que lo miraba “¿Qué pasa Marshall, temes a que un poco de alcohol ingrese a tu cuerpo?” musito en broma y en reto al mismo tiempo, si todo salía como él quería la velada sería perfecta, dio otra calada a su cigarro mientras que observaba el cielo.

Una sonrisa dibujada en su rostro, eso era algo digno de admirar y algo que podía llegar a ser mas hermoso que cualquiera de las piezas artísticas de Da Vinci, Miguel Ángel y Rafael juntos, pero esta era diferente contenía algo mas que la simple alegría vaga que todos los seres humanos demostraban usando está, esta era juguetona, era desafiante y algo nerviosa al mismo tiempo. El castaño solo de limito a devolver la misma sonrisa que recibía. “Eso quería escuchar” aseguró luego de escuchar que no le temía a nada, a Samuel no le agradaba la gente cobarde la gente que no era capaz de asumir un reto de la forma en la que él lo hacía, dígase, de forma libre y tranquila sin ninguna preocupación. Bajó la cabeza en forma de reverencia cuando su acompañante elevo la botella en forma de brindis, luego ríe de forma muda al verlo beber.

Sus palabras invadieron sus oídos cuando las menciono, si algo podía hacer esto mas interesante el estaba dispuesto a aceptarlo “Dime a que te refieres con hacerlo mas interesante” lo cuestiono sin moverse de su posición inicial, mientras que daba otra calada larga al cigarro que reposaba en su boca. Sintió como sus ojos se conectaban con los de Marshall, esa velada iba a ser bastante interesante si era que sabía a lo que el de ojos azules se refería. “¿La diversión? Muy buena pregunta” se detuvo un segundo “¿Qué propones entonces?” terminó la oración con elegancia. Sin demora el otro sonrió de forma provocativa, Samuel si sentía algo por Marshall, pero era un maestro negando sus sentimientos a los otros y a si mismo. Luego de los labios de su acompañante escapo esa frase, la frase que parecía que lo desataría todo “Tienes razón, hay que divertirnos” afirmo mientras daba otra calada diminuta. Sus ojos siguieron a Marshall hasta que no pudieron mas, luego sintió la cercanía del uno con el otro y recibió la botella sin objeción, cuando Mars le removió el cigarrillo de los labios y sintió el contacto algo en él se emociono pero no lo iba a dejar salir… aun. Giro su cabeza un poco hasta encontrarse con la cara de su compañero. “Y dime ¿Qué tipo de diversión buscas” susurro en un tono bastante seductor para después morder su labio en forma provocativa.

Mi mirada no se alejaba ni por un centímetro de cada movimiento que el castaño hacia, conocía muy bien a Marshall y sabia que si alguna vez le daba por jugar a la victima esa vez era, como decirlo, siempre; ya que su inocencia no era algo que yo realmente creyera ciegamente, empezando porque yo en la inocencia de ningún ser humano creía. Solté una risa muda mientras mi mirada seguía mirándolo, mientras que yo giraba para quedar frente a él. “Un animal es menos peligroso que tu” le asegure mientras que me acomodaba el cabello y le daba una sonrisa inocente, la misma inocencia que el intentaba que yo me creyera en ese momento de él, pero sabía que eso era más que imposible. “Si quieres que te sea sincero” dije antes de hacer una pausa leve mientras que respiraba algo de aire puro que penetraba por mis fosas nasales “No, no creo en la inocencia de nadie, y tu más que nadie debería saber que la inocencia que tanto se presume, no existe” dije antes de bajar mi mirada de forma seria y luego cambiar esta por una mirada pacífica y tranquila. “Como ya te dije, no creo en la inocencia de nadie, ni en la del mismo universo” dije con un tono filosófico mientras que me enderezaba un poco y me acercaba a él, recupere mi cigarrillo y con delicadeza di una calada a este mientras me volvía a alejar de Marshall. Oí su respuesta y sus tres oportunidades irse solo en una “¿Por qué no intentas averiguar si tienes razón?” cuestione mientras trataba de ocultar la maldad y lo maquiavélico de mi comentario, solté una risa al verlo ahogarse con el humo del cigarrillo y con el alcohol en su cuerpo. “No te lo voy a negar, ni voy a tratar de cambiar el tema” asegure antes de recuperar lo mío “Marshall tú no eres tan perfecto, pero que tienes algo de perfecto no lo niego, pero la cosa es que yo no soy nadie como para dejar que tu juegues conmigo” dije mientras le daba una calada larga al cigarrillo “Tienes razón lo que quiero es a ti” dije mientras daba una risa casi sádica y me alejaba “¿y tú qué quieres?”

Una sonrisa se escapó de mis labios cuando menciono lo de que me estaba volviendo filosófico, pero esa era la realidad, la inocencia no existía y menos en una sociedad con tantas aberraciones como la de hoy en día, y menos aun en la vida de gente de nuestra edad. La sonrisa de Mars Mars, me había dado a conocer que había dado justo en el clavo y que tenía razón con lo que yo decía, la voz baja de mi acompañante me dejaba saber que él estaba intentando tentarme, cosa que era realmente difícil, sino imposible, ya que mis barreras estaban muy elevadas como para permitir que el intentara hacer algo extraño. “Con que deseas alcanzar la perfección” dije en un tono de afirmación y no de pregunta ya que me imaginaba una respuesta de ese talante. Era lógico todos queríamos la perfección de alguna manera y algunos estábamos decididos a pisar cabezas para lograrlo “¿Para qué ser perfecto si como dice Freud: en un mundo perfecto no hay sonrisas?” dije recordando una de las frases que mas me gustaba de aquel pensador del pasado “Además encontrar si encontrar la perfección es difícil, mantenerla ha de ser imposible” dije dando unas últimas palabras antes de relamer mis labios y organizar un poco mi cabello. “Divertirnos los dos” dije mientras daba una mirada pensativa “Suena bastante interesante tu propuesta mi amigo” dije entre tonos suaves que salían de mis labios mientras que el viento desordenaba mi cabello con rapidez y yo solo disfrutaba aquella corriente de aire. “Si te quiero a ti y tu quieres la perfección” me detuve un segundo para respirar y luego abrí de nuevo la boca “Y ambos deseos ¿Qué tienen que ver?” dije en forma de cuestión ya que si iba a jugar esto tenía que saber de forma clara como esto nos iba a beneficiar. Cuando la cercanía entre ambos se redujo de forma casi absoluta, solo pude morderme el labio tratando de ocultar el brillo de mis ojos y la sonrisa que de forma pícara intentaba salir de mis labios, luego la cercanía se redujo de forma sustancial casi quedando juntos ambos “Llamale como quieras sabes que los nombres no me interesan” dije de forma dulce y en un susurro para hacer un poco más íntimo el ambiente “Juego, pero antes explica las reglas” dije de forma cortante mientras que mis ojos se fijaban en los de mi acompañante, esta noche iba a ser bastante divertida por lo que podía esperar.