Dan Flynn ~

Nombre completo: Daniel Eugene Flynn
Edad: 21 años
Ocupación: Estudiante
Grupo: Kappa Tau
Carrera: Periodismo
O. Sexual: Heterosexual
Nacionalidad: Americana
Cumpleaños: 16 de marzo

GUSTOS
• Alcohol.
• Fiestas.
• Libros.
• Música.
• Animales.

DISGUSTOS
• La carne.
• Gente aburrida.
• Que lo contradigan.
• La ignorancia.

MANÍAS
• Tocar su cabello.
• Tronar sus nudillos.

ENFERMEDADES
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DATOS CURIOSOS
• Es vegetariano.

Tiene un sentido de humor un poco extraño y singular; aunque resulta que siempre hace comentarios inapropiados en el momento menos indicado. Realmente, es a quien le encantaría hacerte una broma por muy pequeña que fuera. Es completamente competitivo, es ese tipo de persona la cual nunca aceptará su derrota. Cuenta con un carisma inigualable y con una gran habilidad para hablar con las personas. Es muy paciente y relajado. Uno de esos chicos que piensan que cada uno de sus defectos es más que adorable. Cuenta con un ego gigantesco e incluso lo admite, pues simplemente disfruta de ser quien es.. Muy pocas veces lo verás afligido o preocupado por algo. Suele guardar la calma para todo. Para él, la solución para todo es tomar y salir de fiesta, pues si hay algo que disfruta es eso. Definitivamente es de esas personas que piensan que para divertirse se necesita alcohol y chicas.

Valiente y dice las cosas que están en su cabeza sin pensarlo ni dos veces. Algo impulsivo y un poco extremista. Se podría decir que las mujeres son los seres que sacan lo peor de Daniel Flynn. Le cuesta demasiado ser fiel a una mujer, no le gusta reprimirse. La edad, la raza, el estatus social, solo son etiquetas...es el mejor y peor a la vez en ese tema: mientras sean lindas o estén buenas, él contento. Eso sí, una vez que ganas su corazón, no te dejará ir, pues es muy celoso con lo que “le pertenece”. Tiene esa sonrisa siempre en su rostro, será muy difícil que le bajes el ánimo, además de contar con esa risa contagiosa. Cuando se propone algo, lo logra. Aún así, es de sentimientos nobles y es una persona que de verdad siente lo que hace. Es un gran amigo, una persona que estará ahí cuando más lo necesites.

Su infancia fue dura. Creció careciendo de una madre que de verdad lo cuidara, y no era porque ésta hubiera muerto o lo hubiera abandonado, sino que después de dar a luz a Daniel, sufrió de una depreción postparto. Su madre, Lorraine, no lo veía como su hijo, era como si el niño fuera un completo extraño. Por otro lado, el padre de Dan, trataba de lidiar con aquella situación y cuidar del -en ese entonces- pequeño. La depresión por la que estaba pasando Lorraine, era completamente sin sentido. "Deseaba tanto tener a este niño y ahora que lo tengo me siento completamente desdichada", "¿Qué me está pasando?", "El parto fue magnífico, mucho mejor de lo que esperaba, y todo el mundo se portó maravillosamente conmigo, especialmente mi marido. Yo debería dar saltos de alegría", "Tenía miedo que el bebé tuviera algún defecto al nacer, pero es perfecto", " Entonces, ¿Porqué no lo estoy disfrutando?, Quizás no valgo para ser madre"...En su cabeza comenzaban a rondar cientos de preguntas.
Vio a su hijo crecer por los primeros meses, pero delante de sus ojos, no era nada más que una niño cualquiera. Repentinamente, su madre comenzó a ser obsesiva, pensaba que siempre había algo malo con su hijo. Se obsesionó con el peso del bebé y se alarmarba si lloraba demasiado o incluso si pasaba mucho tiempo en silencio se llegaba a preguntar si había dejado de respirar. Su esposo tenía que calmarla, indicandole que todo estaba bien.

Cuando Dan comenzó a crecer, fue cuando Lorraine se dio cuenta de que tenía un problema. Comenzó a ir a tratamientos, e incluso fue internada. Cuando volvió, su hijo había cumplido ya dos años. Loquería tener de vuelta entre sus brazos, quererlo...pero esto fue imposible. Al principio lo vio como un simple extraño y solo trataba de quererlo, sin embargo, le parecía imposible. La depresión se volvió incluso más intensa, llegando a pensar que el problema era con ella y fue entonces que comenzó a odiarse a ella misma. Los años pasaron, y su hijo seguía siendo un extraño para ella. Nuevamente, fue internada y hasta la actualidad, sigue en la misma Institución, pues se le detectó esquizofrenia.

Los años pasaron y Dan comenzó a crecer como cualquier ser humano. Su padre no estaba la mayoría del tiempo en casa, pues si no estaba trabajando, visitaba a su esposa. Aún así, Dan se cuidaba por sí solo y poco a poco se convirtió en un machacho independiente.