Don't stop the party!!!! -{Todos}

por **Chloë J. Röhrssen** Dom Feb 24, 2013 10:21 pm

No podía creer que en horas mi residencia se llenaría de personas a quienes conocía, o bueno también estaba la posibilidad de que llegarán personas que en realidad ni siquiera las había visto en la cafetería, pero eso no importaba en lo absoluto, por que el momento en el que pensé en idear esta fiesta solo tenía el objetivo de que todos lo pasáramos de la mejor manera, hoy no habría limites para nada, todo, y cuando digo todo es TODO está permitido. Tenía la suerte que no estaba sola en esto, los KT me habían propuesto ayudarme en todo lo que sea necesario, cosa que estaba sumamente agradecida. Y dicho y hecho lo habían logrado, junto a ellos, y Valquiria, mi mejor amiga, pudimos poner la casa a la altura de las circunstancias. Nos había llevado muchísimo tiempo pero la verdad valió cada segundo invertido en ello, primero que nada pusimos luces por todo el jardín al estilo navideño, colgando por todas partes, árboles, techos, paredes, etcétera. Luego mandé a llamar al encargado de la limpieza de la piscina, cómo era de esperarse estaría limpia para esta noche, cualquier podría meterse cuando quisiera, no tendría objeción alguna a ello. Mike se encargó de muchas tareas, debo admitir que él había sido de gran ayuda, apenas le había comentado la idea de hacer una fiesta en mi casa se había dispuesto a ayudar en cualquier cosa que se necesitara, y como era de esperarse había cumplido con todo, armó junto a mis empleados las mezas donde se servirían los aperitivos, moviendo el equipo de música para el dj de esta noche, arreglando alguno que otras cosas más, en sí había hecho demasiadas cosas, estaba totalmente agradecida por él... Pues era mi primera 'reunión' en la casa donde la única que vivía allí era yo, como le había dicho a mis padres la casa era demasiado grande para que una sola persona la ocupara, era cierto que mi nana venía a visitarme y se quedaba días allí, pero aún así seguía siendo mucho para mí... No podía quejarme, por que gracias a esto, ahora podía estar realizando la fiesta más descontrolada del año, o eso esperaba que fuese que de algún modo quedara en la historia de Brown, pues con los chicos haríamos que cada persona la pasara lo mejor posible....
Miré mi reloj, solo faltaban una sola hora para que todos los invitados comenzaran a venir, como era debido había mandado invitaciones a todo el campus completo, y a los que no les llegaban aún así seguramente se habían enterado pues habíamos puesto en todos los pasillos avisos de la fiesta que se aproximaba. Lo bueno de todo es que el clima acompañaba perfectamente al entorno, ya que una brisa pequeña se encontraba en el aire, dándole ese tono primaveral que pocas veces nos estaba acostumbrada.
La voz de Maritza, una de las empleadas que tenía, me sacó drásticamente de mis pensamientos diciéndome que ya estaban todos los preparativos listos para la noche, que el alcohol ya había sido depositado en los freezers..... Asentí totalmente complacida, era una de mis más eficaces empleadas confiaba en que ella haría que todo saliese perfecto.. -Muchas gracias Mari, espero que todo salga muy bien, estoy algo nerviosa- Le dije sinceramente mientras ella posaba su brazo en mi hombro dándome ánimos, por último solo me dijo un simple "No debes preocuparte, será una noche genial" Seguido de una sonrisa reconfortante, luego se dio media vuelta saliendo de mi vista... Suspiré pausamente mientras salía al jardín por un poco de aire, era agotador el antes de una fiesta, la organización podía cansarte mucho, por ende decidí tomarme una ducha algo rápida pues se acercaba la hora, al terminar busqué el vestido que me pondría, era algo sencillo pero a la vez combinaba perfecto con todo, el cabello lo deje en un peinado al igual de sencillo pero 'dulce', aveces me gustaba jugar con la dulzura que aún me quedaba.... Me maquillé muy poco, solamente un poco de rimel para darle vida a las pestañas y luego una sombra marrón a tono con el vestido, un gloss que solamente contenía brillo, y listo, ya solo tenía que esperar a los invitados...

Mandé el texto a Val, " Boba, te necesito urgente por aquí, espero que ya estés vestida, por que deseo que seas mi primera invitada en llegar, si aún te falta maquillarte o algo te me vienes así, y te maquillamos aquí. Te ama, tu mejor amiga. -Chlo ... Apenas apreté el enter me puse a dar vueltas por la mansión buscando algo con qué entretenerme, de pronto mi gatita muffy se presentó ante mí, comencé a acariciarla y a jugar con ella esperando ya que todos comenzaran a llegar... " Oh está noche quedará en la historia, eso espero más que nada..."

'LA CASA Ó Ò

CASOTA (?):

por **Valquiria D. Rosewart** Lun Feb 25, 2013 2:24 am

Corría de allí para allá en mi gran departamento, estaba todo desordenado porque hoy no había tenido tiempo de parar por allí ya que todo mi tiempo se había ido en la casa de Chloë, donde se estaba preparando una fiesta con ella como anfitriona, yo me ofrecí a ayudarla en todo lo que necesitara y nos encargamos de muchas cosas, así que apenas tuve tiempo de llegar a la casa, bañarme y alistarme. Estaba pintando mis labios con un discreto labial cuando mi teléfono sonó, con el ringtone de Chloë, corrí a él y vi su mensaje sonriendo, le contesté rápidamente. "Tranquila, boba, debo tomar un taxi, sino, mi cabello quedará echo un espanto en mi moto jajaja, ya me voy, estoy allá en 10 minutos o menos, si es que me pilla buen tráfico, te ama mucho más, Valquiria la bruja xoxo" sonreí y lo envié mientras echaba una mirada a mi loft antes de partir, se veía solitario y lúgubre, aunque estaba lleno de colores vivos y las paredes atiborradas de fotografías alegres y graciosas, la sensación de soledad que siempre me aplastaba al estar allí no me gustaba para nada, no veía la hora en que Alonso se viniera a vivir conmigo, para que todo tomara un poco más de vida y se viera más acogedor.
Suspiré mientras tomaba la entrada "vip" que Chloë me había enviado y la metía en mi pequeño y negro bolso, mientras salía apresurada del loft. Llegué al hall donde estaba Saúl, mi botones favorito de todo el edificio. Me acerqué a él y rápidamente me paró un taxi en la entrada, despidiéndome con una sonrisa. Llevaba un vestido algo ceñido, por lo que necesité que Saúl me ayudara a sentarme en el asiento trasero del taxi, le di la dirección al conductor y partí hacia la casa de Chloë.
Llevaba el cabello al "liso perfecto", como me gustaba, sin demasiado arreglo. Un maquillaje muy neutro, un poco de labial, rimel y algo de delineador eran las únicas cosas que adornaban mi rostro, no me gustaba maquillarme demasiado jamás, abusar de los cosméticos era algo que yo nunca, nunca hacía. En la vestimenta había elegido un vestido azul eléctrico oscuro, algo ceñido al cuerpo.
El taxi paró en la entrada de la casa de Chloë, sonreí emocionada, hacía tiempo que no iba a una fiesta y estaba alegre de ser más o menos la "co-anfitriona" para ayudar a mi amiga. Le pagué al chofer quien se había quedado con la boca abierta ante la fachada con la que nos recibía la casa; solté una risilla, lo que hizo al chofer despertar de su transe y intentar hacer como que no había pasado nada.
Sali del coche y atravesé la puerta de entrada sintiendome como en mi casa, había ido hasta allí demasiadas veces como para sentirme cohibida por las miradas curiosas de los empleados y la atenta mirada de dos gorilas, perdón, guardias, que no me despegaban la mirada y el ceño fruncido con cara de pocos amigos mientras me impedían el paso. Les miré a ambos con una ceja alzada, sin decir nada y mostrando en una de mis manos la entrada que Chloë me había enviado, para luego mostrarles una triunfal sonrisa de satisfacción. Me abrieron el paso y dándoles un simple asentimiento de cabeza, dándoles a entender que yo les era superior.
Seguí mi camino hacia la gran casa, donde la puerta ya estaba abierta y Maritza me esperaba para hacerme entrar, le sonreí con agrado, era simpática. -¿Chloë ya está lista, Mari?- Ella asintió, sonriente. -Oh, déjame adivinar, está dando vueltas por ahí nerviosa por la fiesta, ¿a que sí?- Su sonrisa se acrecentó más, yo pasaba por su lado. "Así es, señorita, está demasiado nerviosa para estar quieta", me aseguró aún sonriente. -Bueno, ya llegué yo, seguro la entretendré hasta que lleguen los invitados- Despedí a Maritza con una sonrisa pegada al rostro y me dediqué a vagar por la gran mansión para buscar a mi mejor amiga.
La encontré jugando con su pequeña gatita, solté una pequeña carcajada, rompiendo el silencio que reinaba en la habitación y haciendo un pequeño eco. -¿Y qué? ¿Empezamos con la fiesta, Chloëcienta? ¡Dime por favor que no te convertirás en algo feo a las 12 en punto, y que ahora luces fenomenal gracias al encanto de tu hada madrina, porque sería una lástima!- Le dije bromeando, mientras me acercaba a ella, la saludaba con un corto abrazo y un beso en la mejilla para luego acariciar la cabezita de la pequeña gatita.

por **Aaron F. Ryder** Lun Feb 25, 2013 11:43 pm

Una semana antes de esa gran noche me había llegado una linda invitación, a decir verdad esperaba que fuera alguna propaganda la cual terminaría tirando a la basura, pero en lugar de eso era una invitación para nada más y nada menos que la fiesta masiva de Chloë una linda ZBZ a la cual le tenía un cario especial y si para que mentir le tenía un interés bastante marcado, pero como fuera no dejaría pasar la oportunidad para salir de nuevo a una fiesta y pasarla de manera increíble como diría Leo “ en los viejos tiempos” ahora mi tiempo había regresado y en verdad tenía pensado pasarla de una manera increíble, como era de esperarse y en verdad lo agradecía mi invitación no solo era eso sí que tambien tenía un pase VIP y ya encontraría la forma de agradecerle tan lindo gesto a Chloë, Sabia tambien que algunos KT le habían propuesto ayudarle pues uno de ellos era Mike y bueno con él tenía una muy buena relación después de su gran aporte para mi liberación , le debía mucho a él y a Leo tambien a Natalie pero la forma en la que tenía pensado pagarles era una que seguramente les encantaría , aun no era tiempo para decirles el plan porque aún no podía salir del país hasta que nos e cumpliera el mes de una buena conducta y se diera le informe d que estaba bien, faltaban menos de 3 semanas y esto sería pan comió por eso decidí si asistir a la fiesta de Chloë , era un muy buen regalo de mi parte el cual me estaba regalando como buen hombre que soy, una noche llena de música, alcohol chicas hermosas y descontrol total y no había nadie más que no fuera mi pareja, mi compinche de esa noche que mi buen Leonarth. Quede de ir por el a su casa, Asi que apresure el paso y me metí a bañar, bien pude invitar a Cherry pero la verdad no tenía ganas de andar cuidando niñas solamente quería pasarla bien con todos los que estuvieran ahí, era libre de hacer lo que quisiera y en verdad necesitaba de distraerme de esa locura que tenía por vida, Asi que despues de bañarme me vestí y arregle el cabello, me puse loción y afine detalles de mi persona y de algunas otras cosas, mi vestimenta era comoda y adecuada para una fiesta asi,tome mis cigarros, el dinero, las llaves el celular y por qué no? una pequeña dotación de drogas que aun tenia a mi servicio, si bien yo no las tomaba alguno de por ahí las querría para enfiestarse aún más de lo que seguramente ya estaríamos . Baje las escaleras y solamente pegue un grito – No regreso hoy!- dije cerrando la puerta tras de mí y subiendo a mi auto para salir en busca de Leo, al ir por las calles me detuve en una vinatería y compre dos tequilas y otros cigarros, tan poquito? Pes si esas botellas solo serían para el camino de casa de Leo a la de Chlo esa noche pensaba perderme con mi hermano.
Llegue a el departamento de Leo y subí de forma rápida canturreando – Putañero ya salte! Que hoy nos pondremos hasta la madre- con una voz un tanto grave y llevando ambas botellas en alto, toque el timbre como desesperado y una vez que el salió lo jale y le di la botella-Si no se te olvida nada, vámonos ya!- dije jalándolo como un niño pequeño jala a su mama – Que hoy si te voy a destrozar a ti y al que se me ponga enfrente retándome con el alcohol- me reí y camine junto con Leo hacia la salida, afuera ya estaba mi carro , ese hermoso Aston que me habían dado y entre en el lado del piloto , encendiendo este le sonríe y choque la botella de tequila con la de él dándole un buen trago, todos sabían que como ex KT yo a las fiestas las tenía en un altar y cuando decían que habría una fiesta masiva, obviamente que haríamos de todo con tal de pasarla bien, no como en la fiesta pasada que la idiota de Agnes había arruinado todo solo por joder como siempre. Olvide el tema y no tardamos nada en llegar a la dichosa fiesta , o bueno a la entrada de la pequeñita casa de la ZBZ, deje la botella en el carro saliendo de este viendo a esos dos hombres enormes viéndonos con cara de “ los mato” y les entregue ambas invitaciones VIP que nos había dado Chloë – Buenas jovenes, si me permiten quiero entrar ya – lee la cabeza sonriéndoles y ellos asintieron quedándose con dichas invitaciones, una linda chica estaba parada hasta el fondo de la puerta con una pinta un tanto seductora- Esto pinta bien no?- le dije a leo acomodándome el saco y mirando para todos lados, la casa era simplemente hermosa y el decorado era espectacular, lástima que casi nadie lo recordaría por solo acordarse de lo ebrios que estaban, sonríe cuando la chica nos invitó a pasar y nos dijo dulcemente “- La señorita Röhrssen y la señorita Rosewart están en la parte traerá esperándolos, síganme caballeros"- lamí mis labios y mire a Leo levantando una ceja, tal parece que éramos los primeros y no me molestaba Asi me aseguraría de tocar ciertos temas de mi interés. Al fondo pude ver a esas dos hermosas damas platicando y sonreí, cuando llegamos a una distancia a la que las pude ver dije con un tono un tanto alto y grave – Señoritas, que piensan lograr viéndose de esa manera- me acerque a ellas y tome por los hombros a Chloë y dándole dos besos en cada mejilla – te ves perfecta como siempre – le sonreí y despeus hice lo mismo con Valquiria dándole un beso en cada mejilla – te ves muy hermosa Valquiria- me separe y espere a que Leo saludara.

por **Leonarth O'Donell** Mar Feb 26, 2013 9:58 am

Al fin una noche normal. Sin ataques, sin individuos extraños. Una mega fiesta que invitaba a pasarla bien. Como diría la famosa frase: “Sexo, drogas y Rock & Roll”. Tal cual, y más sabiendo que conmigo iría mi cuate, mi hermano del alma, Aaron.

El que me insistió hasta que mis tímpanos no podían escuchar su ridícula voz. No pensaba ir en un principio, tenía un gran problema en la mansión. Por eso no me quedaba en estos últimos días en ese lugar. Mi madre andaba por Paris de viaje, con su hermana la madre de Pía. Mi prima y prácticamente hermana que nunca tuve. Por un lado eso me dejaba tranquilo, podría disfrutar sin que hubiese problema, mi padre estaba en Filadelfia e iba ser imposible tomar un vuelo solo para molestar a mi madre. O eso se imagina mi cabeza cuando mis padres están por divorciarse. Problemas.

La invitación era VIP, ya estaba acostumbrado a este tipo de fiestas, normalmente las fiestas VIP eran solo de la elite de Brown. El resto eran fiestas alocadas de fraternidades. Y que sin más lo recuerdo, la última fiesta de KT fue sin Aaron Ryder, pero aquello termino, para Alonso y para mí, mas rápido de lo que canta un gallo. Pues allí me volví a encontrar con una vieja amiga y ex “pareja sexual” de hace unos años atrás. Hablo de Valquiria Rosewart, de la fraternidad Gamma Phi. Quedando cosas pendientes que hablar, pues tuvimos algunos inconvenientes en el camino, esperaba poder aclarar las cosas con ella esta noche y hacer ciertos trámites monetarios. Ya podía pagar el auto que choque, y quedaría saldada la deuda, aunque ella no quiera.

La fiesta seria en la casa de Chloe, una Zeta Beta Zeta, y alguien que Aaron me estuvo hablando durante bastante tiempo. Yo la conocía pues ella es amiga de Penélope, la prima de Alonso, además es amiga de Valquiria y de Juliette DiLaurent, otra Zeta. Mi invitación decía que tendría ciertos “privilegios” y eso me llevo a querer ir al 100%. Confirmándole a Aaron que iría y que me pasara a buscar por el loft, que estaría pronto para cuando el estuviese listo. Y conociéndolo este vendría tomado, pero ya para la hora que el vendría mis vecinos ni estarían, y somos tres loft en el edificio, puesto que la vecina del piso de abajo estaba de viaje, Solange se llamaba, y mis otros vecinos eran un matrimonio de millonarios Empresarios el cual tuve la buena suerte de conocer.

Estaba en mi ordenador, chateando con una chava, Antonia se llamaba, una rusa que conocí hace algún tiempo atrás. De repente sentí un canturreo conocido, esa voz era de Aaron Ryder, y venia feliz, ¿Borracho? No creo, el desmadre ése tenía un aguante único para la bebida. Despidiéndome de Antonia, guarde el laptop y me arregle la ropa (el de la izquierda) frente al espejo de pie –Ya voy cabronazo, ¡Y deja de hacer escandaloso!- grite desde adentro, el estaba golpeando la puerta como un animal, prácticamente. Di un paso apresurado, le abrí la puerta –ah no, yo no voy a coger con vos eh, que raro no traes chavas contigo- con una sonrisa le doy un abrazo, no lo veía desde que me dieron el alta en el hospital. –Pásale- dije acercándome a la cómoda y tomando mi perfume -¿Sabes quienes tienen VIP?- pero este no me escucho y bajo hasta su coche, cerré con llave y Salí del lugar para embarcarme en una aventura junto a Aaron.

Por el camino, paramos para comprar tequila, dos botellas –wey, no compraste nada para la anfitri…- pause mis palabras, ahí recordé que Chloe y el habían tenido un encuentro semi carnal, hundiendo mis dedos en su cintura –aaaa… si eres pillo eh, no se te escapa nada, haz de caso que no te dije absolutamente nada- con una sonrisa choque apenas mi botella con la de este y le di un largo trago – ¡Vayámonos de descontrol!- grite saliendo por la ventana de brazos abiertos mientras Aaron ponía en marcha su coche.

Al llegar, no preste mucha atención a quienes estaban custodiando la entrada principal. Aaron le dio las entradas VIP y entramos en su coche. Este lo estaciono. De un salto Salí de allí con la botella en mano. –Linda la fachada eh brother- mire a Aaron, este estaba hablando con una criada del lugar –buenas noches- entramos luego de escuchar indicaciones de donde estaban las chavas Chloe y Valquiria. –perfecto, tengo cosas que hablar con Rosewart- y quien sabe la que nos esperaría.

Escuche un comentario de Aaron por lo que estaban haciendo Chloe Y Val, y dándole un leve codazo en su cintura acote –déjales, quizás quieran un poco de intimidad- guiñe un ojo y me senté en un sofá después de saludarlas. Le doy otro sorbo a la botella de Tequila, esta estaba por la mitad y dándole un vistazo general al lugar vi una mesa de Pool -¿a qué te gano un partido wey?- me levante del sofá y me acerque arreglando las bolas de billar sobre la verde mesa.

por **Athalia R. Chaisty** Mar Feb 26, 2013 10:14 am

Había estado viendo aquellos anuncios sobre la fiesta de Chloë por una semana y así fue como después Chloë me exigió que fuera. El día anterior terminé muerta tras un día lleno de baile y practica, me había lastimado el tobillo en una caída mala y lo tuve hinchado por toda la tarde. El día de la fiesta, hoy, había despertado mejor, convenciéndome de asistir a la famosa fiesta. Era imposible rechazar una fiesta, y mas si era de una de mis amigas, si fuera de alguien que no conocía dudaría en ir.
Me estiré en mi cama y tomé fuerza para levantarme y arreglarme de una vez por todas. Tal vez iría un rato, tomaría mi dosis diaria y después me pintaría de colores y escaparía. Eso quería, sí, pero todos los que me conocían sabían que terminaría atorada allí hasta que me sacarán. Había decidido ir un tanto natural a la fiesta, por lo que elegí mi vestido más natural y tacones que iban con él. Dejé mi cabello suelto y solamente decoré mis ojos con sombra y delineador negro. No necesitaba ningún bolso, no tenía que cargar nada, tan sólo mi cadena con el dije de mi bebé. Los billetes necesarios para mi transporte estaban guardados en mi escote y no necesitaba más, si lo necesitaba, Chloë me ayudaría, o eso esperaba. Dejé mi cuarto y, con un abrigo oscuro cubriéndome, emprendí camino hacia la casa de la pequeña ZBZ.
No tardé mucho en llegar tras tomar un taxi, me mantuve de pie frente a la gran casa y dejé a mis ojos correr por el lugar hasta notar una cabeza conocida. Aaron Ryder. Sonreí un poco pero me quedé de pie en mi lugar, viendo la gente desaparecer en la puerta. Por fin me acerqué a los dos gigantes cubriendo la puerta, clavé mis ojos en ellos y sonreí, en cuestión de segundos entré.
Todo era decoración en el interior, moderno, grande, de dinero. No estaba acostumbrada a tanto lujo, después de vivir 4 años en la pobreza, ésto era algo nuevo, pero mi iría acostumbrando. Noté como Aaron y Leonarth fueron escoltados a la parte de atrás por lo que los seguí, siempre atenta a mi alrededor. Cuando por fin llegamos a donde Chloë estaba pasé a los chicos y me paré a un lado de ella. "Aquí me tienes, te prometí que vendría", sonreí, saludando con la mano a los chicos y quitándome mi abrigo.

(U: Si! es corto por que no tengo inspiración xD Mejoraré, lo prometo Razz

)

por **Mike R. Shepherd** Mar Feb 26, 2013 4:57 pm

La fiesta de Chloe había sido uno de los asuntos que más llamó mi atención en las dos últimas semanas. Lo sé, sé que tenía tiempo suficiente para organizarlo todo,porque seamos sinceros mi equipo ( los novatos de KT y algunos no tan novatos) se esmeraban en realizar cualquier petición mía ( o de Chloe) respecto a la organización y decoración de su Pequeña mansión, además contabámos con el apoyo del servicio doméstico de la sexy Zeta. El día anterior a la fiesta estuvimos todos colocando luces, preparando las listas de las compras que encargamos y las tuvimos con mucha celeridad y lo tendríamos todo, comida, bebida, gente. Pero faltaba la música, así que recordé en llamar aun colega que trabaja como DJ, un hombre de SAE, digo hombre porque aunque no los aparente es el más mayor de los alumnos que yo conozca y desconozco sus motivos para que estudie cuando tiene trabajo propio.

Finalmente todo estaba preparado para el día, así que me fuí a la frater para descansar y dedicir entonces qué ponerme ese día. Yo para las fiestas, no es que me arregle mucho, pero Chloe quería que estuviermos todos impecables, cosa que a Valquiria y a mi, nos empujaba a arreglarnos más de lo normal, porque nunca solemos ir derrochando estilo, pero sí atractivo. Volví a la universidad, porque aunque ahora estuviera viviendo con O'Donell, no quería distancierme mucho de mi joyita inglesa y fuí a buscarle a territorio enemigo, zona de Omegas. Yo le había comentado con anterioridad sobre la fiesta de Chloe, y tanto yo como él, la conocíamos muy bien y entre los 3 éramos buenos amigos, pero Billy es como es y nunca quiere salir. En cambio puso mucho interés en elegir mi camisa, mis zapatos, mi perfume, cualquiera diría que quería que yo me mostrase elegante por ahí, quizás presuma de mi a mis espaldas y siga negándomelo en mi cara. Yo no le reproché nada del vestuario, aunque pocas veces yo vestiría de blanco, él me preparó una camiseta blanca impoluta abierta en pico por el pecho ( el cual desde que estoy con él, misteriosamente ya no tiene vello, y sufro) una chaqueta fina del mismo color con varios adornos de cierres y botones metálicos, me entregó un cinturón beige, para cerrar un pantalón blanco super slim que hacia mis piernas más largas si podía. Si no fuera delgado sería yo un muñeco de nieve. Me dio un sombrero ( ¿Qué pinto yo con un sombrero?), porque era una fiesta de día, me chivateó luego que en el maletero de mi auto tenía un traje de noche, por si refrescaba ( Chris te quiero un montonazo pero te estás pasando). Me vestí completo y podría jurar que cuando él me vio en un sus ojos había rabia, quizás al final si quería venir pero decidía no hacerlo porque se aburriría al instante.

Tomé mi móvil y la invitación que tenía junto a la cama de William, recogí mi cartera, el teléfono y las llaves del Mustang, regalo de O'Donell por supuesto. Me fuí hasta el coche e introduje la dirección de chloe en el gps, sé donde vive, pero olvido los trayectos en nada, y para cuando recorrí el trayecto se me había pasado la hora, eran las 12 y veinte creo o ni lo sé. En el aparcamiento de la mansión pude el Aston de Aaron, así que probablemente él y Leo estaban ya aquí, me habría venido con ellos, porque Aaron siempre sacaba a Leo en su coche, pero yo no estaba en ese momento en el Loft, y tampoco tenía la ropa allí. Cogí la invitación, y lo oportuno y fuí a la entrada, saludé a los guardas de Chloe Guardia 1 y Guardia 2 , les saludé y mostré el rosáceo papel.- Buenos Días Chicos- les saludé al entrar y me encontré ya con mucha gente. Allí estaban mis colegas, Leo y Aaron, y mis amigas, Val y Chloe. Me acerqué a todos ellos aprovechando el escaso momento que les vi juntos. Por las espaldas les apreté las nalgas a los chicos y luego pasé por el mínimo espacio que había entre los hombros de ellos, pronuncie un leve ' Hola Chicos' y me lancé a abrazar a Valquiria y a Chloe.
- ¡Esto pinta que no veas!- Le dije a la anfitriona tras darle dos besos sin separar mi brazo de los hombros de Valquiria. No veas lo que crecen las chicas con tacones, me llegaba a los hombros la Gamma. - ¡Pero antes de que empecéis a echarme en falta voy a revisar el equipo de música y el jardín!- Comenté rápido dejándoles a todos con la boca abierta para responderme, sujeté mi sombrero para que no volase y dí una gran zancada para alejarme de ellos.

Rodeé la casa y comprobé las luces de la piscina, y en ese momento recaí que no traje nada para nadar. Y los boxer blancos no son de los más adecuados para mojarlos, marcan demasiado la forma y se trasparentan, así que procuraría no caerme al agua y vigilar que nadie se atreviese a empujarme, pero estando todos borrachos como acabaríamos a la hora de la tarde... Di una vuelta por el jardín hasta que encontré una puerta.
- ¡Hola Maritza!- Huyó de mis labios al ver a la asistenta de Chloe, la saludé con un abrazo porque le cogí cariño en estos días que estuve rondando la casa, Mai nos había llevado muchos refrescos y había sido muy atenta y cariñosa conmigo y mi gente.
- Buenos días, Señor Michael- Me contestó y le pregunté si se animaría a bailar luego conmigo un poco, a lo que se sonrojó y agitó la mano en negación mientras se retiraba dando pasitos rápidos huyendo de mis alocadas ideas. Decidí dejarla ir y no resultar bochornoso, y como me encontraba cerca de los freezers, fuí de los primeros en preparárme un cóctel con algo de vodka, limón y cola. También comencé a preparar algunos más para las chicas del salón y jardín, no seré el camarero eso sí, pero mis chicas son especiales.

por **Chloë J. Röhrssen** Mar Feb 26, 2013 6:32 pm

Me quedé jugueteando con muffy mientras miraba ansiosa el reloj de mi muñeca, ansiaba que llegara Valquiria lo antes posible, aunque ya seguro estaba por llegar en cualquier momento pues cómo había escrito en el texto que me mandó llegaría en 20 minutos aproximadamente... Debía admitir que los nervios me carcomían la mente, no sabía cómo saldría todo esta noche, esperaba que saliera lo mejor posible en todo, y que todos se divirtieran a lo máximo, por eso había mucho diría que demasiado alcohol distribuido por la casa, así de algo era seguro todos acabarían borrachos o semi borrachos, y eso era sinónimo a que la pasarían de diez. De pronto la figura de Valquiria apareció ante mi mirada, haciendo que sonriera de oreja a oreja, ella era cómo la hermana que jamás tuve, cuando la conocí por primera vez tuve la sensación de que nos llevaríamos bien aunque nuestras fraternidades eran totalmente diferentes, aunque claro eso no fue ningún problema para que entabláramos una amistad que ahora se transformó más en una hermandad, pues el lazo que nos unía era demasiado fuerte para que alguien lo rompiera. Reí ante su comentario parándome de un salto para abrazarla... -Esperemos que no, no me gustaría terminar con un vestido viejo y arrugado... -Bromeé mientras largaba una sonora carcajada... Miré con ternura el gesto de Val hacia Muffy, ella era gustosa de los mimos y amaba cuando le prestaban atención más si esa persona era mi mejor amiga Val, quién ya era cómo su segunda dueña, siempre que venía a dormir la gatita se tiraba prácticamente hacia sus brazos.. -Bueno ya dejaremos a Muffy en su cama, que está noche sino se pondrá molesta pidiendo mimos... - Bromeé, tomando con mis manos a la pequeña para luego depositarla en su cama, luego hecho esto salimos hacia una de las salas contiguas, esperando que ya llegaran todos de apoco...

Por suerte todo comenzaba a tomar su forma con el transcurso de los minutos, ya que no pasó ni media hora cuando la gran puerta se abrió, aún nosotras nos encontrábamos en la habitación cuando escuché la voz de Maritza a lo lejos, de seguro estaba atendiendo a los primeros invitados, me preguntaba quienes serían, podría ser Mike, aunque la fraternidad está algo lejos de aquí entonces no creo que tuviera el tiempo suficiente, ya que se había ido de aquí hacía solo un par de horas atrás... Así que él quedaba eliminado de la lista de los que estaban en la entrada... Dirigí una rápida y nerviosa mirada a mi amiga, mientras musitaba... -Oh, ya han venido los primero invitados!!!!!- Al terminar la puerta de la sala se abrió de par en par dejando ver a Leonarth y Aaron, le sonreí a los dos feliz de que aceptaran en venir... Pero no podía negar que mi mirada se centraba mayormente en Aaron, quién hacía ya unos cuantos días había cautivado toda mi atención.... Dos días antes de la fiesta, le había hecho un recorrido de la casa, terminando dándonos unos chapuzones en la piscina... Reí ante el comentario de Aaron mientras le sonreía pícara... -Bueno quizás la idea era romper unos cuantos corazones... -Bromeé mientras me acercaba a ellos para saludarlos, pues ellos estaban haciendo lo mismo.. -Bueno tú no estás para nada mal eh... -Le guié el ojo levemente mientras dirigía mi mirada a Leo, riendo ante su comentario mientras le picaba la nariz... -Claro ya quisieras...- Dije de manera divertida, en respuesta a lo dicho de que Val y yo necesitábamos un poco de intimidad...

Escuché que había una nueva voz en la casa, me sonaba conocida, así que seguro sería una de las chicas, cómo buena anfitriona saludaría a todos los llegados, no me molestaba para nada hacerlo, además eso les haría sentir cómodos de alguna manera, sabía que vendría hasta chicos que seguramente no conocería pero con más razón los recibiría de la mejor manera... Escuché que Leo le ofrecía jugar al pool a Aaron, así que opté por acercarme hasta val... -Bueno nosotras podremos ir a hacernos unos tragos, en el jardín, hay mucho para elegir... -Le comenté mientras le sonreía mientras esperaba su respuesta, el ruido de la puerta nos interrumpió y de allí se vio la figura de Athalia, se puso cerca mío susurrándome algo, la miré tierna... -Muchas gracias por venir Atha, espero que te diviertas a lo grande eh! -

Ni habían pasado unos minutos que entró por la puerta la cabellera rubia de Mike, salté de alegría esperando que se acercara, le abrí los brazos para luego apachurrarlo alegremente... -Sí, espero que esto explote...- Sonreí entusiasmada, para luego asentir a su comentario de que iría a ver las luces y demás... -Oh te debo muchas gracias Mike, aportaste mucho a la fiesta de hoy... - Él había sido una pieza valiosa para la organización de la noche así que la mayoría de todo el decorado era nada más ni nada menos que exclusividad del Kappa Tau, se lo agradecía enormemente ya que él había hecho todo tan a la perfección que me había quedado totalmente impresionada... Al verlo salir dirigí mi mirada hacia las chicas tomando... -Bueno a beber se ha dicho!!!!! - Luego me acerqué hasta la meza de pool donde estaba Aaron y Leo... -Chicos diviértanse nosotras nos iremos afuera...- Les dije a los chicos... Luego me acerqué a Aaron para susurrarle... -Luego te veo... - Sonreí, y caminé hacia la puerta junto con Val y Athalia... En el jardín nos esperaba una barra con un Barman que nos podía preparar los tragos que quisiéramos..

por **Valquiria D. Rosewart** Miér Feb 27, 2013 2:12 am

Estaba cómodamente acariciando a la linda gatita de Chloë, siempre que iba allí me las ingeniaba para terminar dándole mimos a Muffy. Siempre me habían gustado los animales pero le tenía un cariño muy, muy especial a aquella gatita en particular. Hice una mueca de "No te la lleves" cuando la sacó de mi lado y estiré los brazos hacia ella, en un intento de agarrarla para que no se la llevara, pero desistí y me encogí de hombros. -Bueno, aunque a mi no me molestaría darle unos cuantos mimos...- Bromeé con una sonrisa, mirando a la gatita como se acomodaba en su cama y se ponía a ronronear contenta. Sonreí aún más.
El silencio reinó en la habitación y pudimos escuchar como ahora Maritza hablaba con alguien en la entrada. Miré a Chloë, quién derepente estaba nerviosa, le sonreí. -Si, Chloë, han llegado, pero tranquila... no estés nerviosa, todo saldrá bien.- Le susurré con calma y sin perder la sonrisa.
La puerta de entrada a la sala se abrió y tras ella aparecieron Leo y Aaron, muy bien vestidos. Se acercaron con paso lento. Reí por lo bajo ante lo que dijo Aaron y la respuesta de Chloë. Sonreí alternando mi vista entre Aaron y mi amiga, algo pasaba entre ellos, lo supe por la mirada de interés que ella le había dedicado cuando el ex Kappa Tau apareció en escena y más por la pícara sonrisa que se ensanchaba en su dulce rostro. -Mi amiga tiene razón... ¿Qué es una fiesta sin unas rompecorazones bien vestidas, eh?- Me enderecé y llevé una de mis manos a mi cadera. -Gracias por el cumplido, Aaron, ustedes están también muy guapos, chicos, de veras que sí.- Les dije a ambos con una sonrisa amable, mientras les devolvía el saludo de buena gana. Esos chicos eran totalmente de mi agrado, me encantaba hablar con ellos.
Vi como Leo se enfilaba hacia la mesa de Pool que Chloë tenía en medio de la habitación, con un reto camuflado de afirmación hacia Ryder, en ese momento agudicé el oído, en esa casa se escuchaba mucho eco y era fácil saber cuándo alguien estaba conversando del otro lado de la mansión. Sonreí sólo por un segundo; la fiesta poco a poco iba tomando forma. ¡Estaba anciosa porque llegara mucha, mucha gente!
-¡Oh, eso suena excelente, Chloë!- Concedí con una sonrisa, pero nuevamente la puerta se abrió, posponiendo nuestra ida al jardín para un poco más tarde. Giré mi cabeza y vi a una linda rubia cruzar la sala directamente hacia Chloë, saludó a los chicos con una mano y habló con Chloë, yo simplemente le sonreí, cortez. La sonrisa se me ensanchó al ver el conocido rostro de Mike Shepherd dirigirse hacia nosotros. Nos abrazó a Chloë y a mi, alegremente animado. -¡A llegado el cerebro detrás de la fiesta!- Bromeé abrazándolo por la cintura. Lo solté rápido, con una pequeña carcajada, ya que salió pitando, era obvio que Mike quería que todo saliera del 10.
Cuando Mike desapareció de escena, Chloë nos miró a Athalia y a mi con complicidad, le sonreí de oreja a oreja y acentí con la cabeza dos veces, segura de lo que ella nos diría. ¡Los tragos se aproximaban!
Fuimos las tres afuera, al hermoso y verde jardín, que ahora estaba plagado de lucecillas en casi todos los árboles. (Algo que, sin la ayuda de los KT que había traído Mike, no se habría podido lograr en una sola tarde). El barman afuera se presentó como Jordan, con una gran sonrisa pegada al rostro.
-Bien, Jordan...- Le dije acercándome a la barra. -¿Qué trago nos recomiendas?- Le sonreí, él no dijo nada, simplemente empezó a preparar hábilmente algo para que bebiéramos.

por **Aaron F. Ryder** Miér Feb 27, 2013 1:11 pm

Simplemente la tensión en Chloë y en mí se notaba y creo que todos la notaban en sí , sus palabras fueron como música a mis oídos – Solo espero no ser yo uno de esos corazones rotos- bromee y mi oído noto otras voces, atrás de nosotros entró Athalia y al verla le sonreí y le hice una reverencia- no saludaras?- me reí y me acerque para darle una brazo rápido y un beso en la mejilla, a Athalia la concia de años y me alegraba que ahora por fin estuviera en Brown y más que compartiéramos esta fiesta , de nuevo las voces se escucharon y en verdad sentí es emoción correr en mi cuerpo, la fiesta comenzaba a tomar forma y se hizo más presente eso al ver la cabellera rubia de Mike y cuando apretó mi nalga di un brinco y le pegue en el hombro – Anda ve y te vemos acá en la mesa…hay que hablar de su pago queridos amigos- dije refiriéndome a un pequeño viaje de hermanos que tenía n mente, una buena salida a Mónaco seria digno de nosotros , escuche a Chloë y asentí con la cabeza poniendo mi mano en su cintura y diciéndole al oído – Mas te vale- le bese la mejilla lentamente y apreté un poco su cintura, la mire a los ojos vi cómo se giraba con las otras chicas y como salían detrás de Mike contoneándose pues las tres sabían que se veían de manera espectacular, di unos cuantos pasos hacia atrás y mire a Leo – Listo para ser derrotado una vez más?- tome un taco de billar y a tiza y comencé a frotar está en la punta del taco de billar, dirigí de nuevo mi vista hacia afuera y vi a Chloë a Val y a Athalia en la barra con el bar tender – Y qué piensas bro?- le pregunte sin verlo y aun viendo el patio- Digna o no?- bromee y deje mi mirada ahí puesta en las chicas ya al ver la barra recordé lo que dijo Leo – Ah carajo!, no traje las botellas- dije y me recargue en la mesa de pool y saque mi celular- permíteme- le dije a Leo tomando el taco por la punta recargándome , el teléfono comenzó a marcar y al bocina de le otro lado fue descolgada – JB!, hey hermanito oye un favor si?, mira estoy en la fiesta de una amiga y sería bueno que me brindaras unas cuantas cajitas de alcohol, si…si acá yo te las pago, si te mando al dirección en un texto…ok, mira que sea una de Jack Daniels , una de Absolut si…si natural , una de Ron, no es el que sea tu tráeme lo mejor , tequila, mucho tequila ,ah sí y claro tráeme dos especiales de Jägermeister y si tienes tráeme una hadita verde no?, no el Absint si él. Ese, si con la imagen de Van Gogh , ok, si acá las pago así que trae a terminal- dije mirando a Leo y levantando la cabeza como preguntándole si quería algo mas – ok…te veo, en la entrada di que me llamen a mí por favor, si ok…te veo, gracias hermanito- le colgué y mire a Leo- ahora si amigo mío la fiesta será todo un éxito- deje de agarrar el taco por la punta y limpie mi mano manchada por la tiza –después de arreglar ese asunto de la bebida…que creo que a pesar de ser bastante no sobrara nada, dime, que piensas de la linda ZBZ?, no te pondrás celoso de ella verdad?- me reí y negué con la cabeza tomando las bolas y el triángulo para acomodar el juego – Rompes o rompo?- me refería a romper la formación de las bolas, me recargue en la mesa y mire hacia afuera, al linda chica la cual nos había escoltado se acercó con dos cervezas y nos las dejo a un lado – Gracias linda- le dije y le pase la suya a Leo estirando mi botella- Por una noche como antes Bro…ah espera…- me puse en la puerta tomándome de ella y el gripe a Mike -Mike trae tu miserable persona para acá!- dije bromeando y me metí de nuevo – les tengo una propuesta que no podrán rechazar- y comencé a tararear la tonada de el padrino bromeando, en verdad estaba de un humor bastante bueno, tenía mucho que no me sentí así de animado y todo se lo debía a la fiesta que estaba ya tomando forma por fin.

por **Lizzie A. Richardson** Miér Feb 27, 2013 6:06 pm

Hacía dias que hablaba con mi beffa de que ella quería hacer una fiesta, yo le había prometido que le iba ayudar siempre que quisiera. La verdad que con mis mejores amigas podía pasar horas y confiaba en ellas, pero últimamente con quien más hablaba era con Clhöe, tenía que hablar de alguien, si había un chico que me tenía embobada, estaba muy concentrada en mi carrera pero estaba de los nervios, esos ojos, esa sonrisa que cuando me hablaba me quitaba las palabras. Había tenido novio hace tiempo en la uni pero lo dejamos por cuestiones que él se tuvo que ir del país, por mucho que uno quisiera las relaciones a distancia no iban muy bien. Cuando miré la hora me di cuenta que me había quedado pensativa mientras dibujaba en uno de mis cuadernos y apuntaba mis sentimientos, hacía canciones y pensaba en la fiesta. No sabía que ropa ponerme así que me fui a dar una buena ducha, me hice un baño muy relajante con sales para el agua, y velas aromáticas, eso me iba bien para relajarme como también tomar una buena tila. Cuando me llamaron que alguien llamaba por teléfono les dije que me lo pasaran ya que en el baño tenía un teléfono, era que ya habían llegado mis compras, les dije que ya venía, me fui corriendo a cambiarme en el vestidor, me puse al final un vestido muy sexy y elegante a la vez, me puse un vestido de marca, si por fin me había decidido.

Bajé las escaleras y fui a la puerta para firmar, había llegado mi bolso lo iba estrenar para la fiesta. Aún no me había peinado, estaba bien coqueta, pero la verdad que el repartidor era lindo.-Lo siento lindo, pero me tengo que ir adiós, quédate con la propina.-riendo me fui corriendo a terminar de arreglarme, no tardaron en avisarme que mi chofer había llegado, tenía ya la maleta lista y las cosas que le quería enseñar a Clhöe como nuestros padres se conocía me bien a dejar quedarme unos días ya que era fin de semana.

Cuando vino mi chofer le saludé con una sonrisa, me quedé mirando por la ventana, fue un trayecto pequeño entre mi mansión y la suya no había tanta distancia.-Adios Charls, thanks bye.-Le dije al chofer, para luego picar el timbre, el mayordomo me abrió enseñé la invitación VIP y luego fui entrando con una amplia sonrisa, por suerte vi a los chicos. Pero para mi soRpresa cuando vi a Aaron de espaldas me fui corriendo y me abalancé encima suyo.-¡AARON ! Te extrañé ¿Dónde te metiste? -le dije mientras le hacía puchero, luego le miré con una amplia sonrisa.- Clhöe estoy aquí.-Le dije mientras ahora estaba colgada en el cuello en plan coala, si es que le había echado mucho de menos, los quería mucho a todos, pero Aaron, Nate, Ashton, Ced, y mi Drew eran mis mejores amigos y bueno Kenton que no faltara.

por **Leonarth O'Donell** Jue Feb 28, 2013 9:11 am

Aquella residencia estaba de lujo, me dio un aire familiar verla, pues para mi gusto era un ambiente muy limpio, como en la mansión donde vivía, ahora que estamos viviendo con Mike y mi prima juntos los tres, el lugar es un desorden único. Mi prima hace mucho que no se pasa, y el KT anda mas afuera que adentro, por eso el culpable de tener todo desordenado, pese a tener una sirvienta, soy yo. Mi dormitorio era una jungla, ropa por todos lados menos en un armario ¿en este lugar seria así? No lo creo… Chloe parece ser de las chavas que son ordenadas en su vida, y el reflejo se notaba en este lugar.

Al momento de entrar solo estaban la anfitriona y una persona que hace unos días atrás tuvimos un pequeño encuentro sangriento. Valquiria Rosewart, la cómplice, pero quedamos que “ese” tema no se volvería a tocar nunca más. Yo no era delator, y espero que ella tampoco, porque si ella abriese la boca estaría en el horno. Pero sé que no seria así, no esta noche, íbamos a pasarla bien y simular que lo de aquella noche no sucedió. Por suerte salimos ilesos los 3 y todo termino “bien”, pues también estaba Alonso, pero muy enfermo. –Valquiria, cuánto tiempo- dije luego de saludar a ambas chavas y sentarme en un sofá. Le guiñe un ojo, ambas se veían hermosas vestidas, aunque deseaba más que esos vestidos estuviesen en el suelo que en el cuerpo. Pero una de ellas era de Aaron, y si mi brother se fijaba en una, para mí esa persona “tiene” bigote.

Chloe no estaba nada mal, y estaba logrando buscar un lugar en mi círculo de amigos, solo que sin pedirlo –gracias por invitarme Chloe, ya tendremos de que hablar- volví a posar mi mirada en Valquiria, recordé nuestra charla, y aquellos viejos tiempos. De locura desenfrenada, alcohol, y sexo. Oh si, y que buen sexo.
De repente busque algo, necesitaba acción, sexo aun no, estaba demasiado sobrio para ello, encontré en una habitación conectada a esta una mesa de pool, me pareció buena idea retar a Aaron, tenía tiempo que no salíamos con él, y menos jugar a este tipo de cosas. Lo invite caminando a la mesa. Acariciando la suave cobertura verde oscuro de la mesada de billar mire los cuadros, uno de ellos era el típico cuadro de los perros jugando póker. Saque las bolas y las desparrame sobre la mesa. Mientras jugaba chocándolas unas con otras, busque el triangulo. Aaron no se quedaría atrás con su comentario de “superioridad” le guiñe un ojo y respondí de manera divertida –anda, vamos a jugar wey- en ese instante entro otra chava mas, no la conocía, apenas levante mi mano como saludo.

Enseguida de ella entro Mike, pegue un grito de emoción que tenia a dos de mis brothers en el lugar -¡Hey Mike!- este saludo algo callado ¿le pasaría algo? Mire a Aaron, luego el KT se acerco y nos apretó a cada uno ¿la nalga? –epa, al menos invítame un trago primero- respondía en tono de broma viendo como desaparecía camino a los jardines –Lo perdimos Aaron, este chavo está enamorado, está completamente perdido- recordé aquella fugaz relación con Melissa, y esperando que no viniera esta noche, pues pese a que terminamos bien, ella era un poco especial, y si me ve con alguien más, o dos más, es capaz de armar un dramón.

Aaron arreglaba las bolas en el triangulo. Chloe dijo que empezarían a tomar e irían afuera –después las alcanzamos linduras- pero la Zeta se arrimo a Aaron y le susurro algo que si me lo hacen a mi le como la boca, sobrio o no. –eeee…. La tienes muerta Ryder, eres un pillo- me acerque a este y le di un fuerte abrazo, extrañaba tenerlo conmigo, salir con él, tomar, ver chavas, y luego separarnos para terminar encamados. Esos eran buenos tiempos. El pregunto qué me parecía Chloe y respondí –tiene buen trasero, buenas curvas, amistosa, buena onda, que mas quieres que te diga wey, es una chava hecha y derecha, aunque no la conozco mucho, es todo lo que te puedo decir- me separe de este y tome el otro taco.

Ryder realizo una llamada luego de darse cuenta que no trajo bebidas –te dije tarado, te dije que tenias que traer algún presente para la anfitriona- este me hizo callar con la mano, tenía ganas de cortársela y metérsela por donde no le da la luz. Este pidió una gran orden de bebidas alcohólicas y que las trajeran aquí. Arqueando una ceja le quede mirando luego de que corte –ni te imaginas el tiempo que traigo sin tomar algo bueno- pasaba más en el hospital y metido en líos que teniendo tiempo de salidas, alcohol y sexo, sexo… ¿hace cuanto no tenia? Un mes, más o menos, fue en aquella fiesta de los KT.

Aaron me estaba preguntando si yo sentiría celos de Chloe -¿celos? ¿Moi? A ver dime tu, quien celaba a Melissa cuando estábamos en esa época de pajaritos y florecillas- mi mirada se centro en sus azules ojos –tu, pero yo no, yo no celo brother, yo vivo la vida, soy un soltero mas- expandí mis brazos como dándole gracias a Dios de ser alguien nuevo, renovado, teniendo lo que más amo conmigo y dejando un poco el drama atrás, porque no puedo negar, drama en mi vida no faltara.

Al instante que íbamos a comenzar el partido, Aaron fue a llamar a Mike, algo nos tenía que decir. Pero fue interrumpido por una rubia. Preciosa. ¿Acasos esto es Willhelmina? Eran todas preciosas, con buenos cuerpos, buenas tetas, colas perfectas redonditas. –A pero eres todo un iman de preciosuras- me acerque extendiendo mi mano –Leonarth O’Donell- frente a la puerta que daba a los jardines lo vi a él, al desgraciado que pudo terminar con mi vida si así lo pudiese realizar, el que abuso de mi confianza e hizo cosas que tarde o temprano me las iba a pagar, Marshall Mounier, aspirante a ser un Kappa Tau. Alguien entro con este pero ni idea quien sería.

Lo analice de arriba abajo, el no me había visto, pero yo sí, y ya lo tenía con su cuello en mis manos para cortarle la yugular, imaginaba aquello pero no lo iba a hacer. No hoy, hoy iba a pasarla bien, si este miserable se pasa conmigo otra vez, la fiesta no terminaría bien. –Empecemos a jugar de una buena vez- dije de manera grosera y mala onda a Aaron quien estaba ocupado con una ya. No podía dejar de mirar a Mounier, esas ganas de matarlo no me hacían falta. Ninguna.

por **De'bunny Petrikov** Jue Feb 28, 2013 10:26 am

Todo el camino hasta la fiesta se la había pasado callada, algo inusual en ella cuando estaba con Marshall, además él le había hecho una pregunta que no se interesó por responder y a la cual daría respuesta a su debido tiempo. El aire frio, invernal, que azotaba sus mejillas mientras él conducía, era perfecto para despejar la mente de la ojiazul. Estaba molesta, pero con Marshall ni con alguien más, simplemente con la persona que tenía en un pedestal a Marshall, eso duraría hasta que lo conociera como ella lo conocía. Esperaba que eso nunca pasara. Una vez que legaron Debbie se propuso un objetivo en especial, no alejarse de Marshall. ¿Por qué? Bueno, de todos sus amigos cercanos, él era con quien más era cercana -eso suponía ya que la rubia estaba desaparecida-, y aunque no se le dificultara hacer nuevas amistades, por ahora, prefería no socializar demasiado, teniendo en cuenta los planes que tenía. No fue necesario que agachara la mirada para saber lo que Marshall llevaba en la bolsa de su pantalón, ella lo sabía muy bien y no se quejaba en lo absoluto de que él fuese tan previsor. Ella misma hubiese llevado sus propias drogas si no fuera porque odiaba que se formaran bultos en sus bolsillos, pues podían ser confundidos con grasa de sobra en su cuerpo, más de la que ya tenía. Inspiro hondo antes de entrelazar su brazo derecho con el izquierdo de Marshall. Y no le importaba si él se quejaba o no, la invito sabiendo que se atendría a su voluntad de cierta forma. Miro a las chicas a las que se acercaban y, de cierta forma, se sintió como en la película “El diablo viste a la moda” Cuando las asistentes de Miranda le dicen los nombres que se suponía ella ya debía de recordar. Rodo los ojos antes de alzar los hombros. Creía conocerlas a todas, al menos de vista, cuando se fue a matricular a la universidad y a visitar el campus y todo eso. Relacionarse con las chicas siempre le había costado algo de trabajo, pero ellas parecían ser agradables y además no se vestían tan mal. Mientras Marshall hablaba Debbie se daba cuenta que -al menos con ellas- desencajaba completamente. Es que lo primero que vio en su armario fue lo que saco de él, no solía vestirse como la hija del presidente cuando salía con Marshall. De todos modos no se arrepentía de haber adoptado el estilo que en esa fiesta lucia, prefería sobresalir al resto y seguramente que lo hacía al llevar el cabello así. Su pretexto perfecto podía ser -si le preguntaban- que el viaje en moto se lo dejó así. Daba igual.

Su atención se centró en la conversación que Marshall sostenía cuando menciono su nombre. La ojiazul pestañeo antes de sonreír de forma alegre a las chicas frente a ellos. -Hola, mucho gusto, chicas, me pueden llamar Bonnie -les saludo sin perder el entusiasmo y se acercó a cada una para darles un rápido abrazo y un beso en la mejilla. Así como hace Alice con Bella cuando la humana visita por primera vez la casa de los vampiros que no tienen nada mejor que hacer que ir a la escuela y coleccionar birretes de graduación. Volvió a tomar el brazo de Marshall y recargo un poco su cabeza en el hombro del chico, quien apenas era unos cuantos centímetros más alto que ella. -Si es una ocasión especial, disculpen por no haber traído nada, pero Marshall me invito de último momento -miro de reojo al chico, con fingido reproche. Debbie no se jactaba de ser muy humilde, así que creía que su sola presencia era suficiente obsequio para la anfitriona y sus invitados. Volvió a sonreír antes de hablar de nuevo. -Pero, hablo por Marshall y por mí, al decirles que ayudaremos mucho a que esta fiesta sea inolvidable para todos -aseguro la ojiazul de forma despreocupada a las chicas. Aunque en su mirada había un brillo malicioso que solamente podría reconocer su acompañante.

Sin más que agregar, dejo que su vista deambulara por los alrededores. Bebidas, se veían de buena calidad, y el ruido dentro de la casa que le decía que, sin lugar a dudas, había más gente dentro de la casa. Se preguntó si dentro habría alguien que si conociera mejor y no solamente de vista, eso ya lo descubriría cuando Marshall y ella fuesen a jugar dentro como el resto de la gente.

PD: Pare, perdón por lo corto, pero no tenía tanto que decir xdd

por **Cheslav M. Karkarov** Jue Feb 28, 2013 5:00 pm

Había sido invitado para formar parte de un evento, concretamente más una fiesta que nada. Obviamente asistiría, pues gustaba de un buen ambiente, de beber unas cuantas copas y de escuchar la música a todo volumen mientras conocía a las personas de aquella universidad. Había sido invitado por Chloë y Valquiria, lo cual le agregaba un plus de diversión a lo que prometía ser un gran acontecimiento. Tras recibir aquella invitación de manos de las chicas, también había acudido a invitar a su hermana Isabella, pues deseaba que ella también se divirtiera. Para no ir solamente como invitado a la fiesta, llevaba una caja completa del mejor vodka, como regalo para animar la situación, también un paquete completo de cigarrillos y unas cuantas bolsas pequeñas que contenían en su interior algunos porros. Su estilo desenfadado, no hacía mucho énfasis en la ropa que llevaba puesta porque tampoco es que interesara demasiado eso, aunque no iba a caer en la vagancia. Dirigiéndose hacia el dormitorio de su hermana luego de haberle enviado aquel mensaje de confirmación para asistir o no a la fiesta, sabía que debía armarse de paciencia infinita como para esperar a que la pequeña Isabella terminase de arreglarse, lo cual era una tarea demasiado titánica tomando en cuenta que ella no salía sino hasta estar perfectamente vestida, peinada y maquillada, lo que demoraría horas. Por si las dudas, iba preparándose mentalmente para soportar las quejas derivadas de los labios de su hermana argumentando que nada le quedaba bien o que la ropa estaba pasada de moda…algo tan típico en la mayoría de las chicas. -¿Lista para irnos?-Preguntó, luego de tocar la puerta como aviso y entrar, sentándose sobre la cama dispuesto a esperar. Como intuía, la negativa fue la primera respuesta que obtuvo así que resignado a pasar un par de horas más en esa habitación, no tuvo más remedio que poner en práctica su temple y paciencia, encendiendo un cigarrillo para que el humo y el acto de cada calada al tabaco, le hiciera entrar en una especie de sopor. Dos horas después, por fin Isabella había encontrado el atuendo y los complementos, por lo cual podían irse ya de una buena vez a la fiesta. -Cada vez tardas más, un poco más y me salen raíces de tanto esperar.- Reprochó él en tono bromista, mientras abría la puerta del auto para que su hermana pudiese entrar. Una vez dentro, encendió el mismo y a toda velocidad condujo por las calles de la ciudad rumbo a la casa señalada como el sitio de la fiesta. No demoró más de veinte minutos en llegar. Aparcó en un buen lugar, descendió del auto y abrió la puerta del copiloto a Isabella para que bajara, para después tomar las cosas que llevaba como regalo a la anfitriona. La música ya estaba sonando a más no poder y todos los jóvenes parecían divertirse, hecho que pudo constatar al entrar al lugar. En sus manos sostenía la caja y los paquetes, dejándolos sobre la primera mesa que encontró libre y robando una botella, destapándola y dándole un sorbo más que generoso para animarse y entrar en calor ahí como todos

Yo:

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por **Isabella J. Cardew** Vie Mar 01, 2013 11:43 am

Era nueva en la universidad y ya me encontraba asistiendo a fiestas. No bien había llegado cuando ya había conocido muchas personas, entre ellas amigas de mi hermano, de cierta manera me sentía bien al saber que no era el nuevo bicho raro de la universidad y nadie le prestaba atención. Había recibido una invitación junto con Christian para ir a una fiesta organizada por una de las amigas de mi hermano, estaba casi eufórica más que una persona adulta me sentía como la niña adolescente que iba a una fiesta de adultos. Suspirando para tomarme las cosas con calma fui directo a mi armario para buscar el atuendo perfecto, no quería aparecerme con cualquier cosa en mi primera fiesta de la universidad, así que Christian iba a esperar un buen rato hasta que yo me decidiera por algo. Me metí a la ducha para prepararme, depilé cada centímetro cuadrado de mi cuerpo y lavé mi cabello, al salir de la ducha comencé a secarme el cabello dejándolo en suaves ondas que caían hasta la mitad de mi espalda. Salí del baño y me puse la ropa interior antes de comenzar con el desfile de modas que implicaba buscar el atuendo perfecto para la fiesta, cambiaba de vestido en vestido sin que me gustara ninguno, hice una mueca frente al espejo comenzándome a sentir lo bastante molesta. Escuché la puerta y miré a Chris con una mueca y negando - ¡No tengo nada que ponerme! – dije prácticamente haciendo un berrinche y volviendo al armario buscando que ponerme. Luego de hora y media buscando y buscando decidí por un pantalón blanco con diseños de flores y una blusa de cuero, suspiré y me senté frente al tocador para comenzar a maquillarme, no hice mucho énfasis en esto y me coloqué un poco de perfume, busqué unos zapatos que se vieran bien y en un bolso de noche metí mi celular y las llaves junto a otras cosas. Caminé hasta mi cama donde se encontraba Chris plácidamente fumando y le sonreí un poco apenada - Estoy lista – reí por su comentario y nos fuimos juntos a la fiesta, la verdad es que siempre nos habíamos llevado lo bastante bien, solo aquellas peleas de hermanos que eran normales en cualquier familia, sin embargo nos manteníamos unidos. No tardamos mucho tiempo en llegar, bajamos y Chris llevó consigo varias cajas que traía como un obsequio para la fiesta, lo ayudé con algunas cosas y luego de darle un beso en la mejilla fui a disfrutar de la fiesta.

atuendo:

por **Gwendolyn A. Collins** Vie Mar 01, 2013 8:02 pm

Aun no estaba segura de las razones por las cuales estaba asistiendo a aquella fiesta. La chica zeta beta zeta era su amiga, pero aún así, detestaba sentirse excluida de las cosas, o sentir que se había auto invitado como lo decían algunas de sus amigas. Había insistido al menos unas 50 veces en no ir y solo les había tomado tres horas convencerla de que accediera. A pesar de la ansiedad en mostrarse ante un público de gente desenfrenada y quizás, hasta ebria, le atemorizaba, ¿Qué pasaba si su gemela estaba en aquel lugar? Un escalofrío le recorrió de una manera que le incomodaba, aún así, todas sus amigas estaban listas para asistir al evento de la ZBZ. Ella solo suspiro abrochando él vestido, y colocándose las botas, dejo su cabello de manera indefinida y abatida.
Unos minutos después estaba de cabeza en la casa de la chica, todo era un desastre aunque podía decir que le gustaba, un montón de gente mezclada, bailando, otras bebiendo, algunas tiradas en la piscina, mierda. Estaba perdida. Sus amigas se dispersaron y ella quedo completamente sola parada en medio de la sala, dio un par de vueltas, completamente perdida en aquel lugar, realmente esperaba que alguien la sacara de aquel infierno en el que ella misma se había metido.

por **Candice S. Henderson** Dom Mar 03, 2013 1:01 pm

Hacía ya aproximadamente una seman ahabía recibido por correo la invitación de Chlöe en el correo para su fiesta. La invitación, muy bella y de color rosa, especificaba que era una invitada vip, lo que me había hecho sonreír y emocionado. Chlo solía ser una chica muy activa y dulce, por lo que me imaginaba que su fiesta sería de lo mejor. Era uno de esos eventos que marcabas en tu agenda, que no quería que se te olvidara. Por otro lado por lo que sabía mas de medio Brown estaría ahí y no me lo podía perder. Los día transcurrieron ni muy rápido ni muy lento, pero no podría evitar pensar en que me pondría, quiénes estrían ahí, el descontrol, gente comida, baile, todo. Aparte, después de tantos exámenes y proyectos seguramente no caería mal un poco de relajación, y ya no estar tan tensa. Aquella mañana ni recordaba la fiesta siendo sincera. No tenía la menor idea en que día vivía, me salté casi todas mis clases y dormí como un dulce bebe la mayor parte del día. Por la tarde-noche me junté con algunas amigas para ir de compras, pues no perdieron la oportunidad de marcarme y despertarme de mi descanso, lo cual, agradecí. Para las compras solo fueron necesarios un baño y un outfit de lo mas normal y casual. Nos pasamos por un café el cual tenemos que admitir estaba delicioso, y podía ser considerado, por lo menos por mí, uno de los mejores cafés de mi vida. El chico que nos había atendido ahí había estado coqueteando con nosotras, lo cual nos puse de buenas y en realidad me despertó. A partir de aquel momento andaba mas coqueta, sonriente y porque no decir alegre.
Caminamos y perdimos el tiempo en cosas sin sentido, muertas de risa y platicando de todo. En realidad extra;aba mucho a mis viejas amigas,y vaya que aquel decir de que no aprecias lo que tienes hasta que lo pierdes es mas que cierto, pues cuando las tenía en la escuela y tenía la oportunidad de verlas diario, claro que las apreciaba, pero no les daba tanta importancia como la merecían, discutíamos y nos fijábamos en cosas que simplemente no nos deberían de haber importado, pues ahora que casi no nos veíamos bien podríamos disfrutar del tiempo perdido. Pero bueno, ahora no era momento para ponerse cursis, arrepentirse o pensar en el pasado. Simple y casualmente teníamos que buscar un vestido que nos quedara de lo mejor, que nos hiciera ver bellísimas y nos ayudara a conquistar. Reí un poco para mis adentros al pensar en esto y me limite a caminar a su lado contenta.

Después de unas cuantas horas, encontramos una tienda "Bebe", una de mis favoritas. Corrí a mirar el aparador y como un gordo por su helado corrí y me adentré en aquel cielo terrestre. Había mas de miles de vestidos, todos de temporadas, brillosos y con lentejuelas, si pudieran haber visto mi cara hubieran pensado que me había drogado. Recorrí la tienda un par de veces hasta encontrar un vestido rosa. Lo vi y me enamoré. Era bastante sencillo, como una envoltura, pero no se veía mal. El color me fascinaba así que me lo probé. La tela se sentía increíble, sin mencionar que hacía que mi cuerpo se viera como el de una modelo. Me dí unas cuantas vueltas para asegurar que todo se viera perfecto, me mordí un labio y me quedé pensando, pues algo faltaba. Ellie, una de mis amigas de la prepa, se asomó por debajo de la tela del vestidor y me picó la espalda, provocándome soltar un gritito ahogado mientras ella moría de risa. -Te ves hermosa Sophie. -Dijo viendo el espejo. Al ver que algo no me llenaba se detuvo unos segundo a mirarme y con un suave movimiento me soltó el cabello. [color=lightpink]-Así esta mejor. [/volor]-Sonreí al verme y sin pensarlo volté y la abracé. -No sabes cuanto te extraño. -La miré un poco triste. Nuestro abrazo duró alrededor de dos minutos, no quería soltarla. Pero el tiempo se nos acababa. Ellie me dió la mano y se apresuro a darse una vuelta, chuleándose a sí misma. -Dime si nos soy un bombón. Ambas reímos. Su vestido era color azul eléctrico, y le quedaba de boca abierta. Ella salió para dejarme cambiar y nos apresuramos a pagarlos. El reloj marcaba las seis. Hacíamos aproximadamente una hora a Brown por el tráfico y tardaríamos mas o menos dos en arreglarnos.
Marie y Elena se despidieron, pues tenían cosas que hacer. Ellie se quedó conmigo pues ella acudiría a la fiesta de su novio cerca a la de Chlöe, así que llegaríamos juntas y luego nos separaríamos, para encontarnos una cuantas horas mas tarde.

Una vez en mi dormitorio nos percatamos de que nos habíamos olvidado de los zapatos. Ya no habpia que hacer, así que buscamos en mi armario y encontramos lo que pudimos. Muy en el fondo, encontré unas zapatillas que me había dado mi madre hacía algunos años. Doradas y con destellos, hacían la convinación perfecta para el vestido de Ellie, mientras yo usaría unos tacones nude que había comprado mas o menos hacía una semana, para el evento de instrumentos que hubo. Me alacié el cabello para ya no tardarme mas y busqué me maquille como acostumbraba con las fiestas.
Para mí, ambas nos veíamos hermosas. Sonrientes, arregladas y listas para salir y pasar el tiempo de nuestras vidas. La fiesta estaba cerca, por lo que yo no necesitaba tomar un taxi ni nada, pero Ellie sí. Caminamos tranquilas, aún con tiempo hasta la calle y buscamos uno. -Todo saldrá perfecto. No estés nerviosa. -Dije apretando suavemente su brazo. Ella asintió y tan solo me abrazo. El taxi llegó rápidamente, nos despedimos con un fuerte abrazo y ella se marchó. Ahora sola, caminé por el campus tranquila y contenta, llegando mas rápido de lo que creí. Toqué la puerta, un poco nerviosa.

por **De'bunny Petrikov** Miér Mar 06, 2013 1:13 pm

-Me di cuenta de que no le agradas, te miraba como si te hubieras comido su último pedacito de chocolate -comento la castaña luego de que Marshall dijera que necesitaba hablar con Aaron. Debbie por lo menos conocía a esos dos de vista, pero en realidad ninguno le interesaba, de hecho, rara es la persona que le interesa a ella aparte de sí misma, pero bueno no era momento de que se pusiera a pensar en esas cosas. Ahora solamente eran ellos dos dentro de aquella jungla disfrazada de fiesta, los monos jugaban, las llenas platicaban y se reían entre ellas con un sonido tan chirriante similar al de una tiza contra una pizarra, y seguramente los felinos más activos terminaron por aparearse en uno de los rincones del lugar. Siempre lo diría, la gente era predecible, y así como sabía que papel jugaban los demás ahí dentro, sabía que roles les tocaban a esos dos amigos: los cazadores. Debbie no respondió a la última pregunta de Marshall, se limitó a tomarlo de la mano y comenzaron así a caminar para alejarse un poco de todos. Parecían dos niños que necesitan estar en un fuerte hecho de sillas para poder planear las travesuras del día. Si ese era el caso ella podía ser Kimi y el Tommy. Pasaron cerca de varias personas, a las que ella no les prestaba la menor atención, de vez en cuando esbozaba los típicos gestos que querían decir; “me alegro de verte” pero indirectamente les decía, la pasar como si nada por su lado, que no quería hablar con ellos. Alguien que llamo su atención por un par de segundos, en los que se detuvo, fue ese chico Christian, al que vio llegar, y al que también le sonrío, no se detuvo a platicar con él por dos razones. Marshall sin duda la molestaría con preguntas y porque creía que en otro momento sería más adecuado para saludar. En fin, pasados un par de minutos, llegaron por fin a donde ella quería estar, la cocina. De forma irónica tendría que odiar estar ahí en especial porque todo el lugar olía a bocadillos, comida fresca y olores dulces que le revolvían el estómago y provocaban que se mordiera el labio inferior constantemente ante la ansiedad. Soltó la mano de Marshall, sus dedos dejaron de estar entrelazados, pero sus miradas volvieron a conectarse casi al instante. La complicidad seguía latente entre esos dos. A veces, y aunque no tuvieran una relación tan sana y estrecha, no era necesario que el otro pronunciara exactamente lo que pensaba para que el otro lo entendiera. -Primero quiero jugar baseball contigo, ya sabes… sólo para demostrar que los vampiros gays no son los únicos que pueden hacerlo -cerró los ojos al tiempo que sonreía alegre pero con cinismo. Al volver a abrir los ojos, se dio cuenta de que la anfitriona tenía dinero, incluso más del que aparentaba con la fachada de la casa. Dentro de las alacenas podía ver vasos, tazas, vajillas que se veían bastante caras, frágiles que la llamaban con una traviesa voz, invitándola a jugar, lo que no sabían era que ella y Marshall serían los únicos en sobrevivir. Tal vez. -Pero vamos por partes, veamos que tienes para mí -elevo ambas cejas, mirándolo con cierta malicia al tiempo que se acercaba a él. Pues se había alejado para contemplar los alrededores de la amplia cocina. Al estar frente a él, y sin permiso, metió su diestra en el bolsillo del pantalón de su amigo, en la bolsa donde se encontraban las drogas que ingerirían aquella tarde. -¡Wow! Dulces rellenos de polvos de hada -exclamo aparentemente sorprendida y con un dejo risueño en la voz. Como si su mano fuera un péndulo, comenzó a mover la bolsa de un lado al otro frente a sus ojos, podía ver perfectamente las pastillas blancas, en algunas hasta una sonrisa imborrable que las caracterizaba, al menos ella las reconocía por eso. Éxtasis. Sus preferidas. -¡Asombroso! Con esto casi te perdono por no haberme regalado nada el día de mi cumpleaños -le dijo con tranquilidad, pero aun con reproche pues, aunque no le gustaran sus cumpleaños, si le gustaba recibir atención demás ese día y por supuesto también obsequios fuesen caros o no. Para que él no se diera cuenta de su reproche oculto, lo abrazo de forma impulsiva, colgándose de su cuello como a veces hacía. Estando así, tenía que elevar la mirada para poder mirarlo a los ojos. Sus muñecas rozaban constantemente la nuca del ojiazul cada que ella movía sus dedos para sacar una de esas pastillas de la bolsa. Con un solo brazos lo seguía manteniendo cerca, mientras que su mano libre mantenía la pastilla cerca de ambos rostros, tentándolos a sucumbir ante lo insano y llamativo de sus efectos. -¿Si quieres jugar, verdad? ¿O te da miedo que alguien más en esta fiesta, aparte del “demasiado gay para funcionar”, te deteste? -cuestiono, murmurando contra su barbilla. Lo retaba con cada palabra que pronunciaba, y si algo sabía ella era que él no se podía resistir a un reto de ese índole. Y al decir que alguien más podría detestarlo, se refería obviamente a la adinerada y carismatica anfitriona.

por **Mike R. Shepherd** Jue Mar 07, 2013 5:21 pm

Cuando llegué a la fiesta, no era el primero, cosa que aprecié, y de seguro no sería el último porque apenas había veinte personas contando a los que eran de mi grupo más cercano de amigos como Aaron, Chloe y Leonarth, y conocidos que trataba como era Valquiria. Eso no es que influyera mucho en mis ideas respecto a la fiesta, sabía que podía ser un gran proyecto y así lo preparamos. Iba a ser en plan light, sin mucho lujo, porque aunque la mayoría de los asistentes seamos niños ricos - ya me incluyo, ya no lo negaré- no queríamos terminar haciendo una subasta o una competición de quien tiene el talonario más grande.

Al llegar a la casa saludé a mis amigos, sonreí todo el tiempo porque no había nada que me aguase la fiesta aún, pasé rápido cerca de mis KT a quienes somprendí con un agarre, pero sabía que eso no se lo esperarían y que al verme a mi cualquier mala sensación de agobio desaparecería. Ellos saben de mis intenciones inofensivas y saben que más que otra cosa, mi vida es comedia. Tras un breve y escueto saludo a los cuatro que estaban en ese momento juntos me perdí un rato por el jardín, terminando con un vodka con limón y cola en mis manos en la cocina exterior del jardín. Cogí una bandeja y sobre ella coloqué el resto de bebidas que había preparado. Sabía los gustos de mis chicas, porque ya había charlado de ello con ellas otras veces, además de otras salidas por la discoteca, así que no tuve que tardar demasiado tiempo en hacerlo. Coloqué la bandeja sobre mi mano izquierda y me paseé por el jardín. Allí estaban las chicas , Chloe, Valquiria y una rubia más. No conocía a esa rubia, una lástima porque se iba a quedar son beber algo, ya que como no sabía sus gustos no podría hacer nada, y no soy el camarero de la fiesta.

- Hellow gurls! - dije mientras me ponía al lado de Valquiria, a la cual miré - el tuyo es el verde.- me refería al que tenía la pajita con la sombrilla verde.- Y el de Chloe.... ¡Sorpresa! El rosa.- solté una risa cómica y me acerqué de nuevo a la rubia que no conocía. -¡ Encantado, soy Mike y todo lo que necesites en la fiesta, me buscas o abusas de Valquiria que hará lo que Chloe diga!- Dije con burla mirando a ambas chicas al mencionarlas. Le dí dos besos a la chica, uno en cada mejilla antes de notar como resonaba por el salón la voz de Aaron reclamando mi 'existencia' por allí. - ¡Oh! Perdón chicas pero me reclaman por allá, luego os veo !- Me despedí con un guiño y me fuí con paso lento y discreto hasta el salón donde estaban Aaron con Leronarth jugando al billar.

Antes de acercarme a ellos, di un barrido panorámico con mis azules por toda la casa, o al menos de la parte que estaba visible desde mi ángulo. Habían llegado más chicos y chicas, quizás alguna pareja, pero me llamó más la atención reconocer una cara. Una cara que solo vi en una foto en la pantalla del móvil de Leo, él era Mounier, Marshall mounier, quien aspiraba a mi fraternidad. No recuerdo el motivo exacto por el cual Leo me sugirió retrasar su entrada, pero si surgía en algún momento el tema, lo aclararía. Y con él estaba una chica joven, supongo joven porque no la había visto por la universidad, aunque tampoco estoy seguro de lo que digo, porque a Marshall tampoco le he visto mucho por el campus.

Le di un trago a mi vaso largo y después me acerqué a la mesa de billar, y apoyé mi mano izquierda sobre el borde de la mesa y mirando a Aaron y Leo. - Qué hacéis panda de gays - Bromeé saludándoles con sarcasmo y mirando las bolas, independientemente de si terminaríamos el juego o si iban a hacerlo en solitario, me colé para cogerme un palo para unirme a la partida. - Chicos esta fiesta hay que hacerla molar, hay que dominarla, ya sabéis a qué me refiero..- Les dije en tono serio mirando de reojo a las bolas y pensando en como nosotros tres, armaríamos la fiesta a lo grande, porque ya eramos un desorden en Kt, ni te imagines nosotros 3 solos.

por **Aaron F. Ryder** Vie Mar 08, 2013 12:25 pm

-Hey! Rubia de mi vida!- dije abrazando a Lizzie por la cintura y besando cada una de sus mejillas con un beso tronado – Dios cada vez que te veo me odio más por no conquistarte- dije bromeando y dándole otro beso en la mano , en verdad a esta rubia le tenía un especial afecto en un pasado no se había dado nada y puede ser que por eso nuestra amistad se mantuviera intacta –Estaba escondiendo tanta belleza- dije bromeando y negué con la cabeza al abrazarla por la cintura y cargarla pues estaba colgada de mi – tu eres la que te escondes, seguramente andas por ahí conquistando gente y te has la desentendida- dije sonriéndole y mirando a Chloë cuando Lizzie le hablo- si quieres ve a saludar, aquí andaremos nosotros linda- le dije y mire a Leo ara que asintiera ,pronto ella se marchó con Chloë para saludarla y yo me quede poniéndole tiza a la punta de el palo de billar – Wey, juro que una mirada no mata- dije al ver de reojo como Leonarth estaba mirando a alguien, no quería ver quien era pues si lo llegaba a ver seguramente me sentiría en la necesidad de joderle la vida por incomodar de esa forma a mi hermano – venga si juguemos- dije y al mismo tiempo que Leonarth se agachaba para tirar yo gire mi cabeza un poco y vía Marshall junto con una morena, supongo su novia, le salude con la cabeza levantándola un poco y recordé el mensaje de el que me había hablado Leo gire mis ojos , tal parece que los Mounier tienen problemas con algún KT o solamente es que nosotros no éramos tan agradables como creíamos – Olvida ese tema Leo…hoy estamos aquí para divertirnos , respira hondo y ponte briago ya si despeus de eso pasa algo podemos culpar al alcohol- me reí un poco la verdad no quería tocar el tema pues habíamos prometió que esta noche seria increíble y nada de esos problemas arruinaría eso hoy – Venga que soy lisas! Tira- le dije tomándole más a mi cerveza y esperando a que el tomara, de poco a poco la fiesta comenzaba a tomar más forma y a lo lejos vi a Christian y sonríe – gay!- le grite claro que jugando y levantó la cerveza brindando con él, me gire y fue mi turno de tirar, le pegue a la bola blanca muy bien y esta le pego a la ocho haciendo que rosara por uno de os hoyos – no!...- dije estirando mi mano pero al ver que esta no entro suspire aliviado- que bueno que mi puntería es mala si no te imaginas cuantos hijos tendría?- me reí y negué con la cabeza, un poco rato despeus el flamante líder rubio apareció por la puerta con su trago como todo un borracho – Gays?, perdón? Pero aquí al único que le truenan sus cacahuates es a ti mi querido amigo- le dije abrazándolo con un brazo- empezamos de nuevo? Apenas llevamos un tiro cada quien – le dije juntando de nuevo las bolas poniéndolas dentro del triángulo para empezar a jugar de nuevo, ante su comentario de hacer la fiesta nuestra no puede evitar sonriera con satisfacción, eso era lo que yo quería- Ye te habías tardado en pedirlo bro, sabes que Asi será…- le cerré un ojo y la señorita que nos había recibido me llamo diciéndome que unos chicos con unas cajas estaban afuera esperándome, les dije que los hiciera pasar por favor que solo venían a entregar las botellas- ya vengo…les traeré una sorpresa- les dije a los dos dándole el Taco de billar a Leo y me fui con la señorita esta, en la entrada ya estaba JB con otros cuatro tipos con cajas de alcohol- Perfecto!- les dije y los hice pasar, al pasar por donde estaba Leo y Mike saque de las cajas 2 botellas de vodka y 4 de Jack Daniels y 2 más de Jägermeister y par el pilón le di las dos botellas de Absint a Leo- esto, es nuestro…empiecen ya regreso- dije escoltando a esos jovenes hasta donde estaba la barra, mire al bar tender- oye?, estas botellas en donde te las dejo?- ya me dijo en donde podrían ponerlas y después de pagar JB y los suyos se fueron y yo fui con Chloë- Hey princesa...- la tome por la espalda baja y le dije al oído – Te traje un regalo, esta allá en la barra esperemos que eso nos dure un poco despues de la 1 de la mañana- me reí y me despedí de ella besándole la mejilla para ir de nuevo con Leo y Mike – ahora si señoritas, a petición de la reina Mike, empecemos con el brindis- dije y tome una botella de whisky , mi bebida favorita en todo el mundo – brindemos por que los KT haremos de esta fiesta el mismísimo paraíso- destape la botella y espere a que ellos tomaran la suya para Asi brindar de una vez por todas y empezar con la verdadera fiesta, que más podíamos pedir, alcohol había de sobra!, chicas hermosas igual, alberca, yo traía drogas todo era perfecto, solamente falta una cosa, que cada persona se olvidara de sus tonterías y se dedicara a beber hasta no recordar nada más , ese era nuestro plan y otro plan que tenía era poner ebria a Chloë no por que quisiera hacer algo con ella no para nada, ella era mi amiga y simplemente quería hacer que se pusiera ebria y destrozara su casa, era un juego , claro que la cuidaría, si es que yo no me ponía peor o igual, pero tenía toda una noche para hacerle esa travesura a Chloë.

por **Leonarth O'Donell** Vie Mar 08, 2013 6:04 pm

La verdad que la fiesta de Chloe se estaba llenado de gente. Y parecería que terminaría bien después de todo. Sentía seguridad con Ryder a mi lado. No porque le tema a Mounier, pero como dice mi buen amigo, vinimos a divertirnos, no a hacer dramas y líos, y si así sucediese, culparíamos al alcohol. Porque en parte a eso vinimos. Beber hasta quedar muertos, pero, con la diferencia de que yo estaría pendiente de que Mounier no haga otra jugarreta estúpida como la que me hizo cuando estaba decidido a confiar en su “fidelidad” si claro, Mounier no es un apellido de fiar para nada, comprobado, y de haber sido advertido por Ryder antes de lo que sucedió en el lugar de trabajo de Marshall, las cosas serian diferentes. Pero ya, ahora iba olvidar todo ese lio y seguir con el partido de pool.

Apareciendo Mike de entre los muertos, realizo este un comentario que me causo mucha gracia –anda, si es la reina madre kappa, ¿te quitaron la corona que volviste?- siguiéndole la broma y escuchando a Ryder, ahora si estaba distraído de todo lo que mi mente se estaba armando por si sucedía algo.

Tocaron la puerta, eso decía la mucama de la residencia y buscaba a Aaron. Eran aquellas bebidas que el había pedido por celular minutos atrás. Este fue a recibir a los encargados de entregar la mercadería y yo me quede allí solo con Mike. Haciendo jugadas en el aire con mi palo de billar, sin tocar las bolas que estaban ya un poco desorganizadas, pues Aaron había hecho su primer tiro, pero quedamos que empezaríamos de cero otra vez tras la llegada de Mike. -¿Serás el dj Mike?- enseguida de mi pregunta llego Aaron con algunas botellas y las dejo sobre una mesa cerca de nosotros. Tome una de vodka con limón y espere a tomarla cuando él volviese.

Divise entre la gente a Sophie Henderson, esta me vio y yo le salude con la mano levantada frente a mi pecho. Con una sonrisa estúpida. Me volvía loco esta rubia. Era perfecta y además ya estábamos de amigos. Pero no quería ser solo su amigo. Tampoco una relación de pareja, pero si tener algunos derechos. –Hey Sophie!- le grite y esta sonrió enseguida, pero se entretuvo con sus amigas o eso me pareció.

Aaron volvió con nosotros y brindamos juntos por los KT y porque la fiesta sea grandiosa –cheers brothers- tome un largo trago a mi bebida y la deje por allí para que no moleste en la mesa de pool. Me arrime a Aaron y le hable en un tono algo bajo -¿Qué opinas de Sophie Henderson? ¿Linda no?- mientras preguntaba no dejaba de ponerle un ojo encima al monumento de mujer que era la Zeta Beta.

por **Joanne M. Flack** Dom Mar 10, 2013 9:33 pm

Había amanecido un día soleado & tranquilo, o bueno, eso era lo que pensaba, era más de medio día.. miré por la ventana de mi habitación que tenía vista hacia el jardín, estiré mis brazos para despertarme mejor y solté un suspiro de cansancio, no había dormido bien los últimos días, llegar a Brown y en medio Ciclo, no era nada fácil, tenía proyectos por entregar, la verdad es que no era muy apegada a los estudios, pero si me gustaban, me gustaba leer de vez en cuando, estar sola una que otras veces..Pero era más el tiempo que me pasaba en fiestas o cosas por el estilo que estudiando..Parecía que las sabanas se me estaban pegando cuando intenté levantarme y di un gran bostezo..Tomé las fuerzas que me quedaban y me levanté.. prendí el televisor en volumen bajo, solo para escuchar una que otra voz y así poder despertarme porque definitivamente no le pondría atención.

No era realmente muy nueva en Brown que digamos, así que casi no había hecho amigos. Ayer había recibido una invitación por e-mail de mi compañera de Fraternidad Chloë , no estaba muy segura de ir, después de unas horas de tanto pensarlo mientras hacia nada en mi habitación decidí ir.. decidí ir, por que no? si era lo que solía hacer antes de entrar a la Universidad..

Camine hasta el ropero que estaba justo a mi cama, como toda chica pensaba que ponerme, no tenía planeado realmente nada.. cogí unos vestidos de mi armario, despues de tanto pensar en cual ponerme, escogí un vestido azul, no muy formal, no quería parecer una señora..

Después de darme una ducha y alistarme, me puse un poco de maquillaje, no quería verme exagerada, levanté la mirada al reloj que estaba junto a la ventana, era aun temprano, supuse que no sería la ultima.. tomé un pequeño bolso donde metí mi Ipod, y las llaves de mi habitación.. temía perderles en aquella noche, di una carcajada por mis pensamientos exagerados...

Después de tomar un taxi y por fin llegar.. Observé que había más gente de lo que me había imaginado.. al entrar miré a unos cuantos chicos que tambien entraban.. razones obvias que no era la ultima en llegar, me adentré un poco más a la residencia, esperaba que alguien se acercara y me hablase, por que odiaba la soledad y sobre todo en un lugar lleno de personas..

por **Jeniffer Campbell** Dom Mar 10, 2013 10:00 pm

Tarde era una palabra que convivía cada día conmigo. Mattie y yo habíamos arreglado por la tarde que iríamos a la fiesta de cumpleaños de una de las rosadas, aunque casi tuve que rogarle de rodillas para que aceptara ir. Luego de hacerme una escapada para comprarle alguna cosa de regalo comencé a decidir que iba a vestir. Siempre fui complicada a la hora de la ropa y me llevó más de dos horas poder quedar satisfecha con mi outfit.

Spoiler:

Me miré al espejo una última vez y sonreí al estar satisfecha con lo que veía. Miré la hora en mi móvil y ya eran cerca de las diez, ¿en qué momento se había hecho tan tarde? Matt iría por su lado y yo por el mío y nos encontraríamos allá así que me apresuré en llegar al lugar.

El castillo de cenicienta, la bella durmiente, la bella y la bestia y cualquier otro castillo enorme de princesas que se les viniera a la mente quedaba ridículamente pequeño a comparación de la mansión que se alzaba delante de mis ojos. Miré la casa durante unos segundos boquiabierta y me obligué a mi misma a sacudir la cabeza y continuar. Caminé con paso seguro y firme hasta la entrada donde dos enormes gorilas de seguridad me fulminaron con la mirada. "Eh, tranquilos simios que vengo con invitación" saqué la invitación que Matt me había conseguido y ambos se hicieron a un lado dejándome pasar. Sonreí y camine puertas adentro. Bien, si me había impresionado por fuera la casa por dentro era indescriptible. "Niñas pijas y sus casas de oro" murmuré mientras dejaba la caja de regalo con un bonito vestido que me tentó desde que entré al local de marca del centro. Pensé durante unos minutos luego de comprarlo en quedármelo yo y regalarle alguna de mis camisetas usadas pero sería mi primera fiesta en la Universidad y aún no conocía a la cumpleañera por lo cual no pude serle infiel a mi lema: nunca juzgues por las apariencias. Nada es lo que parece. Menos Ariadna, ella es exactamente lo que parece. Una hueca y plástica niña pija que cree que el mundo gira a su alrededor.

Me encontraba en la estúpida fiesta por tres razones: comida gratis, bebida gratis y música pero a medida que iba caminando por la sala de estar dirigiéndome hacia el jardín le agregué un ítem a la lista. Chicos. Hacía tiempo que no tonteaba con alguien y quizás algún amor pasajero no vendría mal. Amor pasajero para no decirle revolcón de una noche, suena más romántico de la otra manera. Al final del jardín se encontraba la que, según Matt me había señalado en la Universidad, era la cumpleañera, Chloe Rohrseen. Si no fuese porque el rosa en su nombre me irritaba podríamos haber sido buenas amigas y quizás lo seríamos luego de esta noche. Se veía dulce y amigable, esperaba no decepcionarme.

"Chloe, ¿cierto?" pregunté acercándome "Feliz cumpleaños, gracias por la invitación" sonreí y miré hacia ambos lados "Esta fiesta tiene buena pinta, me alegro de haber venido. Iré a buscar algo de beber, de nuevo gracias por invitar a la nueva". Caminé puertas adentro y me dirigí a la barra. Apoyé mis antebrazos y observé al barman dubitativa. Voltee y le di una mirada al lugar esperando encontrar a alguien solo igual que yo y logré ver a morena sola y un poco aislada {Joanne}. "Dame dos cervezas" le pedí sonriente. Luego de que me entregara ambos vasos caminé hacia ella y le ofrecí uno sin quitar la sonrisa de mi rostro. "¿Sola en una fiesta tan llena de chicos? ¿Te molesta si te acompaño?" al menos tendría alguien con quien pasar tiempo hasta que Mattie se dignara a aparecer o algún chico tuviera el valor de acercarse a la nueva de ojos azules llena de tatuajes.

por **De'bunny Petrikov** Mar Mar 12, 2013 1:18 pm

-Está bien, me encargo de la otra puerta -pone los ojos en blanco, dejándole claro que no le gusta ser ella quien deba de encargarse de esas, cosas. Es decir, él lo había hecho muy bien con la primera, pero bueno, aquel día estaba de muy buen humor, quizás eso cambiara en cuestión de minutos, mientras tanto Marshall podía aprovecharse de eso. Debbie camino hasta la puerta, puso el seguro y uso el método más viejo, poner una silla de tal forma que esta impidiera que la perilla de la puerta girara. Se sacudió las manos, mirando en dirección a Marshall, dándole a entender que el trabajo ya estaba hecho. Ahora solamente le quedaba estar al mismo nivel que él. Para su suerte, la cocina fungía como el área de suministros de la fiesta, al parecer, no solamente con los postres y la comida, sino también con las botellas. Había mucho de donde elegir, y dudaba mucho que alguien fuera ahí en busca de alguna otra, pues afuera había ya demasiadas. Esperaba que no los molestaran en lo que duraba su juego. -Veamos, un gato amarrado a la espalda de otro gato…-murmuro aquello, mientras lo pensaba detenidamente. Pero no se quedó de pie, no podía estar quieta durante mucho rato y menos con tantas cosas por hacer en esa cocina. Fue hasta el refrigerador, saco una botella de jugo de naranja, había de mango, de uva, pero ella creía que el de naranja era el adecuado. No sería naranjada, pero estaba segura que al tipo sobre la barra le gustaría. De camino hasta donde estaba Marshall, tomo una botella de vodka y sólo fue cuestión de tiempo para que se viera a sí misma buscando dos copas de cristal. Así es, de cristal, porque el vidrio es demasiado vulgar. -Si un gato fuera más gordo que el otro, estarás de acuerdo que ese sería el que caería de pie, pero si los dos gatos tuvieran la misma masa corporal, ambos se esforzarían por caer de pie. Porque sabemos que en su cerebro hay como un chip implantado que les dice que al caer deben hacerlo con las cuatro patas. Entonces al no poder desatarse, y a estar a punto de caer al piso, se crearía un agujero de gusano que succionaría a los gatos. Los gatos terminarían cayendo de pie, pero en dimensiones diferentes -hablaba de forma rápida, pues así era como muchas veces había logrado confundir a Marshall para que le diera la razón. -Esa es mi teoría, que es más creíble que la absurda posibilidad de que yo te ame -ladeo la cabeza hacía la derecha e hizo una breve reverencia, así como las cortesanas cuando están frente a alguien que puede pagar por su compañía. Sólo que ella nada más se estaba burlando, ni siquiera con diamantes él le llegaría al precio. Mientras estaba hablando, ya había servido dos vasos de jugo de naranja, y les había vertido una cantidad bastante considerable de vodka. -Entonces, recordemos nuestras reglas en los juegos. En este caso no hay ninguna, porque jugaremos pero si quieres que se pongan interesantes las cosas, siempre podemos apostar -dice mostrándose claramente entusiasmada por demostrarle que ella era la mejor, no la mejor de las chicas, sino la mejor del mundo, universo y todo eso. Deja la bolsita de pastillas sobre la barra. Había 7 pastillas al inicio, y después de que ella se llevara una a la boca, quedaban únicamente cinco. Tomo su bebida de un solo trago, profundo y dulce que acaricio su garganta. Relamió sus labios mirándolo fijamente, de manera desinteresa hacía él, pero interesada por el juego. -Veamos, ¿qué quieres poder? Porque yo quiero que me lleves a la cascada esa que cae en el bosque. Dicen que por ahí hay hadas, eres como un tipo de hombre, si se nos aparece un oso, te lanzo a él, dejo que te coma mientras yo corro por mi vida y salgo ilesa -sus ojos brillaban de solo imaginarse a ella misma capturando un hada, pero brillaban más ante la posibilidad de ver sufrir a Marshall. Usaría sus polvos mágicos para tantas cosas, pero primero revivira a Marshall por si necesitaba sacrificarlo de nuevo en otra ocasión. Sin agregar nada más, por el momento, tomo la copa con fuerza entre sus dedos delgados, y la lanzo contra la pared tras Marshall. Se rompió en miles de pedacitos. -Es la primera, nos faltan…-había dejado el mueble de donde saco las copas abierto, sólo tuvo que entrecerrar los ojos para poder contar las que restaban. -once más -estiro su diestra y le despeino el cabello. Como un padre a su hijo cuando le da permiso de hacer algo que sabe que lo hará feliz. -Yo no lo encuentro irónico, esto es una cocina, no una panadería, cuando estemos en una, hablamos -dijo sin inmutarse, pues estaba muy ocupada buscando en su lista de canciones alguna que fuese buena para darle inicio al juego. Pensaba en muchas, pero al final se encontró con una que quizás quedaría bastante bien. Es que le costaba mucho hacer las cosas sin que hubiese música, si pudiera hacer el mundo un musical, seguramente lo haría. Si, ese deseo le pediría a un hada o a su polvo. -I make them good boys go bad -le canto justo cuando la canción comenzaba a reemplazar el nada incomodo silencio. Se alejó de él dando saltitos hasta la mesa donde se encontraba el rodillo que Marshall le había señalado, al lado, había una bolsa de harina medio llena y Debbonie tuvo una idea que no sabía si funcionaría, pero no perdía nada con intentar. La tomo, sin dudarlo, corrió unos cuantos metros hasta llegar a la barra centrar, y se subió de un salto, como hacía Ranma cuando se subía en la cerca al ir de camino a la escuela. La castaña era alta, pero no tanto, así que tuvo que agacharse para tomar uno de los bancos al otro lado de la barra, también se subió en él y así fue como su cabeza pudo tocar el techo. Bien, había un foco justo a su lado, pero este no estaba solo. Iba acompañado por un ventilador, de esos que cuando la luz se enciende comienzan a fusionar. Seguramente en cuanto prefiera la luz este giraría, lo sabía porque en casa de su tía había unos. Echo la haría en las aspas del ventilador antes de bajarse del banco y de la barra. -Mira atento, Nutty, porque mi cumpleaños también será como una blanca navidad -caminaba lenta pero segura hasta el interruptor cercano a la puerta que había forzado Marshall. El foco se encendió con cuando ella precio el botón de la luz, y poco a poco las aspas del ventilador giraban esparciendo la harina por todos los lados de la cocina. No era polvo de hadas lo que le daba la impresión de estar volando de pronto, era más bien el éxtasis haciendo efecto en su sistema. Sonrió ampliamente, mientras giraba el rodillo entre sus manos, hasta que lo sostuvo con firmeza hacía el lado derecho. -Si le doy al florero de la barra son 20 punto, si le doy a las copas de la derecha son 110 puntos, si le doy al cuatro de la derecha son 20 puntos y si te doy a ti es jonrón -blandió el rodillo como si fuese un bate, preparada para golpear lo que fuera que le fuese a lanzar Marshall.

por **Joanne M. Flack** Mar Mar 12, 2013 10:14 pm

Aquella residencia estaba plagada de gente, tenia que acercarme a alguien, no quería estar sola en una fiesta donde habían demasiados chicos y chicas.. caminé un poco más observando a todos, voltee para un lado esperando ver a Chloe.. tendría que saludarle no quería estar en una fiesta de gorrona 'prácticamente a eso iba" .

Me encantaban las fiestas, y aun mejor sabiendo que esta no acabaría esta misma noche, tal vez un trago era lo que debía hacer primero?, miré hacia la barra que estaba justo a un lado de donde me había parado, una chica morena y de tatuajes de acercó ami, quizás esa por eso debía empezar conociendo a demás gente, no me había parecido verle antes, sonreí al notar que venia hacia mi.. con dos vasos de cervezas en la mano -Gracias, esto es lo que me hacía falta - Tomé el baso y le sonreí -Soy Joanne & tú? Dí un sorbo de cerveza -Puedes llamarme Anne, Obvio no me molesta que me acompañes- Sonreí, alguien se dignaría a acercarse a esta par de tías solas, que habían llegado ?.. -Vamos a el jardín?- Pregunté, di un trago mas de cerveza y miré a la morena... Habían tantos chicos y chicas en aquel lugar que no lograría saludar a todos, talvez era mejor ir al jardín al aire libre, tal vez ahí lograba ver a Chloë y así saludarle, la morena asintió y fuimos hasta el jardín..

Me encantaba ir a fiestas de las chicas de mi fraternidad, por que había de todo, siempre solía hacer fiestas, pero entrando a la Universidad fui obligada a acabar con esas cosas, si no saldría de Brown definitivamente y eso era lo que menos quería, aun tenia roja la lastimada que me había hecho hace unos días, todos pensarían que había atentado contra mi propia vida por que era una locura querer partir una manzana en la palma de mi mano...hizé un gesto de dolor al recordar el dolor que me había conseguido por esta locura, pero esto no era una escusa para no poder divertirme esta noche.

Mire a la chica tatuada que caminaba a mi lado -Tienes mucho tiempo aquí? no te había visto antes... Le pregunté...Al llegar al jardín ya me había acabado el baso de cerveza que la chica me había dado.. -Supongo que tendré que ir a buscar otra..- dije sonriendo, tal vez alguien se dignaba a acercarse a nosotras, por que yo no podía reconocer a alguien que conociera..

por **De'bunny Petrikov** Miér Mar 20, 2013 1:08 pm

-Te lo diré de tal forma que lo puedas entender sin que te salga humo de la cabeza. De un solo golpe de mi bate… -pego en el piso con el rodillo. Únicamente para enfatizar, y libero una risa divertida. -Puedes ganar o puedes perder. Si te doy a ti, gano, si le doy a cualquiera de las otras cosas, pierdo. ¿Entendiste? Te diría que gana quien destroce la mayor cantidad de cosas, pero no creo que como estamos vayamos a llevar la cuenta -puso los ojo en blanco al aclarar lo obvio, al decir 'como estamos' se refería a ella misma. Pronto, muy pronto, estaba segura de que comenzaría a perder la conciencia, así que quería dejar las cosas claras. Estaba segura de que olvidaba agregar algo más a las condiciones antes de que él lograra lanzara la bola de comida. Fuera lo que fuera no le dio tiempo a decir nada más.
Todo sucedió en cámara lenta. Podía ver como la pelota se movía en el aire, girando una y otra vez, contra el viento a una velocidad considerable. A esas alturas, ya cuando la canción iba terminando, el éxtasis comenzaba a hacer estragos en ella, impidiéndole enfocar y coordinar como lo hubiese hecho de estar con sus cinco sentidos intactos y no alterados. Al considerarse ella misma como Samantha Montgomery, la chica de la nueva cenicienta, confiaba en que podría dar en el blanco si de verdad se lo proponía. Sus ojos se entrecerraron justo cuando la bola de comida estaba a unos centímetros del rodillo, ella golpeo con la fuerza que una chica tiene al pasar tres días sin comer. De pronto todo volvió a la velocidad normal, cuando ella pestañeo, y pudo comprobar que la pelota falsa iba en dirección a las piernas de Marshall. Sonrío, triunfante, pero no le duro mucho aquella sensación ya que la bola paso entre las piernas de Nutty, y se iba a desintegrar en la barra, apenas manchando de comida los zapatos ya sucios del muchacho. -¡No puede ser! -exclamo con fastidio, y lanzo el rodillo a un lado, escuchando como se rompía el vidrio de una de las alacenas y como algunos platos se rompían al recibir el impacto de su bate carísimo. Sus mejillas se inflaron, y su ceño se frunció al instante. Sin importarle que por ello le salieran arrugar unos meses después de cuando cumpliera los veinte. -No es justo, no es justo. ¿No te enseñaron a mantener las piernas cerradas? -le reclamo, estando segura de que él las había separado en el último momento aunque no tuviera pruebas de ello. Y así, refunfuñando, y diciendo cosas por lo bajo. Había dejado su celular en la barra, se aproximó ahí, y lo tomo con desgana, sin mirarlo a él, pues estaba segura de que tendría esa sonrisa felina y superior bien plasmada en sus labios. Busco entre su lista de canciones, el disco que una noche antes había descargado. Pronto las notas perfectas de la guitarra y el desgarrador sonido de una batería comenzaron llenar la cocina de notas musicales flotantes al ritmo de ¡One! Uno de los últimos álbumes de Green day. Al menos eso le parecía a ella, quien podía ver esas figuras coloridas saliendo de su teléfono y llenando todo el lugar. Sonrío ingenuamente ante aquello, olvidándose un poco de que estaba acompañada por ese duendecillo malévolo. Volteo a verlo, de reojo, y reprochándole con la mirada su propia derrota. Si había algo que más odiara aparte de perder, era el perder contra él. -A mí no me tendrás ni ganando esto, tendrás que pedir otra cosa…-aseguro con la firmeza que le quedaba aun. Su argumento carecía de sentido si ella comenzó a reírse como lo estaba haciendo, pero no podía evitarlo. Se acercó al chico frente a la barra, se veía de pronto simpático, como si fuese otra persona, y esa sonrisa felina era de pronto curiosa para ella ya que se parecía al gato de Alicia. Como pudo, se sentó sobre la barra, todo comenzaba a darle vueltas, se sentía como si estuviera en el juego ese de las tazas locas. Se acercó a él, y apoyo el mentón sobre su hombro, para poder murmurar a su oído. -Siento como si pudiera comer a Marshall de un bocado si así lo deseara, lo haría para deshacerme de él, pero me da asco y esta gordo -esbozo una mueca de asco bien fingida, antes de volver a reírse de manera tan desesperante como Bob Esponja. Esperaba haber dejado sordo a ese duende gato. Muy dentro de sí, sabía que estaba hablando con Marshall, pero era más divertido fingir que él era otra persona, una persona que si podía caerle bien estando drogada por algo más que lo que había extraído del bolsillo del ojiazul. Se apartó de él, y comenzó a sacarse la chamarra que llevaba puesta, la cual ya estaba llena de harina al igual que su cabello. El ventilador seguía girando sobre sus cabezas, pero toda el harina ya había volado y se había perdido la magia. Que lastima que no era polvo de hada, si lo hubiese sido ahora estaríamos volando, Cheshi -negó con la cabeza tristemente, cuando aventó perezosamente su chaqueta al suelo. Se veía tan lejano, como si en lugar de estar sobre la barra estuvieran al borde de un acantilado. No le daban miedo las alturas, pero se sentó más cerca del duende gato por si acaso. Cuando volvió su mirada a él, se dio cuenta de que seguía siendo ese ser que tanto la desesperaba y entretenida a la vez. -¿Por qué no mejor dejamos el juego, buscamos gasolina, la esparcimos en la cocina, salimos y terminamos disparando con una pistola de bengala? -le propuso murmurando a su oído de forma seductora, por lo menos a ella le gustaba de sobremanera eso de la pirotecnia. Recordaba aun cuando la expulsaron de su colegio anterior por quemar un árbol, el árbol que estaba cerca de los tanques de gas del laboratorio. -¡Será como ver fuegos artificiales más de cerca! -le brillaron los ojos de sólo pensarlo, y su sonrisa se tornaba más alegre, pero verdaderamente era maliciosa y con un toque de locura que a muchos le erizaría los vellos de los brazos. Era como ver sonreír a Merlina de los locos Adams. No estaba únicamente divagando, hablaba aparentemente sin sentido, sólo para distraer a Marshall de reclamar sea lo que sea que él anhelara como premio por la asquerosa puntería que la colocada Debbonie tenía. Al estirar un poco su brazo, e imprimir fuerza en sus dedos, pudo hacer que el florero cayera con todo y las preciosas peonias rosas que tenía. -Es una lástima, son mis segundas flores preferidas, pero por lo menos gane veinte puntos -le guiño un ojo, pues en el trato del juego no estaba especificado derribar alguno de los objetos exactamente con la pelota de comida o con el bate. Sin hacer nada más se recostó sobre la barra, tuvo que cerrar los ojos cuando un poco del polvo de harina en el aire entro a sus ojos, lastimando sus pupilas. -Me voy a quedar ciega, Marshall, sóplame -le jalo insistente el brazo, para tener del todo su atención y que soplara en sus os para que esa sensación de picazón desapareciera.

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