Simple y placentera curiosidad del cuerpo humano. Asri3l

Cuando entré a Brown nunca imagine todas las cosas que podría tener, aunque tal vez fui un poco ingenuo, siendo que la colegiatura que pagas es tan alta, debería tener las instalaciones mes bonista que había visto, pero lo que más me gustaba de aquella universidad tan prestigiada era la piscina, me podía pasar ahí horas, a pesar de no estar en el club de natación porque a decir verdad nunca aprendí a nadar como se debe, solo lo hacía como un hobbie por las tardes casi no había gente, unos cuantos estudiantes, y otros del club de natación intentando mejorar sus tiempos mientras daban vueltas por los carriles, me eche de espaldas dejando que el empuje del agua me hiciera flotar bocarriba, estuve así unos instantes hasta que choque con alguien que se encontraba tras de mí – Lo siento – dije con una sonrisa en el rostro, pero al parecer la chica no se lo había tomando como un incidente gracioso como yo, ya que su cara demostraba el total disguto que le había provocado, me aleje de ese lugar lo más rápido que pude, odiaba a la gente con ese tipo de actitudes, pero así era la gente y no había nada que hacerle, me sumergí por completo en la piscina por debajo del agua solo escuchaba los ruidos ahogados de las cosas, las brazadas, Pataleos y clavados de las personas, era un espacio completamente distinto y me agradaba estar ahí, el agua por algún motivo siempre me había hecho sentir bien, como si nada mas importara, pero como todo buen momento tiene que acabar, a pesar de que me hubiera gustado seguir nadando por mas horas no podía hacerlo, saque mis manos y las mire, se habían arrugado demasiado por el agua, parecían las manos de un anciano, esa fue mi señal para que saliera de aquel lugar, me sostuve de la orilla de la piscina e impulsándome con los brazos logre salir de esta, me quede sentado un rato en la orilla, mirando a la gente, siempre me había gustado mirar a la gente, tanto como para distinguir sus gestos y manía, había una chica que siempre que hablaba con un chico jugaba con su cabello de manera torpe, y había otra que cuando hablaba con alguien que no le agradaba se comenzaba a rascar mucho los brazos, pero al cabo de un tiempo ya había analizado a todas las personas que se encontraban presentes en el lugar, ya no había nada mas que pudiera hacer, la tarde mañana comenzaba a morir dándole paso a la tarde, el sol irradiaba demasiada luz, misma que se filtraba por los grandes ventanales que estaban en la parte superior del lugar por encima de las gradas, por fin me incorpore caminando hacia una banca que se encontraba un poco más allá de donde yo me encontraba, tome la toalla y comencé a deslizarla sobre mi cuerpo dejando que secara cada parte de mi tronco, rostro y piernas aunque las piernas en si era algo muy tonto ya que el traje seguía mojado por lo tanto escurría sobre ellas, después de un rato me di por vencido y deje que se empaparan por las gotas que resbalaban desde el trae de baño, tome la maleta que se encontraba ahí y me dirigí hacia las duchas, casi siempre estaban vacías, al parecer los niños de aquí no estaban acostumbrados a bañarse en un lugar público, pero eso era algo que realmente a mi no me importaba, al entrar guarde mi maleta en uno de los casilleros, saque las cosas de baño tome mi toalla y camine hacia las duchas, di la vuelta en la esquina, al parecer estaba completamente vacío como siempre, así que antes de entrar a la ducha me quite el traje de baño, quedado completamente desnudo, coloque la Toalla por encima de mi cintura para no quedar tan al aire, abrí la primera puerta que quedo cerca de mí, colgué mi toalla en el perchero, junto con mi traje de baño, quedando completamente desnudo me di media vuelta y me encontré con algo que no pensaba encontrarme, mire a los ojos azules que están enfrente de mí, mis ojos bajaron hasta ver su torso bastante bien definido, dando una rápida mirada a su miembro, iba tan metido en mi que no me había dado cuenta de que había entrado a una regadera que estaba en uso, sentí como los colores se me subieron al rostro – lo siento – dije de manera rápida tome mi toalla y Salí de ahí a toda prisa.