The day i laid my eyes on you. # Frida Fields {Flashback}

Cuando menos lo imagine, me encontré frente al aula 204, la clase de Matemáticas de la Sra. Morris, la dulce Sra. Morris, gracias a ella me quede despierta hasta las 4 de la mañana, para terminar los problemas que había dejado. Realmente era mala en Matemáticas, no era mi fuerte honestamente. Ahí estaba yo, sentada en los últimos asientos de la fila de en medio. Centre mis ojos al frente, intentando copiar los problemas escritos en la pizarra. Desvíe la mirada hacia la castaña que se acomodaba en su carpeta para seguramente dormir toda la clase. Al encontrarme con su mirada medio sonreí y mordí mi labio inferior reprimiendo una sonrisa por cómo me "coqueteo" humedecí mis labios y desvíe mi mirada a la pizarra.


Sonreí ampliamente cuando Derek, mi actual novio, me trajo un vaso de cerveza, era lo único que servían en esta fiesta. Yo no era fanática de la cerveza alemana como lo era Derek, pero no me desagradaba el sabor de este. Para mí buena suerte, Leah había reproducido el disco de mezclas que Derek y yo habíamos grabado la noche anterior. Mi canción favorita de Neon Trees sonaba en todo el lugar y mi cuerpo empezó a moverse al ritmo de la música, mis caderas se movieron al ritmo de la melodía y Derek me guío hasta la pista de baile. Continúe dejando que los movimientos de mi cuerpo se perdieran en la melodía, de un momento a otro me gire en mis tobillos, encontrándome con unos ojos achocolatados muy bonitos observándome con cierta sorpresa; observe su rostro curiosa, intentando recordar de donde conocía ese lindo rostro en forma de corazón. Sonreí cuando la recordé, era aquella chica en la clase de Matemática.
Derek me atrajo a él, llamando mi atención, volví mi mirada hacia Derek y continúe bailando, de vez en cuando me giraba hacía la castaña que bebía de su vaso.

Rodee los brazos alrededor del cuello de Derek, permitiendo que mi cuerpo se uniera al suyo, en un compás infinito. Cerré los ojos continuando con mi baile. Uno que otra vez nos besamos Derek y yo, no sabía porque, pero no quería tantas demostraciones de afecto en público, no después de ver aquella chica, cuyo nombre descubriría esta noche. Derek y yo salíamos desde hacía dos meses atrás, no llevábamos mucho tiempo y solo estábamos juntos porque de alguna forma había llamado mi atención, además que éramos buenos amigos y yo tenía una intensa curiosidad de acostarme con él, fuera de eso, no había más que cariño.
La canción cambio, estábamos dispuesto a continuar la danza… cuando un grito llamo mi atención, me giré en mis pies y visualice a la castaña siendo atacada por el idiota de Brandon. –Ese idiota…–dije en un tono agrio mientras fruncía el ceño. Brandon, era un estúpido, salía con Leah pero seducía a otras mujeres cuando le daba la maldita gana, algunas caían a sus encantos, ya que no era para nada feo, el condenado era alto y melena rubia con unos ojos grises preciosos, el típico cuerpo de atleta con personalidad arrogante. Fruncí los labios, maldiciendo al chico entre susurros. Derek paso sus brazos por mi cintura y apoyo su mentón en mi hombro, me dio un beso en la curva de mi cuello y medio sonreí girándome hacía él, dándole un beso en los labios.
–Cariño ¿podrías traerme una cerveza? –le pregunté acariciando sus manos que se posaban en mi cintura. Derek me miro y asintió. –Claro mi amor–me dijo él dándome otro pequeño beso en los labios. Momentos como este, era cuando era el ser más tierno del mundo, pero otros quería mandarlo al mismo infierno y no verle más la cara. –Gracias Derek–le dije volviendo mi vista hacia la menuda castaña que se alejaba de mi alcance, tenía una extraña necesidad de seguirle y al menos preguntarle como se encontraba. –Amm, Derek… voy al tocador, no demore ¿de acuerdo? –le dije un tanto distraída, zafándome ágilmente de sus brazos y apresure mi camino hacia la castaña. Cuando menos lo imagine la perdí de vista, hice un gesto de fastidio y empecé a buscarle con la mirada; en eso alguien me empujo suavemente, haciendo que perdiera el equilibrio, estaba a punto de insultarle, pero cuando mis ojos se volvieron hacia la castaña que miraba su blusa con cierta molestia. Desvía mi mirada hacía su blusa casi traslucida gracias al líquido que se había tirado encima y de forma inconsciente mordí ligeramente mi labio inferior, lo solté y abrí tan solo un poco mis labios intentando que salga palabra alguna de ellos. – ¿Te ayudo? –le pregunte de inmediato sin pensarlo si quiera. Nuestras miradas segundos después se encontraron y una media sonrisa se dibujo en mis labios.

Maldije internamente el encontrarme en esta situación aunque al mismo momento una parte de mí se alegró al verla tan cerca y más que nada al notar la previa expresión que había tenido en su rostro al mirarme, no podía evitar tener estos tipos de pensamientos respecto a ella. Una parte de mi me decía: tómala por la cintura y bésala, bésala como si fuera la primera y la última vez; mientras que otra parte me decía, manda al carajo todo y vete por que de seguro ella no es para ti.

Pero no, no podía hacer eso después de ver la expresión de su rostro. Ella se mordía ligeramente los labios, mientras me miraba, bueno en realidad miraba mis la humedad de mi blusa, pero al menos ya era algo, algo de lo cual podría aprovecharme. En mi cabeza se formaron diversas situaciones cuando la escuche decir “¿Te ayudo?”; claro que quiero que me ayudes, pensé automáticamente. Sin poder resistirlo asentí suavemente con la cabeza, mientras la miraba y mordía con ligereza mi labio inferior, era algo que no podía evitar, prefería morder mis labios que acercarme a los de ella y morderlos.

Un pequeño susurro salió de mis labios. - ¿Cómo me ayudarías? – Dije rasposamente, no era necesario gritar, nos encontrábamos muy cerca y la música ayudaba, ya que era una balada lenta. Cerré por un momento los ojos, y trata de que todo se alejara de mí, no podía dejarme llevar por unos lindos ojos y una bonita sonrisa. – Aunque claro, primero preferiría saber tu nombre. – Dije mientras me acercaba a ella y tomaba un mechón de su cabello entre mis dedos índice y pulgar.

Mis ojos se posaron directamente en los suyos, y podía prácticamente perderme en ellos, al menos por un momento lo hice. Debía admitir, que en este mismo momento me encontraba peleando internamente conmigo misma por las diversas reacciones que ella causaba en mí. Era algo que me costaba asimilar, porque normalmente ninguna persona suele tener ese impacto en mí, ni una mujer o varón ha logrado eso en mi persona, hasta ahora.

Wow me dije a mi misma de inmediato ¿qué es lo que estaba sucediendo conmigo? A mí no me gustaban las chicas, bueno sí veía un bonito rostro lo decía y ya pero ella, era tan sexy que revolucionaba mis hormonas. Mordisquee mi labio inferior sin romper contacto visual con ella, era tan sexy. Ladee tan solo un poco mi cabeza al escuchar su comentario. Iba a responder, pero me perdí en su rostro, la forma en que cerraba los ojos, como su rostro se veía tan bonito bajo la luz de la luna.

Deje escapar un suspiro cuando ella acaricio un mechón suelto de mi rubia melena, me estremecí un poco por el toque y le mire con cierta curiosidad. Creí que sabría mi nombre, ya que estudiábamos en la misma clase, sería imposible que no haya escuchado mi nombre, aunque la verdad era un poco difícil de recordar, aunque siempre me relacionan con el frío. Siempre.
–Humm, mi nombre es Frida. Frida Fields–le dije casi en un susurro, estábamos lo suficientemente cerca para que pudiera escucharme. –Ven, vamos a limpiarte eso–le dije volviendo mis pies hacia el sentido contrario.
–Vamos–le dije una vez más, ladeando mi cabeza un poco y mirándola por el rabillo del ojo.

Muchas cosas seguían en mi cabeza, por más que trataba de alejarlas, y eso me jodia. No quería verme débil, y mucho menos vulnerable ante alguien como ella. Si, era muy linda y hasta hermosa, pero no, no podía dejar que un rostro me golpeara de esa forma… Me había dejado sin aire por un momento, pero esta vez, quien llevaría el control definitivamente seria yo. Mi cuerpo se tensó al ver que su cuerpo se estremecía levemente, quería dar un paso más hacia ella y devorar sus labios, pero no, imposible.

Frida, Frida Fields, y después que ella hablo, aún podía sentir sus susurro contra mi piel. – Bueno, Fields. Soy Hadley. – Dije mientras le daba un guiño, un guiño como el de hace unas semanas, mientras contemplaba su rostro. Asentí cuando ella dijo que me ayudaría a limpiarme, y en el mismo momento la vi moverse hacia el sentido contrario, alejándose de mí.

Ella me miro por el rabillo del ojo, y me pidió seguirla. Me acerque a ella y le extendí mi mano, esperando que la tomara. – Vamos, guíame.– Dije mientras la miraba, sosteniéndole la mirada.

Solté un leve quejido más parecido a un gemido cuando ella mordió mi labio inferior antes de apartarse; se sentía tan bien, tan sexy que me daba ganas de volver a devorar sus labios en un beso. Medio sonreí por la cercanía; cuando sus palabras salieron de sus labios su aliento choco contra mis labios y un suave jadeo escapo de mis labios; acaricie tan solo un poco mi mejilla contra el interior de su mano se sentía tan bien, cuando empezó a deslizarse por mi cuerpo un pequeño estremecimiento se apodero de mi cuerpo, dando un pequeño salto cuando su mano apretó ligeramente mi trasero, mordí suavemente mi labio inferior y le mire a los ojos.
–Emm… –balbucee sin despegar la mirada de sus ojos achocolatados. Asentí levemente mi cabeza cuando sus palabras continuaron saliendo de sus labios, mientras su aliento chocaba una y otra vez contra mis labios embriagándome con el. Ladee un poco la cabeza cuando sus labios besaron mi mejilla, bajando con la curvatura de mi rostro hasta llegar a mi cuello. Mis ojos de inmediato se cerraron y moví tan solo un poco mi cabeza dándole más acceso a mi cuello, solté un pequeño jadeo mientras mis manos se deslizaron por su cintura deslizándose por sus caderas, sintiendo la suavidad y calidez de su piel. Tire tan solo un poco mi cabeza hacia atrás por las sensaciones que mi cuerpo experimentaban gracias a ella.

Escuche su pequeño balbuceo y mi cuerpo se estremeció, la mano que aun sostenía una de sus nalgas le dio otro ligero apretón. Mi cabeza se encontraba inclinada contra el arco de su cuello, a la vez que mis labios besaban con delicadeza la piel que se encontraba en esa parte, de un momento a otro deslice mi lengua por el arco de su cuello, sonreí cuando sentí su reacción ante lo que había hecho, eso era la más grande satisfacción para mi… sentir un cuerpo estremecerse junto al mío, por mí.

Uhmf, ¿Qué pensaría tu novio de ti? – Dije contra su oído, en un leve susurro, con una pequeña sonrisa mordí su lóbulo. La observe por un momento, y de nuevo volví a besar su cuello, por un largo momento, así aseguraba un chupetón que la marcara como mía y de nadie más.

Qué pensaría el de ti? Al verte aquí, bajo mis brazos, al verte estremecer por mi tacto, al verte suspirar por mis labios. Dime, ¿Qué pensaría? – dije mientras mordía suavemente la piel de su hombro izquierdo, ambas manos que antes se encontraban acariciaron su piel, acunaron su trasero dándole un ligero apretón a la vez que la sostenía contra mi cuerpo.