Ficha de Kaya Wixson

Nombre Completo: Kaya Wixson
Edad: 19 años
Ocupación: Estudiante
Grupo: Zeta Beta Zeta
Carrera: Medicina
O. Sexual: Bisexual
Nacionalidad: Estadounidense
Cumpleaños: 7 de julio.

GUSTOS
-La música.
-Cantar
-Leer
-Salir de fiesta
-El deporte
-Bailar.

DISGUSTOS
-Los hombres misóginos.
-Racismo.
-Filosofía y matemáticas.
-La gente demasiado comercial.

MANÍAS
-Morderse el labio inferior.
- Mover demasiado las manos.


ENFERMEDADES
-Alergia al povo
DATOS CURIOSOS
-Usa gafas para leer, pero no le deja a la gente verla con ellas.
- Su abuela perteneció al Zeta Beta Zeta.
- Una de las pocas cosas en las que está de acuerdo con su padre es en estudiar medicina.
-Es un poco celosa.

Kaya es una chica un poco creída la verdad, aunque muchas veces no quisiera reconocerlo, porque en verdad no le gustaba la gente que era así con ella y mucho menos los hombres. De todas formas podía llegar a ser muy retorcida y su cabeza siempre estaba pensando, lo cual no solía ser bueno, pensaba demasiado y esos pensamientos solían llegar a los celos si estaba con una persona, porque sí, era celosa y bastante, aunque su enorme ego no dejaba que sacase a relucir ese lado suyo, no se permitiría rebajarse a que la vean celosa, ni por ella misma ni por su padre, la mataría. En verdad esa era una de las razones por las cuales no dejaba que ella misma se enamorase de alguien, era muy desconfiada, pensaba que terminarían traicionándola y engañándola, de todas formas estaba bien así, tenía algún lío de una noche, nada demasiado serio o importante, le gustaba vivir así, al menos por ahora. Además ella era un poco sarcástica y podía llegar a ser cruel si estaba realmente herida, pero eso no solía pasar, generalmente cuando no tenía que guardar apariencias era una persona amable, era un poco tímida, pero había aprendido a solucionarlo, a su padre no le iba bien eso.

Kaya nació en la ciudad de Los Angeles, siempre ha estado acudiendo a cenas importantes, con empresarios y gente de la alta sociedad, al principio le gustaba, se lo pasaba bien con la gente que iba allí, solían darle regalos y hacerle cariños como niña pequeña que era, pero a medida que pasaba el tiempo sentía que esos lugares y esas reuniones no eran tan divertidas e interesantes, de todas formas en ningún momento se rebeló allí, sabía que eso sería una catástrofe para su padre y no quería jugarle una mala pasada. A medida que pasaba el tiempo ella iba cambiando, se hacía más mayor, salía más por la noche, salía con chicos... Eso a su padre no le gustaba y en más de una ocasión reunió a su hija con él, esas eran unas de las pocas veces en las que se veían, para hablarle del asunto de la imagen, él creía que si su madre siguiese viva las cosas habrían salido de otra forma y quizás era cierto, pero las cosas habían salido así y ella se consideraba una persona respetable, al menos no era un clon.
A los quince años estaba con un chico llamado Kevin, gracias a él se dio cuenta de que no sólo se sentía atraída por los hombres, sino que también por las mujeres, él tenía una prima, Amanda, nunca llegó a pasar nada entre ellas, pero igualmente un fin de semana que habían ido los tres a dormir juntos ella llegó a sentir cosas por ella, cosas más fuertes que con Kevin, la verdad es que era bisexual, pero le gustaba más las chicas, son más comprensivas, piensa. De todas formas eso es algo que su padre no sabe, ella es consciente de que si él se entera de que no es una chica normal y corriente con su novio perfecto y su carrera perfecta, posiblemente la mandase a algún lugar raro para que se "rehabilite", le parecía una tontería eso, pero no se quería arriesgar.
Al entrar en la universidad pensaba que todo iría a mejor, que ella misma elegiría su carrera, su hermandad y sus amistades, pero al final no salió así, tenía suerte de que su padre al menos estuviera de acuerdo con la carrera, pero la verdad es que ella no quería entrar en esa hermandad, sin embargo ahora le tocaba tragar y fingir, sabía que su familia estaría orgullosa de ella si todo sale bien y al terminar esperaba que todo fuera a bien y pudiera ser más independiente, de verdad que lo esperaba.