Layla Marie Stroud {ID}

Layla Marie Stroud
18 años
Universitaria
Universitarios
Turismo
Heterosexual
Americana
08/10/1995

GUSTOS
-Ver películas antiguas, en especial las de Audrey Hepburn, siente una gran admiración hacia esa actriz.
-Caminar bajo la lluvia, sin paraguas cuando está chispeando o llueve flojo y notar caer las gotas de agua su rostro.
-Estar todos los días fuera de casa, no soporta estar encerrada allí, salvo los domingos, que prefiere estar encerrada tirada en el sofá.
-Salir a cualquier centro comercial a pasar la tarde, Layla sabe lo que quiere y no es una chica que tarde mucho en las tiendas a pesar de que le encante la moda.

DISGUSTOS
-Que la gente intente intente dar pena de su vida.
-Darle importancia a cosas que no la tienen.
-El transporte público, sobretodo el tiempo que te hacen esperar, por eso, desde que tiene los 16 años tiene coche propio.
-Que cuando lleve prisa un grupo de gente se ponga delante suya y no pueda adelantarlo.
-La hipocresía.

MANÍAS
-Cuando se pone nerviosa alguna vez tiene la manía de morderse el labio inferior.
-Cuando piensa como hacer un trabajo o quizás se pone nerviosa se tiende a rascar suavemente la nuca.
-La mayoría de las veces que se aburre se dedica a peinarse el pelo con la mano.
-Gira sin parar un anillo que le regaló su madre antes de tomar cualquier decisión importante o simplemente por nervios

ENFERMEDADES
Ninguna conocida.

DATOS CURIOSOS
-Tiende mucho a fijarse de las cosas que pasan a su alrededor, es una gran observadora.
-Le encantan los videojuegos y realizar de vez en cuando deporte, lo que ha hecho que tuviese de pequeña muchos amigos chicos.
-Su madre era francesa.
-Siempre ha querido tener un perro pero su padre es alérgico a ellos.
-Cree en el destino y en el karma.

“Just simple things...”
Pese a haber nacido en el seno de una familia adinerada, Layla es una chica que se conforma con cosas simples, prefiere un simple picnic en cualquier parque en una apuesta de sol que una cena lujosa en un restaurante caro, opina que el dinero no sirve para nada, al fin de al cabo siempre se termina gastando.

“...Stay strong”
Es una chica llena de vitalidad y energía, no puede estar parada mucho tiempo, y odia desperdiciar el tiempo, por lo que siempre está de un lado a otro ya sea porque tiene algo que hacer o por puro placer; pero otros días, es todo lo contrario, prefiere quedarse debajo de una manta tirada en el sofá mientras se queda embobada viendo películas antiguas.
Aunque aparenta ser una chica frágil... Bueno en realidad lo es, es bastante sentimental, pero no quiere mostrarlo al mundo exterior, por lo que si tiene que llorar lo hará sola, a menos de que no tenga una gran confianza, pero suele mostrarse fuerte delante de la gente. Pero al igual que es capaz de derrumbarse es capaz de ponerse en pie.

“But I do…”
Es la típica chica a la cual la pueden hacer daño, y ella le perdonará porque no tiene rencor, es como si lo olvidase, es incapaz de hacer nada malo a los demás, simplemente no la sale, pero directamente cortará cualquier relación porque piensa que no tiene que malgastar el tiempo con ese tipo de personas. Es más nunca le verás diciendo algo malo de alguien a menos de que le haya hecho algo.
Es una persona pacifica, nunca la verás metida en problemas, porque los esquiva, directamente no se siente cómoda en ese tipo de situaciones, pero si las tiene siempre intenta llevarla a un nivel pacífico, a menos de que lleven un buen rato gritándola, que ella también lo hará. Suele decir las cosas tal y como las piensa, pero sin intentar hacer daño a la otra persona, a menos que tenga un mal día y es probable que diga alguna borderia, pero sabe pedir perdón si ve que lo ha hecho mal.No le gusta meterse en las vidas ajenas, igual que ella no quiere que se metan en la suya.

“All is right...”
Le gusta planear las cosas, tener organizada que va hacer ese día o en los próximos, pero si no va como ella quiere no se enfada, al contrario sabe aceptar las cosas que le vienen y adaptarse a ellas, una cualidad de la que está orgullosa.
Aunque sea muy planificadora tiene un problema, es un poco torpe, siempre anda chocándose con la gente, perdiendo las llaves de su casa, tirándose el café encima... Es decir un autentico desastre, aunque no puede hacer nada para evitarlo ya que es una cualidad que tiene desde pequeña.

"Masquerade"
A Layla le hacen gracia las chicas que se echan mil capas de maquillaje cuando salen, ella es una chica natural, le gusta que la gente vea como realmente es, por eso no le gusta mucho maquillaje. Solo tiene una base de su color de piel una raya de ojos y un pintalabios, los cuales solo usa cuando sale de fiesta o ha quedado con alguien importante, aunque piense que si la quieren tiene que ser por como es ella, es decir por su interior, no por el físico.

“Smile...”
Ella siempre va con una sonrisa en la cara, es alegre y optimista por naturaleza y si tu estás mal, ella siempre te preguntará el motivo, y aunque no quieras contárselo, estará allí intentando sacarte una sonrisa, porque respeta que no se lo quieran contar. Es una persona optimista y siempre verá el lado positivo de las cosas en vez de aferrarse a las negativas.

“Lovely”
Respecto al amor es como si tuviese pájaros en la cabeza. La chica lo admite es una chica que se ilusiona con facilidad, no lo puede evitar, pero aun así es dura de roer. Nunca admitirá que tiene sentimientos, ni que ve comedias románticas, no ella no es así. No es de las que le dices cuatro cosas y ya es tuya, no, a Layla hay que ir ganándosela poco a poco. Ella cuando era pequeña no creía en el amor, se enamoró y sufrió por lo que ahora se comporta de esa forma. Normalmente cuando le gusta un chico se corta cuando hay más gente delante, pero cuando está a solas con él se muestra divertida, tiende ha dar una de cal y otra de arena.

Era una tarde de abril soleada cuando la joven Marie Stroud daba a luz a una preciosa niña en un hospital de Nueva York, la familia Stroud estaba contenta ya que era la primera hija de la pareja y la primera nieta. Era tan esperada y tan buscada que era como un auténtico milagro, ya que Marie y Theodore llevaban mucho tiempo buscando tener un hijo, y aquél día había llegado.

La niña se crió en una cuna de oro, sus padres tenían dinero y hacían todo lo que fuese por su hija, siempre pendientes de que no le faltase de nada, y dándole toda clase de cuidados, pero lo que no faltaba en esa familia era el amor. Cuando cumplió los tres años Layla empezó a asistir al mejor colegio que había en Nueva York, sus padres querían lo mejor para su hija, en especial sus estudios, porque como decía su padre " Al fin de al cabo, los estudios es lo que nos queda" Sus padres eran así, habían sido gente humilde, pero poco a poco fueron haciéndose paso entre la alta sociedad, y como no querían que su hija se volviese una persona superficial la inculcaron esos valores.

La vida era juegos, diversión y risas para Layla. Fueron pasando los años y cambió los juegos por salir con sus amigas, y la verdad es que no paraba por casa, sus padres siempre la decían que se centrase en los estudios, pero al fin de al cabo Layla no sacaba malas notas, por lo que no se metían mucho en su vida. ¿Su mejor amiga? Su madre. Siempre estaba allí dándola un abrazo o pidiéndola un beso, y aunque Layla le dijese que pesada eres, no le importaba dárselo, siempre fue su mayor consejera, y aunque siempre tenía miedo de contarle cosas de su vida, ella era después la que mejor la atendía, pero un día se fue de su lado. Layla desde entonces nunca habla de su madre a menos de que no la pregunten, es un tema que no le gusta hablar debido a que paso el año anterior y pasó de forma muy rápida, el cáncer se la llevó en menos de un mes, justo antes de empezar la universidad. Y eso supuso un cambio en la vida de la joven haciéndola madurar, ya no era tan inocente, ni se callaba las cosas, fue una cosa que la fortaleció y tenía que admitirlo, aquella nueva Layla le gustaba, y aunque la echaba de menos pensaba que sería porque así lo quería el destino.

Este año, Layla a comenzado a estudiar Turismo, si, no era una de las carreras que quería su padre, pero él siempre iba a estar allí apoyándola. El primer día de universidad todavía iba perdida, había ido a entregar la matrícula, pero claro, no sabía ni que edificio era, ni donde estaba su clase. Mientras buscaba el pabellón, encontró algo que no buscaba, una mirada que se quedó guardada en su mente. ¿Quién era aquél hombre? Días después descubrió que era el director, aquél hombre parecía interesante, pero la pregunta era ¿Merecía la pena?