Boring night~ {David Sullivan}

Fin de semana. Noche. Se suponía que aquel era el momento en que la mayoría de las personas de mi edad se preparaban para salir o ya habían salido con sus amigos. En cambio, yo estaba completamente solo. ¿Por qué? Porque simplemente no había arreglado con nadie ni tampoco le había dicho a nadie que iba a salir. Simplemente me había ido a dar una vuelta tras decirme a mi mismo que no debía quedarme encerrado en mi habitación. Quizá podría haberme fijado si había alguna fiesta aquella noche, pero también era demasiado tarde a mi parecer como para ir a alguna, por lo que no tenía muchas opciones extras sobre las cuales poder decidir qué hacer.

Fuera estaba comenzando a hacer frío y se notaba en la gente que cada vez llevaba más abrigos, como capas. En cambio, yo no me preocupé mucho por ello y salí bastante desabrigado, tan sólo con una chaqueta de algodón que dejaba que el viento pasase por la tela para llegar a mi piel. Pero era soportable, nada de lo que tuviese que quejarme. Sin embargo, de dentro de los locales se sentía el calor emanar. Aquel era la concentración de gente que había en su interior, todos juntos, pegados, transpirando… Mejor no. ¿Pero qué más podía hacer sino? Nada. Aquellos locales turbios y con gente eran los que mandaban a la noche.

Sin darme cuenta de cuándo entré, ya me encontraba dentro de uno de aquellos locales que en un principio había evitado, pero el ambiente no era tan malo. A decir verdad, podría ser muchísimo peor. Es más, podía decir que me agradaba. Caminé hasta la barra sentándome cerca del barman y le pedí tan sólo una cerveza, devolviéndome una mirada de que por qué no le pedía algo elaborado en vez de algo simple. ¿No podía acaso pedir algo que no fuera tan fuerte, tan sólo para empezar? De todas formas, a los pocos segundos me trajo una botella de cerveza y me alejé de la barra. En aquel momento mi vista se topó con una cabellera que me pareció conocida y me acerqué hasta él, posando mi mano sobre su hombro.

— Dave. — Estaba completamente seguro de que no me equivocaba. Sin embargo, no me había fijado en si estaba acompañado o no. ¿Le estaría arruinando algo? —. ¿Estás solo? — Si decía que sí, bien, sino me marcharía como si no hubiese estado nunca allí.

Como de costumbre, había pasado todo mi tiempo libre tratando de librarme de las garras de adicción en las que había caído al jugar “God of War”. Ya que toda la semana se me había ido pasando el violento videojuego, no había tenido tiempo ni de socializar ni de hacer planes para la noche de ese finde que se me venía encima.

-Buena David, Otro viernes en la noche que pasarás aniquilando “Slime” o pateando traseros en Mortal Kombat.- Me dije mientras pensaba en algo interesante que hacer. -Bueno, algo debe de haber que puedas hacer hoy.-

La verdad no quería pasar ese día encerrado, extrañaba un poco sentir la brisa acariciando mi piel, así que sin pensarlo mucho decidí ir al bar a tomar algo, aun si no encontraba a nadie que conociera, el aire fresco me haría bien. Como siempre, tomé lo primero que tuve a mi alcance, llevaba un jean negro que estaba algo gastado por el uso, una franela blanca relativamente limpia y una chaqueta negra para protegerme del frío que empezaba a apoderarse de la ciudad.

Mientras caminaba hacia el Hard Rock Café, me tuve que contener para no devolverme a buscar mi mochila, sabía que de nada me serviría en ese lugar, pero la llevaba tan seguido que se había vuelto parte de mí. –Nadie se le acercará a un chico raro que lleva un morral a un bar.- Me reprochaba.

Una vez ahí, pedí un Whisky en las rocas y me senté en la única mesa que estaba disponible. El lugar estaba lleno, con la suficiente cantidad de personas como para mantener a raya el frío con puro y algo sudoroso calor corporal.

No había pasado mucho tiempo antes de que me aburriera. El salir de las cuatro paredes donde solía estar era agradable, pero era más agradable si tenías a alguien con quien conversar. Poco tiempo después, escuché una voz que se me hizo muy familiar, al darme la vuelta comprobé que era mi amigo Frederick. -¡Fred! ¿Cómo estás?- Dije mientras dejaba salir una sonrisa de alivio al no tener que pasar otro segundo escuchando las conversaciones de los grupos de amigos que estaban a mi alrededor.- Si, vine solo… Si quieres puedes sentarte.- Le hice un gesto con la mano, indicándole que se sentara en la silla que estaba vacía justo delante de mi. -¿Una cerveza? Que creativo.- Dije en tono burlón. -Bueno, supongo que una birra nunca viene mal...-