Némore ID.

Némore Ivan Luccietto.
22 años.
Estudiante
Kappa Tau
Periodismo
Heterosexual
Italiano
Mayo 12, 1991.

GUSTOS
-Las personas sarcásticas, las encuentra interesantes, y utilizarlo igualmente le agrada mucho.
-Las fiestas y todo lo que viene con ellas; cigarrillos, alcohol, música, baile, pérdida de memoria a corto plazo si es necesario, chicas y más chicas, ¡El edén de Némore está entre discotecas!
-Los Graffitis. El arte callejero es una de sus pasiones y le atrae más al ser algo ilegal.
-La aventura. Siempre está buscando nuevos retos y problemas en los que meterse, para no alcanzar una rutina.
DISGUSTOS
-La monotonía. No hay nada que le fastidie o le aburra más que hacer algo una y otra y otra vez.
-Las mentiras. A veces, aunque no se crea posible, Nemo puede ser bastante crédulo y descubrir que aquello en lo que confió es una vil mentira es algo que le enfurece más que nada en el mundo.
-Las personas rectas. No le gusta seguir las reglas, por eso, no le gusta estar rodeado de personas que son el ejemplo viviente de las leyes.
-Que las cosas le salgan mal. Por supuesto, ¿a quién le gusta que algo no salga como quería?, podría atreverme a decir que ha nadie y Némore no es la excepción; lo detesta y lo pone de muy mal humor.

MANÍAS
-Cuando está nervioso o ansioso suele empezar a "tamborilear" frenéticamente con sus manos, marcando un ritmo.
-Cuando está asustado, indeciso o en una situación forzosa la mayoría de las veces comienza a tartamudear.

ENFERMEDADES
-

DATOS CURIOSOS
-Habla tres idiomas fluídamente. Italiano, español e inglés.
-Es alérgico a los frutos secos y le da mucho asco la calabaza.
-Tiene un vicio con el cigarrillo, nunca lo ha podido dejar.
-Es bastante celoso con las personas que quiere.
-Sueña con tener muchos hijos, ama las familias grandes.

El típico chico despreocupado, que nunca piensa en el mañana, ese muchacho que siempre esta metiéndose en líos por más que esto no sea su intención y de los que la palabra "problema" forma parte de si mismo. El castaño no suele pensar en las consecuencias de sus actos, simplemente si lo quiere, lo tiene y punto. Lucha por ello como si su vida dependiera de conseguir esa cosa. Es un líder nato, durante toda su existencia ha sido un joven impetuoso y carismático que sabe usar la oratoria a la perfección para enredar a los demás y conseguir todo lo que quiere, cuando y cómo lo quiere. Al mismo tiempo es sensible, aunque no lo demuestre, es un joven reservado y con muy buenos modales que utiliza en el lugar y momento indicados. En su adolescencia, pasó más tiempo fuera de casa que en ella, por lo que se curtió en todo lo que respectara a las peleas y la retórica que usan los chicos de clase más baja que él, nació en una familia bastante acomodada. Tiene una ligera tendencia a arruinarse la vida, todo lo que le haga daño lo seduce en extremo y no es capaz de resistirse a ello. Es jovial, directo, algo burlón y en definitiva, extremadamente simpático. Pero sí, sólo con quien quiere y le da la gana. Si no le caes bien, olvídate de que esa amabilidad de la que goza con su grupo de amigos vaya a parar en ti, ni siquiera de rebote. Es aquel digno ejemplo de compañerismo, si tienes algún problema estará ahí para ti, para hacer todo lo que pueda por ayudarte. Testarudo, leal y perseverante. Por eso si te da su palabra, puedes estar seguro de que tendrás eso que te ha prometido, aunque le cueste la vida en conseguirlo. El joven es tan fiel a sus amigos como a si mismo y por nada ni nadie traicionaría. Carismático y encantador. Se considera un oportunista, ya que se adapta a cualquier situación sin importar lo que esta requiera.

Una cuna de oro, una familia conformada nada más que por un padre totalmente acaparador, una mansión enorme cuya única vida, en apariencia, era la bulla de los muchos integrantes del servicio. Una madre fallecida en el parto y un eterno anhelo de libertad y autonomía jamás satisfecho por su padre, que no permitía que se alejara de su lado más allá de lo que sus ojos podían alcanzar. Criado en la casa como todo un duque, desde pequeño aprendió cómo debía organizar sus tiempos y actividades para hacer que todo cuadrara con sus recurrentes escapes de la residencia en la que, prácticamente, vivía encerrado y por obligación dado que, de ser por él, hubiera vivido fuera de ella todo el tiempo. El sutil arte de tramar engaños lo tiene en la sangre, como incorporado, es un muy buen mentiroso, pero no lo utiliza con malos propósitos como mucha otra gente sí. A la edad de dieciséis años, Némore ya se había curtido de diversas maneras y atravesado momentos que, para ser de su edad, no eran para nada normales: para desgracia y horror de su padre, había pasado varias veces por la seccional de policía gracias a sus reiteradas incidencias con las drogas y el ‘vandalismo’, como los policías gustaban a llamar a aquélla expresión sublime de arte que se llevaba a cabo mediante pintadas en las paredes de la ciudad. Cuando su padre se dio por enterado de que Némore, con una familia de alto talante detrás de él, estaba saliendo y haciendo amistades con jóvenes de una clase más baja que los Luccietto, la furia en el padre de Némo se hizo presente. Y así, el hombre la dejó fluir libremente, porque a todo esto se sumaba el hecho de que el muchacho se había burlado de él descaradamente durante largos meses, evitaba los consejos que sus abogados le dieron en reiteradas ocasiones y jugaba indiscriminadamente con substancias que podían, en cierto punto, acabar con su vida. Habló con su hijo, indicándole que todo se había acabado, que su paciencia tenía límites y que “el circo” en el que estaba metido estaba en ruinas, a lo que solo recibió como respuesta una sonrisita provocativa y una sarta de buenas argumentaciones que, básicamente, dejaron a su padre en jaque mate. Y fue así como comenzó la carrera infinita por ver quién podía incomodar más al otro. Hasta que todo eso al fin explotó, Némore se olvidó de todo y dejó su casa atrás, lo único que le recuerda en este momento a su familia es su apellido, porque aunque renunció al dinero, los lujos y todo tipo de contacto con su padre, no quiso cambiar su apellido.