2013
Ahora mismo si estas planteándote en inscribirte en esta prestigiosa universidad es por que has pasado esta etapa, pero bueno, ¡eso cosa del pasado! Olvídalo, pon eso en un rincón de tu memoria.
Ahora estás viviendo el año 2013 en la Universidad de Brown, situada cerca del corazón de Nueva York.
¿Estás aquí por elección propia, por el sueño de convertirte en alguien famoso en la vida? ¿Por qué tus padres tienen una cuenta bancaria muy grande? ¿O tal vez por obligación?
Sea la razón que sea el resultado es el mismo, estas en una de las mejores universidades de América, pero aquí no te daremos 'la comida masticada' lo cual si de verdad deseas llegar a ser alguien en la vida tendrás que currártelo, aquí no regalamos nada.
¡Casi lo olvido! Tal vez exijamos mucho, pero tampoco descartes la idea de tener un poco de diversión. Fiesta, alcohol, sexo, drogas.
En resumen, el libertinaje total.
Para Algunos, la diversión significa dormir en tantas camas como sea posible, para otros, las compras y manicura son las cosas más importantes en su vida y siempre habrá los -por su padres- tienen dinero y reputación.
Pero dejando todo eso atrás, en la oscuridad de Brown se esconden varias personas que pertenecen a una especie de secta, un grupo donde su intenciones no son exactamente buenas. Se hacen reconocer por 'la logia', una panda de personas donde jugarán con cualquier persona que les apetezca. Les gusta ver sufrir a los demás, viven a costa de ellos. ¿Que pasa? ¿A caso tienes miedo de ser su próximo elegido? Tranquilo, como en los cómics y películas de Stan Lee donde hay un villano, hay un super héroe, e aquí nuestros super héroes se hace llamar anti logia, un grupo donde quieren la paz en la universidad y acabar con toda esa crueldad.
Y dime, ¿quien eres tu? ¿Eres un becado? ¿Un estudiante normal? ¿O tal vez te guste la idea de pertenecer a la logia? Otra posibilidad es que quieras cumplir el sueño de todo niño, ser un super héroe y pasar a ser miembro de la anti logia pero...
Seas lo que seas, se bienvenido a Brown University.
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Sorpresas [Max]
2 participantes
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Sorpresas [Max]
Después de un día lleno de estrés, tareas y maestros gruñones había tenido un pequeño tiempo para mí. Eran alrededor de las cuatro de la tarde, el campus estaba por alguna razón del destino un poco vacío y nada de la cafetería me apetecía. Parecía que iba a llover, por lo que me apuré a caminar hacía mi fraternidad cuando escuché el sonido de mi teléfono. Busqué mi celular dentro de mi bolso por un par de segundos pues esta era demaciado espaciosa y meter la mano ahí era como meterla en un agujero negro, imposible de encontrar nada. Un poco nerviosa continué buscando hasta que mi mano topó con el, lo tomé y contesté. -¿Hola?- Dije ya un poco mas calmada. Suspiré al escuchar la voz de mi madre al otro lado de la línea. Se escuchaba un poco preocupada. El sonido de los truenos sobre el cielo comenzaba a ser cada vez mas notorio y las gotas se soltaron haciendo que me mejora. -Espera un segundo- dije mientras corría al techo mas cercano. Corrí hacia la cafetería y me sacurdí un poco el agua. Coloqué mi celular entre las piernas para detenerlo mientras me hacía una cola de caballo.
Me senté en una mesita y contesté. -Ya, perdón. ¿Cómo estas?- Escuché el suspiro de mi madre al otro lado de la línea. -Sofía, me acaba de llegar el estado de cuenta de tu tarjeta. -De acuerdo... -¿Qué pensabas cuando gastabas más de la mitad de tus fondos en ropa? -Pero... -Pero nada. Cancelé tu tarjeta. Te llegarán cheques con dinero para necesidades básicas a la dirección. Si quieres algo mas tendrás que trabajar por ello. Estoy harta de tus caprichos. -Pero mamá- y colgó. Me quedé atónita ante la conversación con mi madre y miré la nada sin poder creelo. Me puse de pie y me dirigí a mi habitación.
Vaya. No sabía que demonios había pasado hace cinco segundos. Miré mi teléfono aún si poder creerlo y lo aventé dentro de mi bolso molesta. No había tenido tiempo de salir de compras desde que había iniciado el semestre. Había comprado un par de cosas, sí, pero nada como para que me la quitaran. Comencé a mover el pie en señal de nerviosiso y me alcé de hombros. Si quería que trabajara eso haría. No podía quedarme sin dinero. Pasé más de dos horas buscando empleo en el periodico, y no había nada decente que no tuviera como requisito la universidad. -Bueno... -Dije un poco intranquila. No sabía que haría.
A pesar del desafortunado incidente con mi madre aún tenía hambre y dinero guardado. Busqué dentro de mi habítación y salí por mi auto. Solo había un lugar que me podría de buen humor: Hard Rock.
Rcuerdo todas las veces que iba ahi con mi padre, ya hacía un par de años. Nos divertíamos como niños y la música era excelente. Al llegar, dejé que el Valet Parking se hiciera cargo de mi auto y me bajé mucho mas relajada. Tomé una mesa, y ordené una hamburguesa, cuando un anuncio en la pared me llamó la atención: Estaban contratando. Me puse de pie y fui a recepción mientras esperaba mi hamburgesa. -Eh.. ¿Hola? Quisiera saber sobre el trabajo- dije a la nada cuando no vi a nadie. Un señor pequeño y asiático salió de una puerta con un papel, pero al verme sonrió. -¡Sophie! ¿Hace cuando que no vienes? ¡Claro que tienes el trabajo! - Sonreí y me limité a preguntar cuando comenzaba, tomé mi uniforme y me senté a comer. Vaya, eso había sido fácil.
Me senté en una mesita y contesté. -Ya, perdón. ¿Cómo estas?- Escuché el suspiro de mi madre al otro lado de la línea. -Sofía, me acaba de llegar el estado de cuenta de tu tarjeta. -De acuerdo... -¿Qué pensabas cuando gastabas más de la mitad de tus fondos en ropa? -Pero... -Pero nada. Cancelé tu tarjeta. Te llegarán cheques con dinero para necesidades básicas a la dirección. Si quieres algo mas tendrás que trabajar por ello. Estoy harta de tus caprichos. -Pero mamá- y colgó. Me quedé atónita ante la conversación con mi madre y miré la nada sin poder creelo. Me puse de pie y me dirigí a mi habitación.
Vaya. No sabía que demonios había pasado hace cinco segundos. Miré mi teléfono aún si poder creerlo y lo aventé dentro de mi bolso molesta. No había tenido tiempo de salir de compras desde que había iniciado el semestre. Había comprado un par de cosas, sí, pero nada como para que me la quitaran. Comencé a mover el pie en señal de nerviosiso y me alcé de hombros. Si quería que trabajara eso haría. No podía quedarme sin dinero. Pasé más de dos horas buscando empleo en el periodico, y no había nada decente que no tuviera como requisito la universidad. -Bueno... -Dije un poco intranquila. No sabía que haría.
A pesar del desafortunado incidente con mi madre aún tenía hambre y dinero guardado. Busqué dentro de mi habítación y salí por mi auto. Solo había un lugar que me podría de buen humor: Hard Rock.
Rcuerdo todas las veces que iba ahi con mi padre, ya hacía un par de años. Nos divertíamos como niños y la música era excelente. Al llegar, dejé que el Valet Parking se hiciera cargo de mi auto y me bajé mucho mas relajada. Tomé una mesa, y ordené una hamburguesa, cuando un anuncio en la pared me llamó la atención: Estaban contratando. Me puse de pie y fui a recepción mientras esperaba mi hamburgesa. -Eh.. ¿Hola? Quisiera saber sobre el trabajo- dije a la nada cuando no vi a nadie. Un señor pequeño y asiático salió de una puerta con un papel, pero al verme sonrió. -¡Sophie! ¿Hace cuando que no vienes? ¡Claro que tienes el trabajo! - Sonreí y me limité a preguntar cuando comenzaba, tomé mi uniforme y me senté a comer. Vaya, eso había sido fácil.
Última edición por Candice S. Henderson el Lun Jul 22, 2013 3:11 pm, editado 1 vez
Candice S. Henderson- Fecha de inscripción : 14/12/2012
Localización : Universidad Brown.
Re: Sorpresas [Max]
Despertar en una cama ajena una en la cual has dormido bastante tiempo me seguía alterando, aun despertaba y al abrir los ojos me encontraba en una habitación llena de muebles y paredes de madera, con cortinas azules marino y grandes ventanales de un lado, una bella y enorme pantalla se levantaba del lado derecho y bajo esta otro anaquel con varios aparatos electrónicos, el baño estaba a la derecha de la habitación y este era de madera igual y se conectaba a otra habitación la cual estaba desocupada, habitaciones gemelas, parecidas en todo e igual de frías. No eran como la habitación de mi tío Aaron, al entrar en ella podías saborear el whisky y el olor a tabaco, su loción bañaba el ambiente de ahí, una combinación rara pero muy agradable, desde que tengo memoria Aaron para mí ha sido muy importante, sé que no nos llevamos mucho tiempo pero él me enseño muchas cosas y nunca me miente, confía en mí y le respeto por eso, sé que él quería que yo me sintiera como en casa, pero al entrar a la que era mi habitación solo podías oler a fragancia ambientada, canela y manzana, desodorante artificial, yo quería que mi cuarto oliera a mí, pero faltaba mucho para eso, me faltaba tiempo y aceptar que ahora esa era mi casa aunque mi abuelo estuviera ahí, me había recibido y se lo agradecía de verdad, pero me costaría mucho creerme en mi hogar.
Tanto pensar en todo eso me nublo la mente, necesitaba aire, salir a donde fuera y no precisamente al patio pues estaría dentro de la vista de mis abuelos- Catita...- llame a la ama de llaves de la familia- Saldré por un momento, necesito aire, quiero respirar la contaminación de su país- ella asintió y me sonrió “- mi niño para eso tendrías que ir a México, allá en Guanajuato, y no creo que te dejen , un niño tan guapo como tu seria presa fácil de las niñas casaderas de ahí-“ me reí y negué- ay Catalina, algún día conoceré tu bella ciudad- le apreté la mano y me ayudo a ponerme mi abrigo, no sé por qué pero esa tarde estaba en particular con ánimos de salir aunque estuviera nublado y parecía que iba llover.
La ciudad de Nueva York era tan curiosa, tan ruidosa y tan diferente a mi bello Leicester , allá si claro había automóviles, gente hablando pero todo era distinto, nadie gritaba, nadie tocaba el claxon si no era por una emergencia, nadie parecía interesado en las cosas de los demás, se tomaban el tiempo para ver los detalles de su ciudad, de la bella ciudad en la que vivían, en cambio ¿aquí?, ¡por dios!, la gente iba y venía sin mirar a donde en verdad, gritaban, platicaban de cosas insólitas para alguien educado, se empujaban entre sí, era un mar de gente, y no se diga de los automóviles, estos iban de allá para acá pitando en sus bocinas como desesperados cuando no avanzaban, era un caos :pero bueno, yo había aceptado venir a contemplar este caos con mis propios ojos , aun bien cuando mi padre me dijo que no lo hiciera- Deténgase por favor- le dije al chofer y baje la ventanilla del auto para ver un bello edificio en el cual unas enormes letras en neón te daban a leer “Hard Rock Café” – Disculpe, ¿que es aquí?- en verdad parecía salido de un castillo, pero es que asi era, yo no salía de fiestas con jovenes alocados, mis colegas eran jovenes con los mismos gusto que yo, cabalgar, leer, ir a la ópera, nada de fiestas o algo asi “- Es un bar, señor, un bar-restaurante en donde tambien hay música Rock en vivo y bebidas alcohólicas-“ sonreí al escuchar lo de música en vivo – aparque cerca, bajare- abri la puerta y el chofer me detuvo “- joven Ryder pero no le dejaran entrar, es menor de edad-“ me gire y sonreí – No beberé, solo quiero ver y tal vez coma algo- camine hacia la entrada y al ver el interior me quedé asombrado con tan bello lugar- Sublime- dije sin borrar mi sonrisa al ver a la banda y a toda la gente, bellas chicas atendían llevando cerveza de allá para acá y para no estorbar me senté en unos bancos que estaban ahí, no deje de mirar todo mientras me quitaba los guantes de cuero y mi gabardina- Quien lo creería , me he impresionado- dije girando mi cuello para ver a otro lado y poder seguir contemplando todo con asombro .
Maximo B. Ryder- Fecha de inscripción : 14/02/2013
Re: Sorpresas [Max]
Sin siquiera pensarlo seguía bastante tensa por la noticia de aquel día. Si yo no había tomado ese dinero, ¿entonces quién? la idea no dejaba de rondar por mi cabeza, y aquella luz brillante que se encontraba frente a la mesa en la que estaba no ayudaba mucho. No podía pensar en otra cosa, y el estrés comenzaba a hacerse presente cada vez mas. Me tapé los ojos con la mano un poco irritada. Con la otra mano, tomé uno de los cuchillos que estaban frente a mi y comencé a jugar con el y pasarlo entre mis dedos.
Una camarera interrumpió mis pensamientos cuando dejó un shot de tequila en mi mesa, señalando a un señor sentado al otro lado del salón. Este tenía una gorra de los gigantes y una cerveza barata frente a él. Al ver que lo miraba me guiño un ojo y alzó su cerveza como si fuera un brindis. Sonreí y levanté el shot, para luego dejarlo en la mesa intacto. Sin más por el momento, preferí dejar de lamentarme.
Me limité a guardar silencio y mirar a mi alrededor. Hacía tiempo que no venía y bueno, si quería trabajar aquí debía por lo menos saber como funcionaban las cosas en este lugar. La entrada estaba cerrada, pues ya era de noche. Las últimas personas del turno habían entrado y el show "final" estaba por comenzar. Frente al mostrador había un pequeño pasillo con playeras y cosas en venta, aparte de unos cuantos trofeos aleatorios. Al fondo se podía observar una habitación en la que se daban los conciertos. Había un escenario de buen tamaño con casi todo tipo de instrumentos, y el grupo preparándose para el espectáculo. Este estaba conformado por seis hombres grandes, altos y robustos con barba porsupuesto. Ellos usaban chaquetas de cuero muy monas a decir verdad. La típica imagen de motociclista pasando por una crisis de edad media.
La sala estaba llena de espectadores. Normalmente los restaurantes a esta hora estaban vacíos. Pero Hard Rock al parecer seguía siendo bastante recurrido. Aparte de que el café era muy bueno. Esbocé media sonrisa y me puse de pie. Bueno, al parecer esta sería de mis últimas noches libres. Tendría que disfrutarla, si no quería pasarme lo que restaba de la semana amargada. Me solté el cabello y me quité la chaqueta, dejando a la vista un top sin mangas verde. Me puse un poco de gloss y me dirigí a la sala principal.
Me recargué sobre la barra y pedí la especialidad de la noche. La tomé de golpe y me dí la vuelta al notar un chico que parecía bastante asombrado con el lugar. A mis ojos no había mucho de que impresionarse. Era una estación de hombres borrachos y mala música. La comida era buena, pero a juzgar por su apariencia, acababa de llegar y no había probado un solo bocado. El chico era atractivo, no lo niego. Se veía bastante joven y tenía pinta de extranjero.
No se porque, pero me daba curiosidad hablar con aquel chico. Sin pensarlo dos veces, me acomodé el cabello de lado y me dirigí a el con una sonrisa. -¿Impresionante no? Solté una risita y lo mire coqueta. -Soy Candice.
Una camarera interrumpió mis pensamientos cuando dejó un shot de tequila en mi mesa, señalando a un señor sentado al otro lado del salón. Este tenía una gorra de los gigantes y una cerveza barata frente a él. Al ver que lo miraba me guiño un ojo y alzó su cerveza como si fuera un brindis. Sonreí y levanté el shot, para luego dejarlo en la mesa intacto. Sin más por el momento, preferí dejar de lamentarme.
Me limité a guardar silencio y mirar a mi alrededor. Hacía tiempo que no venía y bueno, si quería trabajar aquí debía por lo menos saber como funcionaban las cosas en este lugar. La entrada estaba cerrada, pues ya era de noche. Las últimas personas del turno habían entrado y el show "final" estaba por comenzar. Frente al mostrador había un pequeño pasillo con playeras y cosas en venta, aparte de unos cuantos trofeos aleatorios. Al fondo se podía observar una habitación en la que se daban los conciertos. Había un escenario de buen tamaño con casi todo tipo de instrumentos, y el grupo preparándose para el espectáculo. Este estaba conformado por seis hombres grandes, altos y robustos con barba porsupuesto. Ellos usaban chaquetas de cuero muy monas a decir verdad. La típica imagen de motociclista pasando por una crisis de edad media.
La sala estaba llena de espectadores. Normalmente los restaurantes a esta hora estaban vacíos. Pero Hard Rock al parecer seguía siendo bastante recurrido. Aparte de que el café era muy bueno. Esbocé media sonrisa y me puse de pie. Bueno, al parecer esta sería de mis últimas noches libres. Tendría que disfrutarla, si no quería pasarme lo que restaba de la semana amargada. Me solté el cabello y me quité la chaqueta, dejando a la vista un top sin mangas verde. Me puse un poco de gloss y me dirigí a la sala principal.
Me recargué sobre la barra y pedí la especialidad de la noche. La tomé de golpe y me dí la vuelta al notar un chico que parecía bastante asombrado con el lugar. A mis ojos no había mucho de que impresionarse. Era una estación de hombres borrachos y mala música. La comida era buena, pero a juzgar por su apariencia, acababa de llegar y no había probado un solo bocado. El chico era atractivo, no lo niego. Se veía bastante joven y tenía pinta de extranjero.
No se porque, pero me daba curiosidad hablar con aquel chico. Sin pensarlo dos veces, me acomodé el cabello de lado y me dirigí a el con una sonrisa. -¿Impresionante no? Solté una risita y lo mire coqueta. -Soy Candice.
Candice S. Henderson- Fecha de inscripción : 14/12/2012
Localización : Universidad Brown.
Re: Sorpresas [Max]
El grupo se empezó a acomodar y la gente seguía platicando entre ellos, algunos me veían mucho , supuse yo que era por la forma en la que yo miraba aquel lugar y claro mi vestimenta, no veía a nadie más con pantalones de vestir y camisa , acompañado de un abrigo y un porte singular, ahí se podía ver chicos con playeras de sus bandas favoritas, de mezclilla, con tenis o señores ya grandes pero vestidos de forma relajada, me sentía tan intrigado, solo una vez había entrado a un Pub y fue para ver a Manchester jugar, un error pues el salvajismo termino por alejarme de ese tipo de eventos, prefería que mi padre me dejara usar su palco para ir a ver yo desde ahí, sé que era elitista pues solo lo ocupábamos mi padre mi hermano y yo, pero el Football era mi pasión -Sí que lo es- respondí al escuchar la voz de una mujer a un lado de mi- Es un placer…- cundo mi cara se giró para verla fue casi imposible no notar lo bella y extravagante que era esa mujer- Por favor- me levante y le arrime la silla para que ella la ocupara.
-Es un placer Candice, mi nombre es Maximo- me sentaría enfrente de ella una vez que ella lo hiciera y mire hacia el escenario- Gustas tomar algo?- le pregunte de forma tranquila y educada, claro tratando de ocultar mi acento inglés, no me daba vergüenza pero a veces no me gustaba ser señalado por eso y tambien estaba traumado gracias a mi tío Aaron que se burlaba de mi acento y decía que era como un noblecito intentando quedar bien con un gobernante, sé que lo hacía en broma pero a veces me desesperaba, yo no encontraba nada de extraño en la forma en la que hablaba pero los demás al parecer si lo veían y bueno era como yo con ellos, todos los americanos para mi hablaban muy mal- Tambien es la primera vez que usted viene?- si tendía a hablar de usted hasta que la otra persona me pidiera lo contrario.
La banda comenzó a afinar sus instrumentos y una cerveza apareció en la mesa, la camarera me sonrió y se dirigió hacia Candice “- Otro trago linda, ahora de esa mesa de ahí-“ fácil eran unos 4 tipos con cara de delincuentes y todos le sonreían a Candice de forma coqueta y a mí me veían con cara de quererme matar, tome la cerveza con mis dedos y la levante brindando con ellos , levante una ceja y le di un trago retándolos, por suerte no hicieron nada que si no me hubiera ganado una paliza, pero eso se me hacía una completa falta de respeto, regalarle tragos a una mujer como si su precio fuera el alcohol, era tan bajo- Lo lamento señorita, le he tomado a su cerveza sin permiso- le dije mirando yo aún a esos tipos- Pero no dejare que le falten al respeto- le di otro gran trago a la cerveza y no hice ningún gesto a pesar de que odiaba el sabor a cerveza- Si quiere que le pague yo su cerveza lo hare, si desea ordenar algo más hágalo- me gire para verla y sonreí cálidamente- Es una dama y se debe tratar como tal no lo cree?- la mire a los ojos e hice a un lado la cerveza- detesto la cerveza- dije en un susurro y tome un poco de mi soda para quitarme el mal sabor.
Maximo B. Ryder- Fecha de inscripción : 14/02/2013
Re: Sorpresas [Max]
Al hablarle al chico que parecía estar muy intrigado me miró y respondió educado. Me ofreció sentarme en su mesa, a lo que respondí con una sonrisa y tomé el lugar. Me dijo su nombre a lo que respondí estirando la mano en señal de saludo. -Mucho gusto.- Sonreí. Máximo era un nombre bonito, poco común, aunque bastante largo. A mis ojos era uno de esos nombres que solo se dicen completos cuando es cuestión de regaño. Imaginé por unos segundos cuando mi madre me regañaba y cuando decía mi nombre completo. La piel se me erizó y me mordí un labio ante el recuerdo. -¿Te puedo decir Max? -dije sonriente, mirándole a los ojos por unos segundos y después desviando la mirada al escenario, donde el ruido comenzaba a escucharse cada vez mas fuerte. Negué tranquilamente ante el ofrecimiento de Máximo. -No, gracias.- dije amablemente, negando con la cabeza.
Detrás de nosotros había una mesa con cuatro hombres. Todos con una cerveza en mano y riendo, mirándome a momentos. Aquello me hacía sentir un poco incómoda, pero decidí ignorarlo, cuando escuché la voz de Máx haciéndome una pregunta. -No, en realidad no. -Sonreí. -Solía venir mucho con mi padre cuando era pequeña. El trabajaba en una firma discográfica y le gustaba venir aquí a buscar "Nuevos talentos"- Solté una risita y lo miré tímidamente. No solía hablar sobre mi padre, pero ese lugar era como una caja de recuerdos y no podía evitarlo. Aparte hablar de aquel hombre no debería hacerme daño, después de todo es quien me dio la vida, y el hecho de que ya no estuviera conmigo no le quitaba el derecho de estar de vez en cuando presente en mi vida. Haciendo un poco de lado todo este drama familiar, encontraba algo divertido en el acento de Máximo. No se escuchaba natural, no que se escuchara mal, simplemente tenía algo raro. Trataba de averiguar que era, pero no pude llegar a ninguna conclusión concreta. Todo esta reflexión tomó unos segundos, en los que hice una pausa antes de continuar. Reí ante el echo de que me hablaba de usted para romper el hielo. -Puedes hablarme de tu- dije divertida.
Todo iba bien cuando una camarera se acercó a la mesa. Dejó una cerveza sobre ella, me señaló a los hombres de la mesa detrás de la nuestra y se desapareció entre toda la gente. No tomé la cerveza, tan solo la miré molesta. Lancé una mirada de enojo a los hombres y rolee los ojos. Max tomó la cerveza y los miró retándolos. Lo miré alzando una ceja, atónita de que lo haya hecho. Eran cuatro hombres que no hubieran dudado en hacerle algo, y me sorprendía que un chico que apenas me conocía hiciera eso y se pusiera en ese peligro. Me limité sonreír. Aquello había sido un muy lindo gesto. Max se disculpó por haber tomado de la cerveza como todo un caballero. Negué con la cabeza. -Gracias. No te preocupes por la cerveza. Es gente sin educación.- Lo miré agradecida y luego a la mesa. Me acomodé el cabello y continué. -Aparte, no suelo tomar. -Reí mientras jugaba con un mechón de cabello. -Hoy planeaba hacerlo pues no había sido un muy buen día, pero creo que mejor me abstendré. Ya sabes, por eso de que es malo para la salud supongo.- El chico hizo un gesto bastante gracioso por el sabor de la cerveza. -La cerveza es un asco.- Y vaya que lo era. Tenía un sabor horrible.
Los chicos del escenario habían terminado de armar y acomodar sus cosas. Había dos guitarras al frente, una batería al fondo y un bajo a lado de ella. Las luces se apagaron y uno de ellos habló por el micrófono y los presentó. Tenían un nombre extraño que no comprendí muy bien. Prendieron unas luces al final del pasillo, color verde y rosa que iluminaban la sala de una forma peculiar. Los camareros se agruparon en una esquina de la sala, hablando. La luz del plasillo me deslumbraba un poco, por lo que traté de no ver directo. Miré a Max. La música comenzó a sonar.
Detrás de nosotros había una mesa con cuatro hombres. Todos con una cerveza en mano y riendo, mirándome a momentos. Aquello me hacía sentir un poco incómoda, pero decidí ignorarlo, cuando escuché la voz de Máx haciéndome una pregunta. -No, en realidad no. -Sonreí. -Solía venir mucho con mi padre cuando era pequeña. El trabajaba en una firma discográfica y le gustaba venir aquí a buscar "Nuevos talentos"- Solté una risita y lo miré tímidamente. No solía hablar sobre mi padre, pero ese lugar era como una caja de recuerdos y no podía evitarlo. Aparte hablar de aquel hombre no debería hacerme daño, después de todo es quien me dio la vida, y el hecho de que ya no estuviera conmigo no le quitaba el derecho de estar de vez en cuando presente en mi vida. Haciendo un poco de lado todo este drama familiar, encontraba algo divertido en el acento de Máximo. No se escuchaba natural, no que se escuchara mal, simplemente tenía algo raro. Trataba de averiguar que era, pero no pude llegar a ninguna conclusión concreta. Todo esta reflexión tomó unos segundos, en los que hice una pausa antes de continuar. Reí ante el echo de que me hablaba de usted para romper el hielo. -Puedes hablarme de tu- dije divertida.
Todo iba bien cuando una camarera se acercó a la mesa. Dejó una cerveza sobre ella, me señaló a los hombres de la mesa detrás de la nuestra y se desapareció entre toda la gente. No tomé la cerveza, tan solo la miré molesta. Lancé una mirada de enojo a los hombres y rolee los ojos. Max tomó la cerveza y los miró retándolos. Lo miré alzando una ceja, atónita de que lo haya hecho. Eran cuatro hombres que no hubieran dudado en hacerle algo, y me sorprendía que un chico que apenas me conocía hiciera eso y se pusiera en ese peligro. Me limité sonreír. Aquello había sido un muy lindo gesto. Max se disculpó por haber tomado de la cerveza como todo un caballero. Negué con la cabeza. -Gracias. No te preocupes por la cerveza. Es gente sin educación.- Lo miré agradecida y luego a la mesa. Me acomodé el cabello y continué. -Aparte, no suelo tomar. -Reí mientras jugaba con un mechón de cabello. -Hoy planeaba hacerlo pues no había sido un muy buen día, pero creo que mejor me abstendré. Ya sabes, por eso de que es malo para la salud supongo.- El chico hizo un gesto bastante gracioso por el sabor de la cerveza. -La cerveza es un asco.- Y vaya que lo era. Tenía un sabor horrible.
Los chicos del escenario habían terminado de armar y acomodar sus cosas. Había dos guitarras al frente, una batería al fondo y un bajo a lado de ella. Las luces se apagaron y uno de ellos habló por el micrófono y los presentó. Tenían un nombre extraño que no comprendí muy bien. Prendieron unas luces al final del pasillo, color verde y rosa que iluminaban la sala de una forma peculiar. Los camareros se agruparon en una esquina de la sala, hablando. La luz del plasillo me deslumbraba un poco, por lo que traté de no ver directo. Miré a Max. La música comenzó a sonar.
Candice S. Henderson- Fecha de inscripción : 14/12/2012
Localización : Universidad Brown.
Re: Sorpresas [Max]
Aliviado de que aquella señorita no se molestara por el atentado con aquella cerveza, le pude dedicar una sonrisa más amena y confiada y era bueno saber que a ella no le había molestado- Su sabor no es mi favorito aunque puedo decirle que la manera de elaboración que tiene me es muy interesante- les sonreí mirándola de nuevo y tome mi soda de manzana que había ordenado previamente- Y adelante, llámame Max aunque la mayoría tiende a llamarme Maximi- me reí un poco y suspire al ver como los instrumentos estaban ya listos asi como sus músicos para tocar la primera canción-Puedes llamarme como quiera Candice, no tengo problema con eso- la mire de reojo y me recargue en mi asiento, acomodando mi brazo en el respaldo poniéndome de lado ,la música comenzó a sonar, si he de ser sincero ese tipo de música no es mi fuerte, no es que me desagrade pero no es algo lo cual escuche cotidianamente, para mí la música clásica, la ópera es lo que me agrada, lo que me interesa. No digo que sea mala, para nada, simplemente diferente- interesante- dije en un susurro mientras la música y las luces hacían su espectáculo.
Mi pie se movía al ritmo de las guitarras y de repente cambiaba al ritmo que llevaba la batería, era una especie de hipnosis los acordes de aquella melodía, me había gustado bastante. Poco tiempo después la primera pieza termino y los aplausos y gritos no se hicieron esperar, mire hacia todos lados para ver las reacciones de las personas al parecer estas personas si eran grandes admiradoras de aquellos sujetos y eso animaba aún más el ambiente- Eso fue fantástico- sonreí y segui mirando al escenario, La música comenzó a sonar de nuevo y yo quise hablar con aquella chica pero la música era muy estruendosa y no podía acercarme a ella para hablar- Disculpa?- le dije acercándome un poco pero era imposible que me escuchara “fantástico, debo esperar …” pensé en aquel momento y me dedique a ver y escuchar las demás piezas que esos chicos o mejor dicho que esos hombres tocaban, Fuera lo que fuera nunca pensé que al venir aquí encontrara cosas nuevas de tan agradable consecuencias, yo esperaba que encontraría algo si, bueno, pero nunca pensé encontrarme con una bella dama, hacerla de héroe y volverme seguidor de una “banda”, simplemente Nueva York te impresionaba día a día.
-Por fin- dije de forma tranquila cuando la banda pidió que les aguardáramos por un momento pues debían descansar, la luz regreso a su estado de antes, un amarillo tenue y acogedor, la música empezó a sonar de forma leve por todos lados y mis ojos se posaron en el rostro de aquella bella mujer- Si no me equivoco usted...- negué y rei- Tu mencionaste que tu padre era productor- ladee al cabeza y la segui mirando – dime ya no trabaja de eso? Lo entendería, liderar con tantos “famosos” debe ser cansado, se creen mejor que otros, otros ni siquiera trabajan, son de muy mal gusto- porque lo sabía?, mi tío Charles, el hermano menor de mi padre era productor y siempre que iba de visita tenia nuevas quejas de sus clientes- Y si me permites, podría invitarte al menos una soda o algo de comer, sería un honor y tambien una forma de mantenerte aquí y conversar más- le sonreí con ternura y levante una mano para que nos fueran a atender, llego la camarera y nos sonrió a ambos – Disculpa…amm, cual es la especialidad de aquí? Digamos en comida- me le quede viendo y la chica miro a Candice como si ya se conocieran, no he tome importancia y mire el menú- bueno, si sería tan amable de traernos dos especialidades –la mire y sonreí aún más hacia aquella camarera- le estaría muy agradecido- ella tomo la orden y se fue de ahí contoneándose entre las mesas- Dime Candice , cada cuando vienes a este lugar tan…pintoresco- mientras decía eso limpie la gota de agua que bajaba por mi vaso por el hielo que traía.
Maximo B. Ryder- Fecha de inscripción : 14/02/2013
Re: Sorpresas [Max]
Solté una risita ante el apodo de Max "Maximi". Era bastante tierno. Miré la mesa tímida y voltee mi mirada hacia el escenario.
La música no era muy mala que dijéramos. De hecho, aunque no era comparable con buenos músicos del mismo género, podías inferir que a los músicos no les hacía falta talento. El guitarrista parecía muy enfocado en su trabajo y movía las manos con mucha agilidad. El baterista parecía tener años de práctica, pues se le facilitaba bastante seguir el ritmo. A dicir verdad me intrigaba bastante el cantante. Era un hombre que se veía bastante "malo" o rudo, de esos que parecen motociclistas.Se suponía que cantaba rock, pero su voz hasta eso era bastante suave y hasta un poco femenina completamente perdida, pues simplemente estaba fuera de ritmo e iba atrasada sin ton ni son.
Aun y cuando los músicos no eran lo que llamaría exactamente un talento nato, el show fue bastante bueno. Las personas parecían disfrutarlo y los músicos divertirse. Sonreí para mí misma. Quizá trabajar aquí no sería tan malo. De hecho, creo que sería uno de los mejores trabajos que me podría haber conseguido. Piénsenlo: Conciertos gratis todos los días, buena comida y pocas horas te trabajo. Claro, tendría que aguantar a los hombres que solían ofrecerme cerveza y que como camarera probablemente tratarían de propasarse, pero podría ignorarlos y pasarla bien. Las personas que trabajaban ahí no parecían pasarla mal, aunque claro, el trabajo también consistía en sonreír.
Me preocupaba un poco el hecho de que sintiera demasiada confianza en el jefe, pues este trabajaba con mi padre con eso de las bandas y me trataba demasiado bien. Quizá la relación se deteriorara por el hecho de que ahora eramos jefe- empleada, pero que mas daba. Miré a los hombres del escenario y pensé una vez mas en mi padre. El nunca los hubiera contratado. Mis pensamientos se tornaron un poco inesperados cunado la imagen de Max se vino a mi cabeza. Era un chico muy atractivo y tierno, de los que hay pocos. No quería voltear pues no quería que pensara que lo estaba analizando o algo, por lo que mantuve mi mirada pegada al show. Durante este, escuché un suave susurro, no sabía si había sido el o mi imaginación, lo que dibujó una sonrisa en mi rostro. A decir verdad estaba mas que concentrada pensando en aquel chico, por lo que no caí en cuenta cuando la canción se acabo. Los aplausos me sacaron de mis pensamientos, pues todos se habían parado para aplaudir y gritar. Las luces se prendieron y escuché una vez más la voz de Max.
Él me preguntó acerca del trabajo de mi padre. -No se si siga con el negocio. -Sonreí y miré el suelo, sintiéndome bastante tonta al darme cuenta de que no sabía siquiera que seguía pasando en su vida. -Hace tiempo que no hablo con él- tomé un poco de aire y proseguí -Pero supongo que no era tan malo. Él solía buscar bandas en bares todo el tiempo, y en realidad cuando tocas en un bar y llega alguien de un productora los tratas como dioses para que te representen. -Lo miré y me alcé de hombros. -O por lo menos eso creo.
Max me ofreció algo de comer a lo que no me pude negar pues por si no lo sabían YO SIEMPRE TENGO ESPACIO PARA COMIDA. Gracias a Dios que mi metabolismo era decente y que me gustaba correr, porque si no seguramente pesaría tres veces lo que peso ahora. Acepté y llego la camarera. Ella le preguntó que quería, apuntó, le guiñó el ojo por alguna razón del destino y desapareció entre todas las otras mesas. Pensé por unos segundos en lo que acababa de decir, sobre que quería mantenerme ahí, lo que provocó que mis mejillas se tornaran rosadas sin mi consentimiento. Me preguntó cada cuando iba, me mordí el labio y contesté honesta: -Vengo mínimo una vez al mes. No se, cuando me siento estresada solo vengo y me siento en una mesa a ver el espectáculo. Me inspira. - Moví un poco mi cabeza a un lado y lo miré atentamente. - Y bueno ¿Qué hay de ti? ¿De donde vienes? ¿Donde estudias?
La música no era muy mala que dijéramos. De hecho, aunque no era comparable con buenos músicos del mismo género, podías inferir que a los músicos no les hacía falta talento. El guitarrista parecía muy enfocado en su trabajo y movía las manos con mucha agilidad. El baterista parecía tener años de práctica, pues se le facilitaba bastante seguir el ritmo. A dicir verdad me intrigaba bastante el cantante. Era un hombre que se veía bastante "malo" o rudo, de esos que parecen motociclistas.Se suponía que cantaba rock, pero su voz hasta eso era bastante suave y hasta un poco femenina completamente perdida, pues simplemente estaba fuera de ritmo e iba atrasada sin ton ni son.
Aun y cuando los músicos no eran lo que llamaría exactamente un talento nato, el show fue bastante bueno. Las personas parecían disfrutarlo y los músicos divertirse. Sonreí para mí misma. Quizá trabajar aquí no sería tan malo. De hecho, creo que sería uno de los mejores trabajos que me podría haber conseguido. Piénsenlo: Conciertos gratis todos los días, buena comida y pocas horas te trabajo. Claro, tendría que aguantar a los hombres que solían ofrecerme cerveza y que como camarera probablemente tratarían de propasarse, pero podría ignorarlos y pasarla bien. Las personas que trabajaban ahí no parecían pasarla mal, aunque claro, el trabajo también consistía en sonreír.
Me preocupaba un poco el hecho de que sintiera demasiada confianza en el jefe, pues este trabajaba con mi padre con eso de las bandas y me trataba demasiado bien. Quizá la relación se deteriorara por el hecho de que ahora eramos jefe- empleada, pero que mas daba. Miré a los hombres del escenario y pensé una vez mas en mi padre. El nunca los hubiera contratado. Mis pensamientos se tornaron un poco inesperados cunado la imagen de Max se vino a mi cabeza. Era un chico muy atractivo y tierno, de los que hay pocos. No quería voltear pues no quería que pensara que lo estaba analizando o algo, por lo que mantuve mi mirada pegada al show. Durante este, escuché un suave susurro, no sabía si había sido el o mi imaginación, lo que dibujó una sonrisa en mi rostro. A decir verdad estaba mas que concentrada pensando en aquel chico, por lo que no caí en cuenta cuando la canción se acabo. Los aplausos me sacaron de mis pensamientos, pues todos se habían parado para aplaudir y gritar. Las luces se prendieron y escuché una vez más la voz de Max.
Él me preguntó acerca del trabajo de mi padre. -No se si siga con el negocio. -Sonreí y miré el suelo, sintiéndome bastante tonta al darme cuenta de que no sabía siquiera que seguía pasando en su vida. -Hace tiempo que no hablo con él- tomé un poco de aire y proseguí -Pero supongo que no era tan malo. Él solía buscar bandas en bares todo el tiempo, y en realidad cuando tocas en un bar y llega alguien de un productora los tratas como dioses para que te representen. -Lo miré y me alcé de hombros. -O por lo menos eso creo.
Max me ofreció algo de comer a lo que no me pude negar pues por si no lo sabían YO SIEMPRE TENGO ESPACIO PARA COMIDA. Gracias a Dios que mi metabolismo era decente y que me gustaba correr, porque si no seguramente pesaría tres veces lo que peso ahora. Acepté y llego la camarera. Ella le preguntó que quería, apuntó, le guiñó el ojo por alguna razón del destino y desapareció entre todas las otras mesas. Pensé por unos segundos en lo que acababa de decir, sobre que quería mantenerme ahí, lo que provocó que mis mejillas se tornaran rosadas sin mi consentimiento. Me preguntó cada cuando iba, me mordí el labio y contesté honesta: -Vengo mínimo una vez al mes. No se, cuando me siento estresada solo vengo y me siento en una mesa a ver el espectáculo. Me inspira. - Moví un poco mi cabeza a un lado y lo miré atentamente. - Y bueno ¿Qué hay de ti? ¿De donde vienes? ¿Donde estudias?
Candice S. Henderson- Fecha de inscripción : 14/12/2012
Localización : Universidad Brown.
Re: Sorpresas [Max]
Era una lastima escuchar que esta bella chica no había hablado con su padre desde hace mucho tiempo y de la nada imagine aquello, si yo en algún momento me llegase a pelear con mi padre seria mi fin, él es mi mejor amigo a él le cuento todo en el me apoya para todo, aunque aquí en la universidad ya tengo a mis tíos y a uno que otro compañero no es simplemente lo mismo, mi padre sabe exactamente los detallen de mi vida , no podría concebir mi vida estando peleado con él, simplemente era horrible. Me vino a la mente una vez que me pelee con él, estábamos en casa de la abuela y discutió con ella a tal grado que le dijo que ella nunca había sido una buena madre, por ese detalle yo con el perdí la comunicación por dos días enteros y hasta la fecha me duele recordar aquello, pero eso mismo me había dado a mí las armas para sobrellevar asuntos que siendo tan joven yo no comprendía, para mí solo había insultado a mi abuela y fue por eso que me moleste pero nunca supe por que se habían peleado ellos en primer lugar- Lamento si el tema te molesta, no tenía idea de eso Candice, disculpa- dije en un susurro.
La camarera se fue apuntando lo que le había pedido y no tardó mucho en regresar y decirme que tardarían un poco por que el lugar estaba abarrotado y por lo mientras nos llevaron una canasta con bocadillos, lo mire y lo arrime un poco hacia Candice- Las penas con pan son buenas- sonreí y me sentí como mi abuelo diciendo eso y negué, la verdad es que yo aprecia un anciano en el cuerpo de un niño y todo mundo me lo decía- Una vez al mes, entiendo por qué lo haces este lugar es fantástico y como dices , la música y estoy a punto de verificar que la comida también sea un indicio para venir- tome algo que parecía un dedo de queso y o mastique lentamente saboreando ese grasoso amiguito- oh por dios que delicioso es esto- dije tapándome la boca con la servilleta después de limpiarme. Mi madre siempre fue de esas mujeres que prefería mil veces un buen plato de galletas de avena o fruta picada que una sola papa frita, nosotros éramos de esos pobres jovenes que en los cumpleaños no podíamos pedir ir a comer comida rápida, pues mis padres siendo médicos no nos permitían ni en broma ir a un lugar asi, por eso fue que al morder esa fritura en mi boca hubo una explosión de sabores- bueno, creo que tendrás acompañante cada mes Candice -bromee y la mire a los ojos.
-Vengo de Inglaterra- tome otro dedo de queso y lo mire sonriente- Hace más o menos 2 meses que llegue, vivo con mis tíos y estudio cardiología, primer año en Brown- le sonreí ahora viéndola a ella y mordí el dedito de queso, me limpie con la servilleta y me trague el bocado con pausa- Y tú? De dónde eres? Que estudias o mejor dicho a qué te dedicas- me recargue en la mesa apoyando el codo- Tengo la ligera sensación que te he visto antes, seamos sinceros no eres una mujer que no se dé a notar… con todo respeto- me torne un poco ruborizado por mis palabras y sonreí de nuevo- Digo sé que aquí no te he visto por qué es la primera vez que entro, ya había pasado y la verdad tanta gente afuera me ponía nervioso- reí por o bajo- hasta llegue a pensar que era un bar de mala fama- negué y vi a la camarera contonearse hasta la mesa con una enorme charola “- aquí tienen, disfruten y estoy a sus órdenes chicos-“, dejo un par de hamburguesas con papas y ensalada y dos enormes vasos de refresco, cola supuse yo- Wow, esto es inmenso- dije al mirar el plato, pero mi hambre pudo más y se negó a no querer comer-Bueno pues a comer , buen provecho Candice- tome mi soda y la levante- brindemos por el gusto de conocernos- le sonreí con la cabeza ladeada inclinando el vaso para poder chocar ambos vasos.
Maximo B. Ryder- Fecha de inscripción : 14/02/2013
Re: Sorpresas [Max]
Sonreí al escuchar que Max se disculpaba. No quería darle la impresión de que me había incomodado ni mucho menos. Claro, era algo difícil de explicar y algo de lo que casi no hablaba con extraños, pero él me inspiraba confianza y siendo sincera no me molestaba comentarle. Aparte el problema con mi padre ya tenía su tiempo. Era verdad el hecho de que me inquietaba no hablarle, pero todo había sido tan confuso. Recuerdo perfectamente como había sido todo.
Un día mi padre llegó a mi casa. Había estado bebiendo, y como era de costumbre le habló a mi madre como si ella fuera su sirvienta. Mi madre con el ego que tenía no se lo permitió y le soltó una cachetada. Ahí fue cuando el infierno había comenzado. Mi padre comenzó a decir todo tipo de cosas, claro nunca la tocó. Pero lo que le había dicho a mis ojos era mucho peor que un golpe. Fue el día que nos confeso sobre su otra familia. En mi vida había sentido mas decepcionada. El era la persona que mas quería de todo el mundo. No me malentiendan, amaba a mi madre, pero el lazo que tenía con el era increíble. Hablaba con el de todo, salía con el casi todo el tiempo, era... mi familia. Pero después de ese día mi madre lo sacó de la casa con toda la razón, y aún y cuando mi padre no dejaba de llamarnos para arreglar las cosas, nunca contestamos. No era secreto por que no había tenido contacto con el en un par de años. Lo extrañaba y mucho. Lo quería. Pero el haber tenido un hija y otra pareja por años era algo que no le perdonaría nunca, y con tan solo el echo de pensarlo me dolía.
Claro, podría decirse que no todo era malo. La madre de mi hermana nos hablaba a mi madre y a mí bastante, y aunque sonase extraño se habían vuelto buenas amigas. La mujer se separó de mi padre al saber que nosotras también existíamos. Mantenía contacto con Tessa, mi hermana pequeña. Era un amor. Me alcé de hombros. -No me molesta. Es extraño hablar de eso, pues en realidad nunca había tenido nadie que escuchara mis quejas. Reí y al sentir una presencia detrás mío volteé para encontrarme con la camarera. Sentía que la conocía de alguna parte, pero no tenía idea. Me limité a ver la comida en la bandeja, que olía bastante bien. La camarera interrumpió el momento cuando trajo unos bocadillos. Al parecer la orden tardaría un poco. Max los puso a mi lado y los miré curiosa, tratando de decidir que tomaría. Tomé un dedo de queso y lo sostuve por unos segundos antes de darle una mordida. Escuché el comentario de Max contenta y contesté -Claro, te puedo acompañar cuando quieras.- Sonreí- Quizá así podamos conocernos un poco mas, ya sabes. -Le guiñé un ojo y solté una risita. No tenía idea de a que me refería pues ya no estábamos conociendo, pero aquello fue lo que salió de mi boca. Me gustaba la idea de salir con él, pues parecía ser tan buena persona e inocente que hasta daba.... miedo.
Escuché atentamente a Max mientras hablaba. -¿¿Brown??- Pregunté sorprendida. -Probablemente me has visto en el campus. -Sonreí- Soy estudiante de Criminología, segundo año. ¿Tu que edad tienes? Me acomodé el cabello y le dí la primera mordida a mi dedo (de queso). La camarera llegó una vez mas y dejó la comida en la mesa. Eran dos hamburguesas inmensas. Max se puso de pie y alzó su refresco para brindar. Me puse de pie y choqué el vaso con el. No solía tomar refresco, pero era imposible resistirse cuando ya lo tenía enfrente. Dí un sorbo y busqué un tenedor. Sabía que seguramente sería la única persona en el establecimiento cortando una hamburguesa con cubiertos, pero que mas daba. Corte un pedacito y la probé. Aquello era el cielo. Pasamos unos minutos sin decir nada mientras comíamos. Mientras, pensé de donde conocía a la camarera. Casi me atraganto cuando lo recordé. Había sido modelo para la marca de mi madre. Acabé mi hamburguesa y solo esperé a que Max terminara para poder seguir charlando.
Un día mi padre llegó a mi casa. Había estado bebiendo, y como era de costumbre le habló a mi madre como si ella fuera su sirvienta. Mi madre con el ego que tenía no se lo permitió y le soltó una cachetada. Ahí fue cuando el infierno había comenzado. Mi padre comenzó a decir todo tipo de cosas, claro nunca la tocó. Pero lo que le había dicho a mis ojos era mucho peor que un golpe. Fue el día que nos confeso sobre su otra familia. En mi vida había sentido mas decepcionada. El era la persona que mas quería de todo el mundo. No me malentiendan, amaba a mi madre, pero el lazo que tenía con el era increíble. Hablaba con el de todo, salía con el casi todo el tiempo, era... mi familia. Pero después de ese día mi madre lo sacó de la casa con toda la razón, y aún y cuando mi padre no dejaba de llamarnos para arreglar las cosas, nunca contestamos. No era secreto por que no había tenido contacto con el en un par de años. Lo extrañaba y mucho. Lo quería. Pero el haber tenido un hija y otra pareja por años era algo que no le perdonaría nunca, y con tan solo el echo de pensarlo me dolía.
Claro, podría decirse que no todo era malo. La madre de mi hermana nos hablaba a mi madre y a mí bastante, y aunque sonase extraño se habían vuelto buenas amigas. La mujer se separó de mi padre al saber que nosotras también existíamos. Mantenía contacto con Tessa, mi hermana pequeña. Era un amor. Me alcé de hombros. -No me molesta. Es extraño hablar de eso, pues en realidad nunca había tenido nadie que escuchara mis quejas. Reí y al sentir una presencia detrás mío volteé para encontrarme con la camarera. Sentía que la conocía de alguna parte, pero no tenía idea. Me limité a ver la comida en la bandeja, que olía bastante bien. La camarera interrumpió el momento cuando trajo unos bocadillos. Al parecer la orden tardaría un poco. Max los puso a mi lado y los miré curiosa, tratando de decidir que tomaría. Tomé un dedo de queso y lo sostuve por unos segundos antes de darle una mordida. Escuché el comentario de Max contenta y contesté -Claro, te puedo acompañar cuando quieras.- Sonreí- Quizá así podamos conocernos un poco mas, ya sabes. -Le guiñé un ojo y solté una risita. No tenía idea de a que me refería pues ya no estábamos conociendo, pero aquello fue lo que salió de mi boca. Me gustaba la idea de salir con él, pues parecía ser tan buena persona e inocente que hasta daba.... miedo.
Escuché atentamente a Max mientras hablaba. -¿¿Brown??- Pregunté sorprendida. -Probablemente me has visto en el campus. -Sonreí- Soy estudiante de Criminología, segundo año. ¿Tu que edad tienes? Me acomodé el cabello y le dí la primera mordida a mi dedo (de queso). La camarera llegó una vez mas y dejó la comida en la mesa. Eran dos hamburguesas inmensas. Max se puso de pie y alzó su refresco para brindar. Me puse de pie y choqué el vaso con el. No solía tomar refresco, pero era imposible resistirse cuando ya lo tenía enfrente. Dí un sorbo y busqué un tenedor. Sabía que seguramente sería la única persona en el establecimiento cortando una hamburguesa con cubiertos, pero que mas daba. Corte un pedacito y la probé. Aquello era el cielo. Pasamos unos minutos sin decir nada mientras comíamos. Mientras, pensé de donde conocía a la camarera. Casi me atraganto cuando lo recordé. Había sido modelo para la marca de mi madre. Acabé mi hamburguesa y solo esperé a que Max terminara para poder seguir charlando.
Candice S. Henderson- Fecha de inscripción : 14/12/2012
Localización : Universidad Brown.
Re: Sorpresas [Max]
Sí que el mundo en si era muy pequeño y una vez más me lo demostraba, la bella mujer aquí acompañándome estudiaba en la misma universidad que yo asi como mis tíos, sé que mi abuelo no procuraba ser un santo ni mucho menos pero en fin la vida daba muchas vueltas, yo por mi parte había conocido a Marbella en la sala de estudios, me entere que era mi tia de la noche a la mañana asi como me entere que mi padre tenía en total 9 hermanos… 4 de la misma madre que él y los demás de distintas madres y claro es de esperarse que mi abuelo nos salga con la bella noticia de que tiene más y más y más hijos e hijas regados por toda América y partes de Europa, a veces eso me hacía entender el por qué le tenían tanto asco a mi abuelo, por que señalaban a mi tío Aaron y decían que era igual que él, en fin ponerme a pensar en eso me dejaría un mal sabor de boca y eso no lo quería – Brown?, enserio?, mira que pequeño es el mundo- sonreí con bastante tranquilidad- Y vaya carrera para una bella dama- me puse un tanto colorado y empecé a comer como ella.
Después de un tiempo ambos acabamos, yo por mi parte no pude terminarme tan enorme manjar, debía parar de comer o explotaría, ahora entendíamos que mis padres nunca nos dejaron comer ese tipo de alimentos- esto ha sido delicioso- sonreí y deje mi plato de lado, tome una papita frita y la mordisque lentamente, me limpie con la servilleta y sonreí negando- Sabes Candice?, no pude evitar pensar mientras comía que tú eres como esas criminalísticas bellas que salen en los programas de televisión , uno puede llegar a penar que es imposible que mujeres tan bellas se enfoquen en carreras tan poco- hice una mueca- femeninas se podría decir- negué – aunque eso es poner estereotipos y de eso en estos tiempos es como muy ofensivo- reí un poco y me limpie los dedos- Ya decía yo que si te reconocía- le sonreí y me peine el cabello- Y entonces cuéntame Candice, por qué Criminología?, que es lo que te ha llamado de esa carrera?- cruce mi pierna y la mire sonriendo, sé que era una carrera muy interesante pero debía ver algo más que solo moda como muchos decían por ejemplo yo había decidido estudiar medicina por la inspiración que mi padre era para mí, en ese caso yo no veía a conexión que podría tener el padre productor de Candice con la carrera que había elegido ella cursar.
-Lo lamento igual y no es de mi incumbencia todo esto , pero de verdad me ha intrigado- me recargue en la mesa apoyando mi codo sobre aquella mesa alta y mi barbilla sobre mi mano- Tu padre es productor, supongo que él no ha sido quien te inspiro y de tu demás procedencia no tengo idea- hice una mueca- por eso digo que no es de mi incumbencia el preguntarte pero de verdad me gustaría saber la razón por la cual para ti la criminología es tan excitante- le sonreí – Más bien, quiero saber de qué trata tu carrera, si es en realidad como nos lo muestran en programas y libros, quiero saber si eres como las damas y caballeros de CSI – me reí un poco por mi comparación pero no le quite los ojos de encima, era bella, debía admitirlo y la imagen en mi cabeza de ella investigando danzaba por toda mi mente, el estudiar los “crímenes” de forma científica, desde perfiles psicológicos hasta las muestras que deja, detalles pequeños que te ayudan a resolver algunos casos, quería saber de la boca de alguien que ya tenía tiempo estudiando eso .Era bueno ser curioso en algunos aspectos, a mí me gustaba saber un poco de cada tema, en mi mundo social conocía infinidad de personajes de todas las ramas y era de buen gusto que al hablar con ellos pudieras sostener una conversación acerca de sus intereses, por lo tanto que Candice me viera interesado en sus gustos era algo que acostumbraba hacer , esperaba en verdad que no él fuera a molestar por ningún motivo.
Maximo B. Ryder- Fecha de inscripción : 14/02/2013
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