What's up, Tri Pi! {Tri Pi, only}

¡Yey!. Era noche de chicas. Noche de solo Tri Pi. Brianna, días atrás, había notado que a la fraternidad algo le faltaba. Mas bien lo venía viendo hacía tiempo pero recién ahora había tenido la oportunidad de planteárselo. ¿Que tal una fiesta con todas las integrantes de la fraternidad?. Podrían hacer lo que quisieran. Traer el alcohol y la comida que les apeteciera y, tal vez, agregar a mas gente si la fiesta lo demandaba. Reunirse entre chicas podía ser muy bueno como muy malo. Y a veces podían necesitarse hombres como no. En el caso de Brianna, eso estaba de más. Si bien parecía ser toda una como hombres, en realidad era todo lo contrario y allí nadie lo sabía. Pero en una de esas, quien podría decirlo, Bri podría largar toda la verdad sin importarle nada. Borracha o no borracha, ya se encontraría en el estado perfecto para escupirlo todo, al menos a sus compañeras.

El día anterior había dejado una nota en la cartelera principal de la fraternidad, con la fecha y hora en la que todas se verían. Estaba mas que claro que se realizaría en ese edificio pero, por si a caso, también lo había escrito. A Emily ya se lo había comentado mucho antes. De echo era a ella a la que le había pedido el consejo. No estaba muy segura, pero igual tenía muchas ganas de realizar algo que uniera a las Tri Pi. Siempre se habían caracterizado como una fraterniad unida y Brianna, siendo la líder de esta, tenía que hacerlo ver. No sabía cuantas confirmadas había, pero al menos algunas ya le habían dicho que esa noche estarían. Sabía que seria una pena que no todas fueran, pero mientras la mayoría estuviera, no había problema. El día del evento salió a comprar algunas cosillas, tales como alcohol (aun que sabía que otras traerían mas de lo suyo), algunos dulces de los cuales Bri era un tanto fanática, fue por unas películas aun que no veía muy seguro el hecho de que se pusieran a ver una, y obviamente también por la comida. Pura comida chatarra. Cualquiera que estuviera haciendo dieta debería suspenderla por ese día. No podían estar viviendo de rabanito hasta en una fiesta. Al menos la morena no lo permitiría. Además todas sus compañeras tenían unos cuerpos que mataban, ¿de que tenían que cuidarse?. Por un día no se morirían.

Una vez que había ordenado todo en la cocina de la fra, procedió a ocuparse por su vestuario. No se pondría una piyama. Podrían llamarlo reunión de chicas, piyamada, lo que fuere, pero no se vestiría así, al menos no hasta la hora de dormir y si es que dormirían. Ni sabía aun que iban a hacer ni quienes irían. Debía esperar a que todo comenzara. Revisó su armario. No tenía mucho puesto que el resto se encontraba en su departamento. La ropa nueva, lo que se había comprado últimamente, lo tenía todo guardado allí y muy pocas cosas había dejado en la fraternidad. Como mucho dos o tres vestuarios, pero lo suficiente como para lograr una combinación entre todos. Con su pantalón ajustado y los tacos altos, bien característicos de Brianna, salió de su habitación para golpear la puerta de la de Emily. Obviamente, también llevaba una blusa delicada pero también al cuerpo, dejándose ver como siempre lo había hecho. Se le presentó en su cuarto luciendo tan sexy como nunca. Dejando ver una cabellara negra lacia y larga, y la pobre Emi a medio vestir. Entró y esperó a que terminara. Luego, juntas, bajaron hacia el hall de la fraternidad a la espera de las chicas. Ya había visto a algunas por los pasillos, llegando tarde a prepararse. Otras vendrían de afuera, per al fin y al cabo estarían. Mientras tanto había que esperar.