Emily Hans Valentine. 100%

Emily Hans Valentine
20 años.
Estudiante.
Tri Pi.
Oceanografía.
Homosexual.
Inglesa.
6 de Julio.

GUSTOS

+ El café.
+ El sexo.
+ La fiesta.
+ Quitarles chicas a los heteros.
+ Twitter.
+ El océano y las criaturas que habitan en él.


DISGUSTOS

+ Su padre.
+ La gente mentirosa y homófoba.
+ Hacer cola en algún sitio.
+ Hacer cualquier cosa que no sea dormir antes de las doce.
+ Aguantar gente feliz cuando tiene resaca.

MANÍAS

+ Tocarse el pelo.
+ Morderse las uñas.

ENFERMEDADES
Ninguna.
DATOS CURIOSOS

+ La primera vez que tocó a un delfín fue con cinco años en el London Aquarium.
+ Aunque parezca todo lo contrario, le gustan los niños, pero eso es algo que no admitirá jamás, jamás.
+ Tanto su hermano como ella aprendieron a hablar en alemán en casa gracias a la madre.
+ Ha sido pregonera del desfile del Orgullo Gay de Londres, y es una miembra activa de plataformas a favor de los derechos y su respeto del colectivo LGTB.

Es una chica de armas tomar. Probablemente si la ves en una fiesta, o la ha montado ella o sea como sea, ha conseguido ser el alma de esta. Es una chica extrovertida, animada, y algo extravagante. No es una persona que se deje llevar por las impresiones de otros, ya que considera que una opinión propia debe nacer del puro razonamiento de uno mismo, sin depender de las opiniones de otros, solo de hechos. Siempre acoge con una sonrisa y buenas palabras a cualquier persona, pues no se debe juzgar sin antes conocerla. Es una persona tan sincera que a veces hace daño, por eso prefiere callarse a veces antes que hablar. Es bromista y despreocupada, no le gusta tomarse las cosas muy en serio si no es necesario, pero cuando lo es, cumple.

No busca el amor como tal, de hecho, la gran mayoría de las veces solo quiere rollos de una noche. Es como una coraza a la que poca gente accede. Pero cuando se accede, se puede ver a una gran persona. Es extremadamente fiel, y es atenta y buena consejera. Detallista, siempre busca sorprender. Tal vez debido al temprano abandono de su padre valore tanto la fidelidad, y considera que para ponerle los cuernos a una persona, mejor no estar con ella.

Emilia Hans Valentine nació el 6 de Julio en la ciudad de Londres, Inglaterra. Hija de Morgan Valentine, heredero y presidente del colectivo familiar de Empresas Valentine, y Lily Hans, famosa diseñadora de moda y creadora de la marca ''Lily Hans'', una de las más importantes firmas de moda alemanas. Cuando se conocieron, rápidamente surgió el amor, y Lily se mudó a Londres al poco de casarse. Pero la felicidad poco tardó en romperse.

Morgan Valentine abandonó a su mujer Lily y a sus dos hijos, Emily y Connor, para desaparecer del mapa y fugarse con su secretaria. Pese a todo, Lily siguió trabajando, y pudo salir adelante. Se concentró en la moda y consiguió expandirse al mercado estadounidense. Aunque era madre soltera, no descuidó nunca a sus hijos, y mientras fueron pequeños los llevó a todas partes del mundo con ella. Los años pasaban, los niños crecían, Morgan mandaba dos postales al año, una cuando era su cumpleaños y otra para Navidad, y Lily probablemente era la comidilla de la alta sociedad londinense por volverse a divorciar, ya que cambiaba más de marido que de calcetines.

En el instituto fue una chica muy popular, aunque tenía que soportar el estigma del abandono de su padre, ya que era algo que las madres de sus amigas, típicas señoras de la alta sociedad, no olvidaban y dejaban de recordar. Eso y también las malas compañías le llevaron algún que otro problema de actitud, pero exceptuando eso, era buena estudiante en lo demás. Tardó un poco en darse cuenta de su homosexualidad, pensando que tal vez era bi, pero después de perder la virginidad con quince años y sin saber cómo, en la misma noche liarse con la hermana de su entonces novio, vio que no, que era lesbiana. Recibió todo el apoyo de su familia, de su madre y de su hermano (el padre no sabía nada de esto), ya que sufrió cientos de criticas debido a su condición sexual, pero siguió adelante.

Se graduó y entro a la universidad a estudiar Oceanografía, ya que el océano y sus misterios siempre le habían encantado, y si en el instituto era ya rebelde, cuando se hizo mayor de edad se convirtió en una salvaje. Salía de fiesta día sí y día también, y llegaba borracha a horas intempestivas. Acudió al psiquiatra para moderar esa conducta tan auto-destructiva, y mejoró. Pero necesitaba alejarse un poco de todo, y entonces decidió marcharse a Brown, en Nueva York, gracias a la gran oferta en Oceanografía que había allí.