Letizia C. Heinsworth

Letizia Charlotte Heinsworth
18 años
Universitaria.
Tri Pi
Medicina Humana.
Heterosexual.
Americana
18/03/95

GUSTOS

- Caminar descalzo. Cada vez que puede al interior de un recinto se quita los zapatos, para ella es lo más cómodo del mundo.
- Tener su momento al día de paz con la naturaleza. Estar al aire libre en otras palabras.
- Ver películas y series. Se puede quedar colgada a cualquiera, sea de drama, terror, comedia, etc. ¿Favorita? Cada día una diferente.

DISGUSTOS
Odia demasiadas cosas, desde cosas insignificantes e inmoviles, colores, hasta actitudes.
Dar lástima, los cotilleos, y las personas que piensan que por tener dinero podrán dominar y humillar a otros.
Y por último, un par de cosas como…
» El cigarro, la nicotina, todo lo que produzca humo. Últimamente le cae fatal.
» Hacer nada, que le lleve a pensar y llenarse de recuerdos.
» Las gaseosas, de todo tipo.


MANÍAS

Letizia heredó la mania de su abuela, ó mas bien se le hizo costumbre, el tomar té -de cualquier sabor o tipo, su favorito son el verde y el de durazno- antes de dormir o al atardecer.
Otra manía es ordenar todo antes de irse a la cama. Sea su casa ó su habitación. No puede irse a dormir sin tener que dejar todo en orden.

ENFERMEDADES
Asmática. Letizia desde pequeña lo padece siempre y cuando tenga una reaccion fuerte.

DATOS CURIOSOS

Suele pintarse las uñas de colores diferentes dejando dos días. Se aburre con facilidad de sus cosas, por así decirlo.
Los tres hermanos poseen un lunar en el mismo lado, en la espalda superior derecha.

Una persona no cabe en tal parámetro de significado, ella sencillamente es un sol. Una luz pequeñita que se manifiesta al final del túnel. Aquella chica por la cual darías todo y a la vez te entregaría todo lo que tiene y más. La combinación perfecta entre locura y ternura, poseedora de una sonrisa y angelical mirada que juntas levantan montañas. Aquella silueta de persona que es capaz de dar hasta lo imposible por verte sonreír y que aún así lo consigue con un simple comentario, pestañeo o sonrisa sin mayor esfuerzo, por la que perfectamente te puedes levantar por la mañana con tal de ver un tiempo. Ese imán de castaña que no llega al extremo de lo soso, de lo híper ventilado o loco, que es equilibrio perfecto entre lo bueno y lo malo, pero que aún así y como todo ser humano posee defectos insuperables. No, tiene que aprender a pronunciar esa silaba… no. Para ella todo es posible, nada tiene límites y por ende lo que le pidan puede realizarse, lo que desee cumplirse y lo que planee salir al pie de la letra. Por ello en su vocabulario esa palabra parece perderse con frecuencia. Por lo mismo detesta fracasar, y aunque serán pocas veces las que la veas llorar te doy por segura, que tu corazón se contraerá. Es imposible ver una lágrima rodar por su mejilla sin sentirte culpable, sin tener ganas de protegerla, de abrazarla y de decirle que todo estará bien.

¿Una niña? ¿Qué le falta madurar? No. La cosa es que sólo vive para los buenos momentos. Para pasarlo bien, para sonreír, para generar soluciones y momento inolvidables, ella no está hecha para la vida real, para los problemas. Vale, los enfrenta y tiene un carácter de temer que no se deja pisotear por nadie pero sus grandes miedos la persiguen de sobre manera. Quedarse sola, fracasar y ser insuficiente la matan. La lastiman, su punto débil, su talón de Aquiles, como quieran llamarlo.
Sigue siendo la chica más espontánea con la que te puedes encontrar, esa clase de persona que por su aparente fortaleza y fuerte carácter, de opiniones e ideas bien definidas, la llegas a querer tanto por lo adorable y cariñosa que puede llegar a ser preocupándose de hasta el más insignificante ser, cuando también posee ese lado que sí discute, que sí se enfada y que sí grita. Exacto, la castaña es una persona de mucho temperamento, que no teme a expresar lo que cree pero que por sobre todo tiende a pensar opiniones sobre otros u otras en voz alta cuando algo no le parece. Podrá escucharte un mundo, y opinar cada cosa que se le pase por la mente.

El día 18 de marzo , Léa dió a luz a una niña qué en cuanto su padre la vió en los brazos de la enfermera del lugar, la amó ó asi es cómo cuenta la historia, qué ella habia sido el milagro que habia llegado a su familia luego de los tantos problemas que Matheo y Léa habian tenido en su familia, luego de tantas peleas, luego de tantas desgracias qué él habia vivido con su propio hijo, el segundo, por no ser el más obediende de todos, es en donde se cruza con la obviedad de qué la única esperanza para renacer de nuevo en una familia únida es con el bebé encima, & si bién nadie sabía como ponerle a la niña fué el propio hermano mayor que centró su mente en uno de los tantos libros que habia leido en donde la esperanza era lo último que se perdía, en donde la salvadora de todos los caos era la chica llamada Letizia. Pero ¿Letizia? es común, o eso parecia. Ya que investigando mejor, su significado era felicidad.
. ¿Qué más daba? No le pondria, Destiny, ni Hope, sonaria estúpido & ambos padres lo sabian, por lo tanto procesaron en agregarle una letra cómo "Letizia" el intenso sonido italiano se hacia presente al pronunciar el nombre, & toda la familia vino a visitar a la recién llegada, nacida & celebridad de la casa, la pálida bebé que sólo habia pesado 2 kilos & unas cuantas más, tan pequeña & agradable era mirarla que la ternura estaba presente sin descanso alguno, la risita resonante por el hogar.

Lo siguiente, el suceso más importante de la vida de la chica es la desaparición de la madre, el momento en el que ella, la joven madre, Léa se le ocurre dejar sólo una larga nota, ó simple carta sin juistifiación más que se habia enamorado & aquel ser que habia conseguido el corazón de la hermosa Jovén no era precisamente Matheo, el padre, si no qué un productor de television, ¿Excusas? Si, sólo eran excusas, esa mujer que se habia marchado en la calurosa noche, no era la misma que habia dado a luz a la niña que presenciaba a su padre soltando un mar de lagrimas por que la mujer de su vida se habia ido dejando sólo a sus cuatro hijos & a él, el hombre que la habia soportado por tantos años con sus caprichos naturales de mujer de la alta sociedad.

La familia dejando de lado a la desfachates de su madre, y las cartas que mandaba una vez o dos veces al mes, con algunas llamadas telefonicas contando de su nueva vida, mucho más millonaria y más bronceada junto con regalos para sus hijos, logró salir adelante.

Su padre lorgro estabilizar su firma de abogados, siendo así la mas prestigiosa y reconociendo el apellido en todo el lugar. Quien no conosca a Joseph Heinsworth pues no conoce al abogado más famoso de San francisco.
La pequeña y sus hermanos crecieron teniendo lo mejor y haciendo lo mejor en todo, ninguno de los tres era sacado de la posicion #1 en cada cosa que hacían.

Letizia encontraba gran apoyo en sus hermanos, y conforme iba creciendo los celos sobreprotectores de sus hermanos y padre se hacian notorios. Siempre cuidandola junto con Casey.
Ambos hermanos mayores fueron a la universidad, quedando solo estas dos menores. Letizia consigui tomar el puesto que quedaba para Medicina y entró a a universidad Brown. Siempre ocupando los primeros puestos, bien la pueden llamar rata de biblioteca, pero de eso no tiene nada. Estudia y siempre hace lo primordial, dos caracteristicas que la unen bastante con Su hermano Joseph .
Pero después, quienes la conocen bien sabe que es una chica divertida, y aveces caprichosa.
Ella cuida de Casey con su vida, es su hermanita menor y no dejaría que nada le pase. ¿Como decirlo? Al final, la que se lleva el peso de sobreproteccion es Casey, de apenas 4 años.
A Letizia bien la podrían describir como la que pone orden en casa, si bien Joseph no es el problema, Daniel y Casey si, ambos son tan parecidos, extrovertidos y siempre haciendo una que otra travesura.