t.v. detweiler

Nombre completo: Tiffanie Violet Detweiler
Edad: 32 años
Ocupación: Profesora
Grupo: Profesores
Carrera:
O. Sexual:
Nacionalidad: Francesa
Cumpleaños: 24 de febrero

GUSTOS
Pintar
La música
Ser profesora
Las palomitas con chocolate
La fantasía
Los días fríos
Pasar tiempo con Rémy

DISGUSTOS
Que le hablen o miren a Rém con intenciones más allá de una amistad, es muy celosa
El maltrato animal
Las mentiras
El maltrato animal

MANÍAS

Melonama
Medio revolver su cabello cuando esta pensando
Morder el interior de sus labios al estar nerviosa

ENFERMEDADES
Cuando era niña casi pierde un ojo y al salvarlo, le quedo como consecuencia el glaucoma, por lo que debe estar controlando la presion de los mismos con gotas, gotas que debe echar de por vida.

DATOS CURIOSOS
Tiene un gran Husky Siberiano llamado Spock, viejo pastor inglés hembra llamada Bubblegum. Ambos los cria con su Rém.
Guarda cada detalle que le ha dado Rém, desde un anillo, hasta tarjetitas hechas por él mismo.
Es profesora de arte
Se molesta cuando abrevia sus nombres y solo pone el apellido, porque muchos creen que se trata de hombre, cuando en realidad ella es mujer.

Tiffanie, no es precisamente una mujer con una personalidad que vaya cien por ciento acorde con su edad. Siempre ha sido imponente, una mujer a la que nunca le ha gustado ni le gustara perder. Competitiva a más no poder y mala perdedora en el extraño caso de que llegue a fallar. Siempre buscara revancha y pueden estar seguros que jugara a matar, o bueno… a ser la mejor, sin ser tan drástica. Su carácter es fuerte e independiente. Nunca le ha gustado que le digan que hacer, ni que decir. Ella es uno de esos espíritus libres, como buena amante del arte. Cuando quiere algo, le gusta llamar la atención para obtenerlo, supone que esa es una de las cosas que más problemas le han acarreado a lo largo de su vida: Que cuando necesita la atención de alguien y no la obtiene, se molesta de sobre manera. Si, puede ser demasiado caprichosa a veces, pero tampoco es como si rogara por mantener la atención de alguien. Por otro lado, no todo es tan hostil por parte de la castaña, pues con la gente con la que se siente a gusto, es bastante simpática, amigable, educada, atenta y cariñosa. No le gusta quedar mal con sus amigos, es de esas personas esplendidas, a las que no le importa cuánto tiempo tenga que gastar para sacarle una sonrisa a uno de sus seres queridos. Cuando se le llega a conocer, te puedes dar cuenta de que es bastante dulce, comprensiva y buena consejera. Puede que ella se esté hundiendo en un mar de problemas, pero hay veces que se olvida de ella misma para ayudar a los que de verdad quiere y la necesitan. Puede ser algo dura a la hora de dar una crítica, aunque ella lo ve como simple realismo. No le gusta que le mientan, por eso ella siempre habla con la verdad. Defiende lo que cree suyo con uñas y diente, puede llegar a ser un poco obsesiva, y a crearse ideas en la cabeza, pero es inofensiva. Ese rasgo suyo se acentúa cuando los celos aparecen, el miedo y la inseguridad de perder a quien más ama a veces no la deja pensar con claridad. A veces puede llegar a ser muy controladora, y querer que todos a su alrededor hagan lo que ella quiere, y aunque a veces no lo haga a propósito sabe que está mal, sin embargo no se esfuerza mucho por cambiar eso de su carácter. Lo compensa siendo infantil, tierna y adorable, le ha sido bastante útil y lo mejor de todo es que siempre es natural y ella misma.

Tiffanie, nació un 24 de febrero, una tarde soleada. Las cosas iban muy bien, su mamá y ella fueron dadas de alta al otro día de que ella nació. Su mamá es madre soltera, pero eso le impedía cuidar de su pequeña y darle lo mejor. En el día la dejaba encargada de su abuela y de su tía, quienes se encargaban de cuidarla. Pero un día, a las pocas semanas de que Tiff nació, su mamá se dio cuenta de que algo estaba mal, ya que a uno de los ojos de la niña estaba raro, con demasiada lagaña. De inmediato la llevo la hospital y tuvieron que operarla de cataratas congénitas. La operación salió bien, pero ella desde un mes de nacida hasta la fecha y para toda su vida, tiene que echarse unas gotas especiales si no quiere perder la vista. Su mamá y todos a su alrededor la sobreprotegían mucho, por lo mismo de que cualquier golpe en la cabeza o descuido podía quedar ciega. Cuando comenzó el colegio, era tímida y casi no habla con nadie, por lo mismo de que la sobreprotección la retraía. Ella, con corta edad se dio cuenta de que esto estaba mal, y se volvió más rebelde, ya no dejaba que su mamá y su demás familia le hicieran todo. Les demostraba que podía vivir siendo perfectamente normal. En parte por esto tenía problemas con su mamá cuando era adolecente, pero no le importaba. Cuando llego a la universidad, fue en cierto modo un alivio, ya que su mamá no la intentaba controlar por lo mismo de la distancia. Y Tiff solamente visitaba a su familia cada mes o algunos fines de semana. En la misma universidad fue donde conoció a Rémy. Al principio no se llevaban muy bien que digamos. Él no le caía tan bien por ser demasiado egocéntrico, arrogante y demasiado inteligente para su gusto. Y entre peleas tontas y sin sentido, terminaron por darse cuenta de que se querían. Él era el tipo de hombre con el que ella jamás hubiese salido, pero en el amor uno no decide. A pesar de todo, lo amaba, lo ama como nunca podría amar a nadie. Rémy es el amor de su vida, con quiere compartir todo el resto de su existencia. Por ello, fue la mujer más feliz del mundo cuando él le pidió matrimonio, espera con ansias su boda, el día que por fin se unirá por siempre a Rémy, a quien se dedicará en cuerpo y alma. Prácticamente, tienen la vida resuelta, los dos siendo profesores en una de las mejores universidades de New York, casados… ¿Puede ser mejor?