Damien F. Allen [ID]

Damien Ferdinand Allen Rot
20 años
Estudiante/Cantante medio tiempo
Sigma Alpha Epsilon
Creación y expresión musical
Heterosexual
Estadounidense
12 de Enero

GUSTOS
#La música
#El chocolate
#Las personas honestas
#Las motocicletas

DISGUSTOS
#Las personas con aires de superioridad
#El calor excesivo
#Las multitudes
#Las arañas

MANÍAS
#Revolverse el cabello cuando está nervioso
#Tatuarse por hobby

ENFERMEDADES
#Ninguna

DATOS CURIOSOS
#Le encantan los tatuajes; planea tatuarse todo el cuerpo en un futuro no muy lejano.
#Tiene ascendencia alemana.
#A pesar de la rudeza que aparenta, es un chico bastante comprometido con los demás cuando se ganan su cariño.
#Toca y canta los fines de semana en un pub para comprarse una Harley Davidson.

Las apariencias engañan, aunque no del todo. Describir a Damien es simple si conoces su historia, complejo si no. Si te lo topas por la calle puedes pensar que es el típico chico rebelde, decidido, que no le importa nada y hace lo que sea por conseguir lo que quiere. Y sí, en realidad es así...hasta cierto punto. Damien goza rompiendo las reglas, claro, las que no le convienen para nada. Es un chico bastante testarudo, odia que le lleven la contra. Antes, bueno, no, nunca ha sido de esos hombres que se dejan de los demás, pues detesta que le impongan lo que él no considera correcto. La vida le ha hecho ver que es mejor cubrirse con una coraza ruda al exterior, y eso es lo que se debe mostrar al mundo, pues el más fuerte es el que sobrevive al final, aunque eso no quiere decir que sea un amargado o un resentido con los demás: cuando le conoces de verdad y te ganas su confianza, podrás contar con Damien hasta el final de tus días, pues es de esos que, si te buscan pleito, llega con el puño preparado para pelearse por ti. Tiene maestría en meterse en problemas, y por ello se ha ganado alguno que otro enemigo, cosa que no le interesa pues, a su parecer, son los que le dan un poco de diversión a su existencia. Galante con todas, pero no se considera apto para el amor ni tampoco lo busca, pues para él no es tan necesario, aunque muy, muy en el fondo espera a alguien que le cambie ese pensar. No se toma la vida en serio, pero le gusta conseguir todo lo que quiere, y no descansa hasta conseguirlo, cuéstele lo que le cueste y hace lo que tenga que hacer por ello.

Dicen que, cuando se escribe la historia, los asesinos son héroes, y en cierta parte, esta frase se aplica a una etapa de la vida de Damien, esa que ocurrió antes de que él naciera. La historia comienza en El Bronx hace algunos ayeres, cuando Hildemarie Rot regresaba a casa después de una larga jornada de trabajo. Se veía obligada, a sus 18 años a trabajar de obrera para ayudar a sus padres quienes, desde que llegaron de Alemania pasada la 2da. guerra mundial no habían mejorado mucho su situación económica. Pues bien, bastó que cayera la noche, y con ella los crecientes peligros del Bronx para que Hildemarie se encontrara pronto en un callejón sin salida y con un hombre acorralándola en él. Hildemarie, preparada para lo peor se agazapó sobre sí misma, justo cuando un disparo se oyó y el hombre soltó un alarido; abrió los ojos horrorizada, para encontrárselo tumbado sobre el frío suelo y a su héroe parado frente a ella, sosteniendo la pistola con la que había dado muerte al delincuente en la mano. Ambos huyeron del callejón antes de que alguien más se diera cuenta de lo ocurrido, y, desde ahí comenzaron a escribir su propia historia. Hildemarie se casó con Robert Allen un año después y tuvieron a Damien. Se mudaron a un pequeño departamento en la misma zona, a pesar de la insistencia de Robert por cambiarse a Brooklyn. Y por algunos años todo marchó muy bien y la infancia de Damien fue normal, hasta que, una noche, su padre no llegó a dormir. Hildemarie, preocupada llamó a todos sus conocidos, pero la última vez que lo vieron había salido de un bar, como cada tercer noche donde se reunía con sus viejos amigos. Cerca de una semana duró la búsqueda, hasta que encontraron el cuerpo cerca de los basureros a unas cuadras del bar. Desde entonces, Damien tuvo que madurar tempranamente y cambiar su personalidad para poder sobrevivir en un barrio bravo, envuelto en drogas y vicios sin ayuda de nadie, pues odiaba tener que depender de su madre para ello. Cuando cumplió 15 años, su madre decidió que se mudaran a Brooklyn, esperando que con ello Damien cambiara pero poco pudo hacer. A pesar de ello y de su personalidad, Damien conservó buenas calificaciones durante toda su carrera académica, lo cual le valió poder conseguir una beca en la Universidad Brown para estudiar Creación y expresión musical