F. Aimee Peltier

Aimee es justo como algunos dicen, una moneda de doble cara. Pero no realmente porque ella así lo quiera. Podemos hablar de la Aimee real y de la Aimee oculta, la que se hace llamar Florence, pues ambas son diferentes y la misma persona a la vez.

La Aimee real es una chica dulce aunque no con todas las personas. Le cuesta un poco hacer amigos pues no es muy habladora que se diga, a veces es algo solitaria y eso la aparta del resto del mundo. Cuando se atreve a acercarse a alguien o están dispuestos a conocerla y se agradan, en ella encuentran una verdadera amiga, algo especial, de esas que le ayudan a pinchar los neumáticos de auto del hombre o mujer que haga sufrir a sus amigos o de las que lloran toda una noche con ellos en vez de decirles que dejen de llorar. Le gusta que sean con ella bien directos y sin pelos en la lengua. Mataría y moriría por cualquier persona que se gane su más leal amistad y su corazón.

Es bastante risueña aunque no lo parezca, cuando está con gente de confianza o alguien que apenas conoce y le causa gracia, siempre se le verá sonriendo. Es soñadora y con metas y hará lo que esté en sus manos para cumplirlas, pues desde niña le enseñaron a luchar y es algo que hasta el día de hoy está muy presente en su forma de ser. Puede caer una y otra vez, pero siempre tendrá fuerzas para levantarse, siempre buscará la motivación que necesita para continuar luchando. Rendirse no está en su forma de ser.

A veces es algo temerosa y eso es a causa de su enfermedad, teme acercarse a la gente y hacerle daño sin darse cuenta, teme hacer cosas que normalmente no haría, odia no poder controlar todo lo que hace cuando deja de ser ella misma y ese ser oscuro en su interior se apodera de ella.

Cuando su otra personalidad se apodera de ella, haciéndose llamar Florence, es realmente diferente a Aimee aunque su lado manipulador y engañoso a veces no deja que se noten las diferencias. Cuando es Florence es mas coqueta y se aprovecha un poco mas de sus atributos físicos a la hora de querer conseguir algo. Si está fastidiada no duda en cortar la garganta de quien la ponga de mal humor. No le importa pasar sobre otros si desea algo. Le gusta manipular a su antojo a los demás aunque odia con su alma que traten de hacer lo mismo con ella. Muchas veces cuando es Florence quien maneja a Aimee, disfruta diciendo que en realidad es Aimee para hacerla pasar vergüenzas de las cuales la tímida chica no recuerda nada.

La personalidad de Aimee es realmente compleja, no es fácil tener trastorno de identidad disociativo y ser una persona un segundo y otra totalmente diferente al segundo siguiente. Todo eso la hace un poco reservada, pues no quiere que nadie se entere de aquel trastorno con el que ha tenido que vivir toda su vida.

Frédéric Chassier - Padre biológico de Aimee – Está encerrado en un manicomio por haber matado a su esposa.

Enora Chassier – Madre biológica de Aimee – Fue asesinada por su esposo.

Gaël Chassier (20 años) y Ginette y Joël Chassier (18 años, mellizos) – Hermanos de Aimee – Fueron separados cuando apenas eran unos niños y no volvieron a verse – Aimee no los recuerda, perdió todo recuerdo de ellos cuando su enfermedad apareció.

Balthasar Peltier – Padre adoptivo de Aimee – Traficante de drogas a nivel internacional – Es el único en la familia que sabe que Aimee mató a ese chico – Su relación con ella es muy protectora, de todos sus hijos siente que Aimee es la que necesita más ser protegida por él, no solo porque ella tiene a esa chica malvada en su interior, si no porque es demasiado buena y dulce para el mundo en el que él la hizo crecer.

Annabelle Peltier – Madre adoptiva de Aimee – Es un ama de casas y a pesar de que es una mujer fuerte y en su juventud fue una asesina a sueldo, es muy dulce con sus hijos y siempre trata de protegerlos de todo y de todos. Es muy sobreprotectora y fue ella, junto a Balthasar y un maestro quien le enseñó a sus hijos a pelear y a defenderse, incluso les enseñó a usar todo tipo de armas.

Violette Peltier (23 años) – Hermana adoptiva de Aimee – Estudia periodismo y en su tiempo libre es una asesina a sueldo al servicio de su padre – Es muy sobreprotectora con sus hermanos y padres, es cariñosa y bromista, quien la viera jamás creería que sabe disparar y patear traseros.

Tristan Peltier (20 años) – Estudia ingeniería en informática y también trabaja en el negocio familiar, siendo el mensajero de su padre cuando alguien no lo pone contento. Es un cerebro de las computadoras y es también uno de los hacker de su padre – Suele ser muy rudo y poco cariñoso, serio a más no poder, pero bastante allegado a sus amigos y muy protector con sus hermanos. Es el único, aparte de Balthasar, que sabe que Aimee tiene otra personalidad y por eso siempre la anda vigilando, esperando controlarla en caso de querer hacerle daño a alguien siendo Florence la causante. No es que le dé cargo de conciencia dejar que ella lastime a alguien, solo quiere proteger a Aimee pues sabe que ella es buena y dañar a otros solo la lastimaría emocionalmente y no quiere ver sufrir a su hermana.

Luka Peltier (19 años) – Estudia ingeniaría en informática y al igual que su hermano, es uno de los hacker de su padre – Al tener la misma edad que Aimee se convirtió en el mejor amigo de su hermana también y aunque sabe que ella es diferente, nunca se ha enterado de que es lo que ella tiene en realidad. Es un mujeriego y el más alegre de los hermanos Peltier, es quien más se mete en problemas y siempre es Aimee quien lo ayuda a salir sin que su padre lo sepa. Es el consentido de Annabelle y quien más pelea con Violette. Aun así es muy unido a todos ellos y es claro para todos que daría su vida por hermanos y padres.


Todo comienza con Enora y Frédéric. Cuando la joven de cabellos claros conoció al que sería su futuro esposo, él era la persona más encantadora que había conocido en su vida. Rápidamente quedó encantada con Frédéric y con apenas 1 año de noviazgo, se casaron. Su primer año de matrimonio todo fue perfecto, ella vivía prácticamente un sueño con él. Ella era de una familia rica, mas él siempre fue de situación económica bastante humilde. Nada de eso le importó a Enora, lo amaba a un nivel en el que no le importó que su familia la dejara de lado por estar con él. Ella nunca notó nada extraño en Frédéric, él era ante los ojos de todos, un hombre ejemplar, mas nadie sabía que él tenía un secreto, estaba enfermo, tenía problemas mentales muy serios y sabía bastante bien como ocultarlos. Él sufría de un trastorno que normalmente es llamado como doble personalidad, dentro de su ser vivían otros individuos, normalmente no aparecían, pero había uno bastante peligroso que hacía cosas por las cuales luego Frédéric sufría. Tenían casi dos años de matrimonio cuando nació su primer hijo, Gaël, un año más tarde, Florence a la cual todos llamaban Aimee, su segundo nombre. Finalmente y últimos, otro año más tarde, los mellizos Ginette y Joël. El hogar de los Chassier solía estar lleno de amor y nunca había problemas, los niños eran fuertes y sanos, aunque la pequeña Aimee parecía ser mas distraída que los demás, siempre estaba apartada de todos y casi nunca hablaba, aun así pensaban que solo era una niña demasiado tímida. Con el tiempo Enora comenzó a notar ciertos cambios de actitud en Frédéric, era más agresivo, se enojaba con facilidad y un día llegó a golpearla. Los problemas fueron aumentando y ella no entendía porque el cambio, cuando su esposo se ponía así lo desconocía totalmente, casi parecía otra persona con el rostro de Frédéric. Finalmente todo se derrumbó cuando Aimee tenía apenas 4 años. Frédéric ya no tenía ningún control sobre ese otro ser que se apoderaba de él y en un arranque de ira mató a Enora frente a sus hijos. Iba a matarlos a ellos también pero Frédéric volvió en sí y consciente de lo que había hecho y embargado por el dolor, la culpa y el miedo de dañarlos a ellos también, trató de matarse. Un intento inútil, pues un vecino que había escuchado los gritos de la mujer llamó a la policía y antes de que él muriera fue llevado al hospital. Así fue como él terminó encerrado en un sanatorio mental y los niños, sin ningún pariente que quisiera hacerse cargo de ellos, fueron llevados a un orfanato de su ciudad. Meses más tarde, Aimee sería separada de sus hermanos al ser adoptada por un matrimonio estadounidense.

Balthasar Peltier era un traficante bastante conocido en el bajo mundo de los estados unidos, proporcionando drogas a personas de bajos recursos económicos hasta personas que se jactaban de ser los más ricos en su ciudad. Vivía en Seattle junto a su esposa Annabelle. Desde el principio de su matrimonio tuvieron problemas para concebir hijos, ella quedó embarazada tres veces y esas tres veces los perdió a los pocos meses. Él la amaba tanto que no se negó a adoptar hijos cuando ella se lo pidió. Así fue como el matrimonio Peltier adoptó a su primera hija, Violette, una niña de orígenes ingleses que había perdido a toda su familia. Luego de ella adoptaron a Tristan, un niño de padres Australianos que al irse a vivir a Estados Unidos habían perdido todo su dinero, quedado en la calle y completamente desesperados, le vendieron el niño a Balthasar y nunca más supieron de ellos. Luego y casi al mismo tiempo, adoptaron a Aimee luego de que en un viaje a Francia la vieran en el periódico, donde aparecía en la noticia del hombre que había asesinado brutalmente a su esposa frente a sus pequeños hijos. Un mes después, Luka fue el adoptado.

Aimee estaba bastante traumatizada por la muerte de su madre, apenas era una niña y había presenciado un asesinato. Fue ese episodio el que lo inició todo, ella tenía la misma enfermedad que padecía su padre, trastorno de identidad disociativo. Dentro de su mente vivía otra niña como ella, se llamaba Florence, compartían el mismo nombre, esa niña en su interior decía ser su gemela, solo que sus personalidades eran muy diferentes, por un lado Aimee era una niña dulce, cálida, algo tímida pero bastante alegre, mientras esa otra personalidad, Florence, era una niña maliciosa, le gustaba hacerle bromas pesadas a los otros niños, al punto de hacer que uno fuera atropellado cuando apenas tenían seis años. Cuando hacía cosas malas siendo Flo, Aimee no recordaba nada. Con el tiempo fue olvidando toda su niñez, no recordaba a sus verdaderos padres y mucho menos a sus hermanos. Su familia adoptiva era muy unida, ella era la consentida de su padre, él veía a una niña muy especial, sabía que era diferente y al investigar al padre biológico de Aimee, imaginó que ella era igual a él. Balthasar nunca le dijo nada de eso a Annabelle y juró no dejar que nadie lastimara a su hija si es que ella cometía algunos malos actos siendo esa otra niña en su interior.

Con el tiempo Balthasar conoció a Florence, ella era ya una adolescente, a veces deseaba que su Aimee fuera más decidida y atrevida como Florence, pues así podría fácilmente seguir con el negocio familiar, el tráfico, mas nunca la forzó a nada. Cuando Aimee tenía aproximadamente 16 años, todo volvió a cambiar. Estaba con sus hermanos y su padre cenando en un restaurante que le pertenecía a él, ya habían acabado y, comenzaban a salir, Aimee no iría a casa pues tendría una cita con compañero de clases. Se despidió de su familia y fue a su encuentro, solo irían a caminar y luego él la llevaría a casa. Aimee sabía que él era uno de los tantos chicos adinerados que compraban drogas a su padre, mas eso era totalmente normal para ella, había crecido en ese ambiente y nunca le molestó. Pasearon por el parque bastante tiempo, fue todo muy agradable, él parecía estar realmente interesado en ella y a Aimee también le gustaba bastante. Finalmente él fue a dejarla a casa y cuando se estaba despidiendo de ella, la besó, en ese momento Florence se apoderó de la mente de Aimee y llena de malicia y diversión se apartó de sus labios, acarició su rostro y usando gran parte de su fuerza lo aferró y dobló su cuello, quebrándolo y dándole muerte. Rió divertida al tiempo que los matones de su padre veían la escena, estos llamaron a Balthasar por celular para decirle que bajara, que había problemas, justo al tiempo que Aimee volvía en sí y veía el cuerpo de su amigo tirado en el piso. Gritó y lloró al darse cuenta de lo que había hecho, su padre al verlo todo solo abrazó a su hija mientras ordenaba a sus hombres que se deshicieran del cuerpo. Aimee quería entregarse a la policía pero Balthasar no se lo permitió, le dijo que no era su culpa, que había sido esa otra chica en su interior, y poco a poco la convenció de guardar el secreto. Nunca nadie supo nada, el hombre tenía los suficientes contactos como para que nadie asociara a su hija con la desaparición del muchacho. Por el bien y la tranquilidad de Aimee, decidió mudarse con su familia y así llegaron a New York, tenían una mansión ahí y se instalaron en poco tiempo. Comenzaron sus nuevas vidas en dicha ciudad y aunque Aimee sigue sin poder olvidar lo que Florence la obligó a hacer, actúa como si jamás hubiera ocurrido, aunque por dentro su conciencia la esté matando.

Gustos