Cuidandote la espalda Serena W. Snow

Un olie, un flip mal calculado y una cara contra el piso. De todas las veces que me había caído patinando en los alrededor esta fue la primera de todas en las que pude haberme partido un hueso y por pura suerte no fue así. No sabía si era porque una especie de ángel me estuviera cuidado o porque sencillamente comía demasiado y tenía los huesos fuertes por mi ascendencia Alemana. Cualquiera que me viera cayéndome de una patineta hubiera querido hacerme un cortometraje a nombre "Dura de Matar" o "Difícil de Roer" porque con seguridad me habría podido. Cuando me había visto de cara al pavimento realmente me asusté pero al aterrizar el dolor me dejó inconsciente y cuando abrí los ojos, una luz blanca y cegadora me aturdió bastante. Cuando mis ojos se adaptaron por fin a la luz miré a los al rededores, la enfermería; entonces mi caída había sido grave, mi cabeza comenzaba a zumbar violentamente, pulsante.
-Pero qué mierda....- intenté ponerme de pie para buscar un analgésico pero en cuanto apoyé mi talón izquierdo en el suelo, una punzada de dolor recorrió mi cuerpo y éste cedió contra las baldosas.
Gateé como pude hasta una silla donde estaba mi bolso y mi patín. Allí estaba mi celular; evalué mis posibilidades, no estaba segura de cuándo volvería la enfermera y si esperaba a que esto sucediera me volvería a desmayar del dolor antes de poder conseguir medicamento por mí misma. Pulsante, doloroso, un estallido del mismo broto por mis ojos de un momento a otro pero tomé aire y me fui a pasar la mano por la cabeza para enjuagarme el sudor cuando note la textura de una gaza por encima de mi ceja. ¡Lo que faltaba! Ahora debía hacerme una tomografía antes de poder dormir, con lo cansada que estaba. Miré la hora en mi móvil, bueno, al menos había corrido con la suerte de escuchar que a Dr. Chase le habían castigado y pasaría el rato en el campus así que le texteé desde mi posición en el suelo.
Cuando le vi entrar una sonrisa de agradecimiento iluminó mi rostro y tendí la mano hacia él, para ayudarme a levantar, cuando lo hube echo me abracé a él evitando apoyar mi pie en el suelo para no volver a caer.
-Lamento molestarte, ya ves en qué situación ando.... me lastimé el tobillo seguramente.... y no sé dónde rayos esté la enfermera....

-Habrás entendido mal, creo que la cosita en la ceja es lo de menos, Dr. Chase- le sonreí con dulzura cuando todo la cosita en mi frete y volteé los ojos divertida.
Me recargué cómodamente en el pecho de Taemin cuando me alzó en brazos, vamos que el chico estaba mono y no merecía la pena desperdiciarlo solamente porque éramos amigos. A veces una mujer tenía que hacer lo que una mujer necesitaba hacer y en éste momento no estaba precisamente mal que me aprovechara de estar en sus brazos. En primer lugar porque me estaba doliendo seriamente el pie, es decir, toda una dama en peligro, hubiera sido tonto incluso viniendo de mi el no aprovecharlo al máximo . Reí un poco cuando escuché que estaríamos practicando para una boda… ¿Eso era una insinuación? Vaya que era divertido el chico, me gustaba a decir verdad por lo que no dude en inclinarme hacia él y plantar un beso en la comisura de sus labios sin importarme lo que otros pudieran ver o decir. ¿Qué había de malo en disfrutar la compañía masculina? Nada a mi parecer pero como siempre los prejuicios se interponían, un día eras una chica sexualmente ardiente y al otro una puta. ¡Pues a tomar por culo! La vida estaba para gozarla y bien que la gozaba yo. Al llegar a la habitación la abrí con mi llave y tras pasar me echo en la cama, no perdí tiempo en alcanzar unos ibuprofenos de mi mesa de noche y reí con su pregunta.
-Vamos a portarnos mal- murmuré sensualmente como si fuera en serio aunque luego, riendo, le lancé un almohadazo en son bromista. Me acomodé como pude sobre su torso y sonreír mientras apoyaba mi mentón en su pecho-. ¿Qué propones?
La verdad no se me ocurría nada que pudiéramos hacer con mi pie vendado y adolorido.