El fantasma del pasado, regresa al presente sin tormentos( E. Amethyst Asselborn)

Aquella mañana me encontraba sentando en el borde del mirador mientras escribí de forma tranquila sobre mi diario personal, el cual tenia todo mis pensamientos, y secretos totalmente relatados en un orden cronológico. Sin duda ese diario valía mas que el evangelio original de la iglesia católica. Cuando finalice mire al frente, el día estaba soleado a mi lado estaba mi motocicleta, Flynn se había quedado en casa de mi madre pues yo debía afrontar como un muerto en vida otras realidades. Evangeline seria la primera en saber que aun estaba vivo, sabia que se había despertado del coma por unos contactos en el hospital y que vendría al mirador a tomarse un café ya que necesitaba salir del encierro de rehabilitación. Guarde el diario en bajo el asiento de la moto para mirar a todos lados como la gente, iba y venia cada segundo, como si siguieran un orden cronológico en sus vidas, pensar que yo podría ser como ellos, tener una vía normal, pero solo serian sueños pasajeros, eternos sueños que jamás se harán realidad.

Me senté sobre una banca para pensar en muchas cosas, al sacar mi celular pude ver la imagen de mi pequeño hijo Flynn, había crecido tan rápido, ya habían pasado 5 años en donde el mundo pareció ir mas rápido que mis pensamientos. Cuando estaba por ver un video de mi hijo alce la mirada para ver una joven con un elegante vestido caminar acompañada de algún servicio de seguridad privada, la cual se mostraba con una mirada un tanto ida mientras llegaba a aquel mirador, plagado de rostros nuevos seguramente. Sabia lo que ella había hecho, se había pegado un tiro después de mi muerte, incluso lo hubiera detenido pero no podía, el protocolo del plan era que nadie supiese de mi a no ser mi primo Velkan. Me dolió mas en el alma sentir que perdía a mi hermana menor que cualquier cosa en el mundo; finalmente salí de mis pensamientos, levantándome para guardarme los lentes de sol en el bolsillo. caminaba como si nada con la cabeza baja cuando me choque con ella de forma intencional pero para mi era accidental.-Discúlpame, Evangeline.-anuncio, alejándose hasta su moto, sabia que ella reconocería esa voz en cualquier parte.-

Cuando supe que era el momento de dejarme ver me gire, clavando mis ojos en los de ella, tan claros como el mar, dejando ver mis pureza en ellos, nada que ver con los fríos ojos del pasado. Había cambiado tanto físicamente, ahora era mas mayor, el físico estaba el doble de mejor que antes, siempre tendría un físico que muchos querría, pero esa sonrisa que solo ella podría reconocer como sincera. Me quede en sumo silencio sin saber que decirle muy bien en realidad. El sol salio detrás de mi, alzando sus grandes brazos luminosos dejándome a mi como una entidad, como si fuera un ángel pero claramente no lo era, aunque pidiese perdón en la iglesia cada Domingo, solo dios me tendrá en su gloria si acepta que cambie.-No sabes, cuanto...gusto..me da saber que estas viva.-las lagrimas empezaron a caer por mi rostro, ella era todo para mi, tuve que hacer que me odiase, que creyera que yo la quería matar para que el dolor no fuese tan grave; la gente empezó a entrar por que el sol se oculto tras unas nubes grises. Cai de rodillas mientras aferraba mis manos al frio suelo.-Evangeline, perdóname todo el daño que te cause, lo siento mucho.-murmure, era yo, él que estaba ahí parado delante de ella, y no un fantasma, que tal vez muchas veces la atormentaban en sueños.-