Becaria Lance (Sienna)

Una buena manera de describirla es como un caso aparte. Es una persona tranquila, paciente y alegre, siempre suele estar alegre suceda lo que suceda, pues ha aprendido que sonriendo la vida es más agradable. Y es algo que tiene bien metido en su cabeza, pues si no acabaría loca. Es desorganizada y bastante patosa, nunca sabe donde deja las cosas y siempre acaba con papeles por todos lados o golpes que no sabe de dónde vienen. También es muy olvidadiza y atolondrada, muchas veces se le va la cabeza a otras cosas y tiene que volver a preguntarlo todo de nuevo, para enterarse bien. A pesar de ello, respecto al tema intelectual y de estudios es muy inteligente y aunque la vida no le sonría en otros aspectos es de sacar buenas notas, es trabajadora y responsable a su medida.
Esa forma de ser muchas veces la hace verse más joven y no como una profesora responsable, pues no sabe del todo como llevar una clase, no es lo suyo, ella es más filosófica, de escuchar a las personas y dar su opinión, aunque no siempre sea la acertada, siempre te la dará con una sonrisa en la cara, como si fuera la solución a todos los problemas.
En el tema chicos, al igual que en todo lo demás, no ha tenido mucha suerte. Ha tenido varias relaciones cortas que siempre acaban debido a su falta de apego y a que se le olvidan algunas cosas, pero ella lo lleva bien, con filosofía pues ya llegará el indicado.

Nació en un barrio bajo medio de Nueva York, en una familia que poco a poco fue creciendo hasta ser cuatro hermanos, todos de padres distintos, pues nuestra madre, soltera, cambiaba de novio a menudo, esperanzada en que ese fuera el indicado. La muchacha desde escasa edad fue bastante emprendedora y soñadora, aunque debido a ese carácter soñador siempre andaba en las nubes. También a medida que crecía su patosidad y su mala suerte se vio incrementada. Su cabello, de un color más bien rojizo durante su infancia, junto a su piel pálida le trajo varias burlas por parte de sus compañeros, que se increcentaban debido a su mala pata para todo salvo para los estudios. Debido a que no quería acabar como su madre, y que en el colegio no hacía buenas migas con nadie se metió de lleno con sus estudios y descubrió que era bastante inteligente, por lo que sus notas eran las mejores de la clase.
En la adolescencia su físico cambió, y ese pelo se aclaró dejándolo de un color más natural, por lo que las burlas disminuyeron considerablemente, aunque no hicieron que la muchacha cambiase, siguió siendo igual de atolondrada, pero con sus notas impecables, con las que pudo entrar con una buena beca en una de las universidades más prestigiosas del país y que se situaba además en su ciudad. Allí, fascinada con todo siguió estudiando como siempre aunque no fue una de sus mejores etapas, pues debido a proceder de familia de clase baja muchos compañeros se metían con ella, y aunque estuviese acostumbrada debido al colegio, no era lo mismo, y muchas veces creía estar en un infierno. Aún así, sus notas no decayeron y acabo licenciándose con matrícula de honor y para su suerte o desgracia, aquella misma universidad le ofreció hacer prácticas como becaria y un puesto de trabajo dentro del profesorado de su carrera para facilitarle su doctorado. La muchacha tras muchas dudas debido a como lo pasó en el centro, acabó aceptando y prometiéndose ayudar a todo alumno que pasase por algo parecido a lo que pasó ella. Así que, se mudó a un pequeño apartamento cerca del campus, e igual de desordenado que el resto de su vida y empezó a trabajar para la universidad.

Libros
Aire libre
Música
Perderse en su mundo
Su sombrero


Las Burlas.
Espacios oscuros
No encontrar las cosas
Las cucarachas


Cada vez que necesita buscar algo, desordena todo hasta dar con ello.
En Inviero no sale a la calle sin su sombrero.




A pesar de ser profesora mucha gente la considera una alumna, incluso alguno de sus profesores y a veces ella no sé cree que da clases.
No sabe lo que es enamorarse de alguien.
No tiene carné de coche y se maneja por medio del metro.
De pequeña nunca fue a una fiesta de cumpleaños, nadie la invitó nunca a alguna.