Alice {Deena} Speckhart || ID

Alice es una muchacha divertida y extrovertida, bastante distraída en muchas ocasiones a decir verdad, pero sabe ponerse seria cuando hace falta serlo. Muy optimista, siempre le anda buscando el lado positivo a las cosas, pues sostiene que todo tiene uno. Intenta no pensar e el pasado, aunque tampoco en el futuro, sino que prefiere sólo disfrutar el presente.
Tiene tendencia de utilizar el sarcasmo muchas veces, y cuando esta disgustada con algo no duda ni por un segundo en maldecir a todo el mundo. Palabras como "mierda" o cualquier otro sinónimo se hicieron totalmente normales en su vocabulario ya a esta altura, aunque frente a adultos prefiere ser mas respetuosa y comportarse bien, pues sabe que está aquí gracias a sus padres, para ser alguien en un futuro no muy lejano, y debe aprovechar eso.
No le gusta que la vean llorar. Mas bien lo odia. Siempre que está verdaderamente triste como para llorar se traga las lágrimas o se va a otro lado al menos, sola, aislada de los demás. No le gusta que la vean débil o vulnerable; y menos que la insulten o se burlen de ella, algo que con el tiempo ha dejado de prestarle demasiada atención pero aún así le es molesto.
No se considera como la chica mas femenina del mundo que digamos... O mas bien no se convence para nada de ello. Viste ropas un tanto extrañas para una "señorita" lo que le hace pensar que se ve como un hombre a veces. No le gustan muchas cosas que a las demás chicas si, y de pequeña se llevaba mejor con sus compañeros que compañeras. Es algo aislada por no decir extraña con la gente, muchas veces le cuesta socializar.
Le encanta canalizar sus emociones a partir de la música, es decir; cuando se siente aburrida, cansada, enojada, triste, feliz, o lo que fuera; simplemente toma su guitarra y se pone a cantar alguna canción que le guste.
Adora estar con sus amigas, así sea ocupadas en algo o simplemente descansando y sin hacer nada. También le gustan mucho los niños; ha hecho algunos trabajos de niñera y eso le permite entenderlos mejor y adora mimarlos.
Es bastante impaciente a decir verdad, no le gusta esperar, y cuando debe hacerlo por mucho tiempo se desespera o pone de mal humor. Tampoco es perfeccionista ni le llama mucho la atención la gente así; ella es de cosas simples y rápidas.
Podría decirse que es bipolar. Hay días en los que se mira al espejo y tiene el autoestima por el piso, pero de vez en cuando su ego se asoma un poco a flote, aunque solo si está con alguna amiga. Es insegura de si misma, y se cree capaz de muchas cosas, pero mas incapaz de otras, y esos defectos son los que siempre intenta corregir pero bueno, nadie es perfecto.
Cree que no encaja en ningún sitio; si no es por su personalidad es por su forma de vestir, si no es por eso es porque tiene diferentes gustos, o se ve distinta, o lo que fuese. Tiene un estilo bastante a sí misma pero, el que se vista a un estilo punk o gótico o algo así no significa que lo sea, pues una vez que llegas a conocerla te das cuenta que es muy diferente. Adora teñirse mechas de colores en su cabello, originalmente es castaño oscuro, pero se lo ha teñido de rubio y suele hacerse mechones verdes o rosas; siente que así resalta un poco; no le gusta ser el centro de atención pero tampoco un cero a la izquierda.

Alice es hija única de una familia de res integrantes. Es adoptada, jamas conoció a sus padres verdaderos pero tampoco demostraba mucho interés en aquello, y ahora está mas que feliz y agradecida con los que tiene.
Nació en Estados Unidos bajo el nombre de Alice Deena un primero de Febrero del año mil novecientos noventa y cuatro. Esos fueron los únicos datos certeros que se supieron de la niña, que fue abandonada en la puerta de un orfanato con sólo días de haber nacido. De sus padres nadie sabe nada; si están vivos, muertos, si la abandonaron, si no la querían, si no podían cuidarla... Nada. Demasiadas preguntas y ninguna respuesta.
Vivió en aquel orfanato rodeada de mas niños y niñas, aunque con los varones se llevaba mejor; jugaba a la pelota o cualquier cosa que jugaban ellos, pasaba mas tiempo con ellos, y tenía actitudes como las de ellos. Algo que, si bien le gustaba, debió cambiar con el tiempo, luego de una recomendación que le dieron, aunque hasta hoy en día no se le olvida eso.
Tras montones de entrevistas de adopción, cuando tenía nueve años al fin aparecieron un hombre y una mujer los cuales se habían super encariñado con la peculiar pequeña.
Recuerda que, el primer regalo que le pidió a su nueva familia, fue una guitarra de la cual se había enamorado apenas la vio. Apenas se la dieron comenzó a ir a clases, y descubrieron que tenía cierto talento innato en ésto de la música. Tal vez lo heredó de su padre, o por ahí de su madre, nadie sabe.
Tuvo una infancia muy normal, y nunca le molestó la ausencia de sus progenitores biológicos a decir verdad. Richard y Eloisa Speckhart se llaman sus actuales padres, los cuales la miman, consienten y malcrían demasiado a veces, pero sin embargo se quieren y tienen un muy buen lazo familiar.
En la escuela tenía algunos problemas con el estudio, pues le era difícil entender muchas cosas y se distraía con facilidad, y fue a los trece que le diagnosticaron THDA, pero pudo sobrellevar aquella enfermedad muy bien; tan sólo le costaba un poco mas que al resto adaptarse. Con la música no; nunca tuvo problema con ésta; la amaba y siempre estaba practicando o escribiendo sus propias canciones. Decía que cuando sea mayor quiere ser una famosa música cantautora. También fue animadora y gimnasta, por lo que es flexible y buena bailando.
Con el paso de los años; gracias a un poco de su esfuerzo, y claro la buena posición económica de la familia, pudieron conseguir que asistiera a la universidad Brown, una de las mejores y mas prestigiosas así que, apenas terminó la secundaria se fue a vivir sola y por su cuenta a Nueva York, donde se encuentra actualmente estudiando lo que a ella le gusta.

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