Hot Ice -dream with salt. [Privado]

El tráfico de la quinta avenida era algo que se pasaba de lo que  " lata de sardinas", pero caminar entre la multitud era algo que me agobiaba lo suficiente, y por ello había perfeccionado una técnica para evadirme de esto. Y no, no era ponerme los cascos e ir con el pecho por delante, ya una vez choqué contra una mujer que se iba maquillando por el camino y me manchó de pintalabios la camiseta, mi truco era simplemente  buscar al tipo más gordo y ponerme justo detrás de él y aprovechar lo que su camino me dejaba libre. Encontré a mi ratón, un tipo con gafas y gorra de béisbol, genial. Miré la hora en mi reloj, no eran más que las 4 de la tarde y hacía horas que había comido ya.  Me quedé mirando un gran anuncio que había colgado de la tele gigante de Times Square, una buena película que sin duda alguna iría a verla tenía una estética que me gustaba y si era comedia, balas y explosiones, era perfecta para mi.

- ¡Gracias amigo!- Atiné a decir después de que el tipo con sobrepeso dejara de moverse, podría asegurar que ni siquiera me había visto seguirle todo el rato y eso que casi se me había impregnado su olor a cebolla frita.  Un olor que no me desagradaba si provenía de una hamburguesa y no de un tío...   Pero sería quizá un juego de la vida, que seguir al gordo seboso, me trajera al McDonalds.
- Vaya cliché, desde luego, me lo merezco...- Saqué mis manos de mi sudadera roja delgada, que era lo único que llevaba en la parte superior de mi cuerpo, abrí la puerta y me acerqué hasta la cola. Quizá un helado no me viniera mal hoy.

Llevaba dando vueltas por la ciudad desde hace horas. No hacía nada en especial, entraba a una que otra tienda que me parecía interesante pero terminaba por no comprar nada, no, nada era suficiente para mí y a pesar de que me agradaba andar vestida bien la mayoría del tiempo no tenía idea que elegir y que no, por lo cual, hasta que no me resultaba extremadamente necesario, iba de compras. La verdad era que esta no era la ocasión. Solamente veía cosas por mirar, de lo contrario hubiera comprado.

No era una gran fanática de la comida a deshoras y mucho menos de la comida poco saludable, pero me apetecía una soda, tal vez un helado o incluso una hamburguesa, no estaba segura. Así mismo no era de las muchachas que dejaban de comer para conservar la figura, en ese caso prefería simplemente hacer ejercicio. Era saludable y no venía nada mal, incluso, me parecía divertido.

Empuje suavemente la puerta de un ¿McDonalds? Y observe todo, sin saber bien a donde ir y casi encogiéndome de hombros me puse en la fila. Al menos ahí preguntaría  y tal, pero, en cuanto me dispuse a mirar los anuncios recibí un empujón. Me gire frunciendo levemente el ceño. – ¡Cabrones! Tengan un poco de cuidado –reclame, casi sin pensar. Me había importado demasiado tiempo lo que decían de mí, ya no más. Si les agradaba bien, sino también. Volví a girarme acomodando distraídamente mi cabello. – Hey, lo lamento –susurre viendo luego al muchacho que estaba delante de mí. Llevaba una sudadera roja. Tal vez con el empujón del grupo hacia mí, yo le había empujado a él.