¿Juegas Beisbol? {Mike S.}

¿ Qué puede traer de nuevo alquien con quien la mayoría del tiempo te la pasas peleando y discutiendo de por qué no deberías de haber saludo a 'equis' de tal manera? ¿ O aconsejándote que esa cazadora no está de moda? Alguien que tiene el arrojo suficiente y la confianza de un familiar como para decirte todas tus verdades y fallos en la cara. Alquien con quien sabes que hagas lo que hagas, no lo pasas mal. Como si te vas con esa persona a a tatuarte todo el cuerpo o a hacer paracaídismo. Este tipo de juegos arriesgados, algunos dolorosos otros humillantes, pero que por muy difícil que sea, la compañia lo arregla todo.

La última de nuestras locas ideas surgió por algo estúpido... ¿En serio un mísero anuncio de seguros de autos puede llevarte a jugar al béisbol? No, eso no es el único motivo, porque no jugamos solo béisbol, nos desquitaremos con las instalaciones, porque cuando dos egos chocan todo tiembla. Y si Marianne me reta a hacerlo, por mi orgullo y mi nombre que lo hago. Poco importa que esté a apenas dos semanas que que salgan las listas de ganadores de las elecciones de la fraternidad, y antes de nos fuéramos de la uni para pasar la navidad.

-¿Qué pretendes?Mejor dicho, ¿qué propones?- Arrugué mi entrecejo y apreté suavemente los labios y miré a mi amiga, asiendo del asa de la mochila donde había preparado las bolas. Parpadeé y luego me sujeté el menton, repasando con mis dedos mi maxilar algo puntiagudo con mis pelos de tres días.
-Sabes que eso solo hace que te lo ponga más difícil, que te debo una...extrema.-Enarqué mi ceja con algo de soberbia y sonreí orgulloso mientras me humedecía el labio inferior.

No hubo problemas para lanzarle la bola a Marianne, porque esto se me daba bastante bien, en lo que se refiere a deportes de pelotas y balones, me defiendo. Cuando le lancé la bola a Marianne hice un amago de lanzarme al suelo con un grito de 'Cuerpo a Tierra' pero sólo lo simulé mientras veía como la bola sobrepasaba con creces mi altura y se perdía detrás de mi, aunque no en la dirección deseada. El sonido del final del vuelo lo marcó un cristal roto que sonó.

- Hay gente que nace siendo una estrella, y gente que se estrella.-Comenté sonriente en el instante que me crucé con la rubia de camino a recoger el bate de béisbol. Después de recogerlo eché un gran vistazo al interior de la universidad y a Anne que me ofrecía varias bolas. Las últimas me sacaron una gran sonrisa.

- ¡Una rápida y sensual no estaría mal!- Comenté en voz alta antes de reirme sonoramente. Las bolas rápidas como su nombre indican son más veloces de lo normal, pero mantienen generalmente - conozco a tíos que las lanzan a dónde les sale de los bajos- mantienen una trayectoria recta perfecta. Si estás en un equipo siempre te recuerdan que la posición de bateo estándar es con los pies en el suelo firmemente, la espalda recta y el cuerpo firme, yo me limité a adelantar mi pie izquierdo sobre el resto de mi cuerpo y agarrar con ambas manos el extremo del bate. Ella lanzó, y pude ver como la bola a veces desaparecía por el efecto de las luces - no las encendimos todas- pero cuando se aproximó a mi, logré golpearla con fuerza siendo este un gesto raso que rechazó la pelota, pero le imprimió una trayectoria ascendente. - Qué faena.- Me quejé mientras dejaba reposar el bate colgando de mi brazo y veía como la bola iba directa al techo y después golpeando en el suelo de la última planta. De haber una vidriera en el techo, la pelota la hubiera atravesado y serían más vidrios rotos.

- Nada, que no es mi día. Lo mismo deberíamos acercarnos más, o prender más luces, porque no veo un carajo eh, y mira que de ver esto mejor lo hubiera logrado.- Comenté cuando me acerqué un poco a Marianne. Al estar junto a ella me puse a jugar con su coleta. - Sabrás que ahora debemos de controlar las grabaciones ¿No? Porque si no quieres manchas en tu expediente, esto no ha de saberse. - No nos importó mucho cuando pensamos venir y relajarnos, que las cámaras de la universidad enfocaban a una parte de la entrada, no había guardias , y tampoco deberían de mirar las cintas a no ser que hubiera desperfectos, que los dejaríamos de seguro.